El Real Madrid pierde su condición de invicto tras 20 minutos de agonía en Leipzig

El Real Madrid pierde su condición de invicto tras 20 minutos de agonía en Leipzig

Leipzig – Real Madrid (3-2)

Actualizado

Los de Ancelotti pagan caro su mal inicio, sufren la primera derrota del año y (si el Leipzig gana al Shakhtar) deberán superar al Celtic para ser primeros de grupos.

Werner anota el tercer gol del Leipzig.MARTIN DIVISEKEFE

Las rotaciones de Carlo Ancelotti siempre son tímidas. Suceden por las necesidades de la temporada, pero siempre con coherencia y lejos de la locura. Una en un partido, dos en otro… Nunca demasiadas. Siempre las justas. Pero en Alemania, obligado por las lesiones y por lo exprimido del calendario, el italiano tuvo que mover su árbol más de lo que le hubiera gustado. Sin Benzema, Modric, Valverde, Alaba ni Mendy, el Madrid, cómodo en el liderato del grupo y sin demasiadas obligaciones en el horizonte, se vio arrollado por un rival más intenso, más rápido, más vertical y más necesitado de puntos.

El conjunto blanco claudicó en veinte minutos de agonía y de efervescencia germana liderados por Nkunku, joven que está en la lista de deseos de la directiva de Chamartín. No hubiera elegido un día mejor para lucirse. El delantero galo, veloz, técnico y con gol, bailó sobre las dudas de la defensa de Ancelotti, con Lucas y Rüdiger en las bandas y Militao y Nacho en el centro. No ayudó un centro del campo poco contundente, con Tchouaméni y Camavinga lejos de la concentración necesaria y Kroos superado por las balas del Leipzig.

Courtois salvó un pase de la muerte de Forsberg tras una pared con Nkunku y evitó el gol después de un gran remate de cabeza de André Silva, pero no pudo hacer nada en el rechace. El croata Gvardiol, atento, se adelantó a Rüdiger y puso el 1-0. Era el minuto doce y el tanto noqueó al Madrid, que no se esperaba el ritmo de juego que propusieron los de Marco Rose. Sin miedo, sin pausa. Puro fuego.

Nkunku ‘superstar’

El Madrid, errático en su intento de presionar la salida de balón del rival e impreciso en tres cuartos de campo, dejó espacios que aprovechó Nkunku para preparar el 2-0. Avisó a Courtois con una arrancada a la espalda de Lucas, regateando al belga y enviando el balón al lateral de la red, y no perdonó en la siguiente. Tchoauméni no acertó a despejar y la pelota quedó muerta para Nkunku, que definió con fuerza ante la portería madridista. En 20 minutos había demostrado por qué le quiere media Europa.

El conjunto blanco, que recibió dos goles por primera vez este curso, despertó cuando consiguió aparecer Vinicius. Ancelotti cambió de sitio a Nacho y a Rüdiger, Kroos asumió galones en salida, el Leipzig relajó el ritmo y el brasileño creció. Sus combinaciones con Rodrygo crearon los primeros síntomas de peligro y encontró premio al filo del descanso. Asensio se atrevió con una conducción vertical y centró para que Vini rematara de cabeza a la izquierda de Blaswich. Gol psicológico, dicen.

El descanso reconcilió al Madrid con sus responsabilidades y con el honor que debe, o debería, mostrar siempre a su Copa de Europa, gane o pierda. Ancelotti revolucionó la defensa, dio entrada a Carvajal y Alaba y el equipo tuvo más sentido en alma y en fútbol. Presionó más alto y estuvo más activo en tres cuartos de campo, pero falló en lo que decide los partidos: el gol. Y en tres minutos confirmó su primera derrota de la temporada 17 partidos después del inicio.

En el minuto 78, Vinicius falló casi a puerta vacía un pase de la muerte perfecto que había recibido de Asensio, y en la jugada siguiente Werner sentenció al Madrid. Simakan, imperial en el lateral derecho, encontró hueco a la espalda de Alaba, llegó hasta línea de fondo y puso una asistencia horizontal medida para que el atacante alemán sólo tuviera que empujarla ante Courtois. Los blancos empujaron por orgullo en los últimos minutos y Rodrygo recortó distancias desde los once metros, pero era tarde incluso para el Madrid.

La primera derrota madridista este curso llegó cuando menos importaba, quizás, pero en la competición que más duele. Igualar o mejorar contra el Celtic el resultado del Shakhtar-Leipzig le otorgará la primera plaza del grupo. Quedan deberes.

kpd