Bacanal anotadora de Antetokounmpo y Wembanyama en una noche en la que el eterno LeBron sigue asombrando a la NBA

Bacanal anotadora de Antetokounmpo y Wembanyama en una noche en la que el eterno LeBron sigue asombrando a la NBA

Abanderan el nuevo baloncesto, ese que combina altura, movilidad, fuerza y clase. Antetokounmpo y Wembanyama son dos de esos nuevos 'monstruos' que dominan casi todas las facetas del juego y que noche tras noche deslumbran con sus números. Esta madrugada, el titán griego de los Bucks ha anotado 59 puntos y el 'alíen' francés se ha ido a los 50. Actuaciones memorables que se enmarcan en una NBA en la que ha empezado una nueva era.

Pero no todo es nuevo, ahí sigue LeBron. Eterno e incombustible, ha logrado su tercer triple-doble consecutivo en una jornada apasionante de NBA en la que los Cleveland Cavaliers extendieron su racha inicial a 13-0.

LAKERS 128 - GRIZZLIES 123

Tres triples-dobles seguidos lleva un LeBron inmune al paso del tiempo y que, a mes y medio de cumplir 40 años, consiguió 35 puntos (13 de 22 en tiros, 4 de 7 en triples), 12 rebotes y 14 asistencias para unos Lakers (7-4) muy potentes en casa y que no empezaban con un 6-0 en Los Ángeles desde la temporada 2010-2011.

Anthony Davis tuvo problemas de faltas pero sumó 21 puntos y 14 rebotes. El novato Dalton Knecht sobresalió en la segunda unidad con 19 puntos y un perfecto 5 de 5 en triples.

En los Grizzlies (7-5), que no contaron con Ja Morant y Desmond Bane, Jaren Jackson Jr. tomó la palabra con 29 puntos y 7 rebotes y el español Santi Aldama logró 15 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias y 3 robos.

BUCKS 127 - PISTONS 120

Con una titánica actuación de 59 puntos, Antetokounmpo lideró el triunfo en la prórroga de unos Bucks (4-8) que disfrutaron de la segunda mayor anotación en la NBA del gigante griego.

Antetokounmpo selló además la anotación más alta en la NBA en lo que va de curso y terminó con 21 de 34 en tiros de campo (61,8 %), 1 de 2 en triples y un casi perfecto 16 de 17 desde la línea de personal. Además, bordeó el triple-doble con 14 rebotes, 7 asistencias, 2 robos y 3 tapones frente a 3 pérdidas de balón.

Por su parte, Cade Cunningham (35 puntos, 7 rebotes y 11 asistencias) encabezó a unos Pistons (5-8) que tuvieron el triunfo al alcance de la mano pero en los que, con el marcador empatado y solo un segundo por delante, el novato Ron Holland falló dos tiros libres seguidos.

SPURS 139 - WIZARDS 130

Wembanyama una obra maestra de 50 puntos en 32 minutos que supone la máxima anotación en la NBA para el prodigio francés, que se lució con un 18 de 29 en tiros de campo (62,1%), un impactante 8 de 16 en triples y un 6 de 9 desde la línea de personal. Además, 'Wemby' consiguió 6 rebotes, 2 asistencias, un robo y 3 tapones y solo perdió un balón.

Su máxima anotación hasta ahora era un partido de 40 puntos que logró, prórroga mediante, ante los New York Knicks en la temporada pasada. Los Spurs (6-6) han ganado tres de sus últimos cuatro partidos.

Por los Wizards (2-8), Jordan Poole fue el más destacado con 42 puntos (15 de 22 en tiros, 6 de 9 en triples) y 6 asistencias.

SIXERS 106 - CAVALIERS 114

13 victorias en 13 partidos. Ese es el apabullante balance de los Cavaliers, el único equipo que sigue invicto y que ya es el sexto mejor inicio de la historia de la NBA. Por delante solo tienen el 24-0 de los Golden State Warriors (2015-2016), el 15-0 de los Houston Rockets (1993-1994) y los Washington Capitols (1948-1949), y el 14-0 de los Dallas Mavericks (2002-2003) y los Boston Celtics (1957-1958).

Perfectamente engrasados bajo la batuta de Kenny Atkinson, los Cavaliers sufrieron ante unos Sixers sin Joel Embiid ni Paul George pero lograron su decimotercer triunfo gracias a 11 puntos en el desenlace de Donovan Mitchell, que acabó rozando el triple-doble con 23 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias

En unos Sixers hundidos con un balance de 2-9 destacó el novato Jared McCain con 34 puntos, 6 de 13 en triples y 10 asistencias.

NETS 114 - CELTICS 139

Jayson Tatum (36 puntos, 8 rebotes y 10 asistencias) tomó las riendas de unos Celtics (10-3) que golpearon en la segunda mitad (54-74) a los Nets (5-7) que entrena el español Jordi Fernández.

Además, Jaylen Brown aportó 24 puntos y 12 rebotes y Payton Pritchard brilló en la segunda unidad con 23 puntos, 6 rebotes y 8 asistencias.

En Brooklyn, que la semana pasada exprimieron a los Celtics hasta perder en la prórroga, los mejores fueron Ziaire Williams (23 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias), Cam Thomas (17 puntos) y Dennis Schroder (16 puntos).

KNICKS 123 - BULLS 124

Muy irregulares en lo que va de temporada, los Knicks (5-6) desperdiciaron 46 puntos del dominicano Karl-Anthony Towns y perdieron frente a los Chicago Bulls (5-7) en un desenlace apretado en el que Josh Hart le dio tres tiros libres a Coby White y Jalen Brunson falló por milímetros el tiro ganador sobre la bocina.

Fichaje estrella de los Knicks para esta temporada, Towns brilló con un 18 de 30 en tiros de campo, un 6 de 12 en triples y un 4 de 8 desde la línea de personal. También logró 10 rebotes, 3 asistencias y 3 robos pero perdió 4 balones.

Zach LaVine (31 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias), White (22 puntos) y Nikola Vucevic (19 puntos y 11 rebotes) destacaron en Chicago.

En el resto de encuentros, los Orlando Magic encadenaron su cuarto triunfo seguido doblegando a los Indiana Pacers (94-90), los Oklahoma City Thunder se aprovecharon de los mermados New Orleans Pelicans (106-88), los Houston Rockets ganaron su quinto partido de los últimos seis superando a Los Angeles Clippers (111-103), los Sacramento Kings derrotaron a los Phoenix Suns (127-104) y los Portland Trail Blazers sorprendieron por segunda noche seguida a los Minnesota Timberwolves (106-98).

LeBron cumple su sueño, juega con su hijo Bronny y ya son historia de la NBA

LeBron cumple su sueño, juega con su hijo Bronny y ya son historia de la NBA

Actualizado Miércoles, 23 octubre 2024 - 07:31

Y LeBron cumplió su sueño. Padre e hijo disputando un partido oficial de la NBA. Los Angeles Lakers arrancaron este martes la temporada 2024-2025 con pleno de sonrisas: un sólido triunfo ante los Minnesota Timberwolves por 110-103, la primera victoria para JJ Redick como entrenador y el logro histórico de LeBron James y Bronny como el primer dúo padre-hijo en la NBA, informa Efe.

De 39 y 20 años, respectivamente, LeBron (titular) y Bronny (suplente) protagonizaron una imagen memorable cuando entraron juntos a la cancha con 4.00 en el segundo cuarto para convertirse en el primer padre e hijo que juegan juntos en la mejor liga de baloncesto del planeta.

Entre el público estaba su familia, con Savannah James (esposa y madre) al frente, y también Ken Griffey Sr. y Ken Griffey Jr., padre e hijo que lograron un hito similar pero en su caso en la MLB y en 1990 con los Seattle Mariners.

LeBron, máximo anotador de la historia de la NBA y dueño de incontables récords, añadió esta noche otro más a su colección al iniciar su temporada número 22 en la liga, algo que hasta ahora solo había alcanzado Vince Carter.

Al margen de los James y de Redick, la gran estrella de la noche fue Anthony Davis, soberbio en ataque y defensa y que acabó con 36 puntos (11 de 23 en tiros), 16 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones.

Rui Hachimura también brilló en los Lakers con 18 puntos y 5 rebotes mientras que LeBron aportó 16 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias. En Minesota, Anthony Edwards fue el faro con 27 puntos (10 de 25), 6 rebotes y 3 asistencias.

Los Lakers masacraron a los Wolves en la pintura (72 por 40 puntos) pero fueron un desastre en el triple (5 de 30, 16,7 %). No obstante, los californianos se beneficiaron de las 16 pérdidas de balón de sus rivales.

Davis resuelve

Ya sin el dominicano Karl-Anthony Towns, estos Wolves que han entregado definitivamente las llaves de la franquicia a Edwards saltaron a la pista con Julius Randle como titular y Donte DiVincenzo como suplente.

Por los Lakers, sin apenas cambios este verano para competir en un Oeste cada vez más exigente, Redick apostó de inicio por su quinteto más ofensivo: D'Angelo Russell, Austin Reaves, Hachimura, LeBron y Davis.

Hachimura empezó con muchas ganas, LeBron presumió de poderío en varias jugadas impropias de alguien que en diciembre cumplirá 40 años y Davis plantó muy rápido su bandera en la zona.

La ofensiva de los Wolves no fue precisamente un prodigio de fluidez con 6 pérdidas de balón solo en el primer cuarto. Pero entre los 8 puntos de Edwards y que los Lakers no ajustaron el punto de mira (8 de 26 en tiros y 2 de 11 en triples), los de Minesota cerraron el primer capítulo por delante (22-23).

Los de Chris Finch, finalistas el año pasado en el Oeste, destacaron el curso anterior por ser un equipo muy físico, rocoso y agobiante.

Nada de eso se dejó ver en el segundo cuarto, donde los Wolves se vieron totalmente sobrepasados por unos Lakers mucho más enchufados en la lucha por el rebote y que explotaron de maravilla las 11 pérdidas de los visitantes al descanso.

Así, los Lakers llegaron a tener un +19 tras un tramo fantástico de siete minutos y medio en el que borraron de la cancha a Minnesota con un parcial de 29-9.

Además del momento histórico de LeBron y Bronny, los fans locales disfrutaron en ese periodo del novato Dalton Knecht, un especialista en el tiro, que metió sus dos primeros lanzamientos y que se postula como pieza fundamental de la segunda unidad de los Lakers.

La defensa también funcionó a buen nivel y los de Redick se fueron al vestuario con un 55-42 y el partido bajo control pese a su nulo acierto desde el triple (3 de 19). Davis (12 puntos) y Hachimura (11) lideraron a los Lakers y Edwards (14) fue lo único salvable de unos tristes Wolves.

Davis se echó definitivamente al equipo a la espalda en el tercer cuarto con 13 puntos, pero los Lakers no lograron romper el encuentro.

Al contrario, los Wolves subieron un par de puntos su intensidad, explotaron la persistente flaqueza de los Lakers en el triple y desplegaron un ataque más coral (con 8 puntos de DiVincenzo en ese periodo) para desembarcar en el desenlace con sus opciones intactas (82-74).

A solo 4 puntos se colocaron los Wolves tras un parcial de 3-12 entre el final del tercer capítulo y el comienzo del último (85-81 con 10:38 para el final). Pero Davis volvió a tirar del carro, se impuso en el cara a cara a Edwards y los Lakers sellaron su primer triunfo en la jornada inaugural de la NBA desde 2016.

El fenómeno Doncic: así se ha disparado la audiencia en España de la NBA

El fenómeno Doncic: así se ha disparado la audiencia en España de la NBA

Tras un verano de no demasiados vuelcos en el mercado y con uno de los drafts menos entusiastas de los últimos tiempos, la temporada NBA pone sus focos y sus incógnitas en los rescoldos del curso anterior, en si lo de los Celtics campeones es una era que arranca, en si los Nuggets de Jokic serán capaces de resurgir, si Wembanyama está ya listo para llevar a un nivel superior a los Spurs o, evidentemente, si será la última temporada de LeBron James y en qué dará de sí el experimento de jugar junto a su hijo Bronny (y con su colega JJ Redick en el banquillo de los Lakers).

Para saber más

Aunque el más poderoso de los desafíos sin duda es el que atañe a Luka Doncic y no sólo por su inaplazable candidatura al anillo tras el fogonazo de los Mavericks en el tramo final del pasado curso que les llevó hasta las mismísimas Finales. La continuación de aquella química y la ilusionante adquisición de Klay Thompson, el inseparable compinche de Steph Curry en los históricos Warriors, elevan la presión y las expectativas en el colectivo de Jason Kidd a una NBA que ha visto cómo se disparaba su interés global gracias a su estrella.

Ayer mismo se hicieron públicos unos datos demoledores. Impulsada por los partidos de Dallas, la audiencia promedio de televisión de los partidos de los Playoffs 2024 emitidos en horario estelar en España aumentó un 44% el año pasado. El debut de Luka en las Finales tuvo un aumento del 61% en comparación con el año anterior. Y el ex del Real Madrid fue el cuarto jugador de la NBA más visto globalmente en redes sociales durante la temporada regular, con más de 1.200 millones de visualizaciones (solo por detrás de LeBron, Curry y Wembanyama). Además, los Mavericks fueron el equipo más visto en las redes sociales de la NBA durante los Playoffs y el segundo equipo en la plataforma League Pass la temporada pasada, con un aumento del 22% en su audiencia.

A Doncic, camino de los 26 años y en la que será su séptima temporada en la NBA, le persiguen las sospechas de su permanente enfrentamiento con los árbitros y de su aparente sobrepeso. De lo que no hay ninguna duda es en su rendimiento deportivo, hasta el punto de que ya a nadie le extrañaría que acabara el curso promediando un triple-doble (firmó 33,9 puntos, 9,8 asistencias y 9,2 rebotes), algo que sólo han conseguido Russell Westbrook y Oscar Robertson. Eso, sin duda, elevaría su candidatura al MVP, otro reto pendiente. Tampoco nadie recela ya de su capacidad de liderazgo, de involucrar a sus compañeros.

Doncic, durante las pasadas Finales de la NBA contra los Celtics.

Doncic, durante las pasadas Finales de la NBA contra los Celtics.Julio Cortez

Lo logró con Kyrie Irving y parece que no le va a ser difícil conseguirlo con Klay, el cuarto jugador que más triples ha encestado en la historia de la NBA (2.982). Con esos dos veteranos talentos a su vera, se amplían las amenazas ofensivas de los Mavericks. Un equipo que ya demostró su salto defensivo tras los traspasos de mitad de temporada. Con la llegada de Daniel Gafford y PJ Washington, no sólo ganó 16 de los últimos 20 partidos de la temporada regular (además de las tres primeras eliminatorias de playoffs, pasando por encima de Clippers, Thunder y Wolves), también pasó a ser una de las mejores zagas de la competición.

"Una de las principales razones por las que vine aquí es la oportunidad de jugar junto a Doncic. Hay 82 partidos de temporada regular para que desarrollemos química. Pero para ser honesto, creo que es un jugador tan bueno que no necesitará mucho tiempo para eso", admite Klay, en busca de nuevos desafíos y de una versión similar a la anterior a sus graves lesiones: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda y del tendón de Aquiles de la pierna derecha de forma consecutiva.

Doncic, que es duda para el inicio del curso por una contusión en el muslo izquierdo, ha tenido un verano como casi siempre movido. Pero tras no lograr el billete para París en el Preolímpico disputado en Atenas, ha podido descansar casi tres meses. "Todos hablarán de lo que hicimos el año pasado, pero esa temporada ya terminó. Este es un nuevo capítulo en el viaje de este grupo y tenemos que generar química. Internamente, la paciencia siempre ha estado ahí. Eso es lo único en lo que podemos apoyarnos. No tenemos prisa. Entendemos que va a llevar tiempo. Llegará un momento en que, si perdemos un partido, seguiremos trabajando por nuestro objetivo, que es ganar un campeonato", ha admitido un Kidd que aún no ha podido probar a su Big Three en pretemporada.

Bronny James, el 'capricho' de LeBron, entre las expectativas y la presión: "Esto es como Matrix"

Bronny James, el ‘capricho’ de LeBron, entre las expectativas y la presión: “Esto es como Matrix”

Cuando Bronny James nació en Akron (Ohio), la misma ciudad que su padre, LeBron, que apenas tenía 19 años -y su madre, Savannah Brinson, 18-, ya acaparaba todos los focos: unos meses antes había sido nombrado rookie del año en la NBA y también le habían birlado en Atenas el oro olímpico con el USA Team. Exactamente dos décadas después, padre e hijo jugarán juntos en los Lakers. Algo tan insólito en el deporte profesional que parece responder más al guion de una película. Hasta el propio LeBron reconoció tras el primer duelo de pretemporada en el que coincidieron en cancha, hace unos días, que era «como Matrix».

La llegada del primogénito de LeBron (su hermano Bryce tiene tres años menos) a la NBA está rodeada de tanta expectación como recelo. Bronny acapara el protagonismo mediático y las conversaciones a unos días de que arranque la 22ª temporada de su padre (iguala el récord de longevidad de Vince Carter). La foto de ambos juntos en la cancha ya se dio esta semana en un duelo de pretemporada contra los Suns y, cuando el próximo día 23 en el Staples contra los Wolves ocurra en partido oficial, se convertirán en la cuarta pareja padre e hijo que juegue para el mismo equipo a la vez en las grandes ligas estadounidenses (hay dos precedentes en beisbol y uno en hockey). En fútbol se dio otro exótico episodio entre Rivaldo y Rivaldinho en el Mogi Mirim en 2014.

De fondo, la polémica. Porque desde hace tiempo jugar junto a Bronny ha sido el deseo admitido sin rubor por LeBron, que renovó (más de 50 millones de dólares esta temporada) después de que los Lakers eligieran a Bronny en el puesto 55 (de 58) de uno de los drafts más flojos que se recuerdan, pese a su mediocre año en la Universidad de Sur California (4,8 puntos, 2,8 rebotes...). Y su debut en las ligas de verano tampoco desató la alegría: falló sus 15 primeros triples. Pese a ello, la franquicia angelina le firmó un contrato garantizado por ocho millones por los cuatro primeros años. Detrás del entramado, el agente de ambos, Rich Paul.

Mínimo impacto

«Sin duda, la presión es mayor. Ya lo he visto en las redes sociales y en internet, hablando de que tal vez no merezca una oportunidad. Pero he tenido que lidiar con cosas así toda mi vida. Esto es más fuerte, sin duda, pero puedo superarlo», ha confesado el escolta, mucho más bajito que su padre (1,90) y que hace un año tuvo que superar un problema cardíaco tras caerse desplomado en un entrenamiento.

En la habitual encuesta de principio de curso con los general managers, a ninguno se le ocurre mencionar a Bronny entre los candidatos a rookie del año (el favorito es Zach Edey, de los Grizzlies), porque todos asumen que, más allá de lo mediático, el impacto deportivo del hijo de LeBron será mínimo en unos Lakers realmente necesitados y cuyo único movimiento en el mercado de entidad ha sido la llegada al banquillo del debutante JJ Redick.

Bronny James (9), derecha y LeBron.

Bronny James (9), derecha y LeBron.William LiangAP

«Es un jugador con una gran mentalidad defensiva. Actúa muy bien en los bloqueos y es rápido de manos. Está en pleno proceso de aprendizaje, es un rookie, así que habrá que tener paciencia, pero me gusta lo que he visto de momento», destacaba Anthony Davis sobre los primeros entrenamientos del chico, que tiene que vivir algunos episodios curiosos en el vestuario. Por ejemplo, tiene prohibido llamar 'papá' a LeBron hasta que suban al coche de vuelta a casa. «Para un padre, esto significa todo. Para alguien que no disfrutó de esto mientras crecía, es sensacional poder tener esa influencia en sus hijos, poder tener momentos con tu hijo y, por último, poder trabajar con tu hijo. Creo que es una de las cosas más grandes que un padre puede esperar o desear», confesó el Rey, que a finales de diciembre cumplirá 40 años sin que su rendimiento en la cancha parezca envejecer.

Muere a los 33 años Darius Morris, ex jugador de los Lakers de Pau Gasol

Muere a los 33 años Darius Morris, ex jugador de los Lakers de Pau Gasol

Actualizado Domingo, 5 mayo 2024 - 12:36

El ex jugador los Wolverines de la Universidad de Michigan y seleccionado en el draft por Los Angeles Lakers, Darius Morris, ha muerto a los 33 años, según ha anunciado su familia.

No ha trascendido por el momento de la causa de muerte, aunque TMZ ha informado de que el cuerpo de Morris fue encontrado en Los Ángeles, de donde originario, el pasado jueves..

"Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestro querido hijo, Darius Aaron Morris", ha dicho la familia de Morris a TMZ. "Durante este tiempo de transición, su familia les pide que respeten sus deseos de privacidad y gracia".

Morris fue una selección de segunda ronda de los Lakers en el draft de 2011. Promedió 3,3 puntos en 132 partidos de su carrera (17 como titular) con unos Lakers en los que compartió equipo con Pau Gasol y Kobe Bryant, y otros cuatro conjuntos en cuatro temporadas de la NBA. Luego jugó profesionalmente en China y Francia y su última temporada en activo fue la 2019-20.

Los Lakers han dicho en una publicación en X que están "desconsolados por el fallecimiento" de Morris.

Otro que ha querido despedirse de Morris ha sido el entrenador John Beilein "Me entristece saber sobre el fallecimiento del ex Wolverine Darius Morris. En 2010-11, Darius fue nuestro base titular. Fue un líder en ese proyecto que consiguió una temporada de 21 victorias y sentó las bases para una década de éxitos de Michigan. RIP DMo y mi más sentido pésame a la familia Morris", ha escrito en X.

Abdul-Jabbar y la última barrera contra el dolor

Abdul-Jabbar y la última barrera contra el dolor

Su padre, Ferdinand Sr, había servido como teniente de policía en Nueva York. Un tipo severo y voluminoso, apodado en el cuerpo como Big Al, que le transmitiría su desbordante pasión por el jazz. Su madre, Cora, había trabajado como costurera, así que desde la cuna hizo del estoicismo una prioridad. Lew Alcindor, conocido para la historia del baloncesto como Kareem Abdul-Jabbar, sabía de la dureza de la vida en Harlem, pero el primer sopapo le llegó con apenas 14 años. «Era mi debut con Power Memorial y nos dieron una buena paliza. Fue todo tan ridículo (...) Estaba en el vestuario y empecé a llorar. Cuando levanté la vista, los compañeros me miraban como si acabara de bajar de una nave espacial. Ahí me di cuenta de que había llegado al gran mundo y no podía llorar como un niño. A partir de entonces, jamás mostré un síntoma de vulnerabilidad hasta el día de mi retirada», relata en su documental Minority of one (2015). Sin embargo, durante dos décadas en la NBA, saldadas con seis anillos y decenas de récords, algo palpitó siempre bajo la descomunal coraza. Algo como un miedo ancestral agazapado en su mirada.

Fue un trauma que los doctores catalogaron como «síndrome de erosión corneal recurrente». Le provocaba irritación y sequedad ocular, pero también un mar de lágrimas. Las cicatrices del tejido podían desescamarse y perturbar su visión. Un sinfín de problemas que él quiso poner coto con unas gafas. Las más ilustres de la historia del baloncesto. Y no porque fuese distinguido con ocho doctorados honoris causa o porque aún ejerza como Embajador Cultural de su país. Tampoco por su Medalla Presidencial de la Libertad, la más alta condecoración civil en EEUU. Las gafas de Kareem -que servirían de ejemplo a Moses Malone, James Worthy, Hakeem Olajuwon y Horace Grant- fueron, además de un icono, el único dique contra el dolor.

Si cabe poner una fecha, baste el 12 de enero de 1968. Un partido de cierta rivalidad local entre la todopoderosa UCLA y la Universidad de California. Tom Henderson -un alero de 196 cm con quien décadas más tarde trabaría cierta amistad- le causó un rasguño en la córnea en plena disputa por un rebote. Por entonces, los árbitros ni siquiera prestaban atención a estas nimiedades, pero los rivales sí empezaron a intuir el punto débil del coloso. Y si se extendía la indulgencia podrían sacar provecho de ella. En realidad, no había otro modo de parar a quien, tras 88 victorias en 90 partidos, iba a alzar tres títulos consecutivos de la NCAA. Sus fundamentos, pulidos a las órdenes de John Wooden, también sembrarían la devastación en la NBA. Junto a Oscar Robertson, guio a los Bucks hacia el anillo de 1971, después de una histórica regular season con sólo 16 derrotas. Sin embargo, la retirada del base iba a coincidir con el segundo fundido a negro para sus ojos.

Se trataba de un simple amistoso de pretemporada ante los vigentes campeones. Un partido organizado en Buffalo por Don Nelson como reedición de las últimas Finales. El alero de los Celtics sólo pretendía hacer caja, aunque terminaría ejerciendo de villano. A falta de 11 minutos para el final propinó un codazo fortuito a Jabbar en el ojo. El dolor devino en furia y el puñetazo de frustración contra el soporte de la canasta, en una fractura del cuarto hueso metacarpiano de su mano derecha. La primera lesión de su carrera, en realidad, no significaba tanto. Lo verdaderamente preocupante era la vista. Por eso, aquel 5 de octubre de 1974 decidió que se protegería, ya para siempre, con unas gafas. Ahora bien, ¿quién se haría cargo del suministro?

Sólo un reportaje de Pat Putnam, publicado dos meses más tarde en Sports Illustrated, ofrece respuestas certeras. Alguna de ellas hilarantes. Como la rotunda negativa de Kareem a jugar la noche en la que él mismo había programado su regreso. Aquel 21 de noviembre de 1974, el pívot se había desplazado por carretera hasta Kansas City y olvidó meter en la maleta sus flamantes gafas. El primer modelo, con montura negra y tosco diseño en plexiglás, le dotaba a de un estrafalario aire de aviador A él no le importaba en absoluto la estética, así que no saldría sin ellas.

Según cuenta Putnam, un directivo de los Bucks, tuvo que regresar en coche a Milwaukee para buscarlas en el apartamento del jugador. Como no las encontraba, debió telefonear a la mesa del pabellón para preguntar personalmente a Kareem. Finalmente supo hallarlas en la guantera de su Mercedes. Así que Jabbar jugó con ellas por vez primera el 23 de noviembre ante los Nets. La gente del Madison Square Garden parecía estupefacta, pero Jabbar no quedó nada satisfecho. Al no ser lo bastante anchas, anulaban cualquier atisbo de visión periférica.

El nuevo modelo, con lentes más resistentes y cinco centímetros extra en los bordes, fue encargado por el preparador físico Bill Bates. Se trataba de un diseño de la marca francesa Brevete, con una almohadilla de espuma en el puente, más una cinta elástica para sujetarla a las orejas. La última tecnología del momento. Hace unos años, Patrick McBride, antiguo recogepelotas de los Bucks, vendió uno de esos pares por 6.500 dólares. Las sacó de un cubo de basura después de que Jabbar se deshiciera de ellas porque estaban rayadas.

El aterrizaje en Los Angeles no iba a resultar tan sencillo. Su inapelable liderazgo fue reconocido con los MVP de 1976 y 1977, aunque los Lakers ni siquiera superaron la primera ronda de los playoffs durante sus cuatro primeras temporadas. Desde los despachos, Bill Sharman quiso reconstruir con Jamaal Wilkes, Adrian Dantley o Norm Nixon, pero el verdadero salto no se dio hasta la llegada al banquillo de Pat Riley y la elección en el draft de un base de 2,06 m, llamado Earvin Johnson. Según John Papanek, Kareem volvía a "jugar como un niño", con "vitalidad y emoción, liderando los contraataques, haciendo mates con autoridad, chocando palmas y de vez en cuando (...) sonriendo". De hecho, se permitió las tres eliminatorias camino del anillo sin las "infernales gafas" a las que hacia alusión el periodista de Sports Illustrated. Apenas cinco meses después, en octubre de 1980, un golpe en el ojo derecho recibido de Rudy Tomjanovich, le hizo volver a ellas.