La familia de N. cuenta cómo “tanto LaLiga como el Atleti nos han usado, pero en realidad no quieren que nada cambie”. Agradece al Madrid su cariño, “pero Butragueño me prometió que respetarían su anonimato y no fue así”.
N., la niña de ocho años vejada e insultada en el Metropolitano en el derbi contra el Madrid, la pasada semana en Madrid.ÁNGEL NAVARRETE
El Atlético debió evitar los penaltis. Debió ser más ambicioso en los 120 minutos que tuvo para evitarlos. La historia no iba a su favor. Nunca había ganado una tanda al Real Madrid y lo peor es que está Milán en la memoria. Los penaltis y Europa son una combinación cruel para los rojiblancos. Sea en una final o en unos octavos. Y para terminar la crueldad, la mala suerte se cebó con Julián.
El argentino se resbaló en su lanzamiento e hizo dos toques antes de transformar el penalti que terminaría por no subir al marcador. Avisaron a Marciniak por el VAR y este anuló el tanto del delantero e ídolo rojiblanco. Si un guionista escribe una película trágica, no le sale como la que protagoniza el Real Madrid en Europa con su vecino de secundario. Y eso que la cosa había empezado bien.
El golpeo de Julián en la tandaESPN
Hay jugadores a los que les gusta llamar a la puerta del entrenador con acciones y no con palabras. Lógicamente, los derbis son un escenario perfecto para hacerlo. Galán lo sabía y salió del ostracismo con una asistencia en liga ante el vecino de la capital. Gallagher, que entró con diferente pie que el extremeño en el Atlético de Madrid, había perdido los focos que le alumbraron en sus inicios. Y así, con un inicio fulgurante, volvió a pedir protagonismo a Simeone.
No se habían cumplido 60 segundos de juego cuando el balón entró en la portería del fondo sur, esa en la que le gusta atacar al Atlético las segundas partes pero que el Madrid decidió arrebatarle el privilegio con el sorteo. Como si se vengaran de esa afrenta, los rojiblancos salieron en tromba y hasta cinco esperaron dentro del área el centro de De Paul. La cazó Gallagher para elevar a 22 las asistencias del argentino, si es que no se la borra el leve toque de Julián, y sumar tres tantos en su cuenta.
Gallagher es abrazado por Julián tras marcar.JAVIER SORIANOAFP
El partido de Gallagher es una oda al último servicio de Andrea Berta a este club. Porque este verano, el italiano trajo al británico para cimentar el mediocampo rojiblanco y eso hizo el ocho del Atlético ante el Madrid. Otro as del ya ex director deportivo colchonero fue Julián. Más que un as es el joker. En la ida reclamó los focos con un golazo y en la vuelta hizo tres disparos en la primera media hora, cada uno más peligroso que el anterior.
Ambos han encajado como un guante en el sistema del Cholo, porque son sacrificados, humildes y generosos en el esfuerzo, pero es que además tienen talento. Especialmente el argentino, que salió del City para buscar un protagonismo que ha agarrado por las solapas para no soltarlo, aunque la suerte en esta vuelta de cuartos le abandonó.
No sufrió en los primeros 30 minutos el conjunto de Simeone. Con las líneas muy juntas, esperó el error de un Madrid perezoso. Y los errores llegaron, aunque no consiguió hacérselos pagar. Siete tiros a tres en la primera parte y 0,8 frente a 0,08 en la famosa estadística de los expected goals, ocasiones claras.
Otro jugador con el que contó Simeone y del que dijo que ayuda, pero no decide, fue el Metropolitano. Más de 69.000 personas hicieron del estadio una caldera que casi estalla cuando Vinicius falló un penalti en la segunda parte provocado por una de las pocas arrancadas que los rojiblancos permitieron a Mbappé. El francés había estado desaparecido y también el brasileño.
Final... esperado
El Atlético se fue refugiando cada vez más cerca de su portero a medida que iban transcurriendo los minutos y claro, ese espacio, era demasiado para que lo recorriera un jugador como Griezmann. El francés no tiene físico para carreras de 60 metros y, la mala noticia para los rojiblancos, tampoco fue capaz de lanzar con criterio los contraataques de conjunto de Simeone, que decidió cambiarlo antes de la prórroga.
El tiempo extra fue para que el de siempre, Sorloth, reclamara más minutos al Cholo. Lo bajó y aguanto todo, si hubiera estado más acertado en el remate se corona. El Madrid no quería llegar a los penaltis pese a que la historia ante el Atlético siempre le ha favorecido. Cinco de cinco con Milán en la memoria.
"Hemos hecho un gran partido pero ha faltado un poquito de suerte, duele mucho. La gente es increíble apoyando y la verdad es que... decepcionados por la derrota. No hemos podido remontar", ha explicado Oblak tras el partido. Una nueva tragedia.
Terminó el Atlético de Madrid ante el Betis con siete defensas intentando conservar la renta que habían obtenido en la primera mitad. "Defender también es parte del fútbol", comentó Diego Simeone en la rueda de prensa tras la victoria por la mínima ante el Betis. Lo aplicó el argentino añadiendo jugadores con cada cambio.
Molina, Savic, Witsel, Hermoso, Reinildo, Paulista, Lino terminaron el choque jugando a pocos metros de la portería de Oblak. Si añadimos a Llorente, que comenzó el choque como carrilero y a Riquelme, que ha actuado allí la mayoría de las veces, podríamos sumar nueve los efectivos que el argentino puso ante el Betis. "Nos estábamos quedando sin energía, pero la repusimos con Reinildo, Savic, Llorente más arriba", apuntó el argentino sobre una victoria que les "refuerza" porque la necesitaban.
Ha dolido y mucho la eliminación copera en el seno del vestuario. Tanto por la posibilidad de un título que se esfuma como por las críticas que ha recibido el equipo por la manera en la que se produjo. Simeone se acordó de ellas y de la mentalidad del equipo cuando encaja ante los rivales: "Es fútbol, aparecen los fantasmas, el miedo, todo lo que da vueltas a la gente negativa, pero afortunadamente hay más gente positiva".
No se mostró muy positivo Jan Oblak, protagonista con una parada salvadora ante Guido Rodríguez en los últimos compases del choque. El esloveno cree que el problema defensivo que tienen "no es de ahora" sino de hace "dos o tres temporadas".
El esloveno cree que el equipo debe incrementar su agresividad y mostró también su trsiteza por no poder estar en la final de Copa. "El fútbol cambia partido a partido. Mucha decepción con el jueves. Hemos perdido la oportunidad de disputar un título", apuntó. Y sorprendió saliendo de la línea oficialista y que Simeone ya criticó veladamente tras la derrota en semifinales. "El equipo debe confiar y querer y tener ambición. No es suficiente pensar que con ser cuartos basta", añadió.
Goleador
Más allá de la negatividad de la que Simeone dice que hay que huir. La victoria y Morata son las dos notas positivas de este choque. El delantero, pese a fallar un penalti, recuperó su olfato goleador y ya eleva a 20 su cifra de goles esta temporada con el Atlético de Madrid. "El mejor promedio de su carrera", aplaudió el Cholo, un técnico que no suele destacar de manera particular las estadísticas.
"El equipo lo quiere y lo necesita y va a seguir haciendo goles y ojalá nos empuje", apostilló también el argentino. Halagos a los que se sumó también Oblak. "Es muy importante que marque porque los delanteros viven del gol. Al final, ha tenido ocasiones, ha marcado y va a ser ahora más fácil para él. Eso le va a dar confianza y le necesitamos con mucho gol", señaló el portero.
El Atlético se mantiene casi inexpugnable en su feudo y también invicto ante el Betis de Pellegrini. Simeone alarga así su bestia negra ante el chileno que no ha conseguido vencerle en los 12 choques en los que se han enfrentado. "Tuvimos oportunidades para haberlo empatado, pero en la primera parte regalamos los goles", comentó Pellegrini tras la derrota.
Cádiz, Inter y Barcelona son los siguientes duelos a los que se enfrenta el Atlético. Partidos en los que podría jugarse no sólo la posibilidad de un título sino el poder perder la cuarta plaza ante un pujante Athletic de Bilbao. Desde la llegada del Cholo, el argentino siempre ha conseguido meter a su equipo en Champions diez temporadas consecutivas. Presupuestaria, deportiva y anímicamente sería una gran decepción no conseguirlo este año... aunque aspirar al cuarto puesto no es de equipos ambiciosos.