España, un gol más, un complejo menos

España, un gol más, un complejo menos

Caído el imperio de la posesión, que fue la Roma del fútbol, a España le han pasado muchas cosas. Unas son las propias de la decadencia, de la pérdida de poder e influencia. Otras llegaron por obra y gracia de un puñado de cretinos que confundieron servir al fútbol español con servirse a sí mismos. La especie, lamentablemente, abunda. La reconstrucción sobre la ruina deportiva y moral es compleja, y más para Luis de la Fuente, que lleva un año es

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Morata, de las dudas a los récords: primer español en marcar en tres Eurocopas y tercer goleador histórico del torneo

Actualizado Sábado, 15 junio 2024 - 20:01

El fútbol es 11 contra 11, pero el sábado en Berlín amaneció 100.000 contra 12.000. El medio millón de croatas que vive en Alemania pasó factura a la afición española, en clara inferioridad en las calles de la capital germana y en las gradas del Estadio Olímpico, donde cayó derrotada 50.000 a 10.000. Por suerte para los de Luis de la Fuente, en el césped la situación fue diferente. España arrancó de nuevo un gran campeonato con goleada, como hiciera en Qatar con aquel 7-0 ante Costa Rica. Un 3-0 a la guerrera Croacia con Álvaro Morata, su capitán, inaugurando el marcador y haciendo historia.

«Tiene valor de estrella mundial», decía esta semana Luis de la Fuente sobre el delantero. «No se le reconoce todo lo que ha hecho», insistía. ¿Y qué ha hecho Morata con la selección? Pues miren: lleva 36 goles con España, el cuarto que más en la historia, a dos de Fernando Torres, a ocho de Raúl y a 23 de David Villa. Casi nada. Además, con su tanto sobre Croacia se convirtió en el primer futbolista español que marca en tres ediciones de la Eurocopa, igualando a leyendas como Henry, Klinsmann, Modric o Ibrahimovic. Por delante, sólo Cristiano Ronaldo. Y hay más.

Su definición con la zurda frente a la salida de Livakovic le sitúa en el podio de máximos anotadores de la historia del torneo continental. Cristiano acumula 14 tantos, Platini alcanzó los nueve y Morata se acaba de poner en siete, los mismos que Griezmann y Alan Shearer.

Idilio europeo

A Morata le ha pesado lo mucho que se ha hablado de él, quinto futbolista en la historia que más dinero ha movido en fichajes, y la responsabilidad goleadora de la etapa posterior al trío de títulos entre 2008-2012. Pero los números están ahí.

Marcó tres goles en la Eurocopa 2016, su primer torneo internacional. Lopetegui le descartó para el Mundial de 2018 y regresó a la Euro de 2021 para anotar otros tres, incluido uno en la semifinal contra Italia. En Qatar, en su primer Mundial, repitió cifra: otros tres.

El gol de Morata hundió a Croacia, que recibió el segundo a los tres minutos y 16 segundos. Una maravilla de Fabián Ruiz, que vio puerta por primera vez en un evento continental. Fui una tarde de primeras veces, como las de Dani Carvajal y Lamine Yamal. El lateral anotó el primer gol de su carrera con España en el primer partido de su vida en una Eurocopa. Las lesiones siempre le habían dejado fuera de las convocatorias. Extraña estadística para un futbolista que ha ganado seis Copas de Europa. Su remate a pase de Yamal llegó como el 1-0 del Madrid en Wembley, al primer palo tras un saque de esquina.

Morata bate a Livakovic en la acción del 1-0.

Morata bate a Livakovic en la acción del 1-0.AFP

Un 3-0 antes del descanso para sentenciar el primer compromiso del grupo y un gol también histórico. Según Misterchip, se trata de la segunda vez que un jugador del Barcelona asiste a uno del Madrid en una Eurocopa. Premio al hito del joven delantero azulgrana, que se convirtió en el debutante más joven en la historia del torneo. A sus 16 años, 11 meses y dos días, superó el récord del polaco Kacper Kozlowski, que disputó la edición de 2021 a los 17 años y 246 días.

«Es un golpe»

Enfrente, Luka Modric, con 38 primaveras, más del doble que Lamine, abrazándose a Nacho y Carvajal en el túnel de vestuarios. No fue el día del croata ni de su selección, que tendrá que sumar puntos en las últimas dos jornadas para sobrevivir hasta octavos.

Morata, protagonista del duelo, se retiró antes de tiempo por molestias, pero él mismo tranquilizaba a De la Fuente sobre el césped: «Es un golpe», le dijo. Uno en el gemelo, de esos que duelen al momento pero que con un par de días se soluciona. No fue la única preocupación del choque, porque Rodrigo también acabó con problemas físicos.

El final del partido tuvo polémica. Oliver señaló un penalti de Rodrigo sobre Petkovic tras un error de Unai Simón, el portero detuvo el disparo y en el rechace el croata anotó, pero el VAR avisó al árbitro de que Perisic había entrado en el área. Era el gol del honor croata, pero no sirvió.

Italia, la vieja autoridad resquebrajada sin gol, sin PlayStation y bajo el espíritu de los ‘All Blacks’

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 23:30

"Sólo hay un azul más bonito que el del cielo, el de la camiseta de la selección nacional". Usa Luciano Spalletti (65 años) un lenguaje zalamero para alentar las esperanzas de los italianos en una Eurocopa a que la que llegan con su vieja autoridad resquebrajada, inmersos en un mar de dudas y bajo un estricto régimen de concentración impuesto por el seleccionador toscano para evitar distracciones. Italia es la vigente campeona, sí, pero los pilares de un calcio que reverdece en Europa se ven azotados por el tránsito que vive la Nazionale. "Somos los protagonistas del sueño de todo italiano que, de niño, dejaba la escuela para ir a jugar al fútbol toda la tarde. Les he dicho a los jugadores que somos héroes y gigantes", añadía.

El relevo generacional se está haciendo costoso y, aunque el futuro no se ve con pesimismo con los títulos europeos para la Sub-19 y la Sub-17, hay que mirar de reojo a este grupo de jugadores que tiene como líderes a Donnarumma, Jorginho y Barella. "Italia está subestimada", viene advirtiendo Gianluigi Buffon, convertido en jefe de delegación y enlace con el vestuario, una especie de hermano mayor con 21 años de experiencia en selección.

Y es que más allá de los números, Spalletti apunta también a la actitud. Con mano de hierro, intenta que nadie descarrile. Su primera decisión: regalar cada jugador el bestseller de James Kerr sobre el legado que dejó el éxito de los All Blacks. Leer es de lo poco que no está prohibido o limitado en la concentración. No se permiten PlayStations individuales en las habitaciones, no están permitidos los auriculares y sólo se puede usar el móvil y las redes antes del desayuno y la cena y la distracción quedará restringida a la sala de juegos con ping pong, billar, futbolín y una máquina de pinball de los 80. "Se viene a la Nazionale a ganar la Euro, no el Call of Duty", advirtió en marzo, cuando dejó fuera de Scamacca por su comportamiento en las citaciones.

"El mayor reto de mi carrera"

"Quiero concentraciones de antes, con viejas conductas. Si no saben a qué jugar ya les inventaré un juego, pero aquí no entran gilipollas», insistió. Ha rebajado esa tensión en los últimos días. "Hay dos PlayStation modernísimas en la sala de juegos, incluso yo he jugado. Subiré fotos a redes sociales y lo veréis. Pero por la noche hay que descansar, como dicen los psicoanalistas". Spalletti ejerciendo de padre para que los resultados lleguen, empezando por hoy ante Albania, donde un fallo sería imperdonable. "Italia está lista", advertía Donnarumma. Necesitan crecer en este campeonato y creer en que la vieja Italia no se ha esfumado.

Se refugian en el campeonato de Europa para lamerse las heridas que la han dejado fuera de los dos últimos Mundiales (Rusia y Qatar) y expulsada con vergüenza en la fase de grupos de los dos anteriores (Sudáfrica y Brasil). A esos varapalos le siguieron el apretón de dientes que les ha servido al menos para acabar entre dos ocho mejores equipos continentales y alzar el último título. Sin embargo, después vino el vapuleo de Argentina en la Finalissima, el tropezón de la Nations League y la regeneración en el banquillo. "Este es el mayor reto de mi carrera, aquí están en juego los sentimientos de todos los italianos", confesó Spalletti y buena muestra de ellos es que el camino hacia Alemania fue tortuoso y el pasaporte se logró sobre la bocina.

Emparejada con Inglaterra, lograron la clasificación directa gracias a la diferencia de goles ganada con Ucrania tras cuatro victorias, dos empates y dos derrotas. Y lo que es peor, sólo 16 goles a favor, muy lejos de los números de Portugal (36), Francia (29), España (25) o Inglaterra (22). La comparación con la clasificación para el torneo de hace cuatro años evidencia el problema: entonces los azzurri no cedieron ni un punto y marcaron 37 goles.

Atascados con el gol

Aún así, Spalletti aventa optimismo y alerta a España y a Croacia de que puede repetir sorpresa. "Vamos a Alemania a ganar, no a participar. Nos lo pide nuestra historia. Podemos estar a la altura de Inglaterra, Francia, España y Alemania", no dudaba en advertir estas últimas semanas. Después, encerrado en Coverciano y alimentándose de pescado -"porque el fósforo ayuda al cerebro", recuerda-, da vueltas a una fortaleza defensiva discutible, a la recuperación in extremis de Nicola Barella, duda para el debut, y, sobre todo, a cómo solventar lo que es el talón de Aquiles: el ataque.

Sólo Chiesa se mantiene del grupo de campeones pero sus nueve goles en la temporada han llevado al seleccionador a mirar más allá. El foco en Scamacca, delantero de Atalanta y máximo goleador nacional de la Serie A con 12 tantos, y Retegui del Genoa con nueve dianas. De momento el atacante de la Dea quien ha tomado ventaja en los partidos de preparación. "Ha crecido mucho en el último período y le felicitamos: es completo y lo tiene todo", dijo antes de mandarle un mensaje: "Si atacas la portería 10 veces, a lo mejor te llegan cinco balones; pero atacándola 20, a lo mejor te llegan 10". Y es que durante la preparación, Italia sólo ha marcado un gol a Bosnia y fue del centrocampista Frattesi.

Albania será la primera prueba de fuego. "Tenemos que demostrar quiénes somos, que no nos asusta un partido de fútbol", añadió un Spalletti que debuta "con una emoción fantástica y nada tóxica".

Una peculiar cuadrilla para ganar la Eurocopa: “Si hay que decirle cuatro cosas a alguno…”

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 23:15

"Espero que seáis conscientes de que sois unos privilegiados", dijo Juan Carlos Unzúe, enfermo de ELA. Y continuó: "Si a mí me hubiesen preguntado hace años: ¿crees que podrías ser feliz en una silla de ruedas? Hubiese dicho que no. ¿Y sabéis qué? Que me habría equivocado. Con esta silla de ruedas llevo más de tres años y tengo, y he tenido, muchos momentos de felicidad".

En el gimnasio de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, el auditorio de Unzúe,

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Halilovic: “Cuando te llaman el ‘nuevo Modric’ o el ‘nuevo Messi’ todo va bien hasta que no eres como ellos”

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 23:11

Podría ser la típica historia de un juguete roto, pero Alen Halilovic (Dubrovnik, 1996) rechaza darse por vencido. Ha pasado una década desde su fichaje por el Barcelona, cuando sólo tenía 17 años y parecía la futura estrella del fútbol europeo, y hoy verá el inicio de la Eurocopa desde casa, pero quiere volver. En la charla con EL MUNDO lo admite todo, sus errores, las dificultades del fútbol y su deseo de un título para Luka Modric.

Este año en el Fortuna Sittard de la Eredivisie ha conseguido 4 goles y 2 asistencias en 31 partidos, sus mejores números en las últimas temporadas.
Ha sido uno de mis mejores años. Con muchos minutos, sin lesiones, el equipo ha ido bien y no era fácil, pero al final todo salió bien, mejor de lo que esperaba. Me gustó la liga, el club... Estoy contento.
¿Necesitaba un año así?
Sí. El verano pasado tuve ofertas de Arabia Saudí y de Países Bajos. No sabía qué hacer, si irme a Arabia y luego volver a Europa o quedarme un año aquí y probar, y creo que hice bien con la decisión de quedarme.
¿Es complicado decirle "no" a Arabia?
Sí, fue complicado porque venía de no estar muy bien durante las últimas dos temporadas, no había jugado mucho, había tenido una lesión... Y con 26 años, que ya no eres tan tan joven, dices "bueno, me voy por dinero". Creo que ahora en la liga saudí hay muy buenos jugadores y en los próximos años irá a más, pero yo el año pasado no me quería ir por dinero. Quería darme otra oportunidad aquí y ver qué pasaba. No era fácil, pero cogí este riesgo y estoy contento.
Mentalmente, ¿cómo han sido estos últimos años?
Desde el año pasado bien. En los últimos tres o cuatro años tenía mucha prisa en mi cabeza, pensaba todo el rato: "Tengo que demostrar". Me metía mucha presión y no era fácil. Y este año sólo he querido estar bien, tranquilo, ser positivo y disfrutar del fútbol sin lesiones.
Sobre la Eurocopa. ¿Qué tiene Croacia para sacar tanto talento de una población tan pequeña?
Es difícil de explicar. Tenemos algo más de 3 millones de habitantes pero mucha gente vive para esto. Desde pequeños todos quieren ser Modric y luego equipos como Dinamo Zagreb y Hajduk Split siempre tienen mucho talento. Se entrena mucho. Yo recuerdo cuando estaba en el Dinamo con 11 años y ya era como un jugador profesional. Cada día dos entrenamientos, no tenías mucho tiempo para ir al colegio, te aprietan... Y luego con 17 años ya lo sabes todo, sólo tienes que decidir qué es lo mejor para ti.
A los 17 fichó por el Barcelona. ¿Cómo llevó que siendo adolescente le vieran como a una estrella?
Está bien cuando te dicen que eres el nuevo Modric, nuevo Messi, la nueva estrella o blablabla... Si haces bien las cosas todo está bien, pero si no eres Modric o Messi la gente ya empieza a decir que tienes problemas, que te lo crees demasiado... No es fácil salir al campo y demostrar cuando la gente dice todas esas cosas. Yo siempre pensaba que estaba mejor que Xavi o Iniesta, pero no, no puedes pensar así. Eso con 20 años lo puede pensar Messi, pero nadie más. Necesitas a alguien que te ayude, confiar en el club que ha pagado ocho millones por ti y estar tranquilo. Pero cuando eres joven no escuchas a nadie, piensas que eres el mejor. Hay que disfrutar del momento y poner los ojos sólo en el fútbol porque si no estás bien de cabeza todo cambia.
Con 20 años y después de varias cesiones, el Barça le vendió al Hamburgo. ¿Cree que se equivocó usted o que fue falta de confianza del club?
Creo que las dos cosas. Ahora lo pienso y creo que el Barça tenía razón, porque aunque pensaban que no podía jugar muchos minutos en el primer equipo confiaban en otra cesión en LaLiga y a ver qué pasaba. Pero yo venía de jugar más de 30 partidos en Gijón, no quería salir cedido y dije: "O me quieres aquí o me voy". Tenía que haber escuchado al club. Tenía 20 años y tenía que haberme ido cedido otra vez, haber jugado 30 partidos y a ver... Pero yo quería que todo pasara muy rápido. Quería salir y ser Messi en un año. Y no podía ser.
¿Ha visto el Playoff del Sporting?
¡Sí! Mucha gente sabe que sigo siempre al club, estuve muy a gusto allí, tengo muchos amigos, jugué una buena temporada allí, hablo con algunos jugadores y quiero que estén en Primera lo antes posible.
Hamburgo, Las Palmas, Milan, Lieja, Heerenveen, Birmingham City, Reading, Rijeka, Fortuna... Ha cambiado mucho de equipo, ¿por qué?
No me salían las cosas. Estuve en Inglaterra, en Bélgica... No me sentí bien. Jugué mucho en la banda derecha y no me gustaba, yo soy un mediocentro o mediapunta. A veces era culpa mía, a veces culpa del club... Creo que he perdido varios años, pero ahora todavía tengo tiempo, tengo 27 años y me queda mucho. Estoy feliz porque he demostrado que puedo jugar a buen nivel.
Hoy en día, parece que con 27 ya se es viejo.
Mira Modric, con 27 fichó por el Madrid y dijeron que era el peor fichaje del club. Ahora es uno de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol. No digo que vaya a hacer eso, pero todo puede pasar.
¿Cómo de difícil es gestionar la carrera? Elegir destinos, clubes...
No es fácil decidir, porque cuando tienes 20 años te crees que lo sabes todo y en realidad no sabes nada. En esos momentos lo importante es tener a una persona, familiar o agente que te aconseje. Yo cuando tenía 20 años creía que debía salir del Barça y que en Hamburgo iba a ser el próximo Van der Vaart. Pero la verdad es que en esos años no era fácil para mí jugar en Alemania, había pocos jóvenes en el equipo. El Barça creía que para mí era mejor quedarme en España cedido pero yo no quería, quería ser top.
¿Ha habido algún momento en el que haya dicho "no puedo más"?
En algún momento seguro, porque ahora no es tan fácil ir todos los días a entrenar y si no juegas ya piensas que no eres bueno, pero al final cada futbolista ama al fútbol y disfruta. Por eso sigo.
¿Usted es mejor jugador ahora que con 20 años?
Sí. Con 20 años no me interesaba tanto el fútbol, estuve más disfrutando... Y ahora me encanta ver partidos y ver a los jugadores de mi posición, cuando era joven pensaba que yo era el mejor. Ahora sé que puedo aprender de ellos.
¿Qué objetivos tiene?
Quiero volver a un nivel top. Creo que este año lo he hecho bien pero pienso que puedo dar mucho más. Me quiero demostrar a mí y a mi gente que puedo y quiero subir un escalón. A los 20-21 años jugué buenos partidos en LaLiga y uno de mis sueños es volver. Creo que puedo demostrar mucho ahí y que mi estilo de juego se adapta bien, pero tengo contrato en Fortuna y a ver qué pasa, creo que ellos me quieren vender, así que me ayudan y yo les ayudo. Quiero volver a la selección y no es fácil hacerlo desde Países Bajos porque los mediocentros de Croacia juegan en los mejores equipos del mundo. Quiero ir a una liga mejor y competir con mejores jugadores.
¿El fútbol español es el que mejor se adapta a usted?
Sí. He pasado del Dinamo al Barcelona, he estado dos o tres temporadas en LaLiga... Creo que ahora no puedo fallar. Tengo 27 años y no quiero ir a países donde no conozco el clima o la gente. Ya fallé con 20 años al irme a Hamburgo, donde perdí dos años, pero ahora no puedo fallar.
Que se retirara Modric le abriría un hueco en la selección.
A mí y a muchos (risas), pero ningún joven es mejor que Luka. El mejor es él. Y si sigue así con 43 años debe seguir jugando.
¿Cómo ha sido su relación con Luka?
He hablado mucho con él. Cuando jugué con la selección él era el capitán y le conozco bien. En los últimos meses sólo hablamos para felicitarle por los títulos (risas). Pero es una persona increíble, ya no hablo del fútbol. Si le llamo ahora y le pregunto qué es lo mejor para mí sé que me va a dar un buen consejo. Para Croacia, una de las personas más importantes. En esta Eurocopa creo que la gente de todo el mundo estará feliz si él gana, como Messi con el Mundial de Argentina. Quiero que gane Luka.
"Cariño, ¿por qué ves un Georgia-Turquía?"

“Cariño, ¿por qué ves un Georgia-Turquía?”

Si España golea a su rival en su debut, diremos que somos claros favoritos -que ya lo había dicho usted, que lleva mucho fútbol visto en el sofá con el chándal y el Marlboro- y miraremos el cuadro de la competición para ver quién nos toca en semis. Si España pierde con su rival en su debut, diremos que ya se veía venir el desastre, que vaya convocatoria de lisiados -que ya lo había dicho usted, que lleva mucho fútbol visto en el sofá con el chánd

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Kroos dirige el histórico baile de Alemania a Escocia para meter miedo a Europa

Kroos dirige el histórico baile de Alemania a Escocia para meter miedo a Europa

Toni Kroos volvió a hacer suyo el Allianz Arena, este viernes Múnich Football Arena por cuestiones de patrocinio, y dirigió el baile de fin de curso de los jóvenes Wirtz y Musiala, estrellas emergentes de una Alemania que pasó por encima de Escocia (5-1) y abrió la Eurocopa metiendo miedo a sus rivales. El regreso del '8' a la Mannschaft no es un homenaje, es una declaración de intenciones. Quiere ganar.

El conjunto de Nagelsmann ha vivido una montaña rusa de sensaciones en los últimos meses, pero la vuelta de Kroos ha ordenado sus piezas. Ha liberado a Gündogan en la mediapunta y ha dado vuelo a sus dos joyas, Wirtz y Musiala, goleadores ayer en una primera parte extraordinaria, de dominio absoluto del balón pero también de verticalidad y rapidez. Detalles de campeón.

Nagelsmann situó a Andrich, vital para Xabi Alonso en el Leverkusen, al lado de Kroos e insistió en la movilidad de los cuatro de arriba, con Havertz más anclado como delantero centro pero todos en constante movimiento, haciendo daño a la espalda de la defensa británica. Demasiado para Escocia, débil en todas sus líneas y sólo capaz de superar líneas a base de balones largos. Poco fútbol.

Y eso que el fútbol a veces es demasiado fácil. Una diagonal de Kroos sirve igual en el Bernabéu que en Múnich. Con el Madrid que con Alemania. Un pase largo, un buen control de Kimmich, o de Carvajal, y un gran remate al primer toque de Wirtz, otras veces Rodrygo. Tres acciones básicas para el 1-0 que abrieron el camino a la goleada para dar un golpe sobre la mesa del torneo. Era sólo el minuto nueve.

Gunn, portero del Norwich, intentó detener el disparo, pero el palo terminó ayudando al mejor jugador de la Bundesliga esta temporada. A Wirtz lo pretende el Madrid y aunque decepcionó, como su equipo, en la final de la Europa League, ha iniciado el torneo continental con ganas de mostrarse todavía más.

El ataque alemán

Nagelsmann parece haber creado parejas en ataque a pesar de la continua movilidad de sus hombres. Wirtz más pegado a la izquierda, conectando con Kroos, Musiala combinando con Kimmich en la derecha y Gündogan entendiéndose con Havertz por el centro. Seis hombres superiores a sus rivales. Así llegó el segundo tanto.

Con la defensa británica preocupada por las carreras de Wirtz y Musiala a la espalda, Gündogan recibió entre líneas y dibujó un pase elevado a Havertz que Escocia no supo leer. El delantero del Arsenal avanzó, recortó a su rival y dejó para Musiala, que con un amago se quedó solo en el punto de penalti. Misil y 2-0 en el 18'.

Con el resultado a favor, Alemania se dedicó a jugar con su rival, siempre con Kroos como timón en la base izquierda de la jugada, como en el Madrid. El fútbol, lo decíamos, es sencillo. Tan simple como el rondo que dibujó la selección germana ante la impotencia escocesa. De izquierda a derecha hasta que el balón llegaba a Wirtz o Musiala para acelerar el ritmo.

Escocia, con uno menos

Rozando el descanso, Gündogan remató de cabeza un centro, Gunn detuvo el disparo y el rechace quedó muerto de nuevo para el futbolista del Barça, que recibió una plancha al tobillo por parte del escocés Porteous. No lo vio Turpin, pero sí el VAR, que avisó al colegiado para que acudiera a la pantalla. El videomarcador del estadio lo dejó claro por primera vez en esta Euro: «Penalti del número 15 por poner los tacos de forma peligrosa en el tobillo de su rival». Penalti y roja para el defensa escocés, que dejaba la misión imposible para los británicos.

Havertz, desde los once metros, anotó el tercero y Nagelsmann se fue a vestuarios pensando en la segunda jornada, el miércoles contra Hungría. El técnico usó el segundo tiempo para ir metiendo en ritmo a su segunda unidad, liderada por Sané y Füllkrug, y le salió bien.

El partido fue lo que quisieron Kroos y Musiala, líderes rítmicos del baile alemán. Uno pone el control, el otro la magia. En el 68 y con Escocia pidiendo la hora para descansar de cara al duelo ante Suiza, la perla del Bayern encontró a Gündogan en la frontal y el balón suelto lo recogió Füllkrug para enviarlo a la escuadra de Gunn.

Rüdiger, en propia puerta, hizo el gol del honor de Escocia tras el saque de una falta y Can marcó en el descuento para dejar el marcador en un contundente 5-1. La mayor goleada en el partido inaugural de una Eurocopa. Alemania ya está aquí.

Luis de la Fuente: “Somos el mejor país del mundo, pero debemos sentirnos más orgullosos de ser españoles”

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 20:43

Por primera vez en mucho tiempo, Luis de la Fuente llevaba la sudadera puesta, y no en los hombros sobre el polo. El seleccionador nacional es un hombre caluroso y suele ir en manga corta más allá de que la temperatura lo aconseje o no. A menos de 24 horas de debutar en esta Eurocopa, se presentó en el Olímpico de Berlín, junto a Rodrigo, sólo para dar la rueda de prensa. Prefirió entrenar en Donaueschingen por la mañana y viajar solamente para hablar con la prensa, cenar e irse a dormir.

No suele ofrecer grandes titulares el técnico, prudente siempre. Ha mejorado su dominio de la escena, y busca por encima de todo no equivocarse. Habló sobre todo lo que rodea al partido de este sábado y reflexionó sobre por qué en Berlín habrá 50.000 croatas y apenas 10.000 españoles, algo que suele ser habitual en las grandes competiciones más allá del momento que atraviese esta u otra selección.

"Es un número importante esos 10.000, no sé si ha habido muchas citas con ese número de aficionados en la grada. A ver, nos cuesta tener ese sentimiento nacional, somos así como país, pero bueno poco a poco, es nuestra responsabilidad ir enganchando a la gente, que se unan al orgullo de país. Con la victoria se consigue eso mejor, así que ojalá mañana mismo empecemos a darle motivos", dijo. Y como le insistieron, insistió: "Somos el mejor país del mundo, pero debemos mejorar en algunas cosas, y esta es una de ellas. Debemos sentirnos más orgullosos de ser españoles".

Mientras Rodrigo le esperaba en una esquina de la sala de prensa bromeando con algunos miembros del departamento de comunicación, el técnico quiso poner en valor a su propio equipo. "Queremos enviar un mensaje de solidaridad, de equipo, de conjunto. Individualmente tenemos un talento superior y vamos a jugar no como un equipo pequeño, sino como un buen equipo". El otro foco estuvo en Aymeric Laporte, el tipo que ha centrado la atención en España en los últimos días por sus molestias físicas.

"Ayme podría jugar mañana, pero sería arriesgar y he decidido no hacerlo. Está bien, no se ha lesionado. Vamos a ver si salimos de ese debate, porque él ha llegado en el momento adecuado, cuando lo teníamos acordado, y ha llegado bien entrenado. Para mí, hoy, es uno de los mejores jugadores en su puesto", insistió, consciente de que la figura del central genera debate. Ante un gran reto -"el mayor de mi carrera hasta ahora"-, De la Fuente no se esconde. A su manera, dijo que el equipo está aquí para ganar, pero que se iría a casa contento si después de cada partido lo han dado todo. "Parece que, quitando al que gana, los otros son unos fracasados, y no es así".

RODRIGO

Por su parte, el mediocentro del Manchester City, que no hace mucho era uno de esos defensores a ultranza del estilo (del que representa Guardiola, claro), se quitó complejos y fue claro: "A mí el estilo no me importa, no entiendo de estilos. Estilo es el que te lleva a ganar", dijo, quizá pensando en cómo han ganado multitud de equipos, con las variantes más diferentes.

Elogió a Croacia como equipo y confirmó que sí, que son un equipo, que por encima de todo son un grupo. "No me gusta decir selección, me gusta más decir equipo. Somos un equipo y vamos a intentar llegar hasta el final en esta Eurocopa", cerró.

Carvajal: “Soy una persona real; no busco jardines, pero digo lo que pienso”

Actualizado Jueves, 13 junio 2024 - 22:44

En chanclas y calcetines, como si fuera un adolescente, Dani Carvajal (Leganés, 32 años) tiene una sonrisa de oreja a oreja. En una de las carpas de los campos del SV Aasen, cuya hierba no remite al fútbol regional, el dueño de seis Copas de Europa, seis, se sienta con EL MUNDO y charla sobre el Madrid, la selección y, también, sobre Dani Carvajal. Una parte, esta última que, seguramente, sea la más interesante.

Tiene una cara de felicidad...
Sí sí

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El muro invisible que separa a Alemania: 3 de 26 futbolistas, 1 de 10 estadios, “una división política y psicológica”…

Actualizado Jueves, 13 junio 2024 - 20:04

Múnich inaugura esta noche el segundo torneo futbolístico celebrado en Alemania después de la caída del muro de Berlín. El primero, ya lo saben, fue el Mundial de 2006, punto y seguido a esa conexión constante que ha tenido la realidad política y social del país con el balón. La pelota ha servido para explicar la división y la unión del pueblo germano y esta Eurocopa, casi 35 años después de la unificación, no es una excepción. «Unidos por el fútbol», grita el lema del torneo, aunque la realidad Este-Oeste es otra.

Alemania debuta ante Escocia, rival propicio para confirmar su condición de favorita, y su lista de convocados comienza a resumir la problemática nacional. Sólo 3 de los 26 futbolistas han nacido en la zona Este de su territorio: Kroos (Greifswald), Beier (Brandemburgo) y Andrich (Postdam). Ejemplo perfecto de las profundas diferencias que hay entre las dos mitades. Un estudio que reporta Reuters dice que el 57% de los alemanes que viven en el Este se sienten «ciudadanos de segunda» y sólo el 38% cree que la reunificación ha sido «un éxito».

Para saber más

La lista de los estadios también resume esa desigualdad. Diez ciudades son sede del torneo y sólo una, Leipzig, está en el Este. Berlín acoge la final, pero en el Estadio Olímpico, situado en la antigua zona Oeste. No es que la Federación o la UEFA no hayan querido elegir otra ciudad, es que ninguna más se presentó a pesar de que algunas, como Dresden, tienen estadios de más de 30.000 espectadores. ¿Qué sucede? «La superioridad del Oeste en las elites es evidente», criticó este año Thomas Kruger, último alcalde de Berlín Este.

La respuesta de las últimas elecciones

Quizás ese sentimiento de abandono es una de las razones del triunfo de la extrema derecha en el Este de Alemania en las últimas elecciones europeas. El partido AfD se llevó el 28% de los votos en las regiones más importantes del Este, mientras que en todo el país su éxito se quedó en el 15%. «La reunificación no ha sido perfecta. Muchos ciudadanos del Este se sienten tratados con condescendencia», ha explicado Carsten Schneider, del partido socialdemócrata, que admite, en una entrevista en DW, que hay «diferencias en salarios y en la sanidad». Los datos no mienten: según un análisis del Instituto Allensbach, el 71% de los habitantes del Oeste se sienten alemanes. En el Este, el 44%.

Ese 3 de 26 futbolistas y 1 de 10 estadios tiene su versión en la política y en el mundo profesional. Un estudio de la Universidad de Leipzig en 2020 concluyó que sólo uno de cada cinco altos cargos políticos está ocupado por alemanes del Este y que sólo un 1,7% de las posiciones de liderazgo en el ámbito militar, jurídico y empresarial pertenecen a personas de esa zona. «La división Este-Oeste sigue siendo palpable: es política, económica y también psicológica. En todo caso, el fútbol ha servido para ahondar en esta división, porque los clubes del Este, cargados de tradición, siguen luchando por recuperar su antigua gloria, mientras que el equipo que se cree representante del Este, el RB Leipzig, es considerado por muchos una anomalía artificial, y en muchos sentidos muy occidental», reflexiona el historiador y escritor Ulrich Hesse.

Los eventos de los 70 para abrirse al exterior

De nuevo, el fútbol para explicarlo todo. El Mundial de 2006 y esta Eurocopa son el mismo grito de unidad que lanzaron en 1974 y 1988, cuando Alemania Federal acogió los dos torneos. Añadan a eso los Juegos de Múnich en 1972. «Los eventos del 72 y el 74 parecían dar un paso hacia la normalidad y fueron un gran éxito diplomático», explica Hesse. «Unieron a la gente, pero en un sólo sentido, hacia el Oeste. Alemania Federal ganó el Mundial del 90 en mitad de la euforia de la reunificación y reforzó el sentimiento de unidad, pero era una falsa sensación porque la realidad resultó ser mucho más dura».

La realidad después del muro

Tras la caída del muro, 150 futbolistas, y otros miles de profesionales de otros sectores, dejaron la Oberliga del Este por la Bundesliga, que era la competición del Oeste, los equipos perdieron su poder económico y cayeron en divisiones inferiores. Y algunos clubes de ambos lados, como el Hertha (Oeste) y el Unión (Este) en Berlín, pasaron de llevarse bien por estar enfrentados al Dynamo (el equipo de la Stasi) a odiarse tras la unión por el constante prejuicio Este-Oeste.

«La razón por la que el país quería organizar el Mundial 2006era unir. No sólo gente de fuera, también a alemanes del Este y del Oeste», finaliza Hesse. 18 años después Alemania, que no gana el torneo desde el 96, se enfrenta a la misma sensación. El muro invisible.