Xabi Alonso admite “margen” para fichajes y el vestuario del Madrid reconoce que lo del PSG es “una hostia para aprender”: “Faltaron ganas”

Actualizado Jueves, 10 julio 2025 - 09:22

"Lo de hoy es una hostia que nos sirve para aprender". Thibaut Courtois tuvo que aparecer dos veces en los primeros cinco minutos de partido para evitar el primer gol del PSG y en los cinco siguientes tuvo que recoger el balón de la red en dos ocasiones. Un 2-0 en los primeros diez minutos que sentenció al Real Madrid en la semifinal del Mundial de clubes. No hubo más partido.

"Es una hostia que nos sirve para aprender, corregir y seguir mejorando, porque aún hay mucho por mejorar", aseguró el portero belga en los pasillos del MetLife Stadium de Nueva Jersey. "Cometimos dos errores que condenaron al partido. Hay que pedir perdón a los madridistas", añadió.

El guardameta, que nunca se guarda nada delante de un micrófono, volvió a ser el portavoz principal de un vestuario que desapareció después del encuentro. Durante todo el torneo han sido cuatro los jugadores del Madrid que acudían a la zona mixta para charlar con los medios. En el caso del postpartido contra el PSG, sólo Courtois, en las televisiones, y Militao, ante los medios internacionales, dieron su visión del duelo.

"La diferencia es que nuestra presión y la suya era diferente. Les dimos demasiados espacios y cuando los encuentran, te matan. Es duro. Ellos son el campeón de la Champions y esto nos demuestra el nivel que debemos tener para llegar hasta ahí", explicó Courtois, que en la segunda parte tuvo que aparecer bastante menos por el menor ritmo del PSG, pero que aún así encajó el cuarto gol de la tarde en el tramo final.

"Creo que la clave ha sido en su derecha, nuestra izquierda. Achraf siempre tenía mucho tiempo, llegábamos tarde en la presión y claro, ahí nos hacían daño. Los errores te condenan, es duro para Raúl y Rüdiger, no los quieren cometer, obviamente, es una pena. Pero cuando empecemos la pretemporada estaremos ahí para mejorar.

Los defectos en la presión volvieron a ser la clave del mal partido del Madrid. "Es algo que debemos mejorar como equipo, no son sólo individualidades. Desde el colectivo debemos presionar mejor, más coordinado".

A unos metros, Militao iba más allá, centrando su discurso en "las ganas". "Ha faltado un poco de todo. Si tenemos ganas, si tenemos fuerza, intentamos presionar... No vamos a hacer las cosas perfectas, pero sí intentar desde el principio empezar bien. Sabíamos que el PSG iba a presionar, sabíamos cómo iba a jugar, pero creo que faltaron un poco más de ganas", reflexionó el brasileño, que admitió que "hoy lo intentamos pero no ha salido bien".

Alonso: "Me voy con certezas claras"

En la sala de prensa, Xabi Alonso insistió en que "este no es el inicio de la temporada, es el final de la anterior". Una frase con la que pone un punto y aparte en este Mundial de clubes, torneo que le ha dejado "certezas", así lo reconoce el técnico.

"El PSG es un proyecto hecho con tiempo y nosotros, hay que reconocerlo, estamos empezando esta nueva etapa. Hay que ser autocritico, pero debe servir para plantearnos las cosas a partir de ahora. Me voy con certezas, este campeonato me ha dicho muchas cosas de lo que somos y de lo que tenemos que mejorar. En agosto empezaremos la 25-26 que será diferente. Me voy con certezas claras", repitió el tolosarra.

Cuestionado por Vinicius y Mbappé, deslizó una indirecta para los dos: "Como equipo, hoy en ciertos momentos es bueno ver los errores y que te sirvan para el futuro. Si repetimos el mismo error una y otra vez, no seremos inteligentes". Y pidió a los futbolistas "no olvidarlo". "Mañana empieza una etapa de descanso, de refrescar las cabezas, y que nos haga el impacto suficiente para empezar. No lo olvidemos, pero que no nos arrastre demasiado".

Y sobre fichajes, contundente: "Durante el Mundial no hemos hablado de la composición de la plantilla, pero siempre estamos con la idea de mejorar. No puedo afinar más... Y margen hay".

La lección de Luis Enrique y Dembélé a un Madrid preso de los errores y el desconcierto

La lección de Luis Enrique y Dembélé a un Madrid preso de los errores y el desconcierto

Hace cuatro meses, durante la ida de la semifinal de la Champions, el PSG ofreció una exhibición ante el Liverpool que, paradójicamente, acabó en derrota. Aquella noche, el líder de la Premier se vio ahogado en el Parque de los Príncipes por la abrasadora presión alta del futuro campeón. Cada vez que perdían la pelota, Ousmane Dembélé y Khvicha Kvaratskhelia asfixiaban a los reds. Desde entonces, los grandes equipos de Europa entendieron que el único modo de salir de ese atolladero era recurrir a los balones en largo y minimizar los riesgos. Justo lo que ayer no hizo el Real Madrid en el MetLife Stadium.

Los errores groseros de Raúl Asencio y Antonio Rüdiger fueron exprimidos por Dembélé, la pieza más adelantada del PSG. Un falso 9 que ejerce como ariete de la primera línea defensiva de Luis Enrique. Nadie podría haber apostado por ello hace 10 meses, cuando el técnico ofreció una de sus primeras ruedas de prensa de la temporada. "Ousmane es inteligente en la presión", deslizó el asturiano y ninguno de los presentes pareció tomárselo en serio. Desde entonces, aquel genio caótico, incapaz de mantener un mínimo de concentración, se ha convertido en uno de los exponentes defensivos de su equipo. Una estrella que no sólo define en el área sino que da sentido a todo lo que sucede a su alrededor.

La asombrosa coordinación del PSG a la hora de recuperar se tradujo en unas estadísticas escandalosas. Sólo en la primera parte, el gran ogro de la Ligue 1 ganó 26 duelos, por sólo 10 del Real Madrid. Además, hizo buenos sus siete tackles, mientras los blancos sólo lograron uno. La perfección táctica también se hizo palpable con el balón, ya que acumuló un 96% de acierto en los pases (384/402), para un abrumador dominio de la posesión (77%).

Muchos metros entre líneas

El modo tan sencillo con el que el PSG salía desde atrás dejó aún más en evidencia el plan de Xabi Alonso. A diferencia de lo mostrado ante la Juventus y el Dortmund, el guipuzcoano optó por una línea de tres delanteros que nunca supo cómo apretar. Desde comienzo del torneo, el técnico había insistido en que su equipo se trasladase en bloque, siempre ordenado y en pocos metros. Sin embargo, ante el peor rival posible, el Madrid volvió a comportarse como un equipo totalmente roto, con muchos metros entre líneas. Demasiadas facilidades para Vitinha, Joao Neves y Fabián Ruiz, que jugaban a placer cada vez que atravesaban la medular.

Courtois y Carvajal, en la acción del 4-0 del PSG.

Courtois y Carvajal, en la acción del 4-0 del PSG.AP

Nada importó al PSG la baja de William Pacho, porque entre Achraf Hakimi y Nuno Mendes se bastaron para derribar la endeble oposición de Kylian Mbappé y Vinicius. Una arrancada del marroquí dejó en bandeja el 3-0, mientras el portugués abortaba cualquier intento de Vinicius a campo abierto. La abismal diferencia entre los laterales se hizo más acusada ante la baja de Trent Alexander-Arnold.

Con un marcador inicial tan adverso, el equipo de Alonso optó por el peor de los remedios: quedarse a medio camino. Y eso complicó aún más a sus centrocampistas y zagueros, desde entonces presa del pánico ante la amenaza de una goleada de escándalo. El Madrid no encajaba dos tantos en nueve minutos desde febrero de 2017, cuando Simone Zaza y Fabián Orellana anotaron para el Valencia en Mestalla. Según los datos de OPTA, Dembéle se convirtió ayer en el primer futbolista en 22 años con gol y asistencia en los primeros 10 minutos ante los blancos. Unas cifras que explican la actual diferencia, individual y colectiva, entre los dos últimos campeones de la Champions.

El PSG propina al Madrid un baño de realidad y le despide del Mundial de clubes

El PSG propina al Madrid un baño de realidad y le despide del Mundial de clubes

La semifinal duró diez minutos. Lo que tardaron Asencio y Rüdiger en dispararse en el pie y condenar al Real Madrid bajo el sofocante calor del MetLife Stadium de Nueva Jersey. Ahí murió este joven Madrid de Xabi Alonso ante un PSG fino, trabajado, vertical e insaciable, que le devoró con tres goles para sentenciar la cita antes del descanso y el cuarto en el tramo final. Luis Enrique, después de ganar 5-0 al Inter en la Champions, está a un paso de conquistar el primer gran Mundial de clubes, guinda de su extraordinaria obra parisina. [Narración y estadísticas, 4-0]

Con la baja de última hora de Alexander-Arnold por molestias musculares, Alonso se vio obligado a situar a Valverde en el lateral y a dejar sólo a Tchouaméni en el centro del campo, con Güler y Bellingham como interiores. Arriba, apostó por la primera titularidad de Mbappé y por continuar con Vinicius y Gonzalo. Intentó morder mientras era mordido, y salió mal.

Courtois apareció de forma milagrosa dos veces en los primeros cinco minutos, gastando todas las opciones de su santidad. Rechazó un disparo peligroso de Fabián y desvió, de forma casi inexplicable, un remate a bocajarro de Nuno Mendes. Vivió el Madrid de forma temporal, intentando alguna contra con Mbappé, pero cayó en la lona con los errores de Asencio y Rüdiger.

En el minuto seis, el canterano se durmió al controlar un balón dentro del área sin oposición. Pensó demasiado y Dembélé, eléctrico, le robó la pelota. El francés, dentro del área, cayó ante la salida de Courtois. Pudo haber sido penalti, pero el balón le cayó a Fabián para anotar el cómodo 1-0. Shock madridista.

En la siguiente jugada, casi sin tiempo para suspirar, otro error dramático. Rüdiger quiso dar un pase siendo el último hombre, no golpeó el balón y lo dejó muerto para Dembélé, de nuevo muy activo en la presión, como desea Luis Enrique. El galo arrancó en solitario, se plantó ante Courtois y batió al belga con un disparo raso. Dos errores y dos goles en diez minutos. Demasiados regalos para el gran campeón de Europa.

A partir de ahí, el PSG jugó con el Madrid. Bailó sobre la escasa presión de Vinicius, Mbappé y Gonzalo, demasiado estáticos los tres, especialmente los dos primeros, permitiendo que los franceses conectaran fácil con su centro del campo. La superioridad en la zona media asentó el dominio galo en los pies de Vitinha y Fabián, dos de los centrocampistas con mayor técnica del mundo, y el Madrid, partido en dos y dejando muchos espacios, sufrió como en los grandes partidos de este último año con Ancelotti.

La espalda de Valverde y Fran García, siempre defendiendo en igualdad o inferioridad ante Kvaratskhelia y Doué, nunca apoyados por sus compañeros de banda como sí hace el PSG, fue oro para el cuadro de Luis Enrique. El asturiano ha construido un bloque único en el que todos mueren por su idea: presionan, muerden y luego son rápidos y verticales. Lo tienen todo para cumplir los deseos de su técnico en las dos áreas, con Hakimi y Mendes como cohetes.

Sentencia

En el minuto 23, Fabián sentenció el partido en un resumen de lo que son los dos proyectos de PSG y Madrid. Uno trabajado durante dos años, el otro por hacer y con los defectos adquiridos de una temporada decepcionante. Fue una salida de balón limpia del PSG desde el córner, con paredes entre Hakimi, Doué y Dembélé. La pelota llegó de nuevo al lateral marroquí para ganarle la espalda a Rüdiger y ceder a placer para que Fabián definiera ante Courtois.

Tras el descanso, el PSG bajó el ritmo y el Madrid respiró, aunque siguió sufriendo en campo propio. El árbitro anuló un gol a Doué por fuera de juego de Dembélé y Luis Enrique comenzó a pensar en la final.

Despedidas

Xabi, por su parte, envió indirectas muy directas a su plantilla. En el 65, todavía con media hora por delante, sacó del campo a Asencio, Bellingham y Vinicius, intrascendentes las dos estrellas y errático el canterano, y metió a Militao, Modric y Brahim. Cinco minutos después, entró Carvajal por Gonzalo. Más tarde, Lucas por Güler.

El Madrid se despide de Estados Unidos encajando el 4-0, ya en el tramo final y vendido Courtois mientras sus compañeros buscaban el gol del honor. Un final feo para la primera prueba de Xabi, de menos a más en el torneo hasta medirse con el gran PSG. El tolosarra tiene mucho trabajo por delante.

Una petanca, la croqueta sobre la hierba y unos pelotazos, los juegos de Alcaraz antes de las semis en Wimbledon: “Estamos mucho tiempo fuera de casa”

Actualizado Miércoles, 9 julio 2025 - 23:06

«Esto ya es como en el colegio: estoy todo el rato esperando el recreo», reconoce Carlos Alcaraz después de haber jugado. Al tenis, sí, pero también a otros juegos. Para ser campeón de Wimbledon por tercera vez necesita frescura y, con la experiencia de otros años, su equipo ha encontrado la solución: se divierten. En sus entrenamientos al mediodía en las pistas del Aorangi Park, Alcaraz hace lo que tiene que hacer, derechas, reveses, saques, y cuando ya se ha acabado el trabajo empieza lo mejor.

El número dos del mundo y sus siete ayudantes -sus dos entrenadores, su fisioterapeuta, su preparador físico, su médico, su representante y su hermano- se inventan retos y explotan las risas. A lo largo del torneo ha habido variaciones, pero lo más hilarante siempre es el final: el perdedor o los perdedores deben hacer la croqueta sobre la hierba en mitad del resto o exponerse a recibir un pelotazo del ganador o los ganadores desde la otra pista.

Este miércoles, antes de las semifinales ante Taylor Fritz de este viernes (en principio a las 14.30 horas, Movistar+), hubo dos desafíos. El primero fue individual: Alcaraz retó a su hermano Álvaro a hacerle un saque directo, un ace, y cómo éste lo consiguió le tocó marcarse una croqueta. Y el segundo fue conjunto: todos los miembros debían coger una pelota y desde lejos aproximarse a un agujero que había en un lateral de la pista. Alcaraz no lo hizo mal, pero nuevamente Álvaro y el fisioterapeuta Juanjo Moreno triunfaron: embocaron de pleno. Al tenista y al resto de su equipo les tocó ponerse de espalda al fondo y exponerse a un pelotazo de sus dos compañeros.

Sin polémica con Fritz

«Estos momentos son importantes. Las giras son largas y estamos mucho tiempo fuera de casa. Mantener un buen ambiente es fundamental», comentó después el segundo técnico de Alcaraz, Samuel López, que atendió a la prensa española junto al primero, Juan Carlos Ferrero.

Joanna ChanAP

En el grupo el éxito se ha convertido en rutina. Si el domingo hay otra celebración, la sexta de Grand Slam, no será nada excepcional. Y si no tampoco pasará nada. De hecho, ayer Ferrero incidía en ello para rebajar la presión hacia su pupilo antes de los dos partidos decisivos. «Toda la temporada que lleva es excepcional. Hay que darle muchísimo mérito, mucho valor a lo que ya ha hecho, torneo tras torneo. Parece fácil, pero sabemos lo difícil que es, hay que quitarse el sombrero», reclamó el entrenador que subrayó la mejoría de Alcaraz en su saque y su evolución partido a partido durante el torneo.

«Ha ido de menos a más desde el partido ante Fognini, mejorando poco a poco. Desde Queen's necesitó un poco de adaptación porque las condiciones son distintas y con el paso de las rondas está dando cada vez más nivel. Está con muchas ganas, disfrutando mucho», valoró Ferrero y López, más tímido, añadió: «Hasta ahora se merece un sobresaliente».

En el entorno de otro jugador las últimas declaraciones del rival, Fritz, quizá hubieran supuesto cierto malestar, pero en el equipo de Alcaraz nadie arqueó ni una ceja. Después de vencer a Karen Khachanov en cuartos de final, el estadounidense se vino arriba y se declaró invencible. «Jugando como lo hice los dos primeros sets, nadie puede hacer demasiado contra mí», aseguró y los entrenadores de Alcaraz ayer respondieron que sí, que muy bien, que perfecto.

Joanna ChanAP

«Hombre, es que está jugando un huevo», contestó Ferrero, que luego siguió: «Esos comentarios ayudan a mantener la motivación de cara al enfrentamiento. Carlos ya lo dice, que vamos a verlo en pista, que es ahí donde debe demostrar el nivel». Después todos los miembros del equipo se fueron a comer juntos en el pabellón del Aorangi Park y, también juntos, se marcharon a la casa que tienen alquilada a ver la victoria de Jannik Sinner ante Ben Shelton (7-6 [2], 6-4, 6-4) y la de Novak Djokovic frente a Flavio Cobolli (6-7 [6], 6-2, 7-5, 6-4). Hoy no habrá entrenamiento y el grupo se marchará de excursión. Pero seguro que seguirá habiendo diversión.

La mayor mutación de la España de Tomé está en la portería: Cata Coll, la única superviviente de otra era y sin debutar

Actualizado Miércoles, 9 julio 2025 - 23:05

La mitad de las jugadoras que disputaron la Eurocopa 2022 y se proclamaron campeonas del mundo en 2023 están en Suiza, pero sólo una se mantiene en la portería. La mutación de la España de Montse Tomé, a veces provocada por lesiones y otras por decisiones deportivas, ha sido paulatina, pero donde más se ha notado ha sido bajo los palos. A Inglaterra viajaron Lola Gallardo, Sandra Paños y Misa Rodríguez, jugadoras del Atlético, Barça y Real Madrid. Sólo la canaria acudió a Australia, donde acabó, de manera inesperada, como suplente de Cata Coll, la superviviente en Suiza, que aún no ha debutado en la Euro 2025 por una amigdalitis.

Con su llegada al banquillo, la seleccionadora ha ido definiendo su trío propio: la inamovible Coll, la joven Adriana Nanclares y la veterana Esther Sullastres, que ha llegado a la selección en plena madurez profesional.

La guardameta del Barça es la titularísima y sólo la ha frenado, hasta el momento, su garganta. Se hizo con la titularidad en los octavos del Mundial relegando a Misa, tras encajar un 4-0 ante Japón, por decisión de Jorge Vilda y que la jugadora entendió que hubo motivos «no deportivos».

Con máscara en París

La portera del Real Madrid, persona cercana a Jenni Hermoso, volvió con España tras el cese del seleccionador, pero nunca a la titularidad. Tomé la llevó a los Juegos de París, en los que disputaría 17 minutos en la victoria ante Brasil (0-2) en la fase de grupos debido al golpe que Coll recibió en la cara en el minuto 75. Después, la mallorquina no se movió de la portería pese a jugar con máscara. Desde entonces, Misa no ha vuelto.

En todas las convocatorias posteriores, salvo en la de abril, donde entró la joven Eunate Astralaga (portera del Eibar, cedida por el Athletic, que se acaba de proclamar campeona del Europeo Sub'20), estuvieron Coll, Nanclares y Sullastres. A la joven Nanclares, que defiende la meta del Athletic, la vienen siguiendo desde las categorías inferiores y fue la titular en el Mundial Sub'20, ganado España en 2022.

"sola en una mutua de accidentes"

Debutó en la ventana de noviembre ante Corea, con la portería a cero. En su estreno frente a Portugal en la Euro también la mantuvo inmaculada, pero no puedo evitar los dos tantos de Bélgica. A sus 23 años, está disfrutando de haber cambiado las pistas de atletismo por el fútbol.

Para Sullastres, de 32 años, llegar a la selección supone un sueño. La guardameta del Sevilla se rompió el cruzado anterior de la rodilla izquierda en 2018, justo cuando acababa su contrato con el Zaragoza. «Tuve que recuperarme sola en una mutua de accidentes laborales. Pensaba en volver para la vida normal, porque creía que el fútbol se había acabado», confesaba estos días en Lausana. Renacida más fuerte, y tras la grave lesión de otra portera en el radar de Tomé, la valencianista Enith Salón, la catalana ha encontrado un premio del que ahora está saboreando.

Un casco sin visera, la profecía cumplida de Pogacar y la contrarreloj más decepcionante de Vingegaard: "Me sorprendió, no voy a mentir"

Un casco sin visera, la profecía cumplida de Pogacar y la contrarreloj más decepcionante de Vingegaard: “Me sorprendió, no voy a mentir”

Hace un mes, en ese simulacro del Tour que fue el Criterium Dauphiné tan contundentemente ganado por Tadej Pogacar, el esloveno se dejó un resquicio, una tarea pendiente, una pequeña y aparente debilidad. En la contrarreloj entre Charmes sur Rhone y Saint Péray, poco más de 17 kilómetros, perdió 28 segundos con Jonas Vingegaard (y 48 con el ganador Remco Evenepoel). «No es algo que me estrese nada. Estoy seguro de que cuando llegue el Tour de Francia no voy a perder tanto tiempo», despejó, son su suficiencia habitual. Profecía cumplida.

Para saber más

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En tierra de calvados, en la normanda Caen donde Óscar Freire ganara a Tom Boonen al sprint en 2006, todo el ímpetu inicial de Vingegaard sufrió un zarpazo. Pogacar, casi al nivel de ese dios de la aerodinámica llamado Evenepoel, no sólo se acercó al danés, le golpeó con una desmesurada ventaja de 1:05 en los 33 kilómetros planos y soleados, sin dificultades técnicas y sin viento que influyera. Le vino a revivir los fantasmas del pasado Tour, donde también le tumbó en las dos ocasiones en que se las vieron contra el crono.

Tadej tortura sin compasión a su rival. En cualquier muro final de estos días, a la mínima ocasión de rascar una bonificación o, más duro, en el terreno donde menos se le espera. Pero el esloveno no es sólo genialidad y talento. Es también trabajo. Su mejora individual contra el reloj se explica en el pasado invierno, en su obsesión por el túnel del viento, en los detalles de su Colnago, en sus días en el velódromo valenciano Luis Puig, con la afrenta de Combloux 2023 clavada con chinchetas en su amor propio. El pasado mes de mayo, a pesar de la lluvia y el tráfico abierto, ya viajó a Normandía a inspeccionar el trazado de esta quinta etapa. Nada al azar. «En el Dauphiné acabé muy decepcionado. Miré todos los detalles que hice mal, probé material y creí en mí mismo. Tal vez Vingegaard no haya tenido su mejor día. Me sorprendió, no voy a mentir», confesó. En unas semanas, más de un minuto y medio de mejora.

Antes de imaginar el porvenir. El año pasado agarró el liderato en la cuarta etapa y ya no lo saltó. Quizá, por sus palabras, esta vez pretenda otro escenario. Porque este jueves, camino de Vire Normandie, otra 'clásica', «puede que sea un día para la escapada, que alguien se meta en ella y se haga el maillot amarillo...». El viernes, el Muro de Bretaña. Él decidirá si quiere calma o no. «Llevamos cinco etapas y todas han sido rapidísimas. El recorrido de este año es muy nervioso, y te obliga a estar atento todos los días. Estoy muy contento de haber cogido el amarillo, pero también sabemos que la carrera puede hacerse muy larga de aquí a París. A partir de ahora, nuestra prioridad será mantener la ventaja que tenemos respecto a los rivales de la general, y no necesariamente el maillot. Vamos a mantenernos lo más tranquilos posible», deslizaba el líder del UAE, que actualmente es primero en la general, en la montaña y en la regularidad.

Pogacar, con el maillot de líder del Tour.

Pogacar, con el maillot de líder del Tour.LOIC VENANCEAFP

Pero también hay detalles en sus rivales. Remco ha acreditado desde hace tiempo que no hay nadie como él en la especialidad. Pero el belga honra su maillot arcoíris y su oro olímpico. La temporada pasada, tras sus éxitos, quiso ir más allá y pidió a la marca que fabrica los cascos para Soudal Quick Step (Specialized) una mejora, concretamente en la visera. Junto con los técnicos, la ahuecó en la parte frontal y le dio mayor altura en los laterales, para que el flujo de aire penetrara por ahí. Una evolución mínima pero efectiva. «En EEUU, en Morgan Hill (California), donde los ciclistas vienen a realizar pruebas en el túnel de viento, contamos con un maniquí Remco, lo que nos permitió trabajar en esta visera durante 2024 y ofrecerle algunos prototipos cuando vino en noviembre», confesaba en L'Equipe, el ex ciclista Léo Menville, ahora técnico de Specialized.

«Necesitaba que las piernas respondieran. Creo que no podría haber ido más rápido de lo que he ido, así que nuestros planes han dado su fruto. He procurado ser muy regular en el esfuerzo, yendo un poco más fuerte en las subidas que en las bajadas. La estrategia ha sido perfecta y todo ha salido bien», explicaba Evenepoel, segundo ya de la general -tras la victoria número 21 en contrarreloj en su carrera-, en un panorama similar al de estas alturas en el pasado Tour, aunque hasta él mismo es consciente de que aún no es su tiempo en la Grande Boucle: «Algún año vendré a por la victoria en la general... pero todavía es un poco pronto».

Evenepoel y su esposa Oumi Rayane, tras la victoria en Caen.

Evenepoel y su esposa Oumi Rayane, tras la victoria en Caen.EFE

En el otro lado... Ni su director se explicaba la decepcionante tarde de Vingegaard, que un rato de antes de partir había seguido desde el coche del Visma Lease a Bike la (gran) actuación de su compañero Edoardo Affini (tercero). «Esperábamos más. Aunque esto no cambia nada, la lucha sigue mañana», pronunciaba Grischa Niermann, a la espera de poder hablar con Jonas, de intentar conocer las razones de su mala tarde, peor incluso que la de Primoz Roglic.

Aunque para penurias, las de Enric Mas. Todas las buenas señales mostradas por el balear en los primeros días fueron echadas por tierra en Caen, donde se dejó más que ninguno de los que optan al Top 10, casi tres minutos. «Tengo que analizar lo que ha fallado. He dado todo», admitía, tan lejos de sus compañeros, séptimo Iván Romeo en la primera contrarreloj de su vida en el Tour, décimo Pablo Castrillo.

Jon Rahm: "He aprendido que hay cosas que no hay que decir en público"

Jon Rahm: “He aprendido que hay cosas que no hay que decir en público”

Actualizado Miércoles, 9 julio 2025 - 23:03

En unas horas, el mejor golf vuelve a la sede española más icónica de este deporte, Valderrama, que desde el este viernes acogerá, un año más, la única prueba del LIV en España. Jon Rahm es su jugador insignia. El jugador de Barrika, tras un ajetreado día entre entrevistas, actos corporativos y entrenamientos, atiende a EL MUNDO justo al concluir el hoyo 18, ayer, en el último día de prácticas antes del Proam.

Hace una década, era un 'amateur' que quería comerse el mundo, ¿qué queda del chico que buscaba ser el mejor de la historia?
Ahí sigue, lo que pasa es que he aprendido que hay cosas que no hay que decir de cara al público, pero la ilusión sigue ahí, el objetivo sigue ahí. Si me pongo objetivos pequeños o factibles, la motivación para entrenar no está, y eso es lo que me da el entusiasmo de querer ser mejor.
Han pasado muchas cosas en estos 10 años, ¿de qué se sorprendería más aquel chico: de ganar dos majors, de ser uno de los deportistas mejor pagados o de tener tres hijos?
(Se lo piensa). De la familia, seguramente. Del golf diría que hay que ganar más (risas), también son cosas que se dicen cuando hay demasiada ignorancia.
¿El dinero es un problema?
No, me ha dado seguridad a mí y a toda mi familia.
¿Se plantea si se equivocó llegando al LIV?
No, nunca. Lo más difícil, quizás, fue el año pasado, con el embarazo complicado de Kelley. Los problemas de golf se veían muy pequeños. Pero una vez que tomo una decisión, estoy cómodo con ella.
¿Su primer recuerdo en Valderrama?
Era un niño, fue en el 2007 cuando vine con mi aita a ver el Volvo Masters. El primer golpe que recuerdo es uno de Thomas Bjorn en un búnker del hoyo 7 que la dejó dada.

LIV Golf

Si tuviera una varita mágica, ¿qué cambiaría del LIV?
No quiero decir nada, porque luego se malinterpretan las cosas.
Siempre hay cosas que mejorar...
En todos sitios. ¿Tú qué crees que yo cambiaría? - Le doy varias opciones, pero no acierto con ninguna y responde - A mí me gustaría, y se está trabajando en ello, tener el calendario hecho un poco antes, para que todo el mundo pueda organizarse y el público pueda tener la capacidad de poder viajar. Me gusta mucho el cambio de este año, en el que la clasificación por equipos cuenta cada una de las tarjetas y, también, me gustaría tener puntos del ranking mundial, porque ahora mismo esta lista no refleja la realidad de los mejores del mundo.
¿Y está contento con el nivel competitivo del LIV?
Con el poco apoyo que el LIV ha tenido y sigue teniendo, van a criticar siempre lo que pueden criticar, que es lo que en golf no ha habido nunca y hay en todos los deportes: dinero garantizado. Entiendo que es una manera muy diferente de empezar una liga, pero las aguas se nota que se van calmando. porque es difícil de argumentar que no nos importa, pero nos importa. La liga sigue siendo competitiva, en los majors, los jugadores del LIV representan no más de un 10% y siempre quedamos varios entre los 10 primeros. Todos queremos ser mejores, yo quiero ser mejor, y creo que la liga va cogiendo más atracción en todo el mundo, y en España también. Es un torneo muy joven, con solo 42 citas... Habría que quitarle cierta crítica y tener cierta perspectiva de lo que va mejorando.
¿El formato de la LIV ha afectado a su nivel de juego?
No ha cambiado nada. Es muy fácil achacar los cambios a que uno juegue mejor o peor. A los que lo piensan les diría que los problemas o mi peor juego empezaron en 2023.
¿Y cómo se encuentra después de romper su récord de top-10 en Dallas?
Aliviado, así se deja de hablar de un tema más... pero es verdad que terminé undécimo, que no está tan mal, ¿eh? Me da rabia porque tiré un mal putt en el último hoyo para perder la racha. Sigo cerca, pero ya se sabe lo complicado que es este deporte.
El hecho de estar en la semana previa a un major, el Open Británico, en un campo tan diferente, es raro, ¿no?
Es algo que hemos comentado, que si no podemos jugar en un campo links, por lo menos tener libre la semana previa para poder ir a entrenarlo. Lo bueno de Valderrama es que es un campo que, por su exigencia, te prepara mentalmente. Es verdad que suele hacer viento, como ha pasado este miércoles.
¿Y lo mejor del LIV?
Sí, por la manera que nos tratan, a nosotros, a nuestras familias, a nuestros caddies y a todos en general. También por las instalaciones, la calidad de la comida... Cuidan todos los detalles y te sientes valorado.
¿Llegará el acuerdo al golf?
No sé nada, lo único que puedo decir es que los nuevos CEO ya se conocían y tienen buena relación, eso debería ser bueno.
La Ryder no se la va a perder, ¿no?
Soy optimista, pero no doy nada por hecho y voy a pelear por clasificarme e intentar ganar la semana próxima en Royal Portrush. Hay temas políticos que yo no puedo controlar, pero tengo la confianza de que voy a jugar.
¿Será un infierno?
No es que fuera bueno Whistling Straits, la verdad. Ahora les he contado a Tyrrell la historia de la primera vez que fue Luis Figo al Camp Nou y lo que le tiraron en aquel córner. Es algo que pasa en el deporte... Yo me lo pasé bien en Whistling, la verdad.

Curiosamente, a mitad del hoyo 18, Luis Figo y Aritz Aduriz irrumpieron en el partido de Rahm y se saludaron cariñosamente con el golfista en el recorrido gaditano.

Djokovic vence a Cobolli por la gorra y se volverá a medir a Sinner en las semifinales de Wimbledon

Actualizado Miércoles, 9 julio 2025 - 20:56

Las victorias se deciden por detalles, repiten los aburridos, pero esta vez fue verdad: Novak Djokovic ganó este miércoles gracias a una gorra. En su partido de cuartos de final de Wimbledon ante Flavio Cobolli hubo un instante crítico, el final del tercer set, y el sol decidió el vencedor. El verano relumbra estos días en Londres, dulce rareza, y sólo uno de los dos supo gestionarlo. Con 5-5 en el marcador, Cobolli sacaba en la parte de la pista donde brillaba el sol y se desesperó: no veía, no veía, no veía. Se quejaba al cielo -que no le hacía mucho caso-, se quejaba al juez de silla -que tampoco le atendía-, en definitiva, se quejaba. Imaginen el resultado: ‘break’ de Djokovic.

Pero en ese momento tocaba cambio de lado y el resplandor amenazaba al serbio. Podía perder su servicio y ya había caído en el tie-break del primer set; su éxito no estaba asegurado. ¿Qué hizo? Se puso una gorra. Con sus ojos protegidos resolvió el set y se abalanzó sobre la victoria. Al final Djokovic ganó por 6-7(6), 6-2, 7-5 y 6-4 en tres horas y 11 minutos y disputará las semifinales contra Jannik Sinner. Uno no celebra 24 Grand Slam si no sabe cuándo ponerse la gorra.

La resistencia de Djokovic es difícil de igualar, inquebrantable, literalmente inquebrantable. En el último juego del partido, de hecho, el serbio tuvo un resbalón rarísimo, se torció las dos piernas hasta forzar al máximo su cadera y pese a ello continuó. Hubo unos segundos en los que parecía que se había roto, el público de la pista central se puso las manos en la cabeza, Cobolli saltó a su lado de la pista, pero se levantó. Quizá en el próximo encuentro arrastrará el dolor; seguro que peleará de la misma forma. A sus 38 años sabe que si tiene otra oportunidad de ganar un título grande es esta.

KIRILL KUDRYAVTSEVAFP

Una hipotética final ante Carlos Alcaraz queda todavía lejos y en la memoria está el recuerdo de los Juegos Olímpicos de París, pero ante Sinner arde la cercana posibilidad de una revancha. En Roland Garros, también en semifinales, el italiano le derrotó en sólo tres sets en un instante crepuscular. Entonces se acercó la retirada con una pregunta abierta: ¿Realmente puede Djokovic ser campeón otra vez? El viernes se despejará la duda. Si supera al número uno, pase lo que pase después, el serbio podría aguantar sobre las pistas hasta cumplir los 40 años y más allá.

Aunque lo tendrá complicado. Después de 24 horas de rumores y corredizas, después de presentarse en su duelo ante Ben Shelton con un vendaje en su codo derecho, Sinner fue Sinner al completo. Sin dolores -al menos en apariencia- arrasó con el estadounidense, todavía verde. Como le ocurrió a Cobolli, Shelton jugó su mejor tenis, volvió a exhibir su potencia, pero tembló cuando no tenía que hacerlo. En el tie-break del primer set encadenó errores y nunca se creyó preparado para una remontada. Al final cayó por 7-6(2), 6-4 y 6-4 y tendrá que esperar aún más hasta que llegue su momento.

Ángel Correa dice adiós al Atlético y se marcha al Tigres mexicano

Ángel Correa dice adiós al Atlético y se marcha al Tigres mexicano

Fue algo extraño lo que ocurrió en el último partido del Metropolitano en el que el Atlético ganó al Betis y Ángel Correa se despidió de su público el pasado 18 de mayo.Especialmente cuando el club recordaba al argentino poco después que tenía contrato en vigor y que no había recibido ofertas por el futbolista. Quizás era una cuestión de tiempos, pero lo cierto es que tras diez temporadas y media el Atlético de Madrid confirma hoy el adiós del delantero argentino.

El destino es el que se rumoreó desde el primer momento: el Tigres mexicano, equipo que juega en el estado de Nuevo León. Se sigue reforzando así la liga del país americano con jugadores de LaLiga como ya hiciera con Sergio Canales, Óliver Torres o Sergio Ramos.

El jugador termina su periodo como rojiblanco con 469 partidos oficiales, como sexto futbolista con más encuentros en la historia del club, el segundo extranjero. En esa etapa ha convertido 88 goles y ha dado 65 asistencias siendo siempre un jugador clave para Simeone, pero partiendo principalmente desde el banquillo.

Para siempre se recordarán el tanto que marcó en el cierre del estadio Vicente Calderón ante el Athletic Club y el que marcó el camino de la victoria frente al Valladolid en la liga de la pandemia. El gol importante más reciente fue el de la victoria ante el PSG en la Champions en el Parque de los Príncipes.

El argentino conquistó una liga (2020/21), una Europa League (2017/18) y la supercopa de Europa (2018). A nivel de selección en el periodo como jugador del Atlético de Madrid conquistó la Copa América (2021) y el Mundial de Qatar (2022).

El club ha querido "agradecer a Ángel Correa su dedicación y esfuerzo durante todos estos años" y le desean "mucha suerte en sus futuros retos personales y profesionales".

Evenepoel vuela en la contrarreloj de Caen y Pogacar recupera el liderato del Tour con un golpe a Vingegaard

Evenepoel vuela en la contrarreloj de Caen y Pogacar recupera el liderato del Tour con un golpe a Vingegaard

El comienzo del Tour parecía un enredo permanente para Remco Evenepoel, despistado y enfadado con el mundo, dejándose un tiempo absurdo mucho antes de que llegara la alta montaña. En la contrarreloj de Caen (33 kilómetros), terreno propicio, se desquitó con una enorme victoria, aunque no le dio para alcanzar el maillot amarillo. Ese volvió a Tadej Pogacar, a apenas 16 segundos del belga, un minuto y cinco segundos mejor que Jonas Vingegaard, el gran derrotado del día. [Narración y clasificaciones]

Para saber más

La crono de Caen era una prueba de fuego, más que para sacar conclusiones de cara a la general final, para poner al día otra de las intrahistorias de esta batalla legendaria que mantienen Pogacar y Vingegaard. Evidentemente, con Evenopoel como tercero en discordia y máximo favorito, pues sólo una vez en su carrera (en la última etapa del pasado Tour, con final en Niza) había perdido con alguno de los dos en la lucha contra el reloj.

En la batalla personal entre el esloveno y el danés no podía haber más igualdad, seis enfrentamientos, tres victorias para cada uno. En la retina quedó aquella de Combloux en 2023, cuando Vingegaard firmó una exhibición como no se recuerda para encaminar un triunfo final que iba a sellar al día siguiente en La Loze. Esa afrenta, 1:38 de diferencia, la grabó a fuego en su amor propio Pogacar, que se tomó revancha en las dos de 2024, que preparó a conciencia, mejorando su aerodinámica en invierno en el velódromo Luis Puig de Valencia.

Pogacar, camino de Caen.

Pogacar, camino de Caen.MARCO BERTORELLOAFP

El último combate se había producido en junio, en el Criterium Dauphiné. Ahí, derrotados por Evenepoel, Vingegaard volvió a imponerse, sacando 28 segundos en los 17 kilómetros entre Charmes sur Rhone y Saint Péray. Una ventaja preocupante que Pogi relativizó: "He quedado lejos de Jonas pero no es algo que me estrese nada. Estoy seguro de que cuando llegue el Tour de Francia no voy a perder tanto tiempo". Y en Caen, día soleado y falto de viento, un recorrido completamente plano para volar y exprimir la aerodinámica, el esloveno cumplió su profecía.

No ganó, porque el mejor del mundo en eso es Remco. Pero Pogacar, segundo en la etapa, se quedó a sólo 16 segundos del campeón olímpico y mundial, que voló a 54 kilómetros hora. Ambos dieron un golpe tremendo a Vingegaard, hundido desde la salida, dejándose 1:21 con Evenepoel y 1:05 con Pogacar, para un total de 1:13 ya de desventaja en tan sólo cinco etapas del Tour.

Una crono con varios nombres propios más. En el lado positivo, Iván Romeo y Pablo Castrillo, séptimo y décimo de la etapa. En el sorprendente, Vauquelin, quinto a 35 segundos de Evenepoel. Y en el decepcionante, ninguno como Enric Mas quien se dejó medio Tour, el 37º a 2:57. Cayó del sexto puesto al 13º de la general.