El Madrid se deja media Liga en la trinchera de Mallorca

El Madrid se deja media Liga en la trinchera de Mallorca

LaLiga Santander


Mallorca – Real Madrid (1-0)

Actualizado

Un gol en propia puerta de Nacho y un penalti fallado por Asensio condenan a los de Ancelotti. Si el Barça gana esta noche al Sevilla, los blancos se quedarán a ocho puntos del liderato.

Asensio se lamenta tras fallar el penalti.Sergio G. CañizaresEFE

El Madrid se ha ido dejando trocitos de Liga lejos del Santiago Bernabéu y quién sabe si todavía le queda algo que rascar en el plato. Primero fue Vallecas, luego Villarreal y este domingo tocó Mallorca, isla-trinchera donde los blancos se chocaron una y otra vez contra el muro construido por Javier Aguirre. El mexicano, veterano de mil batallas, elaboró una pieza maestra sobre cómo rentabilizar sus recursos: secó al Madrid con un embudo defensivo, logró sacar mentalmente del partido a Vinicius, Maffeo y Raíllo mediante, fue todo lo intenso que le permitió Hernández Hernández (29 faltas) y aprovechó la mínima oportunidad que tuvo para ganar el choque: un gol en propia puerta de Nacho. No tiró a portería. Para qué. 1-0 y La Liga en manos de lo que consiga sacar el Sevilla del Camp Nou.

Arrancó Ancelotti acumulando futbolistas en el centro del campo. Tchouaméni, Ceballos, Valverde, la movilidad de Camavinga desde el lateral izquierdo y los apoyos de Asensio y Rodrygo en la creación. Un Madrid teóricamente versátil que dejaba fijado a Vinicius para amenazar el carril izquierdo. La práctica, sin embargo, no acompañó esa idea. El Mallorca, con cinco defensas, dos medios defensivos y la ayuda de Dani Rodríguez y Kang-In Lee detrás del gigante Muriqi se sintió cómodo en la intensidad de su trinchera.

Porque en la primera jugada de ataque del Madrid, el Mallorca presentó algunas de sus armas. Dani Rodríguez dejó el clásico ‘recado’ sin balón a Vinicius, el brasileño se revolvió y ahí aparecieron Maffeo y Raíllo, que comenzaron su intento de sacar del partido al joven delantero madridista.

Diez minutos después, los de Aguirre desempolvaron la segunda parte de su artillería: Muriqi. El delantero kosovar ganó en el aire un golpeo de Rajkovic desde su portería, el balón quedó en tres cuartos de campo para el Mallorca y Dani Rodríguez hizo lo que mejor sabe: colgar el balón al gigante. Muriqi se adelantó a Nacho en la marca y el defensa español terminó enviando el balón por encima de Lunin, titular por las molestias de Courtois en el calentamiento.

Fue el único tiro a puerta a favor del Mallorca en todo el partido. Un reflejo de sus intenciones. El gol confirmó el plan de partido de Aguirre, que hundió todavía más el bloque defensivo de un equipo convertido en embudo para los de Ancelotti. El segundo equipo menos goleado como local y el conjunto de las cinco grandes ligas que más rentabiliza sus goles. A eso se enfrentaba el Madric, a un muro.

Los blancos no consiguieron lanzar a puerta en toda la primera parte y se vieron presos de la guerra de guerrillas en la que se convirtió el partido. 12 faltas hizo el Mallorca, que se fue a vestuarios sin amarillas, y la mitad cometió el Madrid, con Ceballos y Vinicius amonestados. El brasileño estuvo perdido en su batalla personal contra Maffeo, Raíllo y el colegiado y sólo despertó tras el descanso. Los blancos, en una constante de pases horizontales, centros laterales y disparos desde lejos, no enturbiaron la portería rival en ningún momento. La Liga, que ya estaba a cinco puntos, se alejaba todavía más.

El descanso, al que se llegó con mucha tensión, calmó algo los ánimos y centró al cuadro madridista, que se encontró más cómo al salir de vestuarios. El Mallorca mantuvo su estilo a pesar del cansancio. Se llevó más amarillas por acumulación, pero no se salió del guion de Aguirre. Su muro se mantuvo en pie.

El fallo de Asensio

En el minuto 59 y con el Madrid viviendo sus mejores minutos, Rüdiger encontró en largo a Vinicius, el delantero llegó antes que Rajkovic y fue derribado dentro del área. Opción de oro para los blancos que desaprovechó Asensio y desvió el guardameta local lanzándose a su palo izquierdo.

La entrada de Modric, Kroos y Alaba mejoró a Vinicius y al ataque del Madrid, pero no encontró premio frente a la impertérrita defensa balear. Ancelotti, sin opciones en el banquillo y con el rival encerrado, terminó apostando por Mariano para el juego aéreo. El delantero tuvo un par de oportunidades, pero ninguna clara, y los blancos se despidieron con Kroos y Rüdiger intentando repetir, sin éxito, el gol salvador de Varsovia.

kpd