Norris devuelve el golpe a Piastri y Alonso impone su jerarquía en Hungaroring

Norris devuelve el golpe a Piastri y Alonso impone su jerarquía en Hungaroring

El orden de factores no altera la fórmula ganadora de McLaren, que en Hungaroring repartió esfuerzos para acabar con la resistencia de Ferrari. Ganó Lando Norris por delante de Oscar Piastri, mientras Charles Leclerc, autor de la pole, debió ceder la tercera plaza del podio a George Russell. Movió sus bazas el equipo de Woking para satisfacción de un Norris favorecido por los hados. El británico reduce a nueve puntos su diferencia con Piastri, que pudo tirar todos los esfuerzos por el desagüe con un intento casi suicida en la penúltima vuelta.

Ese movimiento del australiano por el interior sólo anticipa lo que vendrá tras las vacaciones: un apasionante mano a mano color papaya. Max Verstappen, noveno a 72 segundos, fue el último piloto no doblado por Norris. El tetracampeón ha quedado fuera de juego, así que todas las atenciones se centrarán en los dos jóvenes aspirantes. Entre ambos suman 49 años, sólo cino más que Fernando Alonso. El asturiano, quinto en la parrilla, se las ingenió para mantener su posición, la mejor del año. Su stint inicial de 39 vueltas con el medio resultó crucial.

De los despistes de Norris en la salida había quedado sobrado constancia durante todo el año, así que Russell y Alonso aprovecharon las facilidades para degradar al británico a la quinta plaza. Al final de la segunda vuelta, Norris impuso la fortaleza del MCL39 a final de recta. Por entonces, el triunfo se antojaba una simple quimera.

32ºC y cielo encapotado

En la vuelta 18, McLaren tomó la iniciativa con Piastri, en busca del undercut para acceder al liderato. De inmediato reaccionó Ferrari, cumpliendo con prestancia y sin nervios en el pit-stop (2,0 segundos). De este modo, Norris asumía la cabeza, consciente de que McLaren había elegido para él una estrategia de parada única.

No hubo rastro de la anunciada lluvia, sino 32ºC sobre el asfalto y un cielo encapotado, sin esas rachas de viento que tanto habían incomodado el sábado a McLaren. Todas estas condiciones debían favorecer a Aston Martin, que al fin había encontrado un impulso extra en las curvas gracias a su alerón delantero. Una actualización esencial en Hungaroring, que se sumaba al paquete aerodinámico estrenado en Imola y el suelo que montaron en Silverstone.

El AMR25 había mostrado un gran equilibrio en los tres sectores de la pista, acercándose incluso a Ferrari, aunque un poco más lento en los virajes rápidos. La batalla en Budapest se antojaba de largo aliento, por lo que la prioridad para el equipo de Silverstone fue rodar en aire limpio. Ese plan a una sola parada para Alonso se vio reforzado al ver cómo los rivales que optaban por el doble paso por boxes se veían frenados por el tráfico cuando regresaban a pista.

Alonso, por delante de Bortoleto, el domingo en Hungaroring.

Alonso, por delante de Bortoleto, el domingo en Hungaroring.EFE

El más ilustre e iracundo era Verstappen, que clamaba contra la decisión de Red Bull por meterle en esa procesión. El holandés ni siquiera baja la guardia en los días grises, por lo que adelantó a Lewis Hamilton con una maniobra en la curva 4 que más pareció un directo a la mandíbula. La FIA anunció que investigaría el incidente tras la bandera a cuadros.

Tampoco resultó precisamente sutil el adelantamiento de Russell a Alonso en la curva 1, cuando el británico exprimía todo el potencial de su monoplaza. Ni siquiera con el DRS podía engancharse Fernando al ritmo del Mercedes. Debía limitarse a contener a Gabriel Bortoleto, su discípulo en Sauber y al propio Verstappen. Aunque el tetracampeón se perfilaba como una amenaza real, sus opciones se disolvieron en la vuelta 49, cuando Red Bull volvió a convocarle para el pit-stop.

En la vuelta 41, Ferrari se había curado en salud con Leclerc, antes de que McLaren moviese pieza con Piastri. El monegasco se reincorporó cuarto, a siete segundos del liderato, aunque con unas gomas 10 vueltas más frescas. Cumplidos cinco giros más, McLaren hizo lo propio con Piastri. Parecía un suicidio, pero tenía sentido.

Sainz, decimocuarto

"Será un milagro si terminamos en el podio", clamó Leclerc con tono quejumbroso. En la vuelta 51, Piastri se zafó del Ferrari con asombrosa comodidad entre la curvas 1 y 2. En ese momento veía el liderato de Norris a ocho segundos, aunque contaba con gomas mucho más jóvenes. Aún manejaba legítimas aspiraciones de victoria. Las mismas que Russell con el podio, aunque sólo uno cumpliría su objetivo.

A ocho vueltas para el final, el líder de Mercedes se lanzó a degüello a final de recta. Encontró una vía por el interior, mientras Leclerc parecía un gato panza arriba. Su defensa a la desesperada mereció una penalización de cinco segundos.

También hubo 10 segundos de castigo para Pierre Gasly por un feo movimiento frente a Carlos Sainz en el tramo final. El madrileño volvió a arrastrar sus penas en Budapest, pese a una prometedora salida con los neumáticos blandos, con los que pudo desembarazarse de Hamilton. No había mucho más que sacar del Williams, ni siquiera intentando sorprender a la contra, con una parada en la vuelta 16. Cuando cumplió el segundo pit-stop, sólo rodaba por delante de Franco Colapinto. La decimocuarta plaza en la meta sólo debe interpretarse como un alivio porque su compañero Alex Albon finalizó dos por detrás.

McLaren, con el corazón partido: las claves para el agónico desenlace entre Piastri y Norris

McLaren, con el corazón partido: las claves para el agónico desenlace entre Piastri y Norris

El Mundial 2025 se dirige, inexorable, hacia un desenlace en la última carrera entre dos pilotos del mismo equipo. Un hecho que sólo admite un precedente en la F1 moderna. Fue en 2016, cuando Nico Rosberg privó del título a Lewis Hamilton. Hoy, antes de tomar la salida en el GP de Hungría, Oscar Piastri cuenta con 16 puntos de ventaja sobre Lando Norris. Un margen tan exiguo que nadie, en el seno de McLaren, considera definitivo. De hecho, Zak Brown, CEO del equipo, fantasea con que la resolución, el 7 de diciembre en Abu Dhabi, reedite para la escudería de Woking aquellas inolvidables batallas entre Alain Prost y Ayrton Senna.

El carácter metódico de Piastri, un piloto que minimiza los errores, recuerda de algún modo a Prost. "Siempre he dicho que Oscar no tiene ruido en la cabeza. Eso le permite procesar la información disponible para mejorar muy rápidamente", ha comentado Andrea Stella, team principal de McLaren. A los 23 años, con apenas dos y medio de experiencia en la F1, el australiano luce ya ese aura de los elegidos. De los pilotos carismáticos que no necesitan alharacas en el podio, de los que prefieren la calculadora a las emociones.

Para saber más

Nicole, madre y compañera en cada circuito, ha confesado una anécdota. Durante una reciente salida en bicicleta, ella sufrió un accidente y salió despedida por encima del manillar. Al llegar a casa, consultaron el pulsómetro de Oscar. "Así que tienes corazón, aunque jamás lo parezca", le dijo. El pasado abril, Piastri prefirió no atacar a Norris en Suzuka, aun sabiéndose superior en ritmo, para no comprometer su plaza en el podio. Era la tercera cita del Mundial, pero ya sólo pensaba en el título. De su regularidad habla otro dato: desde el GP de Brasil 2023 enlaza 40 carreras consecutivas sin un abandono.

40 carreras sin abandonos

La gélida autoridad de Piastri, ese modo en que irradia confianza, contrasta con el estilo de Norris. A los 25 años, el británico sigue siendo un piloto impredecible, que reúne golpes de genio con errores flagrantes. Un chico atormentado y ferozmente autocrítico ante los periodistas, que aún arrastra las secuelas de tantos duelos perdidos ante Max Verstappen en 2024. No por azar tuvo que esperar 110 carreras y 15 podios antes de bañarse con el champán de la victoria (GP de Miami 2024).

Las comparaciones con Senna son odiosas, pero Norris también luce una formidable velocidad a una vuelta y cuenta con una legión de aduladores. Aun sin las sensaciones de Piastri al volante, ha optimizado sus recursos y seguirá enganchado hasta el final. Incluso tras haber perdido todos los cuerpo a cuerpo frente a su compañero, incluido el funesto episodio del pasado 15 de junio en Montreal. Entonces embistió al australiano antes de estamparse contra el muro. "Ambos queremos jugar duro y competir limpio. Y eso va en ambos sentidos", sentenció tras su único cero del año.

Apenas dos semanas más tarde, Piastri y Norris protagonizaron una fantástica batalla, a lo largo de 15 vueltas, en el Red Bull Ring. Entonces fue el australiano quien midió mal, dejando a McLaren a un suspiro del gran fiasco. Las escenas trajeron a la memoria lo sucedido entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg, hace nueve años, en esa misma pista. Los ánimos venían ya caldeados desde el GP de España, así que Toto Wolff tuvo que mediar para que Mercedes no estallara en mil pedazos. Los codazos de aquella última vuelta fueron de una gravedad intolerable.

Piastri, por delante de Norris, el pasado domingo en Spa.

Piastri, por delante de Norris, el pasado domingo en Spa.EFE

Casi cinco meses después hubo que asistir al esperpento de Marina Bay, con Hamilton ralentizando peligrosamente a Rosberg para dejarlo en las fauces de Sebastian Vettel y Verstappen. Una advertencia del pasado proyectada hacia nuestros días. Ahora no queda margen para las papaya rules, el código interno de buenas prácticas que rige en McLaren para imponer la sensatez. Piastri y Norris saben que la gloria se resolverá por centímetros en el cuerpo a cuerpo. Ya no sólo se trata de saber cuándo y dónde. Hay otra pregunta aún más acuciante: ¿habrá juego limpio?

Mark Webber, agente de Piastri, conoce de sobra este tipo de manejos desde su explosivo Mundial 2013 frente a Vettel. En el paddock aún se hacen chistes con aquella saga del multi-21 en Red Bull. Por contra, Mark Berryman, representante de Norris, presume de un perfil bajo, más del agrado en la cúpula de Woking. Y es que aunque Brown y Stella suspiren por la épica definitiva en Abu Dhabi, ninguno querría reeditar el infausto episodio de Senna y Prost en el GP de Japón de 1989.

Un motor que no se rompe

Entonces, Le Professeur movió cielo y tierra para que la FIA retirase la victoria a Senna, remolcado por los comisarios. Un año más tarde, ya con Prost en Ferrari, el brasileño juró venganza y la obtuvo en la curva 1 de Suzuka. ¿Cómo afectarán los nervios a Norris en el último triplete del año? ¿Se atreverá Piastri a sacar del asfalto a su adversario para forzar un doble abandono que le allane el camino hacia el título?

De momento, el dominio papaya resulta casi insultante. No sólo porque Ferrari (248 puntos), Mercedes (220), Red Bull (192) ni siquiera alcanzan con sus dos coches los registros de Piastri (266) y Norris (250) por separado. También por la fiabilidad del MCL39, el único coche con motor Mercedes que aún no ha sufrido contratiempo mecánico alguno. Ni el primer título de Piastri ni el de Norris será recordado precisamente como brillante, pero sus protagonistas sí pasarán a la posteridad si todo acaba en las 58 vueltas del GP de Abu Dhabi. El próximo 7 de diciembre podremos salir de dudas.

Fernando Alonso resucita en Hungaroring, donde Leclerc arrebata la 'pole' a los McLaren

Fernando Alonso resucita en Hungaroring, donde Leclerc arrebata la ‘pole’ a los McLaren

No daba crédito Charles Leclerc a su pole en Hungaroring, la primera de Ferrari en el Mundial 2025. No había una excusa mejor para festejar su 140ª carrera con Ferrari, el tercer mayor registro en la historia de la Scuderia, sólo por detrás de Michael Schumacher y Kimi Raikkonen. El monegasco, bajo un cielo nublado y menos calor sobre el asfalto, birló el protagonismo a los McLaren. "Ha cambiado mucho el viento, parece una excusa patética, pero así fue muy difícil rendir mejor", explicó Oscar Piastri, líder del Mundial, segundo en la parrilla, justo por delante de Lando Norris.

Leclerc reservó su juego de blandos para asestar su golpe más letal (1:15.372), dejando con rictus incrédulo a Piastri, 26 milésimas más lento y Norris, a 41. Ese golpe de genio debe considerarse tan especial como el quinto puesto de Fernando Alonso. Nada más pasar por meta, el asturiano envió su aviso por radio: "Ha sido una buena vuelta". Entonces era segundo, a sólo 83 milésimas de Piastri.

Aston Martin había querido tomar la iniciativa en la Q3, enviando a sus dos pilotos con mucho margen respecto a sus adversarios. Tras su primer intento, con los blandos nuevos, Alonso era cuarto (1:16.025), por detrás de Piastri (1:15.398), Norris (1:15.494) y Russell (1:15.632) que venía pasando desapercibido, como más le gusta. El líder de Mercedes sólo perdió de un par de fallos en el último sector.

Tres décimas sobre Verstappen

"Lo único que queda por entender es que hace una semana éramos último y penúltimo en Spa y ahora, sin tocar el coche, somos tan competitivos", dijo Alonso tras bajar del AMR25. La sexta plaza de Lance Stroll, a 17 milésimas del español, confirma la fantástica progresión del AMR25. Max Verstappen, octavo, cedió tres décimas ante los coches de Silverstone.

A lo largo de la última semana, la escudería de Silverstone viene experimentando con múltiples configuraciones aerodinámicas. Si en Spa volvió a la versión antigua de su suelo, aquella estrenada a mediados de mayo en Imola, el viernes apareció en Hungría con otra de estreno. El paso adelante quedó patente, pero en esta qualy se decantaron por la especificación antigua de ese suelo, combinada con el nuevo alerón delantero.

En el propio garaje había quien no daba crédito ante el crono de Alonso (1:15.281), tiñendo de púrpura los tres sectores de Hungaroring. Tras ese intento comandaba la tabla de la Q1: 27 centésimas mejor que Piastri, 34 sobre George Russell y 39 sobre Lance Stroll, cuarto. El líder del Mundial reaccionó de inmediato al volante del MCL39, para restablecerse en cabeza, con apenas siete centésimas sobre el asturiano.

Leclerc festeja su 'pole', el sábado en Hungaroring.

Leclerc festeja su 'pole', el sábado en Hungaroring.AP

El AMR25 seguía mostrando un formidable paso por curva en la Q2 incluso en las manos del inspiradísimo Stroll. El canadiense cerró la tanda en tercera posición, a 23 centésimas de Norris, mientras Alonso ahorraba un juego de neumáticos blandos. El quinto puesto del bicampeón (1:15.395) debía interpretarse por sus seis centésimas de ventaja sobre Leclerc y las 15 ante Verstappen, hundido en la intrascendencia.

Sainz, decimotercero

A ese sufrimiento de Red Bull hubo que añadir dos noticias negativas. Andrea Kimi Antonelli y Lewis Hamilton, que este año parecen ir demasiadas veces de la mano, quedaban fuera. Menos sorprendente fue el adiós de Sainz, que sigue sin completar un sábado decente y partirá decimotercero. En la Q2, el líder de Williams se perdió de mala manera, sólo por delante de Antonelli y Franco Colapinto.

En la primera criba, Carlos había tenido su momento, con un octavo puesto, a 44 centésimas de la cabeza, mientras Alex Albon se despeñaba hasta el farolillo rojo, a seis décimas de su compañero. Quienes tampoco guardarán grato recuerdo de Budapest durante las vacaciones serán Yuki Tsunoda y Pierre Gasly, eliminados en la Q1 por Liam Lawson.

Oscar Piastri exhibe maneras de campeón tras una eterna espera en Spa

Oscar Piastri exhibe maneras de campeón tras una eterna espera en Spa

McLaren sabía con certeza que en Spa llegaría su tercer doblete consecutivo, el primero desde 1998. La cuestión primordial estribaba en las jerarquías entre Oscar Piastri, líder del Mundial y Lando Norris, reciente ganador en Silverstone y Red Bull Ring. Esa tesitura terminó por resolverse en favor de Piastri, que resistió 30 vueltas con el neumático medio para contener a su compañero, con gomas más frescas y duras. Hubo tres segundos de margen, más que de sobra, para el vencedor. Igual que para Charles Leclerc, por delante de Max Verstappen, sin opciones siquiera de podio. Un desenlace algo mortecino para una tarde que se presagiaba convulsa por culpa de la lluvia.

"No veo detrás del safety car, así que no quiero imaginar lo que debe de ser para el resto", avisó Norris durante la vuelta de formación. De esos titubeos quedaría constancia más tarde, mientras Piastri navegaba con pulso firme hacia la meta. Fue otro domingo difícil para Lando, autor de varios errores que le alejaron de la gloria. La tarde en Spa no estaba para pilotos endebles. Tampoco para Fernando Alonso y Carlos Sainz, decimoséptimo y decimoctavo en la meta.

A las 15:00 horas, la bandera roja abortó el procedimiento de salida, mientras desde los garajes cruzaban los dedos para que no lloviera más. Sin embargo, las predicciones se cumplieron a rajatabla y la espera se demoró otros 90 minutos.

El recuerdo de 2021

Desde del GP de Bélgica 2021, cuando tras más de tres horas de espera sólo se completaron tres vueltas detrás del safety car, la prioridad de la FIA pasaba por evitar otro descomunal ridículo en Spa. La cuenta regresiva de tres horas ni siquiera había arrancado y sobraba tiempo hasta el anochecer, pero ni los aficionados ni las televisiones podían permitirse una espera interminable en las Ardenas.

Los nervios se sucedían en los garajes, especialmente entre quienes habían roto el parc fermé. Lewis Hamilton, Andrea Kimi Antonelli, Sainz y Alonso apostaron por especificaciones extremas de lluvia, por lo que, de partida, su objetivo sería alcanzar a Gabriel Bortoleto, Nico Hulkenberg y Esteban Ocon, tres outsiders en la zona alta de la parrilla.

A las 16:16 horas, la FIA anunció dos vueltas detrás del safety car, en las que evaluaría las condiciones de visibilidad. Obviamente, no habría salida en parado desde la parrilla para minimizar los riesgos en La Source, pero Bernd Maylander aún hubo de apurar otros dos giros antes de apagar sus luces y quitarse de enmedio.

Alonso, con el AMR25, el domingo en Spa.

Alonso, con el AMR25, el domingo en Spa.EFE

Inquieto por esos 90 minutos de tensión, Piastri no iba a demorarse ni uno más en arrebatar el liderato a Norris. Una maniobra, plena de decisión, iniciada en la subida por Eau Rouge y finiquitada, con suma pericia, antes de la frenada de Les Combes. De nada valdrían al británico las quejas sobre la entrega de potencia eléctrica. La pista se había secado tan deprisa que sólo el último sector, en la bajada hacia Pouhon, suponía un desafío para los favoritos.

Alonso y Sainz, sin opciones

El primero en quejarse sobre los neumáticos fue Leclerc, en dura pugna con Verstappen por la tercera plaza, así que en la vuelta 12, Hamilton y Alonso ya se atrevieron con las gomas de seco. El heptacampeón había recuperado cinco posiciones y se le notaba con la decisión de sus días de gloria. El asturiano, mientras, sólo podía con Lance Stroll para esquivar el farolillo rojo.

A Norris no le ajustaron a la primera la rueda delantera izquierda, aunque McLaren había decidido que aguantase con ese compuesto duro hasta llegar a la bandera de cuadros. La victoria se dilucidaría en esa elección, ya que Piastri había montado el medio. "Tú mismo decidirás si quieres otra parada", avisaron al líder por radio, cuando ya se quejaba de la degradación.

Ese desgaste mermaría las de por sí menguadas opciones de Alonso y Sainz, que volvieron a refrescar sus gomas en las vuelta 26 y 30, respectivamente. Aston Martin, sin velocidad en las rectas, se comportaba como el peor coche de la parrilla. Williams, al menos, funcionaba en las manos de Alex Albon, que incluso pudo contener durante muchos minutos a Hamilton. Ese sexto puesto final de su compañero supone otro severo revés para Sainz, a quien además enviaron un par de avisos por superar los límites de pista.

Norris aumenta la presión sobre Piastri con su 'pole' en Spa, donde Aston Martin naufraga de nuevo

Norris aumenta la presión sobre Piastri con su ‘pole’ en Spa, donde Aston Martin naufraga de nuevo

La fiebre papaya vuelve a subir en McLaren, el equipo que elegirá el campeón del Mundial 2025. Tras sus dos últimas victorias en el Red Bull Ring y Silverstone, Lando Norris apretó otra vez las clavijas a Oscar Piastri con una soberana pole (1:40.562) en Spa, un trazado donde en sus seis participaciones jamás se había acercado siquiera a la primera línea de la parrilla. Con 85 milésimas de ventaja sobre el líder del campeonato, el británico evidenció su formidable momento de forma, mientras Charles Leclerc marcó el tercer mejor corono, tres milésimas más rápido que Max Verstappen.

Fernando Alonso saldrá penúltimo en el circuito de las Ardenas, sólo por delante de su compañero en Aston Martin, una escudería acostumbrada a perder el rumbo durante los fines de semana al sprint. De nada sirvieron las actualizaciones aerodinámicas, porque el asturiano tuvo que regresar a la especificación antigua en su alerón delantero. El desastre para el automovilismo español se completó con la decimoquinta plaza de Carlos Sainz, otra vez superado por Alex Albon, que partirá quinto.

Lewis Hamilton, tras rebasar los límites de pista en la subida a Radillon, quedó fuera en la Q1, al igual que Andrea Kimi Antonelli, su sustituto en Mercedes. El rookie italiano quedó en evidencia ante la progresión de los Sauber, coronada con el podio de Nico Hulkenberg en Silverstone. Tres semanas después, Gabriel Bortoleto pudo colarse en la Q3 y partirá décimo en la parrilla, por detrás de los Racing Bulls de Isack Hadjar y Liam Lawson.

Con la lluvia en la cabeza

La parálisis de Aston Martin puede interpretarse en relación a la qualy del viernes, donde Alonso rodó apenas una décima más lento. El enésimo capítulo de desamor entre el asturiano y Spa, una pista donde nunca ganó y acumula siete abandonos tras 19 participaciones. Ni siquiera puede encontrar excusa con el presunto unsafe release de Haas con Oliver Bearman, porque Lance Stroll tampoco encontró las sensaciones del viernes. El canadiense pudo ser obstaculizado por Hulkenberg a la salida de boxes, aunque los problemas para Andy Cowell se antojan de mayor calado.

Unos minutos antes del inicio de la qualy, los ingernieros de Silverstone decidieron montar un alerón trasero con más carga aerodinámica, con la mente fija en la lluvia prevista para la carrera. No fueron la única escudería que quiso sacrificar su ritmo en seco, por lo que parece que el sufrimiento se prolongará durante la carrera.

Alonso, con el AMR25, el sábado en Spa.

Alonso, con el AMR25, el sábado en Spa.AFP

Sainz tampoco hizo por reeditar aquel glorioso fin de semana de 2022 con Ferrari, cuando firmó la pole y acabó segundo en el podio. El madrileño venía superando los tiempos de Alex Albon en la Q1, equiparándose incluso con Leclerc y dejando pinceladas de su verdadero potencial. No obstante, cuando necesitaba reunir todo en una vuelta, volvió a claudicar calamitosamente.

Esta vez erró en el segundo sector, cayendo a casi dos décimas del tiempo de corte, establecido por su compañero. Para completar la desdicha, Albon sí pudo recuperarse en la Q3, escalando hasta la quinta plaza final.

Heroico podio de Nico Hulkenberg bajo la lluvia de Silverstone, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz desperdician sus balas

Heroico podio de Nico Hulkenberg bajo la lluvia de Silverstone, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz desperdician sus balas

Nico Hulkenberg obró el milagro sobre el deslizante asfalto de Silverstone, un escenario propicio para las hazañas. El piloto de Sauber, último en la parrilla, cruzó tercero la bandera a cuadros, sólo por detrás de los inabordables McLaren. El primer podio para un veterano de 37 años, con 239 grandes premios en su haber. Siempre podrá alardear el alemán de haber completado la carrera de su vida delante de 164.000 aficionados, enfervorecidos con el triunfo de Lando Norris. El ídolo local se apuntó su cuarta victoria del año, gracias a una sanción de 10 segundos a Oscar Piastri, aún líder del Mundial, aunque con sólo ocho puntos sobre su compañero de garaje.

Todo Silverstone suspiraba por el primer podio de Lewis Hamilton con Ferrari, pero hubo de conformarse con el doblete de McLaren. Nada pudo hacer el heptacampeón frente al poderoso ritmo de Hulkenberg, que minimizó los errores y mantuvo la calma cuando el británico enlazaba un par de vueltas rápidas con las gomas blandas. Su gozo, al borde de las lágrimas, contrastaba con la frustración de Piastri, mordiéndose la lengua para no hablar de la penalización que le había privado del triunfo. Aun con ese borrón, la hinchada británica pudo festejar a lo grande el primer triunfo de Norris en casa.

No faltó de nada en el domingo de Silverstone, con Fernando Alonso noveno y Carlos Sainz decimosegundo bajo la bandera a cuadros. Ambos desfondados en el tramo final, cuando el bicampeón fue superado por Alex Albon y el madrileño seguía maldiciendo una peligrosa maniobra de Charles Leclerc. Por una u otra razón, ambos habían desperdiciado sus balas bajo la lluvia. No hay modo de que un domingo les sea enteramente benévolo.

"¿Perdemos posiciones por diversión?"

Apurado el almuerzo, unos chubascos sembraron la pista de incógnitas. ¿Qué neumático escoger para la salida? Todos dieron la vuelta de formación con los intermedios de lluvia, pero a última hora, Charles Leclerc y George Russell optaron por los slicks. Dos candidatos al podio partían desde el pit lane, pero la emoción no menguó por su ausencia. Pierre Gasly supo ganar la partida a Alonso entre las curvas 3 y 4, mientras Norris y Hamilton se la jugaban rueda con rueda en Stowe. Era sólo el preludio de una carrera vibrante, plagada de alternativas.

El safety car provocado por un trompo de Gabriel Bortoleto, que perdió uno de los alerones en Copse, dio paso a más perturbaciones atmosféricas. Se anunciaba lluvia ligera, seguida de mayores precipitaciones. Aston Martin hizo caso omiso y colocó gomas de seco para Lance Stroll, que fue ganando terreno hasta el momento en que efectivamente se puso a llover de veras. Mientras, Alonso se desesperaba con sus estrategas: "¿Perdemos posiciones por diversión? "Es una locura que nunca lo hagáis bien conmigo", lamentó por la radio.

Bajo una tupida cortina de agua, Piastri arrebató el liderato a Verstappen. Aullaban las tribunas viendo sufrir al autor de la pole, que bastante hacía para negar los espacios a Norris. Con el asfalto cubierto de charcos, la única solución plausible debía ser recurrir a los Pirelli de lluvia extrema. Esas gomas vetadas por la propia F1 por la cantidad de spray que provocan. Por tanto, al director de carrera no le quedó más remedio que recurrir al safety car. Piastri perdía sus 13 segundos de colchón frente a Verstappen.

La alegría de Norris en el podio de Silverstone.

La alegría de Norris en el podio de Silverstone.AFP

No quiso tomárselo muy a pecho el líder, convencido ya de que la victoria se resolvería como una mera cuestión de supervivencia. En la vuelta 17 se reinició la marcha y sólo una más tarde, Isack Hadjar chocó con Kimi Andrea Antonelli en Copse, provocando otra ralentización. Los daños en el Mercedes forzaron el adiós del italiano. Antes de alcanzar la mitad de la prueba se contaban ya cinco abandonos.

Verstappen, sin ritmo

Bajo esas condiciones, extremadamente delicadas, cualquier despiste se pagaba caro. Ni siquiera Piastri pudo librarse, al recibir 10 segundos de penalización por un errático frenazo cuando marcaba el ritmo bajo el safety car. Verstappen también perdió el coche en Copse, despeñándose hasta la décima plaza. Su Red Bull incluso penaba para seguir la estela de Sainz. Hasta la vuelta 36 no pudo deshacerse el tetracampeón del Williams.

Stroll, que había partido decimoséptimo, ocupaba entonces una plaza de podio. Hulkenberg, último en la parrilla porque Franco Colapinto ni siquiera tomó la salida, rodaba cuarto con su Sauber. Tras 15 temporadas en ocho escuderías, el germano quería descorchar por vez primera el champán. Había Mientras la pista se secaba, Hamilton reducía la distancia por detrás de ambos. Mientras la temperatura crecía en los neumáticos, rondaba otra la dichosa pregunta: ¿qué hacer con los neumáticos?

Aston Martin asumió todos los riesgos con Alonso, que montó slicks a falta de 14 vueltas. Demasiado pronto para el asturiano, relegado al farolillo rojo, sin opción ya de recuperar terreno. Mercedes tampoco tenía nada que perder con Russell, víctima de una espeluznante derrapada en Maggots. Por entonces, Sainz echaba humo ante lo que consideraba una "completa imprudencia" de Leclerc por el interior. Algo fuera de sí, el líder de Williams aún sufrió otra salida de pista que le dejaba, por tercera vez en las cuatro últimas carreras, fuera de los puntos.

Victoria terapéutica de Lando Norris y remontada de Fernando Alonso en el Red Bull Ring

Victoria terapéutica de Lando Norris y remontada de Fernando Alonso en el Red Bull Ring

Fue una victoria liberadora y terapéutica para Lando Norris, un piloto acechado por sus fantasmas. Fue otro capítulo en el vibrante mano a mano de McLaren por el Mundial, casi ya una quimera para Max Verstappen. En el Red Bull Ring, Oscar Piastri, líder del campeonato, debió conformarse con la segunda plaza por detrás de su compañero, el piloto más completo del fin de semana, dominante desde el viernes y autor de la pole. El abandono de Mad Max, víctima de una imprudencia de Andrea Kimi Antonelli, despejó otro doblete para los coches papaya, que dejaron la tercera plaza del podio a Charles Leclerc.

Lanzó un suspiro de alivio Norris tras recibir el abrazo de sus mecánicos al bajarse del coche. Había controlado la situación durante 70 vueltas, aunque en la última se vio en apuros ante Fernando Alonso y Gabriel Bortoleto. Un segundo por detrás, acechaba Piastri, a la espera de otro error. Como el de hace 15 días en Montreal. No lo hubo. El asturiano, undécimo en la parrilla y séptimo en la meta, acabó a una vuelta del vencedor. Tal es el dominio de McLaren en este Mundial.

Bien pudo sentirse perjudicado Piastri por la estrategia de su muro, ya que le pararon en la vuelta 21 cuando rodaba a menos de un segundo de la cabeza. Norris exprimió sus ruedas cinco giros más y cuando regresó al asfalto, tras el pit-stop, había ampliado su ventaja hasta 5,5 segundos. Ahí se esfumaron sus opciones. Unos minutos después, cuando el australiano se animó con un movimiento en la curva 4, Tom Stallard le llamó al orden. "No podemos hacerlo otra vez", espetó su ingeniero.

Desastre de Williams

Un minuto antes de la salida, durante la vuelta de formación, el FW47 de Carlos Sainz se quedó encallado con la primera marcha engranada. Había que apurar las opciones de ser remolcado hasta el garaje. Tras varios intentos fallidos, Carlos logró arrancar el coche a duras penas. Dentro del drama que suponía abortar el procedimiento de salida, al menos podría reiniciar la marcha desde el pit-lane. Sin embargo, cuando enfilaba por dicho carril, sus frenos traseros fueron pasto de las llamas. De nada servirían los extintores. Era el tercer abandono del año para Sainz, el primero por motivos mecánicos. Otro motivo más para el desconsuelo entre la gente de James Vowles, que en la vuelta 16 tuvo también que retirar el coche de Alex Albon.

El director de carrera programó una nueva salida para las 15:15 horas. Una demora de imprevisibles consecuencias para los embragues y un desafío para la paciencia de los pilotos. "No te puedo decir la temperatura del asiento. Quizá sea de 200ºC", ironizó por radio Alonso, mientras Russell rogaba por más agua para sus mecánicos. Demasiada espera y tensión como para que a alguno no se le recalentasen las ideas. Charles Leclerc ni siquiera atendió a lo imprescindible, dejándose ganar la plaza en la primera curva. Ya de inicio se había servido el duelo entre los McLaren. Con lo que nadie contaba era con un fiasco tan prematuro para Max Verstappen.

En la subida a la curva 3, escenario de tantas batallas en la última década, el tetracampeón fue embestido por Andrea Kimi Antonelli. "He bloqueado las ruedas traseras", dijo el novato de Mercedes a sus ingenieros. Aún le costó un minuto bajarse del coche, algo trémulo ante la previsible reacción de Max. Sin embargo, tras aflojarse el casco, Verstappen acudió de muy buenos modos, atendió a sus explicaciones y pareció encogerse de hombros, conforme con su destino. Su primer abondono por enganche desde el GP de Italia 2021. La prueba irrefutable de que este año ha perdido el favor de los dioses.

El trono vacante será ocupado en unos meses por un piloto de McLaren. Queda por saber quién. Sin embargo, el colchón de puntos ya es tan amplio que el equipo de Woking puede carta blanca a Norris y Piastri. Que se jueguen el título en cada curva, rueda con rueda si es preciso, sin temor a un doble cero. En el Red Bull Ring, como en Montmeló, Miami o Shanghai, el MCL38 parecía competir en otra categoría respecto a Ferrari y Mercedes.

Con la carrera rota, por detrás sólo quedó la emoción de atender a la pelea entre Esteban Ocon y Pierre Gasly, viejos socios en Alpine, o a la concatenación de desastres de Yuki Tsunoda. Tras sacar de pista a Lance Stroll, el japonés provocó otro trompo con Franco Colapinto, esta vez sí, castigado con 10 segundos. Herido en el orgullo, el argentino se obcecó con el piloto de Red Bull en una refriega que casi se lleva por delante a Piastri cuando el australiano se disponía a doblarlos. La maniobra fue sancionada con cinco segundos.

El DRS con Lawson

En Ferrari bien pudieron darse por satisfechos con la tercera y cuarta plaza, su mejor resultado del año. Hamilton pidió alargar su segundo stint, pero se lo negaron. Leclerc nunca soñó con acercarse a los McLaren, pero su podio, el cuarto del curso, aplacará momentáneamente las borrascas que azotan Maranello. El vacío que deja McLaren tras de sí es tan extenso que Russell, ganador hace dos semanas en Canadá, quedó relegado de nuevo en la irrelevancia. El británico, a medio minuto de Hamilton, debió conformarse con el quinto puesto.

Bastante más enjundia hubo en el pulso entre Liam Lawson y Alonso, los únicos que apostaron por una estrategia a una sola parada. El asturiano, sin ritmo para más, se aferró al alerón trasero del Racing Bulls gracias al DRS. Era el único modo de optimizar las escasas prestaciones de su monoplaza. Desde el muro le reclamaban levantar el pie para cuidar la temperatura del motor. Completó 34 vueltas con los medios y 36 con los duros, gestionando la degradación, controlando el arreón postrero de Bortoleto. Cuando los comisarios ondearon las banderas azules, el doble ganador en Le Mans amagó incluso con desdoblarse ante Norris. Sólo así pudo sujetar al rookie de Sauber, con unas gomas 16 vueltas más frescas.

Mercedes y Verstappen, historia de un cortejo y un trauma

Mercedes y Verstappen, historia de un cortejo y un trauma

El piloto más deseado, el único de la actual parrilla capaz de cambiar la suerte del Mundial 2025, es pretendido por el equipo que más le vilipendió. Se trata de un cortejo contra natura, pero este fin de semana no se habla de otra cosa en el GP de Austria. Mercedes quiere a Max Verstappen para liderar su proyecto de futuro. No sólo debe considerarse una decisión estratégica, sino también un empeño personal de Toto Wolff, team principal de las Flechas de Plata, que parece dispuesto a cualquier cosa para liberarse de un viejo trauma.

Nadie mejor en saberlo que George Russell, actual líder de la escudería de Brackley y flamante ganador del GP de Canadá. "Mercedes pretende volver a la cima y quiere a los mejores pilotos, los mejores mecánicos e ingenieros, así que es normal que las conversaciones con Verstappen estén en curso", dijo el británico el pasado jueves en el Red Bull Ring, confirmando por primera vez, desde el propio seno de Mercedes, las negociaciones con Mad Max.

Verstappen cuenta con un contrato en vigor hasta 2028 y Russell todavía no ha concretado la extensión de su vínculo con Mercedes para 2026. Sin embargo, ninguno de estos factores parece preocupar a Wolff. "Como director de equipo de la mejor marca de coches del mundo es evidente que estás explorando qué hará un tetracampeón en el futuro, aunque eso no nos afecte a la hora de firmar con George", admitió el viernes, con su habitual tono circunspecto. El de quien acostumbra a guardar un as bajo la manga.

El motor de 2026

Desde hace meses, por el paddock circula el rumor de que Mercedes ha fabricado un fabuloso motor para el Mundial 2026. Con el nuevo reglamento en la mano, este hallazgo podría decantar la balanza en favor de las Flechas de Plata. Entretanto, Verstappen mantiene las lógicas dudas sobre el futuro rendimiento de Red Bull Powertrains, los propulsores que por primera vez fabricará, una vez roto su contrato con Honda, la escudería de Milton Keynes.

A Wolff aún le escuece el error cometido a finales de 2014, cuando ofreció a Verstappen la posibilidad de disputar las GP2 Series en lugar de ofrecerle un asiento junto a Lewis Hamilton. Max contaba entonces con 17 años, pero sentía tanta confianza en sí mismo que no quería saber nada de categorías inferiores. De modo que Jos, su padre, optó por la oferta de Red Bull. En el GP de Australia 2015, Max debutó en la F1 con Toro Rosso, el equipo filial. Un hito en la carrera de Helmut Marko, máximo responsable de Red Bull en la captación de talento. A la mínima oportunidad, el veterano asesor aprovecha para recordar quién acertó de lleno.

Una década después, Wolff ha decidido expiar la culpa, aunque para ello deba renunciar a su actual jefe de filas. Por muchos méritos que acumule en la pista, por muchos compromisos verbales adquiridos para su renovación, Russell ya se siente como el principal damnificado. Hay demasiados factores que juegan en su contra.

Antonelli como trasunto

El principal estriba en su pésima relación con Verstappen, con quien ha protagonizado sonoros episodios dentro y fuera del asfalto. Desde la infernal convivencia entre Nico Rosberg y Hamilton, Mercedes siempre ha optado por una política de garaje pacífico. Además, Wolff mantiene intacta la fe en Andrea Kimi Antonelli, su novato de 18 años. El team principal no parece dispuesto a renunciar, después de una sola temporada, a su personalísima apuesta. De hecho hay quien considera al italiano como un trasunto del tetracampeón. El fichaje de un talento que una década antes se le había escurrido entre los dedos.

A finales de 2021, unas semanas después de que Verstappen conquistase su primer título tras una épica batalla con Hamilton, Wolff habló sin tapujos sobre lo sucedido en aquel GP de Abu Dhabi. No sólo lo consideró como uno de los logros deportivos más injustos de la historia, sino que lo equiparó con la Mano de Dios de Diego Maradona en el Mundial de 1986 o el gol fantasma de Geoff Hurst que otorgó el Mundial de 1966 a Inglaterra. Hoy, menos de cinco años después

Norris se da la alegría de una 'pole' en el Red Bull Ring, con malas sensaciones de Alonso y Sainz

Norris se da la alegría de una ‘pole’ en el Red Bull Ring, con malas sensaciones de Alonso y Sainz

Hace un año, Lando Norris se marchó desmoralizado del Red Bull Ring, víctima de un choque con Max Verstappen que provocaba su primer abandono en este circuito. Este sábado, en el mismo escenario, el británico completó una de las mejores vueltas de su vida (1:03.971) para marcar su tecera pole del año. Algo más de medio segundo sobre Charles Leclerc y Oscar Piastri, su compañero en McLaren y líder del Mundial. Ni el propio Lando parecía dar crédito a su ventaja, impropia de un trazado tan corto. Ni a su buena ventura, propiciada por un trompo de Pierre Gasly.

A medio minuto para el final, el líder de Alpine provocó una doble bandera amarilla que obligó a abortar a Piastri y Verstappen. En la curva 10, el francés había completado un doble giro de 360º, regando de grava el asfalto a la entrada de la recta de meta. Mad Max saldrá séptimo en la parrilla, justo por detrás de Liam Lawson, su compañero en Red Bull durante las dos primeras carreras del año. El neozelandés, a bordo de su Racing Bulls, supo arañarle tres milésimas.

Entre los incesantes rumores sobre el futuro de Fred Vasseur, Ferrari firmó su mejor crono de 2025, con la segunda plaza de Leclerc y la cuarta de Lewis Hamilton. El heptacampeón precederá en la salida a George Russell, que venía penando ya desde la Q1. Aún menos propicio resultó el sábado para Fernando Alonso y Carlos Sainz, undécimo y decimonoveno, respectivamente.

La sorpresa de Bortoleto

El clímax de la Q2 se vio enturbiado por una bandera roja que no ralentizó la pista, pero sí enfrío los ánimos. Como hace dos meses en el GP de Japón, un pequeño incendio a la entrada de la recta de meta había obligado a la rápida intervención con extintores. Todo debía jugarse a un intento con los blandos. Alonso, en solitario, debía batirse con los Racing Bulls y los Alpine.

No pudo obrar otro milagro el bicampeón, que cedió su sitio ante Gabriel Bortoleto, quinto, Gasly, sexto y Lawson, noveno. Tres invitados a los que nadie esperaba en esa fiesta. El novato brasileño rodó apenas una centésimas más lento que Verstappen a bordo de un Sauber con el que Nico Hulkenberg había marcado el peor registro en la Q1. Las siete centésimas ante Andrea Kimi Antonelli condenaron al doble ganador en Le Mans.

A falta de cuatro minutos para el final de la Q1, la situación ya se tornó crítica para los españoles. La poderosa irrupción de Isack Hadjar, Bortoleto, Lawson y Gasly, muy rezagados desde la sesión inaugural, obligaba a un máximo esfuerzo. Alonso había tenido que abortar su primer intento, mientras Sainz quedaba a más de cuatro décimas de Alex Albon.

Un Williams "inconducible"

En el Red Bull Ring, la tarea primordial siempre pasa por encontrar el momento idóneo para no toparse con el tráfico. Desde ese momento había que aprovechar cada centímetro de los límites de pista. Sin margen para el error, Alonso mejoró en los tres sectores para calcar el crono de Leclerc. Entre tanta igualdad, Lance Stroll, con un tiempo 13 centésimas más lento que el asturiano, se quedó fuera, tirando al garete las buenas sensaciones mostradas desde el viernes.

También a la desesperada, Sainz se estrelló contra las limitaciones de un Williams que él mismo definió como "inconducible". "Debo de haber sufrido algún tipo de daño", añadió el madrileño, que no pudo meter en vereda su coche, demasiado lento en el segundo sector (29,3). Una eliminación, la tercera consecutiva en la Q1, para confirmar una tendencia preocupante. Carlos venía insistiendo desde el viernes que las sensaciones al volante eran mejores que sus tiempos. A la hora de la verdad fue justo al revés.

Un lío mayúsculo y más de cinco horas de espera para nada: ¿por qué los comisarios no castigaron a Norris ni a Russell?

Un lío mayúsculo y más de cinco horas de espera para nada: ¿por qué los comisarios no castigaron a Norris ni a Russell?

Fernando Alonso había estimado dos horas, pero hubo que esperar más de cinco para que los comisarios ordenasen, al fin, la clasificación definitiva del GP de Canadá. Una pequeña desilusión para el asturiano porque Andrea Kimi Antonelli, Oscar Piastri y Charles Leclerc, que habían cruzado la meta por delante de él, quedaron sin castigo, lo que le impedía mejorar su séptimo puesto en la meta. Todo un alivio, en cambio, para el también investigado Carlos Sainz, que conservó la décima plaza, la última que daba acceso a los puntos.

Entre tanto galimatías legal hubo que destacar también la sanción de cinco segundos a Lando Norris, gran protagonista en Montreal por causar un accidente ante Oscar Piastri a falta de tres vueltas para la meta. El británico, obligado al abandono tras su error, recibió el castigo más leve, pese a que los comisarios le consideraron "único responsable de la colisión". Sin embargo, como a su juicio, la maniobra "no tuvo una consecuencia deportiva inmediata y evidente", desestimaron retrasarle en la parrilla de la próxima carrera, la habitual penalización para quienes cometen una infracción que les condena al abandono. De este modo, los pilotos de McLaren podrán reeditar su duelo en igualdad de condiciones el próximo 29 de junio en el GP de Austria.

La última y más importante decisión de la FIA fue confirmar la victoria de George Russell, desestimando la protesta presentada por Red Bull. El equipo dirigido por Christian Horner alegaba que Russell había frenado errática e innecesariamente detrás del safety car, lo que habría permitido que Max Verstappen le adelantase durante unos momentos. Además, acusaba al ganador de "conducta antideportiva" al quejarse por radio para provocar una investigación contra su gran rival.

Podio a los 18 años y nueve meses

Sin embargo, los comisarios consideraron justificada la acción de Russell para mantener sus neumáticos y frenos en temperatura. A su juicio, la presión de la frenada de Russell fue leve y descartaron que se tratase de una maniobra para forzar un adelantamiento ilegal. De este modo, Mercedes pudo festejar al fin su primera victoria en el Mundial 2025 y el primer podio de Antonelli. A los 18 años, nueve meses y 21 días, el italiano se convirtió en el tercer piloto más joven de la historia en subir al cajón, sólo por detrás de Lance Stroll (GP de Azerbaiyán 2017) y Verstappen (GP de España 2016).

El gozo en el garaje de las Flechas de Plata contrastaba con la decepción en Aston Martin, donde Alonso había confiado en ascender a la cuarta o quinta posición tras las investigaciones de los comisarios. "No es negociable. Si adelantas con banderas amarillas y con tu volante lleno de avisos de safety car, debería haber alguna penalización", había alegado el bicampeón mundial.

En el caso de Sainz, los comisarios admitieron que el madrileño había adelantado "después de la bandera a cuadros, mientras aún se mostraban las señales del safety car". "Aunque los pilotos sabían dónde se había producido el incidente, no podían saber si se estaban enviando equipos de emergencia o comisarios, por lo que debían proceder con precaución", por lo que redujo el castigo a un simple warning.

La grúa se lleva el coche de Norris, tras su accidente en la recta de meta.

La grúa se lleva el coche de Norris, tras su accidente en la recta de meta.AFP

Además de los ya mencionados, Esteban Ocon, Pierre Gasly y Stroll tampoco recibieron ninguna penalización por sus adelantamientos indebidos bajo el safety car.

Todas estas decisiones llevaron la firma de Gerd Ennser, Matthew Selley, Natalie Corsmit, Enrique Bernoldi y Marcel Demers, los comisarios nombrados por la FIA. Un colofón a la altura de este polémico fin de semana, donde el órgano rector apartó el jueves a Dereck Warwick por unos "comentarios no autorizados en los medios de comunicación" a propósito de Verstappen. El ex piloto británico, que logró cuatro podios con Renault en 1984, fue relevado de sus funciones por Bernoldi, que también disputó dos temporadas en el Gran Circo a comienzos de este siglo.