Alcaraz tumba al mejor Fritz de siempre en las ATP Finals y está a un paso de las semifinales y de retener el número uno

Alcaraz tumba al mejor Fritz de siempre en las ATP Finals y está a un paso de las semifinales y de retener el número uno

Hay días en los que dar un paso atrás es un acierto; el cementerio está lleno de valientes. Carlos Alcaraz lo entendió este martes ante un gigantesco Taylor Fritz, en su mejor versión de siempre: un tenista superlativo que le tumbó desde la defensa. Cuando su rival sacaba, él se alejaba de la pista hasta casi salir de la misma y así le obligaba a pensar. Empotrado contra las vallas del fondo, encontró el camino al éxito. Una arriesgada estrategia conservadora acabó en su victoria por 6-7(2), 7-5 y 6-3 en el segundo partido de la fase de grupos de las ATP Finals, y en su clasificación virtual para las semifinales del torneo.

El próximo jueves, si vence a Lorenzo Musetti, no sólo pasará como primero de grupo —y así presumiblemente evitará a Jannik Sinner—, sino que también se asegurará el número uno hasta final de año. El triunfo de Alcaraz fue una demostración de su versatilidad y de que, aunque los resultados no le han acompañado en superficies duras bajo techo, también puede ser campeón. ¿Hay que aguantar un bombardeo? Se aguanta.

Si este Fritz no le venció este martes, no le vencerá nunca. Si este Fritz no le venció este martes, sólo Sinner es candidato a hacerlo. Si este Fritz no le venció este martes, Alcaraz puede ganar la antigua Copa de Maestros todas las veces que haga falta. Siempre agresivo, divertido, jugón, su cambio de táctica a mitad de partido para ponerse a la defensiva debe considerarse una virtud. Otras veces se perdió en el intercambio de golpes, en la tozudez, en sus errores; esta vez, no. En las casi tres horas de juego hubo dos partes diferenciadas: cuando Alcaraz quiso mandar y cuando quiso ganar.

Ni un golpe sin respuesta

En el quinto juego del segundo set, con 2-2 en el marcador, cambió todo. Hasta ese momento Fritz había dominado con su derecha y Alcaraz andaba perdido. No le funcionaba la táctica de otros días ante el estadounidense, como en la reciente final del ATP 500 de Tokio. En ocasiones anteriores bastó con moverle, llevarle de un lado a otro, hacerle dejadas, marearle, pero este martes no era suficiente. Más rápido que nunca, Fritz llegaba a todo y, además, lo hacía con acierto. En la red no siempre tomaba la mejor decisión —su punto débil—, pero al final no fallaba.

Con sus golpes y su velocidad de piernas, era un rival de verdad, una amenaza auténtica. En el tie-break del primer set, de hecho, Alcaraz tuvo poco que hacer. Pero fue ahí, en ese quinto juego del segundo set, cuando decidió cambiar. Para evitar el break se tiró quince minutos en la pista, mientras Fritz solventaba el siguiente juego con cuatro saques demoledores. Y el español se echó atrás. Se acabó lo de jugar de tú a tú: poner tanto el cuerpo era una tontería.

Alcaraz le entregó la iniciativa a Fritz. Si quería derrotarle, tendría que hacerlo él, punto a punto, a base de ganadores. Con mucha confianza en su físico, el número uno decidió devolver todas las pelotas, pasar, pasar y volver a pasar; y así desmontó a su adversario. Con toda la pista para él, Fritz empezó a errar, a perder la confianza y, en definitiva, a perder.

"Estoy muy feliz, he sabido remontar y encontrar mi buen tenis. Ha habido un momento en el que estaba muy cansado y no sabía qué tenía que hacer. Taylor estaba sacando muy bien, jugando muy bien. Solo podía aprovechar las oportunidades que me daba. Ha sido un nivel alto, físicamente; y creo que la gente se ha divertido", resumió Alcaraz al final del encuentro, tan exhausto como orgulloso.

Lamine Yamal no jugará con España y la Federación estalla contra el Barça

Lamine Yamal no jugará con España y la Federación estalla contra el Barça

Los temores que el pasado viernes tenían una parte del cuerpo técnico y de la Federación respecto a la actitud del Barça con Lamine Yamal de cara a esta concentración tomaron cuerpo este lunes y han provocado un cataclismo este martes. A través de un durísimo comunicado contra el Barça, la Federación ha desconvocado al jugador para los partidos contra Georgia y Turquía.

¿El motivo? Que el Barça sometió al jugador el lunes por la mañana, día de inicio de la concentración de la selección, y sin avisar a los médicos federativos, a un "procedimiento invasivo de radiofrecuencia" para tratar su pubalgia, y los médicos del Barça enviaron, ya con el jugador en Madrid, un informe médico que recomendaba reposo de entre 7 y 10 días.

La secuencia de los hechos es así. Lamine juega casi todo el partido en Vigo el domingo por la noche. El lunes por la mañana, es sometido a ese "procedimiento invasivo de radiofrecuencia" por los médicos de su club, y la Federación se entera a las 13.47. Por la tarde, el jugador viaja por la tarde a Madrid y se concentra en la Ciudad del Fútbol. Pero a las 22.40, los médicos de la selección reciben el informe de sus 'colegas' del Barça explicando el tratamiento y "en el que se indica la recomendación médica de reposo entre 7 y 10 días". Tras una noche de lo más tensa, esta mañana se ha decidido desconvocar a Lamine y que vuelva a Barcelona.

"Ante esta situación, y priorizando en todo momento la salud, seguridad y bienestar del jugador, la Real Federación Española de Fútbol ha tomado la decisión de liberar al deportista de la presente convocatoria. Confiamos en que pueda evolucionar favorablemente y le deseamos una pronta y completa recuperación", cerraba la Federación el durísimo comunicado que, sin citar al Barça, hace explícita una guerra que comenzó en septiembre, cuando Lamine se lesionó.

En esa ventana de partidos, contra Bulgaria y Turquía, Lamine llegó a la selección con unas molestias en la espalda por las que fue infiltrado, para evitarlas, de cara al segundo choque, en Konya contra el equipo de Güler. Según la versión que luego ofrecería Flick, el técnico del Barça, el futbolista se lesionó, en el pubis, en ese partido. "No lo han cuidado", dijo el alemán. Sin embargo, en la Federación sostienen que Lamine volvió a Barcelona un lunes sin decir nada del pubis, pasó unos días en la Ciudad Condal, incluso entrenando, y el sábado fue cuando se conoció la dolencia.

En todo caso, el de este lunes es el último episodio de una guerra que se enfriará si España consigue la clasificación para el Mundial, pues la siguiente cita ya será en marzo, dentro de muchos meses. Otra cosa será si España no alcanza el Mundial con esta extraña baja de su estrella.

Lunes trágico en Turín: mueren dos espectadores durante las finales de la ATP

Lunes trágico en Turín: mueren dos espectadores durante las finales de la ATP

Actualizado Martes, 11 noviembre 2025 - 09:31

Dos hombres, de 70 y 78 años, han muerto este lunes en dos episodios independientes en las inmediaciones del Inalpi Arena, recinto que acoge las Finales ATP de Turín.

Ambos fueron trasladados al hospital tras la rápida intervención de las emergencias sanitarias, pero perdieron la vida poco después de su ingreso, según desvelaron los medios italianos.

El primero de los fallecidos fue el hombre de 70 años, que sufrió un ataque cardíaco en la zona de aficionados, muy cerca del recinto en el que se disputan los partidos.

La segunda víctima fue un hombre de 78 años que sufrió un colapso en la grada durante el partido que enfrentó al italiano Lorenzo Musetti y al estadounidense Taylor Fritz.

Los episodios no están relacionados y no afectaron al desarrollo del programa del torneo.

La primera crisis de Xabi Alonso: parálisis en el campo y dudas, mesuradas, en el club

La primera crisis de Xabi Alonso: parálisis en el campo y dudas, mesuradas, en el club

El Madrid es el líder de la Liga y Xabi Alonso ha llegado para ser el líder del Madrid, el líder del juego, se entiende, no el líder máximo. La primera crisis del equipo blanco, porque de ese modo se califica en el Bernabéu a una serie de dos partidos sin ganar, no es tanto la del líder que todavía manda en la tabla como la del líder que pretende ser su entrenador. La atonía del Madrid en Anfield y en Vallecas apuntan a una acelerada descompresión del conjunto que propuso con fuerza el sorpasso en el fútbol español tras dominar el clásico ante el Barça.

La reacción de Xabi Alonso, más allá de sus comprimidas palabras y llamadas a la «mesura», no ha sido suficiente, como si no tuviera un plan B, como si la parálisis hubiera afectado, asimismo, al banquillo. Liverpool y Rayo no recibían al Madrid en su mejor momento. Irregulares los primeros en la Premier, los rayistas acababan de celebrar una remontada ante el Lech Poznan, pero su último resultado en Liga había sido un 0-4 frente al Villarreal en el mismo escenario.

Cualquiera de los dos resultados, derrota y empate, por separado habría tenido coartada, fuera el nivel del rival en el caso de los ingleses, o los antecedentes del Madrid en Vallecas, donde esta temporada también ha empatado el Barça. Los dos resultados encadenados crean, en cambio, una tendencia, mala para Xabi Alonso.

lesiones y cambios

Obligado a realizar cambios por la lesión de Tchouaméni, convertido en la boya del juego posicional que el tolosarra desea, Xabi Alonso retrasó a Güler en Vallecas. El futbolista con mejor visión para el último pase estaba demasiado lejos de la portería contraria, hecho que, además, rompió la excepcional conexión del turco con Mbappé.

El delantero francés estuvo ausente, tanto que únicamente tocó 11 veces la pelota en el primer periodo ante el Rayo. En su caso, no hubo diferencias con el partido que realizó en Anfield, donde estuvo desaparecido. No es casual que en esos dos encuentros el Madrid no consiguiera ni un solo gol, ya que Mbappé ha marcado el 52% de los tantos de los blancos esta temporada, 13 de 26 en Liga, la mitad exacta, y seis de ocho en Champions. En la posición de 9, hablamos de un finalizador que se resiente del mal juego de los suyos, por supuesto, pero al que en los dos últimos partidos se le ha observado desconectado, sin la rebeldía necesaria para generar ocasiones de la nada, como se espera de un futbolista de su jerarquía. Con sus luces y sombras, lo que hace Vinicius.

El brasileño y el entrenador dieron por cerrado el episodio del clásico, aunque con las dudas que generó su comunicado, sin mencionar explícitamente al técnico. Un caldo de cultivo peligroso si la duda acerca de su trabajo germina en el vestuario. Vini, su entorno y buena parte del club no han entendido alguna de sus suplencias y cambios. En definitiva, la pérdida de la condición de titularísimo. Lo mismo siente Valverde, anclado de momento al lateral, con Carvajal lesionado y Trent en el banquillo.

Xabi Alonso, el domingo, en el estadio de Vallecas.

Xabi Alonso, el domingo, en el estadio de Vallecas.EFE

Pese a observar a un Madrid sin gol y con un Mbappé ofuscado, Xabi Alonso no utilizó a Gonzalo, su gran hallazgo en el Mundial de clubes, donde demostró valentía ante las jerarquías, pese a la lesión del francés. Endrick, por su parte, parece olvidado, a la espera de una cesión. En ataque, además, el técnico todavía no ha definido con claridad la banda derecha, en la que su preferencia es Mastantuono, lesionado. En Vallecas apareció Brahim y después Rodrygo. Ninguno funcionó. No es únicamente una definición de hombres, también de sistema.

Bajada de Huijsen

La inclusión de Camavinga en el centro del campo, para pasar de un 4-3-3 a un 4-4-2, funcionó ante el Barça, pero no en Anfield. En Vallecas, el francés sustituyó a su compatriota Tchouaméni, pero Xabi Alonso acabó por llamar a Ceballos, y es que la crecida del Rayo podría haber supuesto algo peor. Lo mismo ocurrió con Militao, que empezó en el banquillo para dar minutos a Asencio y tuvo que entrar debido a la tarjeta amarilla e inseguridad de Huijsen. El central ha bajado en su rendimiento con respecto a su autoritario inicio.

Orden, meritocracia e intensidad en la presión fueron constantes que el Madrid apuntó en el Mundial de Clubes, pese a caer con un PSG mucho mejor, y empezó a consolidar en el arranque del curso. Todo progresaba adecuadamente en busca de un equipo dominante, que presione en campo del rival y tenga el control del juego a través de la posición, con sus centrales avanzados, como quiere Xabi Alonso. Un nuevo Madrid, en definitiva. Sin embargo, la abrupta desconexión en el Metropolitano y en Anfield y Vallecas, con el paréntesis del clásico, abre dudas que escalan hasta la cúpula del club, aunque con mesura, como pide Xabi Alonso, al que esperan dos largas semanas, por el parón, y tres visitas a domicilio: Elche, Girona y Olimpyakos. Después será el turno del revitalizado City de Guardiola en el Bernabéu. Otro grande. Otra prueba.

De campeón del mundo a 'ladrón' de joyas: la esperpéntica historia de Bobby Moore, el 'Sir' inglés que anuló a Pelé

De campeón del mundo a ‘ladrón’ de joyas: la esperpéntica historia de Bobby Moore, el ‘Sir’ inglés que anuló a Pelé

"¡Sólo mide 14 centímetros, sólo pesa ocho libras, pero significa que somos campeones del mundo!", clamaba el célebre locutor de la BBC Kenneth Wolstenholme mientras un muchacho rubio elevaba al cielo la copa Jules Rimet. Inglaterra había ganado por fin la Copa del Mundo en su deporte más popular y querido. El muchacho que elevaba el trofeo, una victoria alada, se llamaba Robert Frederick Chelsea Moore, Bobby Moore para el fútbol. Había nacido 25 años atrás en Barking, un suburbio del este de Londres muy cerca del estadio del West Ham. Su madre dio a luz en la estación de metro, bajo los bombardeos de los Heinkel He-111 alemanes. Al levantar esa Copa, ganada en final contra Alemania, cumplía una curiosa justicia poética.

Para saber más

Aquel muchacho fue portada el 31 de julio de 1966 en la mayoría de los periódicos mundiales. Ufano, sonriente, la copa en alto, la reina Isabel II orgullosa detrás. Volvería a copar portadas el 25 de mayo de 1970, pero en una circunstancia muy distinta: circunspecto, declarando en una comisaría de Bogotá, acusado de haber sustraído un valioso brazalete de oro, esmeraldas y diamantes en la joyería del hotel donde se había alojado el equipo inglés camino del Mundial de México. El escándalo fue mayúsculo. ¿Cómo había sido posible? Moore era un tipo ejemplar, defensa de guante blanco, limpio, de gran manejo del balón en corto y en largo, correcto con los árbitros, medido en sus declaraciones. Era Caballero de la Orden del Imperio Británico, con tratamiento de Sir, amigo de la familia real, de los Beatles, orgullo del fútbol y de Inglaterra. Un perfecto gentleman convertido en alguien capaz de robar una joya en un descuido de la encargada de la tienda. No cuadraba.

La selección de los Three Lions estaba en Bogotá como parte de su plan de preparación para el Mundial inminente, al que acudía como campeona. Adelantaré aquí que su título de 1966 fue visto con reparos fuera de la isla, por los arbitrajes de que gozó y por su gol fantasma en la final. Y sobre todo en Sudamérica. El Mundial en tierras británicas produjo un distanciamiento serio en materia de fútbol entre aquella parte del mundo e Inglaterra. Brasil volvió humillada, con Pelé maltrecho por culpa de la indulgencia arbitral para con sus marcadores de Bulgaria y Portugal; Uruguay, que empezó con un empate ante Inglaterra, cayó en cuartos ante Alemania con dos expulsados después de que el árbitro se hiciera el loco cuando con 0-0 el defensa Schnellinger repelió con el puño (la foto no ofrece dudas) un balón que se colaba en el marco alemán; Argentina sufrió el mismo día la célebre expulsión de Rattín. La lectura fue: un árbitro inglés fundió a los uruguayos ante Alemania, y un alemán hizo lo propio con Argentina ante Inglaterra. De todo aquello quedó un resquemor colectivo contra Europa y sus manejos en la FIFA, contra Stanley Rous, inglés y presidente de la misma, y contra Inglaterra toda y su orgullo imperial.

Ahora la selección inglesa cruzaba el océano llevando en el equipaje la vieja Jules Rimet, que iba a ser puesta en juego en México. En el grupo repetían muchos de los campeones. El seleccionador, Alf Ramsey, era el mismo, y también estaban los señoriales Bobby Charlton y Bobby Moore. El 18 de julio aterrizaron en Bogotá, pues Ramsey había decidido completar la preparación con dos partidos ya en América, ambos en altitud, como habría que jugar en México. Primero el 20, en Bogotá, después el 24, en Quito. Y de ahí, previa nueva escala en la capital de Colombia, el viaje definitivo a México.

El grupo se hospeda en el hotel Tequendama, el mejor de la ciudad, destacado por sus comodidades, hospedaje obligado de los turistas adinerados, desconocedores de inquietantes hablillas extendidas por la ciudad, según las cuales lo habitaban las almas de los muchos suicidas que elegían el barranco sobre el que estaba construido para suicidarse. Los jugadores se ducharon y bajaron a curiosear, aburridos, por el hall del hotel. Las instalaciones incluían una joyería cuyo nombre, Fuego Verde, aludía al color y brillo de la esmeralda, riqueza nacional del país.

Charlton entró en busca de un regalo para su esposa. Le llamó la atención un brazalete de oro que llevaba engastadas esmeraldas y lágrimas de diamante. La encargada, Clara Padilla, la sacó de la vitrina, se la mostró, pero no se decidió y la muchacha la guardó. Junto a él estaba Moore y dentro de la tienda también el seleccionador, Ramsey, y Peter Thompson, uno de los suplentes. Luego salen de nuevo a pasear su ocio por el hall hasta que de repente aparece la empleada dando gritos: "¡Robo, robo!". El dueño de la tienda, Danilo Rojas, le había ordenado dar la voz de alarma, porque afirmaba haber visto desde su despacho a Bobby Moore hurtando el brazalete. Padilla le acusa y el barullo en el hall, en el que hay muchos periodistas, es tremendo. Aparece la policía, Moore se deja registrar pacíficamente y no tiene nada. También es registrado Bobby Charlton, por si habían hecho una acción combinada y se lo había pasado, pero tampoco en su chándal había nada.

Moore levanta la Copa Jules Rimet en Wembley en 1966.

Moore levanta la Copa Jules Rimet en Wembley en 1966.GETTY

Tras 15 minutos de revuelo, los curiosos se fueron desperdigando y la policía inició sus pesquisas. Ramsey y el director del hotel rogaron a los periodistas ingleses y locales que obviaran el incidente. Cumplieron todos menos un joven reportero colombiano, Germán Castro Caycedo, que publicó en El Tiempo un pequeño suelto iniciado con la posterior pérdida (o sustracción) de la cartera sufrida por Bobby Charlton, tras lo que añadía incidente en torno a Bobby Moore, narrado de forma sucinta. Castro Caycedo sería más adelante una celebridad como periodista y escritor.

Sin más problemas, Inglaterra juega el día 20 en el Campín, estadio del Millonarios, ante Colombia, y gana 0-4. El 21 vuela a Quito, donde el 24 repite victoria, ahora ante Ecuador, por 0-2.

El regreso estaba programado con escala en Bogotá, donde habrían de pasar ocho horas antes de volar a México. Alguien sugirió cambiar el plan y hacer la escala en Panamá, por si había alguna mala sorpresa en Bogotá, pero se descartó. "Quien nada debe, nada teme", vino a decir Moore, al que se consultó. Así que hicieron lo previsto y a media mañana ya estaban en el Tequendama, pasando el rato antes de ir al aeropuerto. Para matar el rato entraron en el cine del propio hotel, donde se proyectaba Shenandoah (El valle de la violencia, en español), protagonizada por James Stewart y ambientada en la Guerra de Secesión.

Moore está tan tranquilo, metido en la película, cuando alguien le toca el hombro y se encuentra con dos agentes que le sacan fuera y le enseñan un mandato de arresto por el robo del brazalete. Se arma un revuelo, se acaba la proyección. Ramsey, nervioso, comete la imprudencia de decir que Moore tiene dinero para comprarse el hotel si quiere, lo que herirá el orgullo local. Pero no hay remedio, queda detenido y es llevado a comisaría a declarar.

Faltan seis días para el Mundial, ocho para el primer partido de Inglaterra, contra Rumanía. Los compañeros quieren quedarse, pero al final se decide que la expedición ha de seguir, dejando, eso sí, a dos federativos, Denis Follows y Andrew Stephen, a los que enseguida se une el embajador, Sir Thomas Edward Rogers. Moore hace su primera declaración y le anuncian que deberá dormir en el calabozo para comparecer la mañana siguiente ante el juez. Aparece entonces Alfonso Senior, presidente del Millonarios (el que traspasó a Di Stéfano al Madrid) y de la Federación Colombiana, hombre fuerte en la FIFA. Consigue del comisario, gracias a su influencia, que el jugador pase el arresto en casa del propio Senior, admitiendo en ella la presencia de policías para su vigilancia. Al tiempo contrata para la defensa a una eminencia, Vicente Laverde Aponte, ex ministro, un abogado duro, ganador de causas difíciles. Entre tanto en Inglaterra ya es de madrugada. Las rotativas han parado tras su arranque para meter la sensacional noticia, con alguna foto del interrogatorio. Inglaterra se despierta con ese sobresalto, que durante todo el día será el tema estrella de la BBC.

Una imagen de la película 'Evasión o victoria'.

Una imagen de la película 'Evasión o victoria'.E. M.

A todo esto, el juez, Pedro Mayo, era uno de los pocos ciudadanos colombianos sin menor noción del fútbol. Desconocía quién era Moore ni qué cosa era la Copa del Mundo y a preguntas de los reporteros hizo el cálculo de que el caso llevaría tres meses. Harold Wilson, el premier británico, trató el tema en el consejo de ministros y estableció desde el 10 de Downing Street una línea directa con la embajada. En México, Charlton solicita regresar para ayudar a Moore con su testimonio, pero no se le permite.

El 26 el juez hace una reconstrucción de los hechos. Ahí se enteran de por qué se ha reabierto el caso: el encargado de la tienda, Danilo Rojas, había encontrado un transeúnte llamado Álvaro Suárez que a través del cristal del escaparate habría visto a Moore sustraer el brazalete por la abertura de la vitrina. Pero ni el ángulo de visión del testigo (que resultó ser un golfante, con un historial de detenciones) permitía ver la vitrina ni los dedos de Moore, como se comprobó, podían penetrar por la ranura.

El 27, el juez toma declaración a Danilo Rojas, Álvaro Suárez y Clara Padilla delante de Laverde Aponte, al que no le cuesta mucho desmontar sus contradicciones, desde el valor de la joya, que fueron haciendo ascender de 500 dólares a 1.400 y finalmente a 4.000, a la descripción de la escena. Las presiones diplomáticas y los apremios del abogado hicieron que el juez levantara ese mismo día el arresto previo depósito por parte de la embajada del de la joya. El 28, Moore embarcó hacia México. En el amplio jardín de Senior se había podido ejercitar y hasta jugar al fútbol con los policías de custodia. Estaba en forma, aunque perdió tres kilos, por los nervios.

Moore jugó los cuatro partidos de Inglaterra, incluido el primero, ganado 1-0 ante Rumanía. La segunda jornada fue contra Brasil, que ganó 1-0 con gol de Jairzinho; al final Pelé ofrece su camiseta a Moore en lo que parece un desagravio por la escena de Bogotá. Luego se vuelca en elogios: "Es el jugador que mejor me ha marcado en mi vida, y el más deportivo". Inglaterra ganará 1-0 el tercer partido del grupo, ante Checoslovaquia, para luego caer ante Alemania 3-2, en la prórroga.

Semanas después, el juez sobreseería el caso por falta de pruebas.

Moore extenderá su carrera internacional hasta los 105 partidos, con 90 capitanías, empatando en esto con el mítico Billy Wright. En 1981 rodaría con Pelé Evasión o Victoria, de John Huston. Falleció muy joven, con 51 años, víctima de un cáncer de colon. Para entonces se había reabierto y resuelto el caso, resultando ser un autorrobo fingido por Danilo Rojas. Fue a la cárcel, pero aquello apenas trascendió. Yo lo supe allí, ya en este por un colega colombiano. Apenas se difundió, pues se consideraba vergonzoso. Clara Padilla vivía ilocalizable en Nueva York cuando se celebró el nuevo juicio.

Julio Granda, el campeón del mundo que sólo leyó un libro de ajedrez y prefiere trabajar la tierra a jugar

Julio Granda, el campeón del mundo que sólo leyó un libro de ajedrez y prefiere trabajar la tierra a jugar

La carrera de Julio Granda es única en muchos sentidos. Es habitual verlo citado como «el gran maestro campesino», pero la expresión no le entusiasma «por sus implicaciones peyorativas, sobre todo en inglés». Lo cierto es que Julio nació en Camaná (Perú) el 25 de febrero de 1967 y que era el tercero de siete hermanos. Todos dormían en la misma habitación, casi amontonados. «Pobres no éramos», puntualiza. «No teníamos luz ni agua corriente, pero comida no faltaba». «Era una vida de campo un poco dura, porque éramos muchos, pero yo fui un privilegiado desde el comienzo. A mí me alimentaban y me vestían mejor gracias al ajedrez».

Su talento también le permitió viajar, ganar dinero y convertirse dos veces en campeón del mundo. Lo más sorprendente es que, pese a todos sus éxitos y a su predisposición natural, nada le gusta en la vida más que trabajar la tierra, a la que ha regresado y a la que se siente unido de una forma casi espiritual.

A Julio lo conocen casi todos en el mundo del ajedrez, donde es una persona muy querida, aunque también admite sus pecados y lo difícil que le ha resultado no reincidir. Enseguida contaremos alguno. Estudiar tampoco fue nunca su especialidad. Apenas ha preparado un par de partidas en su vida; se le podría comparar con alguna estrella del fútbol (deporte que le gusta), como Mágico González. Granda dice que sólo ha leído un libro de ajedrez y que lo hizo por aburrimiento, sin utilizar un tablero auxiliar para seguir las partidas, que reproducía en su cabeza. Es parecido a jugar a la ciega, con los ojos vendados.

Campeón mundial a los 13 años

Granda ganó el Mundial sub-14 de 1980, en México, casi 40 años antes de triunfar también en el Mundial de Veteranos, en 2017. Se trata de un doble hito insólito en su país. Hasta tal punto tuvo repercusión que de niño lo recibió en el Palacio del Gobierno el presidente de la República, Fernando Belaúnde.

Otra circunstancia única es que Julio alcanzó su mejor puntuación Elo después de cumplir los 50. De algún modo, no había desarrollado todo su potencial en sus mejores años. El suyo es un caso digno de estudio, ese estudio que a él nunca lo supo seducir. El gran maestro peruano, que valora la humildad por encima de cualquier otra cualidad, habla con EL MUNDO a lo largo de varios días, en el torneo Leyendas y Prodigios de Madrid (donde el niño Faustino Oro logró su primera norma de gran maestro), en una clase magistral organizada por el Club V Centenario, de San Sebastián de los Reyes, y en el Festival Salamanca Cuna del Ajedrez Moderno. Esta última cita supone su regreso a su «ciudad adoptiva». «Viví aquí 10 años gracias a mi amigo Javier Sanz, ex campeón de España, lamentablemente fallecido».

Granda se autodefine como ajedrecista jubilado, pese a la actividad tan intensa del último mes, que incluye varias lecciones magistrales más, una de ellas en Londres, el nacimiento de su nieta y un poco de turismo por Italia. De vuelta a su ciudad natal, seguirá conectado con el campo, dará clases por internet y tratará de construirse una casa biosostenible.

Jugar antes de saber leer

Julio se enganchó al ajedrez «de pura casualidad». «Mi padre sabía jugar, pero lo había dejado. Entonces, vino el duelo entre Bobby Fischer y Boris Spassky y lo primero que hizo fue conseguir un tablero para enseñar a mis hermanos mayores. Yo tenía cinco años y no sabía leer ni escribir, pero enseguida me llamó la atención. Mis hermanos no querían que aprendiera, pero la curiosidad me enseñó. Y ahí empezó la historia. Uno de mis hermanos se burlaba de mí cuando me ganaba y eso me enervaba. Me hizo bien, porque me permitió darme cuenta de dónde me equivocaba. Y así fue como los superé muy rápido».

Granda y Oro, durante el torneo de Madrid.

Granda y Oro, durante el torneo de Madrid.F.M.B.

A los seis años, Julio ya era el campeón de su casa, pero quedaba mucho trecho por recorrer. «Hubo varias circunstancias favorables», recuerda. «En Arequipa había un bibliotecario que era jugador de primera categoría y, como no iba nadie a la biblioteca, la convirtió en un club de ajedrez. Gracias a Fischer había una afición tremenda».

El ajedrez no daba dinero, pese a todo, al menos en los primeros años, y después de alguna mala cosecha, su padre se planteó seguir con el sueño del pequeño campeón. «Yo no le dije nada a él, pero sí a mi madre: si papá no quiere enviarme a Arequipa, yo me voy a pie. Son 180 kilómetros, pero creo que lo dije con tal determinación que parece que mi papá vendió un torete y siguió la historia».

Las luces de la ciudad

Gracias a eso ganó el Mundial, lo recibió el presidente y se tuvo que ir a Lima para prosperar. «Pero claro, a un joven al comienzo le atraen las luces de la ciudad». Julio Granda recurre a otro deportista peruano para explicar su propio caso. «No si te suena el Cholo Sotil, que falleció el año pasado. Era un icono de nuestro fútbol que jugó en el Barça y en el Perú lo estigmatizaron. La gente tiende a poner en un altar a sus ídolos, pero el ser humano no es nada, desde mi perspectiva. Sotil llegó joven a Barcelona, sin nadie. "Me gasté la plata", dijo después. Se compró un Ferrari, se iba por las Ramblas y todo lo que conlleva eso. Tal vez yo no llegué a tanto porque ganaba menos dinero».

¿Julio Granda también habría caído en esa vida, si hubiera podido?

«Yo tuve dinero, al menos para un joven, y obviamente me lo gastaba. Pero me ayudó de una manera natural el haberme criado en el campo. Tenía cierta disciplina natural, por llamarlo así. Eso me frenó un poco, pero un joven hace lo que el mundo te ofrece. Es la tendencia natural».

«Tengo bastantes dudas como pareja y como padre. Lamentablemente, el ser humano tiene que pasar por eso para aprender».

Luego está su relación con la húngara Susan Polgar, varias veces campeona del mundo, quien contaba en un libro reciente cosas no demasiado bonitas sobre el gran maestro peruano. «Las relaciones son complicadas y uno tiene que ser autocrítico. Creo que no actué bien», admite Granda.

¿Fue una mala jugada? «No sé si diría eso, pero cuando uno tiene una relación, tiene que ser honesto y probablemente yo no lo fui. Uno debería hacer las cosas bien, pero no siempre se hacen. Y cuando hay relaciones que afectan a otra persona, evidentemente, uno tiene que ser muy autocrítico». ¿Ha cometido más errores así en la vida? «Continuamente. Es como cuando juegas una partida mala y luego dices: ¿cómo hice esta barbaridad? Entras en alguna inercia poco conveniente. Tengo bastantes dudas como pareja y como padre. Lamentablemente, el ser humano tiene que pasar por eso para aprender. Lo complicado es que muchas veces, aprendiendo, vuelves a reincidir. Eso es lo que me decepciona».

Dueño de una memoria prodigiosa, Granda encadena anécdotas en las que participan otras leyendas del tablero. Podría seguir durante horas, pero en cuanto tiene ocasión vuelve a hablar de la tierra. «Es una vida especial y yo agradezco mucho esa conexión. Mi infancia transcurrió en el campo y ahora vivo en el campo. Mi gran deseo era volver a mis raíces. En realidad, me considero un horticultor orgánico», añade en un último jaque a la descubierta.

Sinner logra ante Auger-Aliassime su vigesimoséptima victoria consecutiva bajo techo

Sinner logra ante Auger-Aliassime su vigesimoséptima victoria consecutiva bajo techo

Son ya 27 victorias consecutivas las que ha suscrito en pista cubierta Jannik Sinner, que este lunes derrotó a Felix Auger-Aliassime en el inicio de la defensa de su título en las ATP Finals de Turín. El número 1 del mundo, rango que cederá si Carlos Alcaraz suma tres victorias en la fase de grupos del torneo o alcanza la final, venció por 7-5 y 6-1 al mismo hombre a quien derrotó recientemente en la final del Masters 1000 de Paris-Bercy.

El canadiense, un tenista especialmente cualificado en este tipo de superficies, sólo presentó oposición en el primer parcial, para sucumbir después ante un hombre que maneja todos los resortes en indoor. Este miércoles buscará frente a Alexander Zverev, ganador ante Ben Shelton en su debut, una plaza en las semifinales, en el que será el segundo partido del Grupo Bjorn Borg.

Sinner queda ahora a dos victorias de igualar uno de los registros de Roger Federer, quien encadenó 29 triunfos bajo techo entre los años 2010 y 2012. Está a gran distancia aún de John McEnroe, impoluto a la luz de los focos en una secuencia de 47 victorias entre 1978 y 1987. Novak Djokovic, ausente en esta edición tras salir campeón en Atenas, con 35, de nuevo Federer, con 33, e Ivan Lendl, con 32, aún le preceden en la lista.

El italiano, que ha renunciado a liderar a su país, ganador de las dos últimas ediciones, en las Finales de la Copa Davis que se celebran la semana próxima en Bolonia, tiene en este torneo su último gran objetivo de una temporada en la que ganó Wimbledon frente a Alcaraz y se vio superado por el español en las finales de Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos.

Sus posibilidades de volver a cerrar el curso como número 1 pasan por ganar el título y esperar que su gran rival no consiga esas tres victorias en el round robin ni alcance el partido definitivo.

En el otro partido de la jornada de este lunes, dentro del Grupo Jimmy Connors, Taylor Fritz derrotó a Lorenzo Musetti, que ha entrado en el torneo gracias a la baja de Djokovic, por 6.3 y 6-4. El estadounidense se medirá este martes con Alcaraz (14.00 h., Movistar), quien se impuso el domingo, también en dos sets, a Alex de Miñaur. Fatigado después de la durísima final de Atenas que perdió ante Nole, Musetti poco pudo hacer ante la eficacia del estadounidense, que cerró el encuentro con 13 aces.

El Atlético ya no es de la familia Gil: así es el fondo de inversión, creado hace un mes, que ha comprado el club

El Atlético ya no es de la familia Gil: así es el fondo de inversión, creado hace un mes, que ha comprado el club

La compra del Atlético ha sido el primer gran negocio tras el nacimiento de Apollo Sports Capital (ASC). El 29 de septiembre, Apollo Global Management, el fondo estadounidense creado por Leon Black, Josh Harris y Marc Rowan en 1990 y que gestiona un volumen de 850.000 millones en activos (de los que 17.000 millones estaban ya relacionados con el mundo del deporte), decidía inaugurar esta filial.

Liderada por Al Tylis, ASC tiene 5.000 millones de dólares para invertir en oportunidades dentro del deporte para proveerlas de "capital paciente" o a largo plazo. "Se trata de brindar muchos recursos para fomentar un crecimiento muy rápido, como una start-up, pero manteniéndolo en el tiempo", explica Jorge López, profesor de gestión Deportiva de la Universidad Europea.

Tylis, un ejecutivo e inversionista con participaciones en clubes de fútbol británicos, mexicanos y colombianos junto con actores de Hollywood como Ryan Reynolds y Eva Longoria y futbolistas como Mesut Özil explicaba así su desembarco en Apollo: "Habiendo sido inversor en varios clubes a lo largo de los años, sé de primera mano cómo de importante será Apollo Sports Capital en el mercado. Llevaremos capital paciente, estructuras transversales y un rango de soluciones superior a las típicas estrategias vistas hasta ahora".

Su primera gran operación ha sido introducirse en el Atlético de Madrid adquiriendo el 55% de las acciones del club, principalmente de Atlético Holdco, el holding en el que figuraban Miguel Ángel Gil Marín, Ares Managment y Enrique Cerezo y que hasta ayer representaba más de un 70% de la entidad.

Con el movimiento de Apollo, el actual CEO rojiblanco pasa de un 50,8% de las participaciones a un 10%, el fondo americano de un 34% a un 5% y Cerezo de un 15% a un 3%. Quantum Pacific, grupo empresarial liderado por el israelí Idan Ofer, también reduce su participación pero se mantiene como segundo accionista con un 27%. "El Atlético es un club con un recorrido sólido y su futuro desarrollo lo convierte en una inversión muy atractiva", explica Carlos Cantó, CEO de SPSG consulting. Es también la primera gran entidad en España que pasa a manos extranjeras.

El fondo estadounidense ha valorado el club en unos 2.500 millones de euros incluyendo la deuda que tiene pendiente que se eleva, según el último balance de la entidad, a 510. "Esta operación proporcionará un futuro más sólido al club para competir con los gigantes del fútbol europeo", apuntan desde el Metropolitano.

De hecho, para continuar con esa estabilidad, la primera medida es mantener a Gil Marín como CEO rojiblanco y a Cerezo como presidente. Aunque, según apunta el profesor de la Universidad Europea: "Cuando entra un fondo se suelen traer gestores propios y ese 55% le permite tomar las acciones que quiera, incluso prescindir de cualquiera de los dos cuando quieran". No obstante, entre las cláusulas del acuerdo que aún se desconocen, Miguel Ángel Gil podría haber exigido un periodo mínimo al frente de la entidad.

El académico cree que esta compra se ha sustentado en cuatro pilares: la internacionalización de la marca, una ampliación de la parcela deportiva, la mejora en la eficiencia de ingresos y, más importante, la explotación de la Ciudad del Deporte, gran proyecto rojiblanco para 2026. "Quieren transformar un club deportivo en una empresa de entretenimiento y deporte", explica Jorge López.

La entidad, en su comunicado, confirma que esta entrada de capital se realiza para "respaldar los planes del club a largo plazo" entre los que detallan una "inversión adicional en los equipos del Atlético de Madrid y en importantes proyectos de infraestructura".

Ciudad del Deporte

La Ciudad del Deporte era un diseño que necesitaba de una inversión cercana a los 800 millones de euros y fue el primer motivo por el que se iniciaron las conversaciones entre Apollo y el club, primero como potencial inversor y luego como accionista mayoritario. "Para mí era importante contar con un socio a largo plazo que creyera en nuestra estrategia y pudiera potenciar nuestras actividades fuera del terreno de juego con el desarrollo de la Ciudad del Deporte", explicó Gil Marín.

Así lo certificó también Robert Givone, socio de Apollo y co-gestor de ASC, en sus primeras declaraciones tras la adquisición del club: "Respaldar los ambiciosos planes para la Ciudad del Deporte puede generar un valor significativo tanto para el club como para la economía local". Para ello, antes de que acabe la temporada, se llevará a cabo una ampliación de capital, a la que se han comprometido a acudir todos los accionistas.

La inversión de Apollo Sports Capital está sujeta al cumplimiento de las condiciones habituales de cierre, incluidas las autorizaciones regulatorias, y se prevé que se completen entre los próximos tres a seis meses, probablemente en el primer trimestre de 2026. Es lo que le queda a la familia Gil como propietaria del Atlético tras más de 30 años.

Lewandowski, la eficacia que reanima al Barça: un gol cada 64 minutos

Lewandowski, la eficacia que reanima al Barça: un gol cada 64 minutos

Actualizado Lunes, 10 noviembre 2025 - 16:42

«Si miras la relación entre minutos jugados y goles marcados, creo que no estoy muy lejos del año pasado». Eso es lo que aseguraba Robert Lewandowski la semana pasada en la rueda de prensa previa al duelo entre el Brujas y el Barça en la Champions. La misma en la que señaló que, tras superar dos lesiones que condicionaron su arranque de curso, su temporada particular se iniciaba con ese partido. En Bélgica fue suplente y no pudo desequilibrar con alguno de sus tantos un empate con regusto a derrota. En lo que se refiere a la Liga, en cambio, los números le dan la razón. En Vigo logró reivindicarse en su retorno a la titularidad. Y lo hizo nada más y nada menos con un hat-trick que le permitió al conjunto de Hansi Flick llevarse un más que merecido triunfo de Balaídos y recortar distancias con un Real Madrid que tropezó en su visita a Vallecas para encarar así de la mejor manera posible el parón por las selecciones.

Para saber más

En la Champions aún no ha estrenado su cuenta. En la Liga, mientras, ha aprovechado su exhibición para auparse como máximo anotador azulgrana, en un arranque de temporada en el que el gol ha sido cosa de muchos. Lewandowski, con siete tantos, es el líder. Le sigue Ferran Torres, quien ha experimentado un bajón tras atesorar cuatro en los primeros cinco partidos y que, tras un periodo de sequía y una lesión, vio puerta de nuevo contra el Elche. Lamine Yamal, con cuatro, es el tercero en discordia. Y Raphinha, pese a su prolongada ausencia por problemas musculares, comparte la quinta plaza con un Fermín que también se vio obligado a parar tras caer lesionado ante el Getafe. Ambos han logrado sumar tres tantos. Rashford, Araujo y Pedri, mientras, suman dos cada uno. Y Jules Koundé, Eric García y Dani Olmo, finalmente, han sido capaces de sumar cada uno un tanto.

Es cierto que Lewandowski lleva, ahora mismo en la Liga, justo la mitad de los goles que marcó a estas alturas del curso la temporada pasada. Al término de la duodécima jornada, eran entonces 14 tantos. Ahora, acumula siete. Su rendimiento, a pesar de todo, es prácticamente el mismo. Tanto ahora mismo como el curso pasado, puede decirse que marca un tanto por cada 64 minutos disputados. Un ritmo fulgurante que, a finales de la campaña pasada, iría descendiendo hasta quedarse en un gol aproximadamente cada 88, lo que se tradujo a su vez en un segundo puesto en la lucha por el Pichichi por detrás del madridista Kylian Mbappé, vencedor tanto de este trofeo como de la Bota de Oro tras marcar 31 tantos en el torneo de la regularidad por 27 del polaco. El regreso de la mejor versión del Lewandowski, que falló ante el Sevilla un penalti que podría haber supuesto el momentáneo 2-2 y, quizás, haber cambiado el signo de un encuentro que acabó con derrota azulgrana por 4-1, puede también reanimar a un Barça que ha echado muchísimo de menos sus goles.

En el libro de estilo de Johan Cruyff, el gran artífice de la transformación del Barça, bastaba con marcar un gol más que el rival. Encajar le daba igual con tal de dar espectáculo. En Balaídos, donde concedió dos tantos, la defensa azulgrana volvió a dejar claro que aún tiene muchísimo margen para mejorar. Por lo menos, el ataque parece estar recuperando el esplendor de antaño para que eso se quede en anécdota. De la mano, ahora mismo, de un Robert Lewandowski que parece volver a estar terriblemente entonado.

Gil Marín vende el Atlético de Madrid a Apollo, un fondo de inversión americano

Gil Marín vende el Atlético de Madrid a Apollo, un fondo de inversión americano

Apollo Sports Capital, compañía global de inversión en deporte, ha comprado una parte mayoritaria del Atlético de Madrid, aunque mantendrá al frente de la entidad tanto a Miguel Ángel Gil como consejero delegado como a Enrique Cerezo como presidente.

El fondo de inversión americano ha adquirido un 55% de las participaciones del club rojiblanco según el diario Expansión y ha dejado la participación del CEO en un 10% y del presidente en un 3%. Quantum Pacific, firma británica fundada por el magnate israelí Idan Ofer, será el segundo accionista con un 25%, mientras que el otro fondo americano, Ares, reduce su cuota hasta el 5%.

Según el diario económico, la valoración del club a la hora de realizar la compra se sitúa en torno a los 2.500 millones de euros, incluyendo la deuda de algo más de 500 que todavía pende sobre la entidad.

La entrada de Apollo en el Atlético de Madrid "reforzará la posición de nuestro club entre la élite del fútbol y apoyará nuestra ambición de ofrecer éxitos a largo plazo para nuestros millones de aficionados en todo el mundo", según escribe la entidad en el comunicado en el que han confirmado la noticia.

Esta entrada de capital se realiza para "respaldar los planes del club a largo plazo". Se habla de una "inversión adicional en los equipos del Atlético de Madrid y en importantes proyectos de infraestructura".

El principal es la Ciudad del Deporte para la que se necesitaban en torno a los 800 millones de euros y, hasta esta adquisición, aún faltaban 600 para completar su financiación. "El objetivo de este proyecto es convertirse en un destino de referencia mundial para el deporte, el ocio, la cultura y la actividad comunitaria", apuntan en la nota de prensa.

"Apollo Sports Capital es un gran aliado que respeta la historia, las tradiciones y la identidad del Atlético de Madrid y de su afición, al tiempo que aporta recursos y entusiasmo adicionales para ayudar a mantener nuestro crecimiento y competitividad", valora Miguel Ángel Gil. Añade también el consejero que es "una gran oportunidad para impulsar un crecimiento sólido y sostenible".

Por su parte, Robert Givone, socio de Apollo y co-gestor de ASC, declaró: "El Atlético de Madrid es una de las grandes instituciones deportivas de Europa y es un honor para Apollo Sports Capital invertir en este club histórico y en su legado de más de 120 años. Miguel Ángel ha hecho un trabajo extraordinario transformando al Atlético y para nosotros era fundamental invertir respaldando la continuidad de su liderazgo, además de invertir en el equipo y en la comunidad local".

La inversión estará sujeta a ciertas condiciones que se prevé que se cumplan en el primer trimestre de 2026. Se incluyen ciertas autorizaciones regulatorias y otros términos como el compromiso de una ampliación de capital antes de que termine esta temporada.