Europa League
2-3 en Rennes
Un gol de Parejo, sumado a una afortunada carambola, vale el pase directo a octavos para el equipo de Marcelino (2-3).
Una carambola en el undécimo minuto del tiempo añadido supuso el mejor alivio para el Villarreal en Rennes, donde cerró su liderato en el Grupo F gracias a un apuradísimo triunfo. La postrera intervención del VAR, que invalidó un gol de Lorenz Assignon, resultó providencial para el equipo de Marcelino García Toral, que accede directamente a los octavos y evita una eliminatoria previa ante un rival procedente de la Champions. [Narración y estadísticas (2-3)]
La decisión del árbitro turco sembró la desolación en Roazhon Park, donde 26.000 espectadores festejaban ya el éxito de su equipo. Sin embargo, Atilla Karaoglan se mostró inflexible tras la revisión del VAR, que evidenciaba lo rocambolesco de la acción. Fue un libre directo desde la frontal que Enzo Le Fée había estrellado contra el larguero y que terminó cayendo de nuevo en poder del joven centrocampista. Tras esta infracción, el resto de la jugada, incluido el remate a la red de Assignon, quedaba invalidada.
Un colofón a la altura de una noche plagada de alternativas, animada poco antes del descanso por un absurdo penalti de Jeanuël Belocian sobre Alex Baena, que Gerard Moreno transformaría con total tranquilidad. Lejos de tranquilizarse, el Villarreal se dejó sorprender tras el saque de centro, con un balón a la espalda de Adrià Altimira y un disparo de Assignon que pasó entre las piernas de Pepe Reina.
Despistes defensivos
Nada más volver del descanso, el equipo de Julien Stephan intentó repetir la jugada de pizarra que había significado el 1-1, aunque el Villarreal, algo más centrado, empezó a adueñarse de la situación. Una acción iniciada por Gerard Moreno y el afortunado zurdazo de Ilias Akhomach, que tropezó en un rival, bastaron para el 1-2. Unos minutos más tarde debieron sentenciar Gerard Moreno y Matteo Gabbia, incapaces de empujar a la red, casi en el área pequeña, una acción de estrategia.
Marcelino refrescó su once con Francis Coquelin y José Luis Morales, pero el Rennes aprovechó un despiste defensivo para igualar, con un zurdazo de Ludovic Blas desde la frontal, que Reina sólo pudo seguir con la mirada. Al menos, la desatención se rectificó de inmediato gracias a la habilidad de Baena, con un toque sutil, y la rapidez de Parejo, capaz de sacar un remate sin apenas espacio, imposible para el veterano Steve Mandanda.
Aún restaban 10 minutos más el añadido, cifrado en principio en seis minutos y después ampliado por un infortunio de Coquelin, que debió ser atendido sobre el césped. Debió protegerse mejor con el balón el Villarreal y frustrar cualquier amago de épica, pero una imprudencia de Jorge Cuenca propició el libre directo que Le Fée estampó en travesaño. El resto, como queda escrito, fue un guiño de la fortuna para el Submarino.