LaLiga Santander
Con la gestión de propietario chino muy cuestionada, el club está obligado a buscar un rápido regreso a Primera
Tres años después, el Espanyol se ve abocado a buscar un sexto renacimiento desde sus cenizas. Otra vez el conjunto blanquiazul ha dado con sus huesos en la categoría de plata del fútbol nacional. Y otra vez, tal y como ya lo hizo en las veces anteriores, está prácticamente obligado a firmar otro regreso meteórico. Ahora mismo, esa parece la única manera en que el grueso de sus seguidores, mayoritariamente muy críticos con la gestión del máximo accionista de la entidad, Chen Yansheng, puedan ver satisfechas sus aspiraciones de que se produzca un relevo en la cúpula del club.
En las últimas semanas había vuelto a tomar mucho cuerpo la opción de que el máximo accionista pusiera el Espanyol a la venta. Para que se diera esa condición era casi imperiosa una condición que ya no puede cumplirse: la permanencia en Primera División. El descenso supone una rebaja sustancial del valor de un club que, de haber conservado la categoría, podría llegar hasta los 250 millones de euros. Una vez confirmada la pérdida de la misma, este se situaría entorno a los 140 millones.
Si tenemos en cuenta que, desde su llegada al club, en enero de 2016, Chen Yansheng habría invertido alrededor de unos 180 millones de euros, la opción de una posible venta, a pesar de que se produciría con pérdidas, aún sería plausible. Su comunicado a la afición, hecho público a través de los medios oficiales del club, no obstante, parece dejarla en el alero. Al menos, de momento.
MENSAJE DEL PROPIETARIO
«Nos hemos caído infinidad de veces y siempre nos hemos levantado. Esta vez no va a ser diferente. La rebeldía, el inconformismo y el espíritu de lucha forman parte de nuestro ADN. Un perico no se rinde, ni se rendirá. La responsabilidad del descenso está en el seno de la gestión del club y de ahí deben partir también las decisiones que deben llevarnos de nuevo a Primera y en las que ya estamos trabajando para poder recuperar vuestra confianza», ha reiterado el propietario del Espanyol en un escrito en el que ha querido pedir disculpas a los seguidores por el que es el segundo descenso bajo su dirección de la entidad.
Trabajar para lograr el retorno a Primera implicará tanto la llegada de nuevas inversiones como la implementación de recortes económicos y decisiones drásticas. Unas decisiones que, en este caso tendrán, sobre todo la parcela deportiva en el punto de mira.
Después de que Luis García tomará el relevo a Diego Martínez al frente del banquillo blanquiazul, la nueva revolución podría tener como punto de partida la dirección deportiva. La labor de Domingo Catoira no ha sido precisamente destacable, con una serie de decisiones poco comprensibles, como, por ejemplo, algunos fichajes de rendimiento más que discutible o la salida del veterano Diego López, todo un puntal en la portería periquita, sin tener un relevo claro para su puesto.
La entidad, de hecho, incorporó hasta tres arqueros diferentes, con Pacheco, llegado en un mercado de invierno en el que el gasto del Espanyol fue de los más elevados, erigiéndose como la aparente apuesta definitiva. El año pasado, tanto él como Joselu salieron de un Alavés condenado a su vez a la pérdida de categoría y no está claro si seguirán o no en Cornellà-El Prat. Y lo mismo puede decirse de un Braithwaite que llegó al club tras desvincularse de un Barça que no contaba con sus servicios, pero que es una pieza básica en el entramado de la selección de Dinamarca.
De lo que no cabe duda, en ningún caso, es de que el mercado de este próximo verano será movido para la entidad periquita. En todos los sentidos. Y de que de su balance definitivo dependerán, en gran parte, sus opciones de firmar otro regreso relámpago a la élite.