“Es que lejos del Madrid hace un poco de frío“. En la Ciudad Deportiva de Valdebebas abrazan el tópico futbolero que se utiliza para resumir el bajón de rendimiento de una serie de jugadores cuando dejan un equipo. No es una expresión que sólo sirva para el Real Madrid, pero en los últimos años el conjunto blanco la ha protagonizado como nadie. Envuelto en un proceso de reconstrucción desde las tres Ligas de Campeones consecutivas, el cuadro de Chamartín ha sabido seguir ganando (Liga, Copa, Champions, Mundial de Clubes, Supercopas…) mientras los jugadores que se iban quedando por el camino sufrían en sus destinos. Incluso accediendo a dejar salir a futbolistas estrella que luego no han rendido en otros vestuarios. Ahí están los casos de Varane, Casemiro, Ramos, Benzema, Cristiano… Deportivamente todos han perdido, aunque económicamente hayan salido ganando.
Durante sus 20 temporadas al frente del Real Madrid (la actual es la número 21), Florentino Pérez y la dirección técnica del conjunto blanco, primero con Jorge Valdano y después con José Ángel Sánchez, se han enfrentado a varias salidas traumáticas para el madridismo. Pero la realidad, en cuanto a los títulos del propio Madrid o los trofeos o el legado conquistados por los jugadores fuera de Chamartín, les han terminado dando la razón en casi todas sus decisiones.
La primera vez que Florentino le abrió la puerta a una estrella del Madrid fue apenas dos semanas después de llegar a la presidencia. Pérez, con Luis Figo bajo el brazo, vendió a Fernando Redondo al Milán por 18 millones de euros (3.000 millones de pesetas). El argentino, que en pretemporada había repetido que se quería quedar, se fue a Italia cobrando, aproximadamente, el mismo salario que Figo iba a ganar en el Bernabéu, y su salida incluso provocó manifestaciones a las puertas del estadio: “¡Figo no, Redondo sí!”, cantaban las 200 personas que se agolparon en la Castellana en julio del 2000, el mismo mes en el que el Madrid vendió a Anelka al PSG por 5.000 millones de pesetas.
Redondo jugó 16 partidos en las cuatro temporadas que pasó en Milán, siempre lastrado por las lesiones, y Figo fue hombre vital en las dos Ligas de 2001 y 2003 y la Champions de 2002. Fue el primer triunfo de Florentino en los despachos, pero no el último. Aunque también hubo derrotas.
El trauma de Makelélé
Históricamente, hay una venta que se asume como dolorosa deportivamente en Chamartín: la de Claude Makelélé. Eje defensivo de los Galácticos, su salida al Chelsea por 20 millones y la llegada de Beckham desestabilizaron tácticamente al equipo, siendo el principio del fin de la era dorada madridista. En Stamford Bridge, Makélélé fue imprescindible para Mourinho ganando dos Premier y llegando a la final de la Champions.
En su segunda etapa, Florentino sabía que para hacer frente a las llegadas de Cristiano Ronaldo, Kaká y Benzema debía deshacerse de Robben y Sneijder. Y los neerlandeses han sido los únicos que no han pasado “frío” lejos de Chamartín, ganando la Champions y llegando a la final del Mundial con su país. Sin embargo, la lista deja muchas victorias y pocas derrotas en los pulsos que las estrellas quisieron tener con la dirección madridista.
Mesut Özil se fue en 2013, unos meses antes de La Décima, por 47 millones para ser la estrella del Arsenal. Jugó 184 partidos y ganó 4 FA Cups, pero no ganó en la Premier ni en Europa. Ese verano, Higuaín, en constante pelea deportiva con Benzema, se fue al Nápoles por 40 millones. Fue el máximo goleador del Calcio en 2016 y terminó ganando la Serie A con la Juventus, pero como Özil, se perdió las 4 Champions. Y Kaká, que también salió en 2013, pasó por Milán sin jugar antes de irse a Orlando.
Después de La Décima, cambiaron de club Xabi Alonso y Di María, que se convirtió en la venta más alta en la historia del Madrid: 75 millones. El argentino jugó un año en el United antes de volver a salir traspasado, en ese caso al PSG, donde disputó 7 temporadas. En Francia ganó 5 ligas y perdió una Champions, hasta que el Mundial de Qatar le entregó su mayor regalo. Alonso, por su parte, jugó tres años en el Bayern, ganó 3 Bundesligas y se retiró sin volver a ganar la Champions. Todo mientras el Madrid conquistaba tres Copas de Europa.
La reconstrucción tras Cristiano
El ‘adiós’ de Cristiano Ronaldo en 2018 dio inicio a una pequeña reconstrucción. En el pulso con el portugués, Florentino aceptó la oferta de 117 millones de la Juventus y dejó salir a su máxima estrella. Parecía que el mundo se abría sobre el suelo del Bernabéu. Pero de nuevo, la realidad hizo vencedor al directivo. Cristiano levantó dos ligas en Italia pero terminó en Manchester, desterrado por Ten Hag, y convertido en icono del fútbol saudí. Su bolsillo ha crecido, pero quién sabe lo que hubiera ganado en Chamartín.
El dominó ha seguido, sin parar, en 2019, 2020, 2021 y 2022. En 2019, el Madrid abrió la puerta a Kovacic (al Chelsea por 45 millones), Marcos Llorente (al Atlético por 30) y Keylor Navas (al PSG por 15). En 2020 les tocó el turno a Achraf (al Inter por 43), Reguilón (al Tottenham por 30) y James Rodríguez (al Everton, gratis).En 2021 fueron Sergio Ramos (libre al PSG), Varane (al United por 40) y Odegaard (al Arsenal por 35). En 2022 Casemiro (al United por 70), Gareth Bale (gratis a Los Ángeles), Isco (libre al Sevilla) y Marcelo (libre al Olympiacos). Y el verano pasado, para terminar, salieron Benzema (libre al Al-Ittihad saudí) y Asensio (libre al PSG), después de que encontraran fuera más dinero de lo que les podía prometer un Madrid que en 2022 levantó su Decimocuarta Copa de Europa, la sexta de Florentino como presidente.
De toda esa lista sólo uno ha ganado la Champions lejos del Bernabéu, Kovacic con el Chelsea (Marcelo ha ganado la Libertadores con Fluminense), y los mejor colocados para hacerlo este año son el croata, ahora en el City; Achraf, en el PSG; y Odegaard, que también pelea por la Premier como capitán del Arsenal. Tres de una larga relación de estrellas que un día abandonaron Chamartín por deseos de gloria o de dinero. Varane y Casemiro sufren, entre lesiones y falta de química con el técnico, las penurias de un desastroso United, 8º en la Premier y fuera de los octavos de Champions. Asensio no es titular en el PSG, Isco ha recuperado la sonrisa en el Villamarín después de estar muchos meses sin equipo, Ramos ha vuelto a España, a un Sevilla que pelea por el descenso y Benzema, con problemas físicos, está siendo criticado en Arabia, donde su equipo es séptimo, lejos de Cristiano, líder de la liga.