Con las demás modalidades ya en seco, excepto el waterpolo, cuyas dos finales se celebrarán los días 16 y 17, comienza, y seguirá hasta el 18, la natación “clásica” en el Mundial de Doha. Pase lo que pase con los magníficos equipos españoles de waterpolo, ambos ya están clasificados para los Juegos Olímpicos, la cita cumbre del año, el objetivo primordial.
Para saber más
La primera parte de la competición le aportó a España seis medallas, aunque ninguna de oro, el metal que establece las auténticas jerarquías. Conquistaron la plata María Valdés (10 kms. en aguas abiertas), el equipo de natación artística en la rutina técnica, Dennis González (solo libre) y, el último día, de nuevo González, junto a Mireia Hernández, en el dúo mixto libre.
Se colgaron el bronce Nicolás García Boissier y Adrián Abadía (saltos sincronizados en el trampolín de tres metros) e Iris Tió y Alisa Ozhagina (rutina técnica por equipos en la artística). De paso, se clasificaron para los Juegos, una de las específicas metas de este Campeonato, un auténtico, obsesivo preolímpico, Ángela Martínez, decimotercera en los 10 kms. en aguas abiertas, el equipo entero de sincronizada en la suma de las rutinas técnica, acrobática y libre, y, otra vez, Tió y Ozhogina al ser cuartas en el ejercicio libre de la artística. Por su parte, María Papworth, semifinalista en trampolín de tres metros, está virtualmente en París, si bien deberá confirmar el pasaporte con, en mayo, un último “test” en la Copa de España.
Ahora llega el cuádruple reinado de los estilos libre, mariposa, espalda y braza con unas expectativas modestas para nuestra natación, más pendiente de esas clasificaciones parisinas que de engrosar el medallero. Ya tiene billete Hugo González en los 200 espalda y los 200 estilos. Tratará de ganarse otra plaza en los 100 espalda.
Las… espaldas de Hugo, habitual finalista o semifinalista en los grandes acontecimientos, aguantan en la actualidad el liviano peso de la natación española. Aparte de él, quienes más se aproximan a París son Arbidel González (200 mariposa) y Carlos Garach en 800 y, sobre todo, 1.500. Ocioso, a partir de ahora, especificar “libre”. No existen esas distancias en los demás estilos.
Dennis González y Mireia Hernández, con la medalla de plata en Doha.EFE
Mireia Belmonte, mayor (33 años), pero, sobre todo, baqueteada y doliente, tendrá una última oportunidad de ver la Torre Eiffel en el Open de España, en junio. Al igual que Nadal, se ha ganado de sobra el derecho a seguir confiando en ella. Pero, lo mismo que en el caso de Rafa, cada vez resulta más difícil. La natación femenina española se apoya ahora en quienes acuden a Doha con la mirada más puesta en París que en otro sitio y en otra cosa: Carmen Weiler (100 espalda) y África Zamorano (200 espalda). Emma Carrasco, 18 años cumplidos el 31 de diciembre, nuestra mayor promesa, campeona mundial júnior en 2022 de 200 braza y bronce en 200 estilos, viene acusando el saltito de edad.
La natación española es en gran medida un escenario grupal. Cinco equipos de relevos se lanzarán a la piscina con la mente en París: los masculinos de 4×100 libre, 4×200 libre y 4×100 estilos; el femenino de 4×100 estilos y el mixto de, también, 4×100 estilos.
En un calendario saturado por, todavía, las secuelas de la pandemia; con Campeonatos metidos con calzador o a martillazos en la programación; con, incluso, un Europeo en Belgrado, en junio, la proximidad de los Juegos Olímpicos ha disuadido a no pocas estrellas de acudir a Doha.
A Katie Ledecky, por ejemplo, que, por otra parte, está teniendo últimamente algunos disgustos. Ariarne Titmus, Summer McIntosh y, de nuevo, Titmus le arrebataron en 2022 y 2023 el récord mundial de 400 libre. Y el viernes, McIntosh, la prodigiosa adolescente (17 años) canadiense, la derrotó en los 800. Ledecky no había mordido el polvo (cloro) en esa prueba desde 2010.
En Doha tampoco se bañarán, entre otras estrellas, David Popovici, Caeleb Dressel, Léon Marchand, las propias Titmus y McIntosh, Kayle McKewon, Haiyang Qin… Pero no faltarán otras de máximo brillo. Michael Andrew, Hunter Armstrong, Nick Fink y Kate Douglass (Estados Unidos), Cameron McEvoy (Australia), Bingjie Li (China). Tom Dean, Adam Peaty y Ben Proud (Gran Bretaña), Florian Wellbrock (Alemania, Daiya Seto (Japón), Ruta Meilutyte (Lituania), Sara Sjöström (Suecia), Gregorio Paltrinieri, Benedetta Pilato, Simona Quadarella (Italia)… Un Campeonato de este calibre nunca está desnudo ni huérfano de grandes atractivos.
Doha empieza y acaba en Doha. Y también donde acaba Doha empieza París.
