Real Madrid 96 Joventut 79
Los verdinegros, que llegaron a ganar por 9 antes del descanso, se hunden en la segunda mitad ante Musa y Hezonja. Carles Durán, autocrítico
La resaca del clásico de Euroliga en el Palau, de la primera derrota del Real Madrid en la temporada, la resolvió el equipo de Chus Mateo sin demasiados apuros. No pareció así cuando en la primera mitad Kyle Guy, ese fenómeno llegado desde Indiana a la ACB, puso en aprietos los cimientos defensivos blancos. Pero se acabó la pólvora verdinegra al mismo tiempo que se esfumaba el tirador. La segunda parte fue totalmente local para firmar la cuarta victoria en Liga Endesa: sólo le sigue el ritmo el Lenovo Tenerife.
Cuando Dzanan Musa y Mario Hezonja se pusieron en órbita, el Madrid se impulsó. Bien apoyados en un Tavares que había pasado de puntillas por la primera mitad, como si Mateo quisiera ir aliviando la carga de minutos de su gigante, consciente de la infinidad de la temporada y de la dependencia. El partido resultó un calco al que hace menos de un mes disputaron ambos en Sevilla, en la semifinal de la Supercopa.
La Penya -en la que debutó Jarred Jones-, que se fue a los 50 puntos en una primera mitad de fuegos artificiales, acabó con 29 en toda la segunda mitad. Dominaba por nueve en el minuto 19 y mediado el último cuarto caía por casi 20. Se deshizo de mala manera, como si la subida de listón física blanca le hubiera dejado KO, como si las energías y el ánimo le hubieran abandonado.
Yabusele
El Real Madrid se había encontrado enfrente con un rival sin complejos. Su falta de tensión en el amanecer la penalizaba un Joventut con enormes recursos ofensivos, con acierto, pero también con dominio del rebote. Y eso era lo más llamativo. Tras el primer duelo al sol de talentos entre Musa y Kyle Guy, fue Yabusele el que intentó contrarrestar la pujanza verdinegra. Que elevó el listón en el segundo cuarto, estirándose en el marcador gracias al genio de un tirador que está llamado a marcar un era en la ACB.
O en la NBA si no se lo llevan de vuelta. Porque Guy es un fenómeno. Anotó desde el triple, su mayor virtud, porcentajes de escándalo. Pero también en penetraciones, algunas con recursos extraordinarios. La Penya puso la máxima (41-50) y el Madrid reaccionó para irse al vestuario con mejores sensaciones.
Deck resultó clave en ese tramo de remontada, pero fueron Hezonja y Musa los que bailaron después. Los que despejaron cualquier emoción con un parcial de 16-2, mientras el Joventut fallaba y fallaba triples (0 de 11), anulado Guy (tres tiros libres en toda la segunda parte), certificando su tercera derrota en cuatro partidos ACB. “Hemos hecho una mierda de último cuarto”, reflexionó un contundente Carles Durán en Movistar.
