John McEnroe: "Alcaraz aprenderá de la lección mental que le dio Djokovic"

John McEnroe: “Alcaraz aprenderá de la lección mental que le dio Djokovic”

«¿Ya? ¡Vamos!», reclama en castellano John McEnroe y sus respuestas impactan como lo hacían sus golpes. No se lo piensa, sentencia. A sus 65 años, el vencedor de siete Grand Slam sigue en forma como comentarista de Max y Eurosport, los canales que ofrece en exclusiva el Open de Australia, mientras escucha ofertas para volver a entrenar. «Pero algo a tiempo parcial, no me veo lejos de mi familia durante 35 o 40 semanas», comenta desde Melbourne en una entrevista con media docena de medios internacionales entre los que se encuentra EL MUNDO. Antes de hablar Novak Djokovic se ha retirado de su semifinal ante Alexander Zverev y Jannik Sinner ha batido a Ben Shelton por el otro puesto en la final de este domingo (9.30 horas).

¿Ha habido algo de despedida en la retirada de Djokovic?
No lo creo, nunca hay que subestimar a Djokovic. Ha estado cerca de ganar el Grand Slam y pensar que no puede volver a hacerlo es absurdo. ¿Se está acabando su tiempo? Claro. Tiene 37 años, lleva machacando su cuerpo los últimos 20 y tiene familia. Pero lo ha apostado todo para cimentar más su lugar en la historia. Es difícil argumentar que no es el mejor de siempre. Ahora mismo está buscando su límite absoluto y cualquier deportista respeta eso. Ante Alcaraz lo tenía todo perdido y encontró la forma de salir adelante. Lo seguirá haciendo.
¿Importa o no importa que gane su Grand Slam número 25?
No estoy seguro. Si es lo que le motiva, genial. Creo que ya ha roto prácticamente todos los récords, así que entiendo que necesite algún aliciente más. Ganar el número 25 le pondría por delante de Margaret Court, pero comparar el tenis masculino y el femenino es como comparar manzanas y naranjas. Aun así, si gana otro major, su récord quizá sea para siempre.
¿Qué debe aprender Alcaraz de lo que ocurrió en cuartos de final?
Djokovic le dio una lección sobre juego mental y estoy seguro que Alcaraz aprenderá de ella. Es difícil de asimilar y entiendo que se sienta frustrado. Pero ante Djokovic se demostró que aún le quedan cosas que mejorar. Ganó el primer set y debió de pensar que se retiraría. Pero es Djokovic, ya había ganado muchos partidos pese a estar lesionado, y Alcaraz no contó con ello. También debo decirle que le tocaron unos cuartos demasiado exigentes. Es decir... ¿Qué prefieres jugar, contra Djokovic o contra Sonego?
Ha dicho varias veces que el español es su jugador favorito.
Completamente. La forma en la que juega es muy emocionante. Tiene mucho talento. Todo lo hace bien y su tenis está elevando el nivel del resto. En Sinner es evidente porque está tratando de añadir más variedad a su juego. Su rivalidad les hace mejores y aún no hemos visto los mejores duelos entre ellos. También me gusta que Djokovic siga desafiando a los jóvenes; creo que Zverev está mejorando mucho y que posiblemente sea el mejor jugador sin un grande; disfruto con Taylor Fritz, tiene una gran personalidad y si tengo que escoger un estadounidense me quedo con él.
¿Cree que los tenistas son más aburridos ahora que antes?
Es muy distinto. Ahora los jugadores son mucho más conscientes de su propia imagen, de cómo el público les percibe y creo que eso puede afectarles bastante. Yo no estoy en redes sociales porque sé que me metería en problemas. Pero muchos tenistas están demasiado atentos a lo que ocurre en ellas. Zverev es un buen ejemplo. Tiene un talento increíble, es un buen chico, pero parece que le da más importancia a su imagen que a ser el mejor jugador posible. Me gustaría verle realmente dándolo todo en la pista. Probablemente no soy la mejor persona para hablar de eso. Yo mismo desearía haber manejado las cosas de otra manera cuando jugaba. Me habría ahorrado muchos problemas y mucho dinero.
Se le sitúa de vuelta al circuito como entrenador de Sinner.
(Risas). Un jugador como Sinner requiere de un entrenador a tiempo completo y no me veo haciéndolo. Podría ayudarle en algún momento, pero no durante toda la temporada. La verdad es que es un tenista muy interesante. En el último US Open, cuando se hizo público su positivo por dopaje, pensé que pasaría por una mala época, pero consiguió dejarlo todo a un lado y ganar el título. Fue impresionante. Estos días en Australia ha pasado por algunos problemas de salud. Se llegó a decir que sufría una neumonía, y ahí está, otra vez en la final.
¿Qué le pareció el Grand Slam que completó Paula Badosa?
Me alegré mucho por ella, creo que mucha gente lo hizo. Hace un año parecía que no iba a volver a jugar y consiguió regresar y recuperarse en el ranking WTA. Ante Coco Gauff me impresionó mucho su juego: golpeó fuerte, jugando con mucha potencia, pero también controlando los puntos. Me sorprendió. Ha sido una de las grandes historias de este Grand Slam. Fue genial verla recuperada, la verdad.
Badosa, la reconciliación con Sabalenka y la promesa de un regalo: "Le pediré algo caro, no tendrá problemas para pagarlo"

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Pasaron los minutos, uno, dos, cinco, 10, 30 minutos, y Paula Badosa seguía sentada en el suelo del gimnasio de jugadores del Melbourne Park, con su raquetero rojo Wilson por allí tirado, de espaldas a las pantallas. Al llegar, su cara era un poema y sólo su entrenador y amigo de toda la vida, Pol Toledo, se atrevió a acercarse para animarla y, sobre todo, para acompañarla. Después fue soltándose en la conversación, recordando los puntos claves de su derrota, liberando la amargura. Y finalmente, cuando llegó su rival y gran amiga, Aryna Sabalenka, recuperó la sonrisa e incluso se entregó a la broma. ¿Qué le iba a hacer?

Acababa de perder por 6-4 y 6-2 en sus primeras semifinales del Grand Slam, pero apenas podía reprocharse nada. Sabalenka fue muy superior. Su condena y su consuelo. Al llegar al vestuario, la bielorrusa la abrazó, le recordó que perdió tres semifinales grandes antes de jugar su primera final de un Grand Slam en el Open de Australia de 2023 y aceptó su lamento. «Le he dicho que era injusto que jugara a ese nivel precisamente ante mí, que era como si estuviera jugando a la Play», reveló la española, y no le faltaba razón.

Ante ella, Sabalenka fue más Sabalenka que nunca, más Sabalenka si cabe. Más allá de los dos primeros juegos, cuando cometió hasta cinco errores no forzados, y permitió a Badosa colocarse con 2-0 y 40-0 a favor, fue un vendaval, puro espectáculo. «No tengo mucho que decir. El nivel de Aryna ha sido impresionante, jugó como la número uno que es y no pude hacer mucho más para ganarla. Todo lo que tocaba se convertía en oro. Diría que ha sido su mejor partido de los últimos meses», analizaba Badosa, que al menos se llevó una promesa.

La amistad no se toca

Desde que se enfrentaron por primera vez, hace cuatro años en Cincinnati, las dos rivales han alimentado una amistad que en los últimos tiempos se ha vuelto más intensa. Residentes ambas en Dubai, suelen compartir los domingos, único día sin entrenamientos, y así lo muestran en redes sociales con el hashtag Sabadosa. Por eso al acabar el partido en Melbourne, Sabalenka no dudó en prometer que el próximo día que vayan de compras juntas por el emirato le regalaría a Badosa «lo que quiera» y ésta aceptó el presente: «Le pediré algo caro, sin duda. Han doblado el prize money [ganará 1,1 millones de euros como finalista y 2,1 millones si se lleva el torneo] así que no tendrá problemas para pagarlo».

SAEED KHANAFP

«La semana que viene volveré a estar en el top10 del ranking WTA y en los últimos meses soy una de las cinco jugadoras que más partidos ha ganado. Para mí eso es una locura, una mejora muy loca, sobre todo mental. Estoy muy orgullosa de haberme enfrentado a un desafío así y haberlo superado», confesaba Badosa sobre su resurrección, del número 140 de la lista mundial al número 10, donde aparecerá el próximo lunes. Su cambio ha sido físico, evidentemente, olvidada ya su fractura de estrés en la espalda, pero sobre todo psicológico.

En Melbourne se ha visto la versión más madura de la española, incluso en los malos momentos, como fue la semifinal de ayer. Pese a la ferocidad de su adversaria, nunca le giró la espalda al partido, siempre entera, no se desesperó en ningún momento. Si acaso, ya en los últimos juegos, soltó una carcajada después de un winner de Sabalenka que el público de la Rod Laver respondió con complicidad. «Le doy a mi torneo un nueve de nota. Un 10 ya sabéis qué hubiera sido, ganar el título, pero ha sido un nueve» aseguró Badosa.

Ahora, México y Estados Unidos

Ahora, después de un descanso, viajará a Norteamérica para disputar el WTA 500 de Mérida, en México -ya está confirmada- ,y los WTA 1000 de Miami e Indian Wells y luego será candidata a todo en la gira de tierra batida que acabará en Roland Garros. Después de vencer a Coco Gauff en cuartos del Open de Australia, sólo Sabalenka parece inalcanzable, más después de la derrota de Iga Swiatek en la otra semifinal ante Madison Keys por 5-7, 6-1 y 7-6(8).

«Es el paso que me queda por dar. Para vencer a Aryna tengo que sacar la mejor versión de mí en todo momento, jugar el mejor partido de mi vida. Con ella recibes golpes ganadores todo el rato, no te da tiempo a pararte y pensar. Te exige muchísimo», concluyó Badosa antes de marcharse orgullosa del Melbourne Park después del que ha sido el mejor torneo de su vida.

Sabalenka es una tigresa imparable

Actualizado Jueves, 23 enero 2025 - 23:59

Recuerdo que la primera vez que me enfrenté a Aryna Sabalenka, hace más de seis años, ya jugaba como juega ahora: con esa agresividad, siendo esa tigresa que es. Entonces se volvía más errática, desaparecía durante varios puntos, pero en los últimos tiempos ha conseguido un control que me asombra. Arriesga mucho, lo mismo que antes, pero ya no envía ninguna bola fuera de la pista. Despliega un tenis realmente ofensivo y, al mismo tiempo, domina el tiempo de los partidos. Es una gran tenista y de ahí que pueda ganar mañana su tercer Open de Australia consecutivo.

Ante Paula Badosa este jueves estuvo genial, aunque el resultado fue doloroso. En mi opinión, no reflejó bien lo competido que fue el partido. Sabalenka empezó nerviosa, presionada porque era la favorita, tenía que vencer. Paula estuvo muy sólida desde el principio, concentrada, siempre dentro del juego, aunque con el paso de los minutos la balanza se fue decantando. Sabalenka fue afinando, tomando el control, y Paula no encontró la manera de hacerle daño. Pero pudo ser distinto si algún error hubiera caído aquí o allá.

En todo caso, no hubo nada que se le pudiera recriminar a Paula. Jugó contra la número uno, la clara favorita al título, e igualmente ofreció su mejor versión. Su inicio de año es esperanzador y tengo muchas ganas de verla en la gira de tierra batida. Ahora su objetivo debe ser mantener el nivel, que siempre ha sido su punto débil. Las temporadas son muy largas y suele vivir muchos altos y bajos. Ahora, ya dentro del Top 10 del ranking WTA, su meta tiene que ser alcanzar la regularidad y quedarse muchas semanas seguidas en esos puestos de honor. Llegará a los torneos de pista dura de Estados Unidos con buena inercia y después espero que encare el camino hacia Roland Garros con confianza y, sobre todo, sin problemas físicos. Si es así volverá a jugar partidos importantes y estará entre las favoritas al título en París.

JAMES ROSSEFE

Diría que lo único que le queda para derrotar a una rival como Sabalenka es igual esa agresividad, ese espíritu asesino. Sólo hay que ver el grito que pegó ayer la bielorrusa después de su primer winner. Dejó sordos a los espectadores de medio mundo. El juego de Paula suele ser más diésel, no tan agresivo, pero ante las mejores del mundo debe convencerse a atacar más, a jugarse más puntos. Puede salirle mal, pero el riesgo merece la pena.

El hambre ya lo tiene. En pista se nota mucho que viene de una lesión grave y que está motivadísima. Suele ocurrir con estos parones. Pasas mucho tiempo en casa pensando que quizá no vuelvas a jugar nunca más, te ves fuera del circuito, sufres mucho y vuelves cambiada. Con más ambición que nunca y, a la vez, con la cabeza baja, humilde, haciendo los deberes. Así está Paula ahora y con lo que hemos visto estas dos últimas semanas en el Open de Australia esta temporada puede ser su temporada.

Badosa no puede superar el muro de Sabalenka y cae en semifinales del Open de Australia

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Habrá más oportunidades, en otros torneos, sobre otras superficies, ante otras rivales, pero esta vez no era la vez de Paula Badosa. Nada que reprocharse. De decepciones anteriores pudo salir con remordimientos por haber fallado aquí y allá, por haberse desconcentrado, por haberlo dejado de intentar, pero este jueves su derrota en semifinales del Open de Australia ante Aryna Sabalenka no fue su culpa. Confió en la victoria, buscó la victoria, peleó la victoria, pero la superó por 6-4 y 6-2 una tenista mejor que ella, actualmente la mejor del mundo, más en pistas rápidas.

Sabalenka, vencedora los dos últimos años en Melbourne, fue un ciclón que Badosa no pudo parar porque realmente no se podía parar. Si la bielorrusa no se precipita, su único problema, es la jugadora más dominante desde la Serena Williams de hace ya una década.

"Las dos queríamos la victoria y, pasara lo que pasara en la pista, seguiremos siendo amigas fuera. Estoy segura que me odiará durante unas horas o durante unos días, lo acepto, pero volveremos a ir de compras juntas. La próxima vez pago yo por lo que quiera", comentaba Sabalenka al acabar el partido sobre Badosa, intimísima amiga suya, con quien comparte entrenamientos, viajes y, según indicó, compras. Este jueves, antes del partido, no se saludaron en los pasillos -posiblemente lo habían hecho antes en los vestuarios- e intentaron que la relación mutua no les afectara, pero sí lo hizo en los compases iniciales.

El buen arranque de Badosa

La española, más concentrada que nunca, empezó afinada, rápida, potente y Sabalenka, todo lo contrario. Quizá fueron los nervios, seguramente era la rival que tenía enfrente. En los tres primeros juegos, la número uno lo tiró todo fuera -hasta cinco errores no forzados- y llegó a estar con 2-0 y 40-0 a favor de Badosa. Entonces respiró profundo, se rehízo y lo cambió todo.

JOEL CARRETTEFE

"No sé cómo lo he hecho, la verdad. Está claro que ha sido un juego crucial, he podido remontar ese 40-0 y conseguir la ruptura", explicaba la número uno que, a partir de ese momento, ya fue incontrolable. Si Badosa no acertaba con su primer servicio -su lastre, sólo un 53%-, Sabalenka le atacaba con su resto y todos los intercambios eran gobernados por su derecha. Mediado el primer set, además, empezó a chispear y hubo que desplegar el techo de la Rod Laver lo que ralentizó las bolas y redujo todavía más los errores de la bielorrusa.

Badosa, que intentaba sin éxito que su rival corriera, se entregó del todo al inicio del segundo set. Con 1-1 en el marcador, dos dobles faltas consecutivas le llevaron a ceder su saque y ya no hubo nada más que hacer. En los últimos juegos incluso se reía, con la complicidad del público australiano, ante los golpes demoledores de Sabalenka. Esta vez no era la vez de Paula Badosa.

El largo camino de Badosa: la pelea EEUU-España, la depresión por "ser la nueva Sharapova" y seis entrenadores

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Tenía cinco años y todavía vivía en Nueva York cuando Paula Badosa tuvo su primer contacto con el tenis. Gracias al trabajo de sus padres, Josep Badosa y Mireia Gibert, modelos y fotógrafos, estuvo en una sesión de fotos con las hermanas Williams y no les hizo ni caso. No sabía ni quiénes eran. Sólo un par de años después, con su familia de vuelta a España, la apuntaron a un campus de verano del Club Tennis d'Aro, en Platja d'Aro, en la Costa Brava, y así empezó un camino con la raqueta que culmina este jueves. A las 09.30 horas -por Max y Eurosport, en las semifinales del Open de Australia disputará el partido más importante de su vida ante Aryna Sabalenka, la actual número uno, íntima amiga suya, para alcanzar su primera final de Grand Slam.

A sus 27 años ya había vivido momentos importantes. Ganó el WTA 1000 de Indian Wells en 2021 y fue número dos, pero nunca había estado tan cerca de la historia. Con su talento y su físico, la espera sólo se entiende por un cúmulo de problemas que tuvo que descifrar, comprender y superar.

"Antes estaba muy asustada cuando jugaba. Pensaba: '¿Qué va a pasar si pierdo? ¿Qué van a decir de mí?' Dedicaba mucho tiempo a eso. Ahora no me importa lo que pase porque sé que puedo aceptarlo", admitía anteayer, feliz en Melbourne después de muchos años luchando contra las expectativas.

Adolescencia triunfal

De niña Badosa no solía acumular trofeos -destacaba más Julia Payola, también gerundense-, pero su adolescencia fue triunfal. A los 16 años, Estados Unidos y España se peleaban por ella, así que recibió un patrocinio de LaLiga y a los 17 años, en 2015, ganó Roland Garros junior. Entonces ya se había marchado de casa para irse a entrenar con Pancho Alvariño a la academia TenisVal de Valencia. Entonces, con sus primeras entrevistas, se le vino el mundo encima. "No me lo esperaba, no estaba preparada para estar tan expuesta, para que la gente me llamara la nueva Sharapova, que me dijeran que tenía que estar top 20 o top 10", reconocía tiempo después en un Informe+ de Movistar, donde aseguraba que aquello le cambió.

De repente dejó de escuchar a sus entrenadores, dejó de trabajar, pensó que ya había llegado. Y no. Durante más de cuatro años, estuvo dando vueltas por los torneos menores de la Federación Internacional de Tenis (ITF), alternando victorias y derrotas y luchando contra sus propios demonios. En cierto punto decidió volver a Cataluña y ponerse a trabajar con Xavi Budó, ex entrenador de Carla Suárez, pero aún le costaba exhibir su tenis. "Llegó a decirme que no le encontraba sentido a la vida", confesaba también Budó quien participó de su anterior explosión.

VINCE CALIGIURIAFP

A los 24 años, en 2021, en plena madurez tenística, ganó su primer título WTA en Belgrado, brilló todavía más en Miami, llegó a semifinales en Madrid, a cuartos de final en Roland Garros, nuevamente a semifinales en las WTA Finals... en definitiva se instaló en la élite. Además, el vaivén post pandémico en el ranking WTA la llevó al número dos, una posición en la que sólo habían estado tres españolas: Arantxa Sánchez-Vicario, Conchita Martínez y Garbiñe Muguruza. Un logro que aumentó la presión. Y que la hundió nuevamente. "Me daba mucho miedo perder contra alguien de menor ranking que el mío y eran casi todas las rivales", recordaba estos días en Australia.

Los cambios y la lesión

Dejó de trabajar con Budó para ponerse en manos de Javier Martí, luego de Jorge García, del británico Joel Cannell y finalmente de su actual técnico, Pol Toledo, amigo de infancia en el Club Tennis d'Aro. Cambió el resto de su equipo en varias ocasiones hasta encontrar a su actual preparador físico, David Antona, a su fisioterapeuta, Roberto Martín, y a su psiconeuroinmunólogo, Daniel de la Serna. Y entre otros vaivenes personales se mudó a vivir a Dubai, donde entrena en el complejo del hotel Atlantis The Royal.

Todo ese trasiego la condujo a una irregularidad que en 2022 ya la dejó fuera del Top 10 y de las WTA Finals y que en 2023 se complicó por culpa de una lesión de espalda. Una fractura de estrés en una vértebra la obligó a parar y estuvo cerca de retirarla del tenis, pero a base de horas de masaje, de infiltraciones y de restricciones -ahora no come gluten ni lácteos- volvió a jugar. Era su última oportunidad. Después de caer al puesto 140 mundial, tenía que usar su ranking protegido para entrar en los Grand Slam y necesitaba ganar y ganar y ganar. Lo hizo.

DAVID GRAYAFP

"Hubo un punto el año pasado en el que estuve muy cerca de dejarlo porque no me veía al nivel. La espalda no respondía bien, no encontraba soluciones, pero quería intentarlo por última vez, una última oportunidad. Y bueno, aquí estoy", valoraba después de vencer a Coco Gauff en cuartos (7-5 , 6-4) con la tranquilidad como arma. Después de todo lo vivido, ahora Badosa es otra, más estable, y hay pocas jugadoras capaz de desmontar sus golpes si ella no falla. Posiblemente Sabalenka sea una de ellas, también tiene capacidad Iga Swiatek, la número dos del mundo, pero pocas más.

La española saldrá de Australia de vuelta al Top 10 del ranking WTA, número nueve, y prácticamente sin puntos que defender hasta el WTA 1000 de Roma de mayo. Con su nueva mentalidad, la gira de tierra batida de primavera y especialmente Roland Garros, se presentan como escenarios donde brillar y volver a levantar un título 'grande', si no ocurre antes el sábado en Melbourne. Badosa, ahora es, por fin, la mejor Badosa.

Novak, inabordable, en modo Djokovic

Actualizado Martes, 21 enero 2025 - 20:01

Cuando Novak Djokovic se parece tanto a sí mismo, al 10 veces campeón en Melbourne, al poseedor de 24 títulos del Grand Slam, al competidor irreductible que te obliga buscar constantemente nuevas alternativas, resulta muy difícil de abordar. Sí, va camino de los 38 años y en 2024 emitió síntomas crepusculares y despidió el curso sin reivindicarse en los majors, pero su ambición está intacta, y su tenis, después de lo visto en el partido de cuarto

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Badosa firma la victoria más importante de su vida y jugará por primera vez las semifinales de un Grand Slam

Badosa firma la victoria más importante de su vida y jugará por primera vez las semifinales de un Grand Slam

Paula Badosa llegó a pensar que su carrera en el tenis se había acabado. Hace poco más de un año, su fractura de estrés en un vértebra la llevó a visitar decenas de médicos y muchos de ellos, la mayoría, le dijeron que la única opción era la retirada. Únicamente su aguante, muchísimas horas de tratamiento y las infiltraciones le permitieron seguir y ahora recibe su recompensa. Por primera vez en su vida jugará las semifinales de un Grand Slam después de vencer en cuartos de final del Open de Australia a Coco Gauff por 7-5 y 6-4.

De aquel agujero, la española salió siendo otra: de repente una tenista cerebral capaz de controlar y utilizar a su favor sus emociones. "Antes llegué a ser la número dos del mundo, pero ahora soy mucho más madura, soy mejor" admitió después de la victoria, más tranquila que nunca, calmada incluso en la celebración. Este miércoles, ante la estadounidense, ganó por su juego, por supuesto, pero sobre todo por su actual mentalidad inalterable.

La desesperación de Gauff

A Gauff, que venía en espléndida racha, que todavía no había perdido un solo set en 2025, ya le había inquietado en sus enfrentamientos previos -en los Masters 1000 de Roma y Pekín-, pero la estadounidense siempre se las apañaba para remontar. En esos duelos, pese a sus 20 años, Gauff imponía su serenidad sobre la pista. Pero esta vez fue distinto.

Badosa desmontó como siempre la débil derecha de la yankee y, cuando ya la tenía desarmada, no dudó. Si acaso hubo algún temblor en los minutos finales, cuando su éxito ya era un hecho, y concedió un último break, sin consecuencias. Pero durante una hora y media la española fue un robot: no fallaba un golpe. Si resistía al duro servicio de su rival ya había ganado el punto. Todos los intercambios caían de su lado, especialmente si en el duelo intervenían los drives. Las estadísticas suelen ser simplificaciones, pero Gauff acumuló casi el doble de errores no forzados (41) que Badosa (23).

De hecho, entre el primer y el segundo set, cuando la española encadenó cuatro juegos ganados consecutivos -del 5-5 al 7-5 y 2-0-, Gauff amagó con romperse. En el eterno primer juego del segundo set, erró casi todas las derechas que intentó y se echó más de una vez las manos a la cara para reprimirse el llanto. Badosa la miraba y entendía: yo he estado ahí. Pero ahora es otra jugadora, es la jugadora de enfrente.

Otro posible duelo ante Sabalenka

Había estado otras dos veces en cuartos de final de un Grand Slam, en el Roland Garros de 2021 y en el US Open del año pasado y no había logrado pasar más allá. Había jugado tres partidos de Grand Slam ante jugadoras dentro del Top 5 y nunca las había derrotado. Este martes, ante la actual número tres del mundo, rompió su techo y ahora le queda el quien da más. Si su amiga Aryna Sabalenka, la número uno, vence a Anastasia Pavlyuchenkova, Badosa tendrá el jueves en semifinales la mejor prueba para sus nuevas posibilidades. ¿Puede ganar un grande y ser número uno del mundo?

En su versión actual hay que ser muy osado para negar que sea capaz. "Soy una persona emocional y a veces me han superado las circunstancias, pero ahora quiero mostrar mi tenis de una vez. Estoy muy orgullosa de cómo estoy jugando", comentó tras ganar a Gauff en Melbourne, la victoria más importante de su vida.

Badosa abraza la calma y se clasifica para cuartos en Australia: "Ni yo me reconozco"

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Paula Badosa, en paz consigo misma; a ver quién es capaz de derrotarla. Tranquila, más tranquila que nunca, aparece en la Margaret Court y tranquila, más tranquila que nunca, resuelve su partido de octavos de final del Open de Australia ante Olga Danilovic por 6-1 y 7-6(2). Llegarán los cuartos y allí estará Coco Gauff, la actual número tres del mundo, pero esta Badosa es capaz de ir más allá.

"Antes del partido ni yo me reconocía, estaba muy relajada. Normalmente paso por una montaña rusa de emociones, mezclo momentos buenos con momentos malos, pero esta vez me he sentido muy segura. También vi el vídeo del otro día [la discusión con su entrenador, Pol Toledo] y pensé que tenía que comportarme mejor", aseguraba la española después de la victoria que la confirma de regreso a lo más alto del tenis.

Si en el último US Open ya estuvo entre las ocho mejores, ahora repite en Melbourne, una racha que sólo había vivido otra española antes: Arantxa Sánchez-Vicario entre 1997 y 1998. Su regreso al Top 10 del ranking ya es un hecho y quiere más. "He pasado por muchas cosas en los últimos años, no sólo la lesión de espalda, pero soy una guerrera. Ahora realmente estoy disfrutando del tenis y de lo que supone tener una carrera tenística. Entrar en la pista y ver una grada llena es una sensación increíble que ahora gozo de verdad", admitía Badosa y reclamaba su presencia en la pista central del Grand Slam, la Rod Laver, donde muy posiblemente disputará su próximo encuentro.

Un segundo set de serenidad

Lo merece. Ante Danilovic fue una mujer con una misión: nada le molestó, nada le alteró. Si en las rondas anteriores sus victorias remontaron dudas, en esta ocasión no hizo falta. Muy segura con su servicio, arrolló a una Danilovic temblorosa en el primer set y cuando la serbia empezó a jugar, Badosa aceptó el reto. En el segundo set la española necesitó recuperar dos breaks, pero lo hizo confiada, serena, firme.

Danilovic, hija del ex jugador de baloncesto Predrag Danilovic, posee una de las derechas más potentes del circuito y hubo momentos en los que parecía indomable. Pero le falta temple y experiencia en los grandes escenarios y Badosa lo explotó sin dudarlo. Cuando fue necesario, aguantó, aguantó y aguantó. Quizá le faltó más variedad en su juego, obligar a Danilovic a jugar de otra manera, pero lo suplió con su actitud. La diferencia en errores no forzados -14 de Badosa por 23 de Danilovic- acabó siendo decisiva, como se vio en el tie-break. Por primera vez, la española está en cuartos del Open de Australia y ahora, tan tranquila, es capaz de ir más allá.

La renuncia a la leche, la Isla de las Tentaciones y una no bronca con Tsitsipas: Badosa vuelve a brillar en Melbourne

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Paula Badosa tenía una aclaración que hacer. En mitad de su partido de este viernes de tercera ronda del Open de Australia ante la ucraniana Marta Kostyuk, se quejó a su equipo del viento que azotaba el Melbourne Park y las cámaras enfocaron a su palco. Allí, en la parte superior, estaba su novio, el también tenista Stefanos Tsitsipas, pidiéndole tranquilidad: subía y bajaba sus manos abiertas, «calma, calma». De vuelta a la pista, la televisión captaba cómo Badosa le mandaba a paseo y le señalaba con más gestos que, si tan espabilado era, que bajara él a jugar en esas condiciones.

De inmediato, la escena de Matrimoniadas se hizo viral, rebotada en todas las redes sociales por cuentas de tenis, de deportes y hasta de prensa rosa. Por eso, Paula Badosa tenía una aclaración que hacer. Después de vencer a Kostyuk y al viento por 6-4, 4-6 y 6-3, apareció en rueda de prensa y dejó claro que nunca había abroncado a Tsitsipas. Debajo del griego estaba Pol Toledo, actual entrenador de la española, y era él quien se había llevado la bronca.

«La discusión no fue con Stefanos, fue con mi entrenador. Ya he visto en redes sociales que mucha gente habla de nosotros; es normal porque así conseguirán más visitas. Pero durante los partidos interactúo con mi entrenador. Él me decía que mentalmente aceptara el desafío del viento y en ese momento me estaba resultando difícil. Por suerte pude hacerlo en el tercer set», proclamaba sin negar en ningún momento el conflicto, sí el protagonista. Sobre la pista, la Badosa de siempre: fuerte, incontrolable, suya. Sobre la pista, también, una Badosa nueva: sana, completamente sana.

"Ha olvidado todos los dolores"

Después del calvario de lesiones que le machacaron en 2023, especialmente después de la fractura de estrés entre las vértebras L4 y L5, la española vuelve a disfrutar del tenis y a brillar. Este viernes se clasificó por segunda vez en su vida para octavos del primer Grand Slam del año y este domingo buscará allí lo desconocido ante la serbia afincada en España Olga Danilovic, hija del ex jugador de baloncesto Predrag Danilovic y pareja de Jan Oblak, que sorprendió a Jessica Pegula. Si logra vencer, el límite es el cielo aunque en cuartos tendría un hipotético enfrentamiento ante Coco Gauff y luego en semifinales ante su amiga Aryna Sabalenka. Y si no lo logra, será igualmente un éxito.

Ng Han GuanAP

Hace no tanto, estaba completamente parada, sin poder entrenar, y necesitaba más de tres horas de masaje diarias. «Ahora ha olvidado todos esos dolores, todas esas molestias, no nota nada, ni tan siquiera sobrecarga después de los partidos. Eso hace que su preparación tenística, física y mental sea mucho más sencilla, que pueda llegar más lejos», comenta a EL MUNDO el fisioterapeuta Roberto Martín, jefe de la clínica Ignition de Getafe y responsable de la rehabilitación de Badosa, que expone el plan que tan buenos resultados está dando.

De la mano de su técnico, Toledo, de su preparador físico, David Antona, y de su psiconeuroinmunólogo, Daniel de la Serna, la hoy número 12 del ranking WTA ha aceptado unos cambios en su vida que no eran sencillos, pero sí necesarios. Por ejemplo, ahora no toma gluten ni lácteos para evitar una inflamación del estómago que puede entorpecer el trabajo de la columna vertebral.

El invierno en Dubai con Halep

«Está muy comprometida, esta pretemporada ha cumplido con todo a rajatabla», asegura Martín. Desde Dubai, donde reside, y con Simona Halep de compañera de entrenamientos, Badosa ha potenciado este invierno una mejoría que ya se pudo observar a finales de la temporada pasada. Si antes del pasado Roland Garros un TAC confirmó su recuperación, a partir de entonces voló. Con su título en el WTA 500 de Washington, los cuartos de final del US Open y las semifinales en los WTA 1000 de Cincinnati y Pekín saltó más de 100 puestos en el ranking mundial para volver al lugar que le tocaba.

Ng Han GuanAP

«Estoy muy orgullosa de cómo estoy respondiendo ante determinadas situaciones», aceptaba este viernes Badosa, que admitía que para desconectar durante el Open de Australia necesitaba ver en televisión «algo tan extremo» como es el reality La Isla de las Tentaciones. «Cuando cree en sí misma es una de las cinco mejores del mundo», proclama su fisio, Martín, y ella, sin duda, está cerca de colocarse entre ellas.

Badosa doblega a la ucraniana Kostyuk y se mete en los octavos de Australia tras un titánico partido marcado por el viento

Badosa doblega a la ucraniana Kostyuk y se mete en los octavos de Australia tras un titánico partido marcado por el viento

Actualizado Viernes, 17 enero 2025 - 07:24

Paula Badosa ha arrancado el año a lo grande y abrazando su mejor tenis. La catalana se llevó un duelo de infarto frente a la ucraniana Marta Kostyuk (17) por 6-4, 4-6 y 6-4 en la tercera ronda del Open de Australia y ya espera rival en octavos, informa Efe..

"Las condiciones eran muy duras con el viento, mis primeros dos fueron muy diferentes en pista interior. Creo que (Stefanos Tsitsipas) estaba más nervioso que yo, me ha dado unos consejos muy buenos", comentó la española sobre la Kia Arena tras la conclusión de un choque marcado por el viento.

Se enfrentará en los octavos de final a la ganadora del duelo que enfrentará a la estadounidense Jessica Pegula con la serbia Olga Danilovic.

Se impuso finalmente la templanza de una renacida Badosa, que tendrá la posibilidad de meterse nuevamente en el top-10 en este torneo, frente a una exasperada Kostyuk que acabó a lágrima viva por los nervios de un duelo que duró dos horas y media.

Kostyuk, íntima amiga en el circuito de la gerundense, arrancó con fuertes embestidas, particularmente desde el lado del 'drive', que le hicieron tomar la delantera en el marcador con una tempranera rotura. Sin embargo, la única esperanza española en el cuadro femenino no perdió los nervios y remontó una primera manga que acabó adjudicándose por 6-4, tras conectar dos 'breaks' in extremis.

El mismo guión se impuso en el segundo set, con una imperial Kostyuk que no amansaba su amargado gesto a pesar de la vertiginosa ventaja de 5-0. Rozó la remontada Badosa, que conectó cuatro juegos consecutivos para meterle el miedo en el cuerpo a una agitada Kostyuk.

Badosa mantuvo sus dos primeros servicios en el tercero y rompió en su primera oportunidad para acabar de derrumbar psicológicamente a su rival y amiga, que acabó llorando y transmitiendo aireadamente su malestar a su equipo.

Consiguió la joven Kostyuk de 22 años asentarse, pero la desventaja inicial sería suficiente para que la catalana nacida en Nueva York se clasificara por segunda vez en su carrera a unos octavos de final a orillas del Yarra.

En la edición de 2021, Badosa también se impuso en tercera ronda a la ucraniana Kostyuk y cayó severamente ante la estadounidense Madison Keys por 6-3 y 6-1.