Supercopa de España
Barcelona – Osasuna (2-0)
Los azulgrana disputarán la final del domingo ante el Madrid tras ser mejores que los navarros, que despertaron tarde. Marcaron Lewandowski, en una jugada protestada por su rival, y Yamal.
Arabia Saudí ya tiene el partido por el que paga 40 millones de euros cada año a la Federación española. En un partido frío y sin ritmo, alejado del ambiente y la intensidad del derbi madrileño, un gol de Lewandowski envió al Barça camino del clásico soñado por el público saudí, dejando en la cuneta a un Osasuna que despertó demasiado tarde y quedó sentenciado con el 2-0 de Yamal.
Decía Xavi Hernández en la previa que su equipo necesitaba hacer «clic», en una cuestión más mental que física. Que a partir de ahí llegaría el fútbol. Mientras, Ronald Araujo, capitán, insistía en la ausencia de contundencia en las dos áreas. El entrenador observaba la mente, el jugador, la pelota. Un cable cruzado que lograron equilibrar.
El Barça inició siendo un mar de dudas, lento, previsible e intrascendente. Pero contra los navarros y bajo la presión y la agonía de su crisis de sensaciones, aprovechó el mal momento de su rival para crecer por instantes en fútbol y mente.
Xavi intentó abrir el campo con Raphinha y Ferran y liberó el centro para Gündogan, Sergi Roberto y De Jong, pero el conjunto catalán echó de menos el juego entre líneas de Pedri y la verticalidad en banda de Yamal. Demasiados toques para soltar el balón y demasiadas imprecisiones al intentar combinar con algo de peligro. Todo ante un Osasuna que dista mucho del equipo que brilló el año pasado, pero que conoce sus límites. Encerrado atrás, con cinco defensas, encontró en la isla de Budimir y en las contras las oportunidades para dar la sorpresa.
Areso pudo poner el primero en el minuto 8 tras un mal despeje de Balde, justo después de que Ferran no aprovechara un error de Herrera. Fue un partido rendido a los fallos más que a la virtud y el talento. El monólogo de la posesión era del Barça, pero en la primera parte los culés sólo metieron miedo cuando Osasuna se equivocó. Una pérdida navarra en salida acabó en una arrancada de Sergi Roberto que Lewandowski, dentro del área, no pudo convertir en gol ante Herrera.
El ambiente frío de la grada contagió a los futbolistas, muy lejos del nivel y la intensidad del derbi madrileño. En el 30, Lewandowski no atinó a cabecear a la red un córner de Gündogan. Más tarde, Raphinha intentó superar a Catena para quedarse solo ante Herrera, el defensa le paró con un leve carga y Muñiz le sacó amarilla. El Barça pidió la roja directa, pero el VAR no corrigió la decisión.
En el 38, Osasuna cuajó su mejor salida de balón de la primera parte. Areso recibió en largo por la derecha, asistió en horizontal a Budimir, el croata regateó a un Araujo transparente y el buen achique de Peña evitó el gol.
Lesión de Raphinha
La lesión de Raphinha antes del descanso activó a Yamal, que sólo necesitó dos minutos para crear su primera ocasión. Más despierto, más atrevido, el adolescente dibujó una diagonal a Lewandowski y David García apareció para evitar el disparo. Ahí supo Xavi lo que pedía el partido.
Tras el descanso, el entrenador mandó a calentar a Pedri y Joao Félix, amenazando con los cambios. Su equipo mejoró por momentos, encerrando todavía más a un Osasuna impotente al que el balón no le duraba nada. El conjunto azulgrana, por su parte, vivía en una posesión constante esperando que apareciera el espacio.
Lo encontró en el 58, cuando Lewandowski rompió el empate. Christensen robó en el centro del campo ante Arnaiz y éste se quejó de un golpe en la espalda, pero Muñiz no pitó nada. El balón llegó a Gündogan, que encontró al polaco en la frontal, en carrera hacia el área. Desde 15 metros, el delantero definió a la derecha de Herrera para poner el 1-0. Osasuna se comió a Muñiz y el VAR revisó la jugada, pero no llamó a la pantalla al árbitro, por lo que no podremos escuchar el audio.
Regreso de Pedri
En el 67, Herrera evitó el 2-0 de Joao Félix, ya sobre el campo junto a Pedri, tras un buen disparo del portugués, más incisivo que Ferran. y en el 75 Lewandowski no alcanzó a rematar a puerta una buena llegada a línea de fondo de Koundé. El Barça crecía mientras Osasuna parecía no tener respuesta.
Arrasate movió su banquillo y cargó el área rival con Raúl García acompañando a Budimir, puro fútbol del norte. Ahí logró sus mejores minutos. Entre las dos torres crearon problemas a Araujo y Christensen y rozaron el empate, pero no estuvieron finos y se les acabó el tiempo conscientes de que quizás tenían que haber mordido antes. En una contra, Yamal sentenció el duelo y envió a los navarros, a su equipo y a los 500 de la grada, de vuelta a Pamplona. Arabia y el fútbol español tienen otra cita con el clásico en Riad.