Una maravilla de Yamal obra la remontada ante Francia y conduce a España a la final

Una maravilla de Yamal obra la remontada ante Francia y conduce a España a la final

En una semifinal de Eurocopa, contra el equipo más poderoso del mundo en lo físico, finalista en los dos últimos Mundiales, España salió, vio cómo le metían un gol, se sacudió el polvo de los hombros, silbó, aceleró para marcar dos goles, remontar, y luego decidió que allí, en una semifinal de Eurocopa, con una hora por delante, ya no iba a pasar nada más. Como si fuera su potestad elegir los caminos de los partidos, también los de una semifinal de Eurocopa, como si dispusiera de un mando a distancia para darle al play, y luego al pause, y luego hacia delante, y luego hacia atrás, y luego al stop. España, en una semifinal de Eurocopa, gobernó la noche como le dio la gana, decidió lo que ocurría y lo que no, y agarrada al maravilloso descaro de un niño de 16 años, dueño de un gol estratosférico, le dio la vuelta al tanto francés y echó la persiana. Hasta aquí, dijo. Y hasta ahí. Luis de la Fuente y su muchachada han llevado a España a su quinta final continental, a las puertas de un título impensable hace no mucho, posible, probable, hoy. En una semifinal de Eurocopa, hizo lo que quiso, como quiso y cuando quiso. Esta es España. [Narración y estadísticas (2-1)]

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Una España nacida de la desconfianza, forjada en la ignorancia, cuando no en la mofa, de una parte de la afición, que miraba con displicencia a un grupo de jugadores que permaneció callado, cabizbajo, rumiando, eso sí, algo parecido a una venganza, agarrados todos ahí dentro a la esperanza de darle la vuelta a todo y poner al país a sus pies, un país obligado hoy a reconocer el trabajo y el talento de un grupo humano que, más allá de lo que ocurra en la final, se ha ganado el respeto que hasta ahora no tuvo. Honor para España, finalista de la Eurocopa. Y honor para Lamine Yamal, el niño de 16 años, hijo de inmigrantes, que personifica esta nueva realidad española, tan diferente, tan cambiante, tan rica.

A estas alturas de torneo, los jugadores no entrenan. Ni españoles ni franceses habían hecho nada desde el viernes, cuando obtuvieron el billete a la semifinal. De hecho, se intuía un partido calmo, con los dos midiendo muy bien sus esfuerzos y los del rival. Sin embargo, en este juego de detalles que es el fútbol, y más llegados a este punto del torneo, Francia se puso por delante poco después de que lo hubiera podido hacer España. Fabién envió alto un cabezazo que parecía fácil, pero Kolo Muani sí acertó. No habían pasado ni 10 minutos y Francia estaba por delante casi sin haberse desperezado, y además Jesús Navas con amarilla por frenar una contra con pinta de 2-0.

Como quien se levanta de la siesta

Era la segunda vez que la selección estaba por detrás en el marcador. La otra vez fue contra Georgia. Y claro, Francia no es Georgia. O sí, porque lo que ocurrió desde ese momento es muy difícil de explicar. Cuando encajó, España mantuvo la calma. De hecho, tardó bastante menos en empatar, y no necesitó ni de coraje, ni de empeño, ni de suerte, ni de una jugada maravillosa. Bastó que un crío que acaba de aprobar la ESO cogiera la pelota, levantara la cabeza y pusiese en órbita un disparo maravilloso. Lamine Yamal es un niño, un puñetero niño que juega como un mayor, que levanta la cabeza, que pasa, que centra y que, sí, también regatea, pero que, ante todo, juega al fútbol como los dichosos ángeles.

La parábola de su disparo, inalcanzable en diez vidas de Maignan, catapultó a España, un equipo en trance que, cinco minutos después, se adelantaba porque Dani Olmo hizo un quiebro delicioso a Upamecano cazando el rebote de un centro. Su tiro, que iba a portería, lo desvió Koundé por si acaso, como para asegurarse de que entraba sí o sí. Había remontado España como quien se levanta de la siesta. Aguantó a pie quieto los intentos franceses, que no fueron pocos en la primera parte. El equipo de Deschamps trató de hacer daño a España en dos facetas: los cambios de orientación y las jugadas a balón parado.

Olmo festeja el 2-1 en Múnich.

Olmo festeja el 2-1 en Múnich.AFP

Mbappé, sin máscara, fue menos Mbappé que Dembélé. El ex futbolista del Barça molestó a ratos a Cucurella, y Nico Williams tuvo que ayudar lo suyo ahí. Navas, entretanto, en el duelo que se presumía tan desigual, se mantuvo con bastante más que dignidad hasta su lesión. Al equipo, en algún momento, le costó llegar a la presión porque las piernas están como están, y eso permitía a Francia encontrar alguna vía, sin éxito.

Jugar a que no pase nada

De modo que España, la España donde De la Fuente se limitó a poner a los suplentes de los sancionados y lesionados, ni más ni menos, llegó al descanso por delante y confiada, consciente, más que nunca, de la diferencia física con su rival. Era el momento de no ir al choque. Había que jugar a otra cosa. Había que jugar, por ejemplo, a que no pasara absolutamente nada.

Eso fue lo que hizo España a la vuelta del descanso, buscando trastear con la paciencia, y el físico, del rival, y al rival, claro, cuando le toca proponer, suda tinta. No pasaba nada, ni bueno ni malo, así que Deschamps quitó del campo a Rabiot y a Kanté para meter a Griezmann y a Camavinga. Mbappé ya era delantero centro, porque también se fue Kolo Muani para dar paso a Barcola, que se instaló en la izquierda. Para desgracia de Deschamps, siguió sin pasar nada.

España jugó toda la segunda parte como si fuese el tiempo de descuento. No hizo mucho por atacar, pero como tampoco le hacían daño, fue dejando pasar el tiempo en un ejercicio de madurez algo inquietante. Tanta tranquilidad en una semifinal de una Eurocopa asusta. De la Fuente debió pensar que no fueron tan buenos los cambios contra Alemania, y sí, metió a Merino y Oyarzabal, pero dejó en el campo a Nico y a Lamine por si acaso. Deschamps echó mano de Giroud como quien reclama al Cid, pero allí seguía sin pasar nada. En una semifinal de Eurocopa, hasta España pitó el final del partido.

Lamine Yamal, el Mbappé que viene

Lamine Yamal, el Mbappé que viene

En el país de los enfrentamientos, eso no ha cambiado, un grupo de futbolistas vuelve a sacar a la gente a las calles sin señalarse. Ha pasado poco tiempo desde que otros lo consiguieron, porque 12 años no es nada, pero olvidamos pronto lo bueno para revolcarnos en la ciénaga. Esta selección no se parece a aquella. No imprime estilo, no la dirige un líder moral, no es dependiente del duopolio Madrid-Barça, por mucho que en su mascarón de proa rum

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¿No pasarán? Ya hemos pasao

¿No pasarán? Ya hemos pasao

Incurrió L'Équipe en la temeraria provocación de titular con el "No pasarán" y a España no le quedó más remedio que empecinarse en pasar. Para hacer historia al equipo de Luis de la Fuente solo le faltaba la rabia, la vieja furia española que parece erradicada del fútbol contemporáneo.

Hoy el talento y la táctica se presuponen pero el carácter no se enseña: se demuestra. Aflora en edades tempranas y se aloja en el corazón, no en las piernas. El g

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El largo camino de siete semifinales que gestó el antídoto contra Mbappé: "Me he acordado de cuando ganamos en 2013..."

El largo camino de siete semifinales que gestó el antídoto contra Mbappé: “Me he acordado de cuando ganamos en 2013…”

Luis de la Fuente está tranquilo. Sabe que, pase lo que pase esta noche, no le podrán acusar de nada. España ha sido, hasta la fecha, el mejor equipo de la Eurocopa, y caer con Francia esta noche (21.00 horas), finalista en los dos últimos Mundiales, con el mejor jugador del mundo en sus filas, entra dentro de lo posible. Pero Luis de la Fuente, detrás de esa sonrisa y esos 63 años y esa educación y ese llamar a los periodistas por su nombre y esa amabilidad... detrás de todo eso, en fin, hay un animal competitivo que no da por bueno caer con dignidad en Múnich.

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Por eso estos días, en la tranquilidad el hotel Der Öschberghof, ha estado incidiendo en un mensaje: "Más grupo que nunca". Como proponían D'Artagnan y los Tres Mosqueteros: "¡Uno para todos y todos para uno!". Mejor escrito, y en este caso: "¡Uno contra todos y todos contra uno!" Porque, por mucho que los protagonistas lo nieguen -lo hicieron Deschamps, Rabiot, Rodrigo y el propio De la Fuente-, y al margen de lo difícil que es marcar un gol a los bleus, la semifinal de esta noche es el colectivo español contra la aparición, o no, de un genio. Francia lleva tres goles a favor, dos en propia puerta y uno de penalti, el único que ha marcado Mbappé. España lleva 11, y además repartidos en ocho futbolistas: Morata, Carvajal, Ferran Torres, Rodrigo, Nico, Merino, Fabián (2) y Olmo (2). Lo coral contra lo único, lo colectivo contra una bestia de la naturaleza.

El seleccionador siempre dice que sus jugadores son los mejores, y que su equipo es el mejor. Que eso le deja en posición de competir para ganar. Ganar. La palabra que le obsesiona. De esa competitividad dan fe los datos. En su carrera como seleccionador, desde que llegó a Las Rozas en 2013, ha llegado al penúltimo escalón de todos los grandes eventos en los que ha participado (siete). Comenzó en el Europeo sub'19 de 2013, en Lituania, donde cayó, su primera vez de dos, ante Francia. Luego vendría el sub'19 de Grecia, en 2015. Se enfrentó de nuevo a Francia (la Francia de Coman, Dembélé, Pavard y Thuram, que hoy sobreviven). De España, nueve años después andan por aquí Unai Simón, Merino y Rodri. Cabría contar los Juegos del Mediterráneo en 2018, donde en la semifinal ganó (2-1) a Marruecos.

El seleccionador, Luis de la Fuente.

El seleccionador, Luis de la Fuente.EFE

Subiendo escalones, llegó el Europeo sub'21 de 2019 en Italia. ¡De nuevo Francia! España arrolló (4-1) con Fabián (Balón de Oro del torneo), Unai, Merino, Oyarzabal y Dani Olmo. Dos años más tarde, en el Europeo sub'21 de 2021, De la Fuente contabiliza su segunda semifinal perdida, ante Portugal (0-1), con Zubimendi y Cucurella en aquella plantilla. Luego, los Juegos Olímpicos de ese mismo año, donde se impuso a Japón en la prórroga con Unai, Cucurella, Zubimendi, Merino, Olmo, Oyarzabal y Pedri. A Fabián y a Ferran no les dejaron sus equipos, Nápoles y City respectivamente.

Por último, la Liga de Naciones del año pasado, 2-1 ante Italia, con 14 jugadores que repiten en esta Eurocopa: Unai, Raya, Carvajal, Laporte, Le Normand, Navas, Rodrigo, Fabián, Zubimendi, Merino, Morata, Olmo, Joselu y Nico Williams. Como se puede observar, ha ido horneando en estos nueve años la base del grupo que está hoy aquí.

"Es mérito de la calidad humana y deportiva de los jugadores. Lo que pasa que yo les conozco mucho. Yo elijo a estos porque sé que no me van a fallar. Estoy orgulloso de este grupo de jugadores que quieren siempre competir por ser un poco mejores", decía De la Fuente en Stuttgart, tras eliminar a Alemania. "Me ha dado una alegría extra", insistió, porque "me he acordado de cuando ganamos el europeo en Grecia con Merino, Unai... Luego el europeo sub'21 con Fabián, Dani Olmo... es un orgullo, llevamos casi 10 años juntos. No fallan, quieren seguir ganando y eso nos hace muy competitivos", cerró.

Dani Olmo y Cucurella, en el entrenamiento.

Dani Olmo y Cucurella, en el entrenamiento.EFE

"Es el mismo de siempre, lo más importante es el ambiente que crea en el grupo. Él ha conseguido que tengamos una conexión muy especial", explica Cucurella, uno de sus fetiches. De la Fuente acude casi todos los días a entrenar en bicicleta, atendió a las radios, a todas las nacionales, el domingo por la tarde, como era costumbre hasta Del Bosque. Así las cosas, el mensaje, desde la experiencia de jugar siempre semifinales, desde la consciencia de que la baja de Carvajal es importantísima, ha sido el mismo: "Ahora, más que nunca, tenemos que ser una familia". Porque eso, la unión, el grupo, el colectivo, lo de todos, es lo mejor que puede oponer España a la presencia de una estrella en el otro lado.

Kylian Mbappé no está en su prime, como dicen los chavales. Pero es el mejor jugador del mundo. Con máscara o sin ella. No ha lucido todavía en el torneo, y es difícil que un tipo como él se vaya sin, al menos, un buen partido. Ahí estará Jesús Navas, con sus 38 años, como primer dique de contención cuando caiga por su lado. "Tenemos toda la confianza en él", dijo ayer De la Fuente, que no hará experimentos porque nunca los hizo en las otras siete semifinales que dirigió: cinco victorias y dos derrotas. Hoy toca otra.

De la Fuente: “Estamos bien aquí, pero tenemos un problema: queremos más”

Actualizado Lunes, 8 julio 2024 - 20:34

Llegados a este punto, en las puertas de, ni más ni menos, unas semifinales de Eurocopa, a España le sale todo, incluso la puntualidad. A las 19.45 de este lunes apareció Luis de la Fuente en la sala de prensa del Allianz Arena, un estadio brutal, probablemente el que más de esta Eurocopa. El seleccionador está tranquilo, igual que Rodrigo, que habló tras él. España lo tiene claro. Han llegado aquí, pero no basta.

"Pase lo que pase mañana, estaré feliz, porque he visto un crecimiento exponencial del equipo. Estamos bien aquí, en semifinales, pero tenemos un problema: queremos más. Y no nos vamos a conformar. Queremos jugar la final", pronunció, en un discurso ambicioso, lejos del conformismo. Lejísimos, de hecho. "Todos tratamos de plantear partidos para ganar. El espectáculo tiene que ver más con una idea, con un modelo, y el nuestro se acerca al espectáculo si lo hacemos bien. Somos un equipo muy vistoso, pero aquí se trata de ganar".

De la Fuente definió a Mbappé como "un genio", "alguien que no necesita aparecer en el partido para solventarlo en dos acciones", alguien que "con un 50% de su nivel puede dar el 100% de cualquier otro", pero insistió en los suyos. Es más, ¿quién es mejor, Mbappé o Nico Williams?. "Para mí, mis jugadores son siempre los mejores. Me quedo con Nico".

El "injusto tratamiento" a Morata

Dijo Deschamps que, si alguien se aburría viendo a Francia, que lo tenía muy fácil: podía cambiar de canal, y le fueron con el cuento a De la Fuente. "Cada uno se aburre o se divierte con lo que quiere y yo con el fútbol siempre me divierto", zanjó, antes de hablar alto y claro sobre Morata. "Es totalmente injusto el tratamiento que se le dispensa a una estrella, un referente como Álvaro. Es un referente para nosotros".

Por su parte, Rodri dijo que no se fía un pelo del estado físico de Mbappé y mostró la misma ambición que su entrenador. "La generación dorada de España lo es hoy, pero en su día, cuando empezaron, tuvieron que hacer su camino, y en eso estamos nosotros también. Ellos abrieron el camino para ser campeones". "No vamos con miedo, vamos con la seguridad de lo que estamos haciendo, de que podemos ganar a cualquiera", finalizó el mediocentro del City.

Una España para unirnos (un rato) a todos: lo que va de Lamine y Nico Williams a Carvajal y De la Fuente

Una España para unirnos (un rato) a todos: lo que va de Lamine y Nico Williams a Carvajal y De la Fuente

La selección ha sido históricamente un foco de discrepancia nacional, algo con lo que enfadarse y discutir cuando la verdadera pasión del futbolero español, los clubes, dejaba un vacío que no se puede llenar sólo con la vaquilla del Grand Prix y tintos de verano. Incluso en la época gloriosa nos peleábamos. En 2008, el madridismo no perdonaba a Luis Aragonés que hubiera jubilado a Raúl; en 2010, el antimadridismo no perdonaba a Del Bosque que hub

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Nico y Lamine no se quieren ir a la cama

Nico y Lamine no se quieren ir a la cama

Todavía no había arrancado la Eurocopa, y Joselu ya estaba adelantando en una entrevista en La Sexta, todo lo que iba a ocurrir. A la inocente pregunta de qué jugador llegaba siempre tarde, Joselu respondió que Nico y Lamine. Y a la de quién era el más empanado, respondió también que Nico y Lamine. Algo que se estaba gestando en la concentración de la selección española que amenazaba con asaltar el campeonato. Algo que no se entrena, que no se puede predecir al hacer la convocatoria, y que tampoco te va a resolver un software de inteligencia artificial.

Ahí el trabajo de Luis de la Fuente no di

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No hagan caso a los periodistas: Georgia no es una amenaza para España y no todo es una gesta

No hagan caso a los periodistas: Georgia no es una amenaza para España y no todo es una gesta

Habitualmente, no consumo apenas periodismo deportivo porque bastante tengo con soportarme a mí mismo, pero en Eurocopas y Mundiales hago una excepción. No hay mucha más actividad, me invade el espíritu patriótico (o el italiano, cada uno con sus taras) y me encanta disfrutar del fútbol de un modo mucho más relajado que el estresante día a día de ser de un equipo. Durante un mes cada dos años soy un hincha sin responsabilidades ni filtros, así que llevo 72 horas leyendo y escuchando que Georgia es peligrosa para España.

Georgia.

En serio, Georgia.

Llevamos años luchando para aprender a escribir K

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Joselu, tras su adiós al Real Madrid: “No sólo pienso en el dinero”

Actualizado Viernes, 28 junio 2024 - 22:54

La entrevista se retrasa un día, y dentro de ese día unas horas, porque quiere asegurarse de que todo está OK. Joselu Mato (Stuttgart, 34 años) se marcha a un equipo de Qatar, el Al-Gharafa y, al igual que Nacho, se ha pasado los últimos días pendiente del teléfono. El Espanyol quería sacar más dinero de su marcha, así que el Madrid le ha echado una mano: compró sus derechos por 1,5 millones al club catalán y se lo ha vendido, por lo mismo, a los qataríes. El Madrid le ha sacado de la cárcel, como quien dice. Superado todo, firmado todo, se sienta con EL MUNDO a hablar de ello.

Bueno, que se va a Qatar.
Creo que era el momento. Voy a una liga muy competitiva, era el momento de dar el salto. He cumplido el sueño de jugar y ganar títulos con el club de mi vida y el momento era ahora. Es una decisión muy pensada con mi familia, no es fácil irse del Madrid, pero creo que tiene gente joven y un proyecto muy bueno. Era el momento y la oportunidad de ir allí.
Pero entiendo que no es sólo por la experiencia, ¿no?
Yo he tenido muchas experiencias en mi vida y me voy porque considero que Qatar es una liga muy competitiva, con jugadores bastante importantes. Está creciendo mucho. Está claro que es una decisión muy pensada con mi familia, con mi mujer, con mi agente... La opción de que yo me quedase en el Madrid no es de ahora, por mucho que digan los medios que ahora ha ejercido la opción de compra. Yo sabía del interés del Madrid desde hace tiempo. Estoy contento con la decisión.
¿Me quiere decir que el dinero no tiene nada que ver?
Me considero un jugador muy competitivo y no sólo pienso en el dinero. Está claro que lo que me gusta es seguir jugando, vivir esa experiencia en esa Liga. Considero que es una oportunidad muy buena, y ¿por qué no irme? Es una decisión muy pensada.
Parece que les da miedo decir: 'es quizá mi último contrato y tengo derecho a mirar por el futuro mío y de mi familia'. Es algo normal.
También hablamos de que me ofrecen tres años de contrato, y eso en Europa, con la edad que tengo, es imposible. Yo tampoco quería irme a ningún club que pudiese competir con el Madrid, porque me lo ha dado todo en este último tramo de mi carrera. Quería ser lo más leal posible al Madrid. A mí me sigue gustando el fútbol, me gusta competir. Sé que me voy a un país donde la calidad de vida para mi familia y mis hijos es buenísima.
¿Sabe que aquello es completamente diferente a lo que conoce? Mucho más duro en según qué cosas...
He tenido la suerte de jugar en Alemania, en Inglaterra y en España. Este es otro sitio más, porque tengo amigos allí jugando y la adaptación va a ser fácil.

"Le dije a mi representante que no me dijera nada hasta que hubiera algo concreto"

La cerveza está por las nubes... 10 euros un tercio, y en pocos sitios.
No bebo alcohol en todo el año.
Hablará un porrón de idiomas, ¿se va a atrever con el árabe?
Ahora mismo no. Manejo inglés, un poco de alemán... Creo que es importante para viajar, pero allí todo el mundo habla inglés, así que no hay problema.
Usted, como Nacho, también ha estado pendiente del móvil, documentos, etc... ¿eso le ha descentrado?
Ahí están los entrenos y los partidos, hemos estado mentalizados siempre. Habrá otros que estén en esta misma situación y que lo resuelvan después de la Eurocopa. Yo le dije a mi representante que no me dijera nada hasta que hubiera algo concreto, definitivo, porque lo importante ahora es la selección.
Una maldad. Entonces, ¿cuando les preguntamos por alguna cosa y dicen: 'estoy centrado sólo en el partido' nos vacilan no?
Claro, pero porque vosotros también preguntáis cosas que no hay que preguntar [lo dice a carcajadas].
Tiene pinta de que se ríen bastante de los periodistas.
Hombre, cuando nos rajáis ganando tres de tres, la verdad es que sí.
Joselu, en la concentración de Donaueschingen.

Joselu, en la concentración de Donaueschingen.PABLO GARCÍA | RFEF

¿Quién les ha rajado?
Bueno, en general.
Si llegan a cuartos, el partido será en Stuttgart, la ciudad donde nació. ¿Tiene algún recuerdo de la ciudad?
¡Qué va! Yo me volví a España con tres años. Cuando estuve jugando aquí, en Alemania, mi familia me llevó a la ciudad, me enseñaron todos los sitios donde vivimos, pero no recordaba nada.
Ha hecho 18 goles, pero claro, en el Madrid los marca cualquiera.
Bueno, hay otros que han pasado por ahí y no los han hecho. Todo tiene su complejidad, porque claro que estás rodeado de los mejores, pero no es fácil. Estamos hablando de unas cifras muy buenas, he intentado contribuir y estoy feliz sobre todo porque han valido para ganar títulos, que es lo que el Madrid exige.
Dígame la verdad, ¿cree que la vida le permitirá otra noche como la del Bayern?
Ojalá, y ojalá sea aquí, en esta Eurocopa. Al final, estamos viviendo un sueño por estar aquí, creo que estamos haciendo una Eurocopa buena, y ahora viene lo mejor.
Lo digo porque aquí, casi cada vez que sale, marca.
Para eso estamos. Lo bueno de esta plantilla es que tiene muchos recursos y hay que plasmarlos en el campo. Ahora vienen partidos más complicados, a vida o muerte, que si pierdes te vas para casa, entonces, habrá equipos que intentarán cerrarse atrás para que no juguemos y debemos tener alternativas. Tenemos la mejor plantilla de la Eurocopa.
¿Qué balance hace de su año en el Real Madrid?
Muy positivo. Ha sido todo muy bonito y ha acabado de la mejor manera. Me pongo una nota bastante alta, porque no es fácil, viniendo de la situación en la que venía, rendir así, y sobre todo culminrlo con títulos.

"No hay malas caras ni reproches en ningún entrenamiento"

¿Podemos decir que el Madrid le ha evitado una nueva pelea con el Espanyol?
No es que haya evitado conflictos o no. Hay muchas cosas que han pasado y que la gente no conoce. El Madrid es un club señor, de los pies a la cabeza, y así me lo ha demostrado.
¿Qué pasó allí? ¿Por qué todo está tan mal con el Espanyol?
Yo te puedo decir que le tengo mucho cariño a casi todos los trabajadores del club. Hablé con muchos jugadores en privado cuando ascendieron. Pero han sucedido cosas en el verano que no son como se ha dicho en la prensa. Y ahora, cuando he hecho una temporada como la que he hecho, suenan las flautas que han estado calladas toda la temporada.
Joselu, con sus hijos, en Düsseldorf.

Joselu, con sus hijos, en Düsseldorf.PABLO GARCÍA | EFE

¿Pronunciaría el once de Georgia?
Pronunciarlo no, claro. Pero conozco a los jugadores, porque nos ha tocado en la clasificación. Es un equipo peligroso, que mete el bloque abajo y tiene jugadores rápidos. No va a ser como en la fase de clasificación.
¿De qué depende ganar la Euro?
El otro día lo hablaba con el míster. El día a día que estamos viviendo nosotros es lo más importante. El buen ambiente, la sinceridad... No hay malas caras ni reproches en ningún entrenamiento.
La última. Está en el ambiente un debate de si estamos orgullosos de ser españoles o no. ¿Usted lo está?
Yo no tengo ningún problema en decirlo. Soy español, soy gallego y amo a mi país. Represento a mi país en la Eurocopa y mi mayor deseo es que mi país gane la Eurocopa. Hay que darle mucho más valor.
Ojo con el cántaro de Luis de la Fuente

Ojo con el cántaro de Luis de la Fuente

Comparto la satisfacción, pero no la euforia. Que España pase a octavos de final de una Eurocopa como primera de grupo es una obligación, y cumplir con las obligaciones puede hacer feliz a un funcionario prusiano pero no alcanza para cincelar la jeta de Luis de la Fuente en el risco de La Pedriza. Por eso y porque este seleccionador me cae simpático no me gustó verlo despeñarse por la autocomplacencia tras el unocerismo a Albania: "Tiene mucho mérito lo que estamos haciendo. Nunca ha pasado en la historia de Eurocopas o Mundiales eso de ganar y dejar la portería a cero".

Hombre, don Luis. Le me

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