Más allá de las sorpresas de un inicio de temporada

Más allá de las sorpresas de un inicio de temporada

El campeón 2024, vencido por un equipo coruñés que debutaba en la primera categoría del baloncesto español. La derrota del Real Madrid -unida a las de dos de los equipos importantes de esta competición, el Baskonia y el Valencia- ilustra un cambio de era que llega al baloncesto de clubes como ya ha llegado a la selección nacional.

Ya se vio en la primera mitad en La Coruña entre un equipo, el hoy llamado Leyma, que nunca ha jugado en la Liga ACB a

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13 veces Chacho, el increíble viaje de baloncesto de Sergio Rodríguez: una canasta de los Celtics, "20 segundos" mágicos y una leyenda en el Real Madrid

13 veces Chacho, el increíble viaje de baloncesto de Sergio Rodríguez: una canasta de los Celtics, “20 segundos” mágicos y una leyenda en el Real Madrid

Los padres de Sergio Rodríguez se conocieron en una cancha de baloncesto. Eso podría explicar muchas cosas. "Cuando nací, los primeros regalos eran juguetes de baloncesto". En concreto, una canasta de los Celtics con la que jugaba compulsivamente en su habitación. Eso, también. O quizá el secreto del chachismo, esa marca ya para la eternidad de un jugador irrepetible, sea una frase de Pablo Laso: "Lo más importante, él ve esto como un juego".

Para saber más

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Pepu Hernández, el entrenador que le hizo debutar con 17 años -en el quinto partido de unas finales ACB, en el Palau-, solía usar un juego de palabras con su pupilo, que también lo sería dos años después en el oro mundial de Saitama con la selección. Las letras que conforman el nombre de Sergio son las mismas que riesgo. Riesgo, imaginación, naturalidad, osadía, talento, profesionalidad y sobre todo, de nuevo, mucho amor por algo que él siempre vio como eso, un juego. El asombroso viaje del Chacho durante dos décadas es todo eso. De Tenerife a Getxo con 14 años, del Siglo XXI a Madrid, del Estudiantes a Portland, de Nueva York (paso por Sacramento) de nuevo a Madrid, del Real Madrid a Filadelfia, de la NBA a Moscú, del CSKA a Milán y del Armani de nuevo al Real Madrid, para cerrar una carrera repleta de éxitos, tres Euroligas, un Mundial, dos Eurobasket, Ligas y Copas en España, Rusia e Italia... y todo un MVP de la Euroliga en la temporada 2013-2014.

Pero Sergio Rodríguez es mucho más que su palmarés, es casi una filosofía. Un jugador que trasciende. Es el Chacho, el apodo que le pusieron en su primera preselección con España, en 2002, porque no paraba de decir, como buen canario, aquello de "muchacho". Jugaba entonces en La Salle con su primer maestro, Pepe Luque, y fue justo antes de marcharse a Bilbao, a esa experiencia llamada Siglo XXI, donde chavales cadetes y juniors convivían y se formaban baloncestísticamente. Fue por entonces cuando dio el estirón físico, aunque todavía le llamaban "polilla" porque no paraba de moverse.

Sergio considera aquellos años lejos de casa, previos al Estudiantes, clave en todo lo que iba a suceder después. El primer año en Madrid, donde se le atragantaron los estudios en el Ramiro, combinó el equipo EBA con el júnior y llevaba un mes de vacaciones cuando Pepu le llamó para la final contra el Barça. La noche antes había estado viendo la NBA y tuvo que despertarle una vecina. Aquella canasta en penetración en el Palau es el comienzo de un época. "Esos 20 segundos del final de liga con Estudiantes me marcaron. Nunca había ido convocado con el primer equipo. Venía de vacaciones, no me sabía las jugadas, estaba preocupado... Esa tensión desde el minuto uno de profesional me ha ayudado", confesaba en una entrevista con este periódico años después.

Ese verano también ganó el Europeo júnior, en Zaragoza, a las órdenes de Txus Vidorreta y con el 10 a la espalda (el eterno 13 lo llevó Antelo). "Un chico con mucho gancho", tituló su primer artículo en EL MUNDO un periodista que era a la vez admirador (como todos) de aquel insólito mago.

"El sueño de toda mi vida". La NBA fue la siguiente estación, a la que llegó con 20 años -dos años antes estuvo por primera vez en EEUU, en el Nike Hoop Summit de San Antonio-, campeón del mundo (esa semifinal contra Argentina...), número 27 del draft (por los Suns que tenían a Steve Nash y deciden traspasarle a Portland) y sin saber inglés. Y con el golpe de realidad de tantos, mucho banquillo y "pocas explicaciones" de Nate McMillan. Pero sin perder la esencia. "Podría estar triste si estuviese aquí perdiendo el tiempo, pero al contrario. Estoy mejorando técnica y físicamente y aprendiendo un idioma. Todo va muy bien para mí", confesaba en una entrevista a ABC en diciembre de 2006.

Sergio Rodríguez posa para EL MUNDO en Nueva York, en su etapa en los Knicks.

Sergio Rodríguez posa para EL MUNDO en Nueva York, en su etapa en los Knicks.EL MUNDO

Estuvo tres temporadas y media en Portland (coincidió con Rudy Fernández, con quien el destino le tenía preparada una despedida a la vez), unos meses en Sacramento (con Nocioni) y otro curso en los Knicks, vida en la Gran Manzana. El sueño se cumplió, con toda su realidad y toda su crudeza también. Se codeó con aquellos que admiraba (Iverson, Garnett...), danzó en ese mundo idealizado desde la infancia e incluso coleccionó momentos deportivos inolvidables. Pero se amontonaron las ganas de más. Tan valiente para partir como para regresar, sin pronunciar jamás una frase de arrepentimiento, y un fichaje por el Real Madrid de Messina.

Nada sencillo aquel ambiente, donde, él mismo lo reconoce, todo se magnificaba en negativo. Con Messina huido y Lele Molin a los mandos, los blancos se colaron muchos años después en una Final Four, la que iba a ser primera de muchas para el Chacho (aunque aquello fue un revés en el Sant Jordi, acabaría jugando seis finales y ganando tres Euroligas). Sin saberlo, aquel verano de tiroteos, de la llegada con pocas bienvenidas de Pablo Laso, era el comienzo de una era.

Rudy, Chacho y Llull, tras ganar la Euroliga de 2015.

Rudy, Chacho y Llull, tras ganar la Euroliga de 2015.EL MUNDO

Con el estallido personal del Chacho en los playoffs de 2012, especialmente en las semifinales contra el Baskonia, cuando a su virtuosismo e imaginación se unió el acierto desde el triple. Esa primera etapa de lasismo fue su cénit, el MVP de la Euroliga, el título en 2015 en el Palacio... Hasta que la NBA volvió a cruzarse en su camino. Y los sueños de infancia, sueños son. Aunque el Chacho y Ana ya fueran padres de Carmela y aunque Claudio, su bulldog, no pudiera viajar con la familia a Filadelfia, donde eligió un apartamento en el centro de la ciudad.

Los Sixers se encontraron a un base diferente, maduro, inteligente, ambicioso. El Chacho asistió al debut de Joel Embiid, que le saludaba con una peineta en la visita de este periódico en febrero de 2017. Fue a menos en la rotación de Brett Brown y las ofertas para seguir un año más, demasiado inestables, no le convencieron.

Sergio Rodríguez, tras proclamarse campeón de la Euroliga en 2019 con el CSKA.

Sergio Rodríguez, tras proclamarse campeón de la Euroliga en 2019 con el CSKA.Juan Carlos HidalgoEFE

Y cuando tocó volver a Europa, el Madrid ya había armado su equipo y el CSKA le puso sobre la mesa una oferta de esas que no se pueden rechazar. De USA a Rusia, la familia Rodríguez, una aventura vital que iba a coronar con su segunda Euroliga, en Vitoria 2019 (primer español en ganarla) con un club extranjero. De ahí a Milán, siempre cotizadísimo, el reencuentro con Messina, donde de él se enamoró cada aficionado del Armani e incluso el propio dueño Giorgio, que llegó a decir: "Me gusta todo de él. Amo a sus niñas. Su actitud dentro y fuera de la cancha es ejemplar. Y luego su sonrisa y su mirada profunda dicen mucho de él, son el espejo de su alma". Y un par de temporadas para cerrar el círculo en el Real Madrid, hasta otra Euroliga, la de Kaunas, protagonista principal el Chacho en la Final Four y en la feroz serie de cuartos contra el Partizán en la que se echó al equipo a la espalda, otro destello maravilloso.

Y, durante todo este tiempo, siempre su querida selección, de la que se retiró tras los Juegos de Tokio y se ausentó, por descanso, en el Mundial de 2019 que fue oro en Pekín. Más de 150 partidos y siete medallas con España, de Saitama a Saitama.

"Siempre soñé con retirarme estando bien físicamente y ganando mi último partido. Y ahora la vida me ha ofrecido este regalo", dice en su carta de despedida quien no ha querido homenajes jugando. Pues para él, el baloncesto siempre fue diversión, no nostalgia. El secreto lo guardó y las canastas ya echan de menos el chachismo, al eterno 13.

Adiós del Chacho: Sergio Rodríguez anuncia que deja el baloncesto a los 38 años

Adiós del Chacho: Sergio Rodríguez anuncia que deja el baloncesto a los 38 años

Actualizado Miércoles, 19 junio 2024 - 14:16

El Chacho dice adiós. Sergio Rodríguez ha publicado este miércoles un comunicado en sus redes sociales en el que anuncia su retirada del baloncesto tras 20 años repletos de éxitos.

El Chacho se marcha con 24 títulos en su palmarés y siete medallas con la selección española. Entre sus triunfos destacan las tres Euroligas con el conjunto blanco, siendo MVP en una de ellas, y los títulos de Liga en Italia, Rusia y España.

Sergio formó parte de la generación dorada de la selección que conquistó el Mundial, Eurobasket y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos.

"Ha llegado el día. Después de 20 años como jugador de baloncesto, me gustaría compartir con todos vosotros una decisión que va a cambiar mi vida. Ha llegado el momento de poner punto final a mi carrera deportiva", ha escrito el base de 38 años.

El canario ha ganado esta temporada con el Real Madrid la Liga, la Copa y la Supercopa, así que considera que es el momento "ideal" para decir adiós. "Siempre soñé con retirarme estando bien físicamente y ganando mi último partido. Y ahora la vida me ha ofrecido este regalo", señala.

'El Chacho' debutó con el Estudiantes en una final de Liga en 2004 con apenas 18 años, donde alcanzó el subcampeonato liguero, y en la siguiente temporada fue nombrado Jugador Revelación de la ACB al llevar a su equipo a semifinales.

En el verano de 2006 el tinerfeño se proclamó Campeón del Mundo en Japón, primera vez en la historia de España, con una actuación estelar en semifinales contra Argentina, consiguiendo 14 puntos saliendo desde el banquillo, y, posteriormente, pondría rumbo a la NBA, competición en la que pasó por las franquicias de Portland, Sacramento y Nueva York.

8 temporadas de blanco

Tras esa experiencia norteamericana, el jugador fichó por el Real Madrid, donde estuvo ocho temporadas, divididas en dos etapas (2010-2016) y (2022-2024), con el que ganó 17 títulos: 2 Euroligas, 1 Copa Intercontinental, 4 Ligas, 5 Copas del Rey y 5 Supercopas de España.

Además, el jugador fue MVP de la Euroliga e integrante del quinteto ideal en la temporada 2013-2014, MVP de la Supercopa de España en 2013 y en tres ocasiones miembro del quinteto ideal de la Liga.

Entre medias de las dos etapas, Sergio Rodríguez volvió a probar suerte en la NBA recalando en los Philadelphia 76ers, conjunto en el que disputó 68 partidos, para después volver a Europa y fichar por el CSKA de Moscú, equipo con el que ganó 1 Euroliga y 2 ligas VTB, y después por el Emporio Armani Milán, donde ganó 1 Liga, 2 Copas de Italia y 1 Supercopa de Italia antes de volver a Madrid.

Con la selección, además del campeonato del Mundo en Japón, ha sido campeón de Europa en el Europeo de Francia 2015, donde fue integrante del quinteto ideal, ha ganado dos medallas de plata (Juegos Olímpicos de 2012 y Europeo de 2007) y 3 de bronce (Europeos de 2013 y 2017 y Juegos Olímpicos de 2016).

En su adiós, el Chacho agradece su apoyo a su mujer, Ana, a sus cuatro hijos, a sus padres y a su hermano Javi. También a sus agentes, a su fisio y a sus patrocinadores.

"Ha llegado el día. He dado todo lo que tenía y he disfrutado como nunca pude imaginar con el deporte que amo. Gracias. Muchas gracias por este increíble viaje de 20 años", concluye el escrito.

"Una de las más grandes leyendas de nuestro club"

El Real Madrid ha querido mostrar su agradecimiento a un jugador "fundamental en uno de los ciclos de éxitos más importantes de nuestra historia" en un comunicado en su página web.

"Ante el anuncio de Sergio Rodríguez sobre su retirada del baloncesto como jugador profesional, el Real Madrid C. F. quiere mostrar su agradecimiento, su cariño y su admiración a una de las más grandes leyendas de nuestro club y del baloncesto europeo", expresó el club, que esta temporada ha visto cómo dos leyendas de la talla del tinerfeño y Rudy Fernández anunciaban su retirada.