El PSV no tuvo piedad de un Girona que llegaba a Eindhoven tremendamente mermado de efectivos. El equipo holandés, que se plantaba en el partido sin conocer la victoria, acabó pasando por encima del conjunto gerundense, por mucho que los visitantes trataran inicialmente de meterle el miedo en el cuerpo en los primeros instantes del encuentro.
Flamingo y Tillman marcaron los dos primeros tantos para los locales en la primera mitad del duelo, dejando las cosas prácticamente vistas para sentencia. Después, Bakayoko y Krejci, en propia puerta, acabarían por dictarla materializando un doloroso 4-0 que le echa un poco más de sal a la herida en que se está convirtiendo la primera participación en la Champions de un equipo que ilusionó a propios y extraños el curso pasado. [Narración y estadísticas (4-0)]
El equipo de Michel se marchó al descanso con las cosas tremendamente cuesta arriba. A pesar de que los visitantes avisaron primero en todo un toma y daca inicial con el PSV, fue el conjunto holandés el que mostró mayor contundencia en el área contraria. Mientras el argentino Walter Benítez fue capaz de desbaratar de forma consecutiva dos grandísimas opciones del Girona, Paulo Gazzanigga, pese a firmar también grandes intervenciones a lo largo de los primeros 45 minutos, vio cómo el balón se estrellaba en dos ocasiones en el fondo de la red.
La primera, tras un saque de banda en largo de Tillman que Flamingo remató con la tímida oposición de un David López que alteró levemente la trayectoria del esférico. La segunda, después de que el propio Tillman se plantara solo ante el meta y le batiera por el palo corto con un remate casi sin ángulo.
La sentencia del PSV
Tras el descanso, el PSV tuvo pronto la opción para dejarlo todo sentenciado. El remate de Luuk de Jong, con todo, se estrelló en el marco de la portería gerundense. Las cosas, además, se le pondrían ya casi imposibles con la expulsión de un Arnau que vio la segunda amarilla por un encontronazo con Lang tras haber sido previamente amonestado por protestar en la primera parte del duelo. Con uno más en el césped, la llegada del 3-0 parecía ya del todo inevitable. Ni De Jong, de nuevo, ni Till lograron encontrar el camino para lograrlo.
Sí lo hizo Saibari, si bien su acción sería finalmente invalidada por falta a instancias del VAR. No habría objeción alguna, en cambio, para el duro disparo desde fuera del área de Bakayoko, al que le seguiría cuando el partido terminaba la desgracia del gol en propia puerta de Krejci con el que se selló el definitivo 4-0.