David Puig, el nuevo chico de moda del golf español, que asombra en el LIV saudí: “Sueño con los Juegos”

David Puig, el nuevo chico de moda del golf español, que asombra en el LIV saudí: "Sueño con los Juegos"

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Han sido casi 30.000 kilómetros de recorrido en menos de 20 días: de Arizona a Cancún, de Cancún a Las Vegas, de Las Vegas a Malasia y de Malasia a Omán. No es de extrañar que aún cuando el reloj no ha marcado ni las nueve la noche, David Puig tenga que hacer esfuerzos por mantener los ojos abiertos al otro lado de la pantalla. Con solo 22 años es el nuevo chico de moda del golf español. Juega su segunda temporada en el LIV Golf y lo que está consiguiendo debería incluirse en el diccionario como explicación de la palabra «machada».

Puig logró su segunda victoria profesional en Malasia hace solo unos días. El español se hizo con el IRS Prima Malaysian Open, después de un viaje maratoniano y de tener un pie y medio fuera del corte. «El viernes, a falta de cuatro hoyos, necesitaba dos birdies para pasar el corte y lo logré», explica. Lo siguiente fue una extraordinaria oda al golf, un recital único con 18 birdies en 36 hoyos sin error alguno. Un ritmo salvaje de birdie cada dos hoyos, que además de la victoria, le dio un premio muy especial. «Hice 20 birdies en los últimos 40 hoyos, 20 birdies y 20 pares es algo difícil de creer. Sé que tengo la capacidad de tirar vueltas muy bajas, lo he hecho durante la pretemporada y el año pasado, pero que te salgan dos seguidas y bajo esas circunstancias fue algo muy bonito. Es el fruto de todo el trabajo de pretemporada», añade el español.

Y es que el verdadero motivo de que Puig se metiera entre pecho y espalda 14.000 kilómetros para competir en Malasia no era simplemente jugar un torneo del Circuito Asiático; en juego, además, había tres plazas para el Open Championship en Royal Troon, el tercer major del año, que se jugará en julio y para el que Puig ya tiene su plaza.

El equilibrio entre el LIV y el ranking mundial

«Soy joven y tengo mucho margen de mejora, tengo el nivel y tengo todas las ganas del mundo para poder jugar esos majors. El objetivo era muy claro: si había una opción de jugar mi segundo major, iba a hacer todo lo posible por estar ahí», añade Puig, que ya se clasificó para el US Open del año pasado en las ronds previas y terminó entre los cuarenta mejores.

Pero David, como todos los jugadores del LIV Golf, tiene que salir de su jaula de oro para lograr puntos del ránking mundial. Además, el catalán partió de cero, saltó del profesionalismo directamente a la gira saudí, por eso el hecho de que ahora mismo esté dentro del Top 135 del ránking es una especie de milagro. Sin duda es ahora mismo el jugador del LIV con mejor progresión del mundo. En 15 meses ha pasado del puesto 2819 al 135. «En pretemporada me marqué objetivos, no tanto de números de ránking mundial, como clasificarme para el Open y US Open, que dependían un poco de mí, y sacar la cabeza en los Juegos Olímpicos para ser el segundo jugador que pueda representar a España. Pero con el calendario del LIV y sin puntos del ránking mundial, es algo muy complicado. Ahora puedo soñar un poco y ver si puedo llegar al PGA Championship y a París».

Para clasificarse para el PGA Championship tendría que alcanzar el top 100 del ránking mundial y para acompañar a Jon Rahm en los juegos de París tendrá que superar a tres jugadores que, por ránking, de momento están por delante: Pablo Larrazábal (103), Jorge Campillo (109) y Adrián Otaegui (121). Complicado, pero no imposible, sobre todo porque Puig no tendrá demasiados cartuchos. Esta semana compitió en otro torneo del Asian Tour, en Omán, y allí quedó décimo, otro golpe de efecto. «Haré todo lo posible por meterme en el top 100», avisa.

La diferencia es que sus rivales compiten cada semana en torneos con puntos del ránking mundial, mientras Puig tiene que salir del LIV Golf para ir acumulando. Ese es un hándicap para su propósito.

En el equipo de Sergio García

Otra de sus grandes obsesiones es ganar en el LIV Golf. «Cuando sales de la universidad el nivel es muy alto, pero el tener un paso inmediato para jugar con jugadores como Dustin Jonhson, Koepka, Cam Smith… te pone en tu sitio rápido. Fue la decisión que me motivó a venir al LIV, tener ese nivel competitivo. Si no tengo una semana buena, es difícil ver mi nombre arriba y sé que tengo el nivel incluso para poder ganar en el LIV». Puig comenzó con un discreto puesto 41 en Mayakoba, aquejado de unas molestias en la espalda, y en Las Vegas ya acarició el top 10 finalizando en el puesto 17.

Tampoco quiere borrar de su cabeza el Circuito Europeo: «Jugar en Europa está difícil, pero me haría mucha ilusión jugar el Open de España y el Estrella Damm en Andalucía. Por fechas me van bien, por lo que si se da la opción, voy a estar ahí». El español tiene las ideas muy claras.

El jugador fichado esta temporada por los Fireballs de Sergio García reconoce que jugar al lado del golfista de Castellón y de Eugenio López Chacarra le hace sentirse «un poco como en casa» y, como todos, aguarda noticias que normalicen la situación del golf desde la puesta en marcha del circuito saudí: «Espero que si algún día ocurre algo, el mundo del golf se vuelva a unir y todos pudiéramos jugar en todos lados, sería lo ideal». Mientras tanto, no pierde de vista sus objetivos: «Clasificarme para algún grande más y los Juegos de París”. Lo piensa y se reafirma: «¿Por qué no?».

kpd