Paulo Pezzolano (Montevideo, 1983) llegó a ser máximo goleador de un Clausura uruguayo antes de dar el salto a España para jugar en el Mallorca de Goyo Manzano, pero su éxito ha llegado desde el banquillo y de la mano de Ronaldo Nazario. Después de unos años en Uruguay y México, llegó al Cruzeiro cuando el exjugador brasileño compró el club, un histórico en horas bajas, y lo ascendió a Primera División. Lo mismo ha conseguido en el Valladolid, con el que ahora visita el Bernabéu. Antes, charla con EL MUNDO sobre el fútbol y la referencia de Guardiola.
- ¿Cómo cambia un vestuario cuando tiene un año de muchas victorias, como el del año pasado en Segunda, a un curso en el que se supone que perderá más de lo que ganará?
- Es algo natural, pero lo vamos a tener que trabajar despacio, porque todos somos conscientes que eso puede suceder. La historia lo marca y es difícil. Sabemos nuestros objetivos, sabemos qué equipos estarán en nuestra Liga, otros con los que será más difícil puntuar.... Pero la ilusión está ahí.
- ¿Cómo trabaja la cabeza de los jugadores?
- Me concentro mucho en lo individual, en la exigencia individual, en estar en cada detalle, usando vídeos individuales y poniendo objetivos individuales. Con eso se busca la rebeldía del jugador, su interés en conseguir el objetivo.
- ¿Cómo reacciona el futbolista ante ese trabajo psicológico e individual? No todos igual, ¿no?
- Bien, porque lo trabajan dentro de lo que ellos quieren. Hay jugadores que quieren lograr algo económico para su familia, otros que quieren llegar a clubes grandes... Cada uno tiene lo suyo y nosotros estamos ahí para recordarle que nada le puede mover de ese objetivo, que no se pueden bajar los brazos. Y ese objetivo individual lleva luego al grupal. El equipo es lo mejor de cada uno.
- ¿Y Paulo Pezzolano qué objetivo tiene en su carrera?
- Lo primero es mejorar para conseguir el objetivo grupal de este año, que es la permanencia. Y luego pues seguir creciendo como entrenador. Mi objetivo individual es que mi equipo sea competitivo, que se vea un equipo duro en la cancha.
- Habla usted de "un equipo duro". Hay mucho debate en los últimos años sobre la manera de jugar. ¿Cree que sólo hay una manera de jugar 'bien' o más de una?
- Yo siempre había estado en el primer grupo, que sólo se podía jugar de una manera, siempre matando con balón... Es lo que siempre me gustaba. ¿Qué pasa ahora? Que hay que saber adaptarse a los jugadores y a los rivales. Sólo con tener el balón no sirve, va mucho más allá. Con el tiempo vas aprendiendo a valorar y a jugar diferentes partidos dentro de un mismo partido. Tenemos que saber jugar con balón y hacer daño en bloque alto, pero también jugar sin él, duplicar marcas, robar, transición...
- El estilo más famoso en España ha sido el 'tiki-taka' y ahora parece que ha cambiado a un fútbol más vertical. ¿Nota usted ciertos prejuicios en los estilos de los equipos? ¿Que sólo se puede jugar a un estilo?
- Pasa en todas partes, no sólo en España. Ahora todos los equipos intentan salir jugando desde atrás, desde el portero. ¿Por qué? Porque todos tienen la calidad para hacerlo y se busca el espacio. Si un equipo atrae la presión hacia su portero y centrales, el espacio estará atrás. Todo es un juego de posición, de buscar superioridad, ventaja y ser vertical.
- Jugó en la Liga en 2009. ¿Qué cambios nota 15 años después?
- Justo eso que estamos hablando. Antes no había tanta visión de ese juego de salida de balón, de buscar superioridades, de 'tikitaka'... Todo evolucionó después de Guardiola. Antes se hacía un poco, pero después de Guardiola hubo un gran cambio en todo el fútbol. Veo que todos los equipos, cada uno a su manera, intentan esas salidas de balón que antes no existían. Ahí está un gran cambio. El otro sería el físico, cada vez hay más partidos y más torneos, así que las pretemporadas son más cortas y más complejas.
- ¿Guardiola ha sido su referente?
- El Barcelona de Guardiola fue al único equipo que superar a su rival, ganando o perdiendo, pero siempre siendo superior. Es lo que todos miramos. Yo querría jugar de esa manera, pero no en todos los equipos se puede hacer. Ese Barcelona era excelente.
- Usted ascendió al Cruzeiro a la Serie A brasileña y al Valladolid a LaLiga, en ambos sitios con Ronaldo Nazario como dueño del equipo.
- Antes, en Uruguay, habíamos ascendido con Torque a Primera y habíamos ganado con Liverpool el Torneo Intermedio. Luego en México fuimos a Pachuca, que llegamos a semifinales, y después a Cruzeiro. Un equipo con una historia y una presión impresionantes. 60.000 personas en cada partido y conseguimos el ascenso. Y ahora en Valladolid, con la vuelta a la Liga. ¿Y qué puedo decir de Ronaldo? Es algo espectacular. Para mí es uno de los mejores 9 de la historia, y luego como presidente es espectacular, una excelente persona, deja trabajar y cuando quieres hablar de fútbol estás hablando con uno de los mejores de la historia.
- ¿El fútbol sudamericano es más pasional? ¿Hay más presión que en España?
- La presión es individual. Cruzeiro tiene un millón de seguidores y 60.000 en el estadio... El jugador sabe que no puede fallar porque tiene una presión tremenda arriba. Como entrenador, la gente en Sudamérica, en Brasil, Argentina, Uruguay... es pasional y pierde la razón porque el resultado lo es todo, es el 100%. Si ganas eres el mejor, y no ven otra cosa. Se vive de una manera muy intensa. Es brutal. Aquí en España también hay pasión, pero allí es diferente por el número de personas.
- "¡Pezzolano, dimisión!", gritó usted mismo en la celebración del ascenso del Valladolid.
- Sí, me siento responsable. Es algo pasado y zanjado. Sentí que podíamos generar una unión interna a raíz de eso, hacernos fuertes. Pedí disculpas y me hago cargo. Lo importante era conseguir el objetivo y creo que a partir de ahí ahora la gente está feliz. Quiero gente orgullosa del equipo e identificada con él.
- ¿De dónde viene Paulo Pezzolano? ¿Cómo era un día en su infancia?
- Una familia de barrio. Mi padre carpintero, mi madre ama de casa... Y yo desde pequeño metido en el equipo de fútbol del barrio. El fútbol es el primer deporte de Uruguay, la pasión de cualquiera.
- Ahora hay una buena generación en el país, con Valverde, al que se enfrenta hoy, como capitán. Darwin, Araújo...
- Llevan viniendo buenas generaciones muchos años, como eran Cavani y Suárez, antes Forlán... Ahora tienen un nivel impresionante y están creciendo como selección de la mano de Bielsa. Están jugando muy bien, muy dinámicos, muy intensos... Esperemos que lleguen los resultados.
- Los futbolistas siguen saliendo muy jóvenes de Sudamérica.
- Por los clubes. En Uruguay, por ejemplo, el crecimiento para un jugador está en el exterior. El jugador quiere jugar un año y salir joven, porque recibe ofertas mejores y el club gana dinero. Hay mucha tentación económica para ambos.