A veces apelar a la historia y a la nostalgia funciona. Kompany, con poco de eso como entrenador, pero mucho como jugador, llamó a filas a Müller, el goleador en la ida, el perro viejo, para obrar el milagro en la vuelta. Pero el Inter es viejo por decreto. Sabe jugar cientos de partidos, porque los ha jugado todos. No siempre los gana, pero nunca los regala y, si le espolean, te mata. Como hizo ayer al ex rodillo alemán.
Los primeros minutos fueron de tanteo, aunque se jugó a lo que quiso el Inter, con ventaja en la eliminatoria. Aparecieron sus estrellas de manera esporádica, casi siempre a la contra y con un Lautaro Martínez que es un jugador diferente y que organiza el ataque como nadie y, en muchas ocasiones, también lo finaliza. Aunque fue una falta la primera gran ocasión del encuentro que marró Thuram tras una prolongación de Darmian. Respondió el Bayern con una doble ocasión que terminó desbaratando Sommer. Poco más reseñable en una primera mitad soñada y planteada por los italianos.
Y cuando nada había pasado y cuando el Bayern menos lo había merecido, Kane se inventó un gol para pelear contra su maldición y contra el tiempo. Los alemanes metían la historia en la balanza y el británico, en sus hombros. Pero ese tanto despertó la voracidad italiana. Así, Lautaro comenzó el arreón y Pavard lo continuó para poner patas arriba el Giuseppe Meazza. Ambos tantos de córner, la supuesta fortaleza alemana. Ambos errores defensivos alemanes.
En otro error, este italiano, llegó el empate del Bayern. Lo hizo Dyer al segundo palo para poner algo de picante en la eliminatoria. Hubo otro intento de Olise y varios córners en los que el público local contuvo la respiración, pero el oficio de los transalpinos en estos menesteres es complicado de igualar tengas la historia que tengas.
La carrera de un futbolista es un vaivén de emociones y la de Raúl García (Zizur Mayor, 1986) ha tenido de todo. No sólo por su periodo en la élite, 20 temporadas en primera y tercer jugador con más partidos en LaLiga (602) después de Zubizarreta y Joaquín (622), sino por el temperamento del jugador. "No busco ser un espejo para nadie, pero esas cifras son porque he sido muy meticuloso", explica a EL MUNDO en un encuentro con periodistas internacionales organizado por LaLiga.
Uno de esos buenos momentos fue un 17 de mayo de 2013. No fue el del Centenariazo, pero casi. Llevaba el Atlético de Madrid 14 años sin ganar al Real Madrid cuando lo hizo a domicilio en una final de Copa del Rey histórica con goles de Diego Costa y aquel cabezazo de Miranda al primer palo para silenciar a la parroquia blanca. "Desde que llegó el Cholo se volvió a ganar y creció esa rivalidad para volver a competir por lo mismo. Uno de los momentos más especiales fue esa Copa del Rey en el Bernabéu, fue muy especial y el inicio de una época que todavía dura", rememora Raúl García.
El malo, afortunadamente para Raúl García, sólo lo tuvo que vivir una vez porque se repetiría un par de años después. Fue aquella final de Champions League en Lisboa en 2014 que tuvieron ganada hasta el mítico minuto 93. "El tema mental y emocional en estos partidos es muy importante. De estar en una situación que vienes con una racha negativa o positiva todo puede cambiar en el primer momento de partido con cualquier cosa que ocurra", valoraba García y la respuesta traía la mente aquella prórroga en la que el Atlético pareció rendirse ante el empuje blanco.
Una característica, por cierto, que no puede estar más alejada no sólo de Raúl García, sino también del capitán del barco, Diego Simeone, del que el navarro guarda un grato recuerdo. "La palabra calma o tranquilidad no existe, es muy pasional y vive su trabajo al 200%. Es inteligente porque tampoco hay que motivar al jugador en partidos de este nivel y él sabe cómo llegar al jugador en estas circunstancias", comentaba.
Así estará Simeone en los momentos previos a un derbi en el que, a juicio de García, conseguirá sacar a sus jugadores "un punto extra" para poder afrontar el duelo ante un Real Madrid que llega con una gran plantilla aunque sin la presencia de Mbappé, lesionado en el muslo. "Yo siempre he querido jugar contra grandes equipos que han tenido grandes jugadores. Es una motivación enfrentarse a ellos, no solo a Cristiano en mi época sino que cuentan con otra ocho o nueve estrellas mundiales. Es un extra poder ganarles porque no es fácil y cuando lo consigues te llevas una satisfacción muy grande".
Jugadores vs equipo
Raúl García confía en la capacidad del grupo frente a las individualidades y cree que el Madrid está echando de menos, y es normal que ocurra por la calidad del jugador, a Toni Kroos. Aunque es consciente de que su potencial ofensivo arriba, especialmente con los tres brasileños debido a la ausencia de Mbappé, es lo más preocupante de los blancos el domingo.
Por la parte rojiblanca, confía en que sea Koke, su amigo, el que imponga su juego en el Metropolitano ayudado por la creatividad de Griezmann, la garra de Gallagher, "que ha caído de pie", y el gol de Julián Álvarez. "Me cuesta no ver un equipo en el que no encaje Julián. Tiene unas condiciones increíbles, tiene hambre y ha llegado al lugar idóneo para sacar todo lo que tiene. Se le va a exigir, pero se le ve poco a poco más cómodo y terminará siendo el que conocemos y le dará mucho al Atlético", afirma.
LaLiga EA Sports
LUIS NÚÑEZ-VILLAVEIRÁN
@LNvillaveiran
Actualizado Miércoles,
22
noviembre
2023
-
13:41El Comité Técnico de árbitros ha analizado el primer tercio de...
Nunca seis segundos fueron tan analizados. Seis segundos que cambiaron la vida de Jenni Hermoso. En los que el foco de los medios se trasladaron de la victoria de 23 mujeres en un Mundial de fútbol al beso que recibió una de ellas. Nueve sesiones ha necesitado la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para conocer los hechos presuntamente delictivos que se produjeron en Australia un 20 de agosto de 2023 y los días posteriores. El famoso juicio del beso, que ha contado con la presencia de más de 100 periodistas, ha quedado visto para sentencia.
Abrió el testimonio de Jenni Hermoso una causa que ha contado con la declaración de una víctima, cuatro acusados, 20 testigos, dos peritos y 2.090 acontecimientos. Doce días después, el juez José Manuel Clemente Fernández- Prieto ya tiene todo lo necesario para dictar sentencia sobre las acusaciones de agresión sexual y coacciones a la futbolista, que no ha vuelto a la selección y que ha emigrado a México para seguir con su carrera. Se solicita un año de prisión por el primero de los delitos a Luis Rubiales y un año y medio para el ex dirigente y para el resto de acusados por el segundo.
En la última sesión del juicio, debían realizar los informes de conclusiones los abogados del resto de los acusados ya que la letrada de Rubiales, Olga Tubau, lo había realizado el día anterior. Así, por orden de importancia en la causa, comenzó el defensor de Jorge Vilda, Luis Jordana de Pozas, su alegato final en el que analizó la charla que el ex seleccionador nacional femenino tuvo con el hermano de Jenni, Rafael Hermoso.
La abogada de Rubiales sostiene que Hermoso dijo "pues vale" al beso y eso es consentir
Durante toda su alocución, el letrado llamó de manera despectiva "el veraz" al familiar de la futbolista para cuestionar su testimonio con respecto a lo hablado con Vilda en el vuelo a Doha y recordó que él mismo admitió que había mentido a la prensa en sus entrevistas posteriores a los hechos. "Anécdota sin importancia", ha dicho Jordana de Pozas que repitió el hermano sobre el beso que recibió Jenni en la entrega de medallas. Ha asegurado que Vilda se preocupa de la selección y de una jugadora que conoce hace 17 años y "por la que tiene afecto". "No puede hablarse de coacción, la alteración de un estado de ánimo", ha mantenido.
El ex seleccionador español, hoy entrenador del combinado marroquí, mantenía la mirada perdida mientras su letrado seguía cuestionando los testimonios de las personas, Rafa Hermoso, y el amigo de Jenni, Victoriano Martín, sobre los que se sustentaban las presuntas presiones que recibió la futbolista. "Sostener que esto es una coacción es una osadía", ha apuntado.
Contra el mismo delito debía defender a Albert Luque el abogado Jorge Navarro. Un letrado que ha comenzado apelando a la obra de Kafka, El Proceso, en el que el protagonista está siendo acusado por unos supuestos delitos que no conoce y de los que no sabe cómo defenderse. "Cuando va el señor Luque a intentar mediar entre dos amigos, coacciones", ha ironizado Navarro.
El propio letrado ha empleado parte de su media hora de informe final en criticar la parte acusatoria. "Las acusaciones no han destacado por su rigor jurídico", ha manifestado el defensor de Luque y ha enumerado también las llamadas de atención del juez, especialmente a la fiscal, por sus "preguntas capciosas" y otras prácticas que, dice, se podrán estudiar en las facultades de Derecho.
Citas célebres
Citó el abogado la época McCarthiana, en la que se castigaba y ejercía la censura contra la libertad de expresión y también recurrió a un hecho reciente como fue el comunicado que el Real Madrid realizó contra el estamento arbitral. "¿Cuando un club de fútbol emite un comunicado diciendo que hay una actuación arbitral manipulada, eso es coactivo para los árbitros?", se ha preguntado.
Cuarenta y cinco minutos después, entraba en acción el abogado defensor de Rubén Rivera, Joaquín Jiménez, el último de la causa, y que tras adherirse a los informes finales de sus compañeros, felicitó a la parte defensora: "Ha valido la pena contratar abogados caros". Y, al igual que su predecesor, emprendió una gran ofensiva contra la acusación. "Solo lo del beso no era suficiente, era tan pequeño, tan corto, tan nimio, que no daba para esta exhibición del ministerio Público y que por eso había que vestir al muñeco", ha esbozado.
Y ha continuado el letrado con un gran ataque a la propia fiscal diciendo que este tipo de acusaciones "pierden credibilidad" y que la funcionaria había dicho en la causa en dos ocasiones que "no todos somos iguales". "Una frase que me ha puesto los pelos de punta", ha calificado un Jiménez que ha considerado: "Esta causa, en algunos aspectos, ha sido un disparate".
Ninguno de los acusados ha querido ejercer su derecho a la última palabra y el juicio ha concluido a las 12 del mediodía con una última e irónica frase de Fernández- Prieto: "Con esto aunque parezca mentira hemos acabado y queda visto para sentencia".