Red Bull, al borde del ataque de nervios: reuniones de urgencia, bronca del agente de Verstappen y tres 'pit-stops' "inaceptables"

Red Bull, al borde del ataque de nervios: reuniones de urgencia, bronca del agente de Verstappen y tres ‘pit-stops’ “inaceptables”

A última hora del domingo en Bahrein, mientras sus operarios embalaban los bártulos rumbo a Jeddah, un par de escenas evidenciaron la atmósfera que se respira en Red Bull. Dentro del hospitality, Christian Horner, su team principal, improvisaba una reunión de alto voltaje con su plana mayor, encabezada por Pierre Waché, director técnico, Paul Monaghan, ingeniero jefe y Helmut Marko, asesor deportivo. Unos minutos antes, a la puerta del garaje, Marko, de 81 años, ya había tenido que soportar las quejas de Raymond Vermeulen, el representante de Max Verstappen, harto del pobre rendimiento del RB21.

La sexta plaza en Sakhir dejó muy con mal sabor de boca al vigente campeón, que había dominado a placer en 2023 y 2024 con sendas victorias desde la pole. El ritmo de su coche, nueve décimas más lento de promedio que McLaren y casi medio segundo peor que Ferrari y Mercedes, sólo pudo equipararse al de Alpine. De hecho, Verstappen tuvo que ceder ante el empuje de Esteban Ocon (Haas), Andrea Kimi Antonelli (Mercedes) y Lewis Hamilton (Ferrari), apurando hasta la última vuelta para superar a Pierre Gasly.

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"Fue muy alarmante. Sabemos que no somos competitivos", lamentó Marko. Desde el viernes, Red Bull venía sufriendo diversos contratiempos con los frenos y con el equilibrio del RB21, que degradaba los neumáticos de un modo muy preocupante. "Esta carrera ha sacado a la luz algunos escollos que debemos solucionar rápidamente. Entendemos dónde están los problemas, pero introducir las soluciones llevará un poco más de tiempo", completó Horner.

El semáforo y una rueda atascada

Durante su primer encuentro con la prensa, en la zona mixta de Sakhir, Verstappen confesó que no tenía ganas de abordar estas cuestiones con sus superiores. El holandés parecía morderse la lengua al recordar algunos episodios de la carrera, como los pit-stops que frustraron cualquier intento de remontada. Una mancha en el expediente de Red Bull, célebre por la eficiencia de sus mecánicos.

Durante el primer paso por boxes, los mecánicos se retrasaron más de cuatro segundos al montar los neumáticos duros, mientras Mad Max esperaba, en vano, el cambio de la luz roja del semáforo. Unos minutos después, Yuki Tsunoda también sufrió en sus carnes una confusión similar, con la luz amarilla parpadeando junto a la roja. En la vuelta 26, Verstappen también tuvo que detenerse 6,2 segundos por culpa de la rueda derecha delantera, atascada en el momento más inoportuno. Marko calculó que estos errores costaron "dos posiciones" a su líder.

"Debemos recuperar lo antes posible el rendimiento. Si el coche no es el más rápido y tampoco funcionan las paradas en boxes... Es inaceptable", subrayó el asesor del equipo, con tono iracundo. "Todo lo que podía ir mal salió mal", ratificó Verstappen, fuera del top 5 por quinta vez en las 25 últimas carreras. Apenas siete días después de su triunfo en Suzuka, queda aún más evidencia que aquella gesta sólo debió atribuirse a una genialidad del tetracampeón. Y que el cambio de rumbo en Red Bull se antoja muy difícil a lo largo de 2025.

Los mecánicos de Red Bull, durante una de las paradas de Verstappen.

Los mecánicos de Red Bull, durante una de las paradas de Verstappen.AFP

Tampoco sobran los motivos de alegría para Tsunoda, pese a sumar sus primeros dos puntos como piloto de Red Bull. Desde el GP de Las Vegas 2024, sólo Verstappen había aumentado el casillero del equipo. A partir de ahora, los rumores sobre el futuro del tetracampeón se multiplicarán en el paddock. Pese a que su contrato expira en 2028, lo cierto es que durante las últimas semanas se viene especulando sobre un posible cambio de aires a partir de 2026, con Mercedes y Aston Martin como destinos más plausibles.

Tsunoda, Sainz y el error de la FIA

A la espera de unas previsibles actualizaciones aerodinámicas en Jeddah, Red Bull aún debe darse por satisfecha con su cierre de domingo en Sakhir, donde Tsunoda se libró la sanción tras un incidente con Carlos Sainz. "Fue una estupidez lo que me hizo", lamentó el madrileño por la radio, tras el fuerte impacto que seccionó uno de los pontones de su Williams. Luego, con algo más de calma, Sainz quiso repasar lo sucedido: "Si fuera Yuki y perdiera el coche en una batalla en pista, también entendería que no me castigaran. Hoy la moneda ha salido cruz, pero es lo que hay".

Mucho más cuestionable resultó lo sucedido con Sainz tras su sanción por sacar de la pista a Antonelli en la curva 10. Los comisarios le impusieron 10 segundos, que el piloto de Williams cumplió escrupulosamente durante su tercer pit-stop. Sin embargo, una hora después del final de la prueba, la FIA sorprendió con una notificación donde imponía a Carlos tres puestos de sanción en la próxima carrera, por no haber cumplido esos 10 segundos de castigo.

La confusión se prolongó durante casi tres cuartos de hora, hasta que el organismo regulador emitió un nuevo escrito, donde eximía a Sainz de cualquier penalización en Jeddah. Sólo cabe interpretar que los comisarios (Garry Connelly, Mathieu Remmerie, Vitantonio Liuzzi y Mazen Al Hilli) ni siquiera habían revisado las imágenes donde se veía al FW47 detenido en el pit-lane.

Max Verstappen se marchará de Red Bull

Max Verstappen se marchará de Red Bull

Actualizado Lunes, 14 abril 2025 - 00:31

La magia de Max Verstappen ya no es suficiente. Con este coche no sólo no ganará el Mundial, como él mismo dijo después de la carrera, sino que ni siquiera podrá lucharlo. Es cierto que sus palabras son fruto de la decepción generada en el fin de semana más mediocre de Red Bull en mucho tiempo. Y también es cierto que, a pesar de los pesares, Max terminó sexto y sigue tercero en la tabla, por detrás de los dos McLaren. Sin embargo, Red Bull debe reaccionar. El coche sigue siendo difícil de conducir, sufre en curva rápida y media, es lento en recta y tiene una ventana de trabajo eficiente muy estrecha. La impotencia de Max para adelantar a coches de la zona media y sus problemas de frenos durante todo el fin de semana han sido las últimas señales de alarma.

No se trata sólo de que dispongan del cuarto coche en rendimiento. El verdadero problema es que el holandés se enfade. Independientemente de las cláusulas de salida que pueda tener en su contrato, un Max cabreado querrá marcharse. Y los rumores sobre el pobre rendimiento del motor que usará Red Bull en 2026 sólo hacen que esa posibilidad, junto con el notorio deterioro de la estructura del equipo, acelere la marcha.

No quiero ni pensar en las chispas que pueden saltar en el paddock y la batalla que puede generar la posibilidad de que Verstappen quiera cambiar de aires. Las luchas en pista quedarán eclipsadas por la batalla descarnada que habrá por hacerse con los servicios del piloto más fuerte de la parrilla. Y esa batalla generará cambios dolorosos.

Toto Wolff nunca ha escondido que su sueño es trabajar con el tetracampeón, pero para ofrecerle un asiento tendrá que vaciar un coche antes. George Russell termina contrato, pero ¿cómo bajas al inglés si sigue rindiendo al nivel que está mostrando este año?¿McLaren? ¿Dudarían en sustituir a un Lando Norris lleno de complejos y debilidad de cabeza por un depredador como Max? ¿Ferrari? ¿Valorarán la posibilidad de sustituir al predestinato Charles Leclerc o al veterano Lewis Hamilton por el piloto más atractivo y rápido de la parrilla? ¿Aston Martin? Evidentemente, si esto ocurre, Max decidirá.

Bahrein no sólo nos ha mostrado las debilidades de Red Bull y la vulnerabilidad de Verstappen. También el lío mental de Norris y la falta de confianza que atenaza a Hamilton. Después de la qualy del sábado, en las ruedas de prensa, los dos británicos compitieron por ver quién de los dos era el más deprimido. Lando llegó a confesar, con una actitud poco profesional, que el coche era muy bueno, pero él muy malo, que no estaba a su altura. La carrera de Japón le hizo mucho daño a su moral y ver en Bahrein a su compañero en la pole y él sexto acabó por matarle. Luego recuperó en carrera, pero su rendimiento estuvo lejos de ser perfecto. Cometió un error en la salida que le costó una penalización y muchos fallos en carrera en duelos con otros pilotos. Sigue siendo líder del Mundial, aunque Oscar Piastri se ha colocado segundo a tan sólo tres puntos.

McLaren afronta una bendita encrucijada. Decidir por cuál de los dos apostar en la lucha por el campeonato. Aún es demasiado pronto, pero la entereza y frialdad de Piastri contrastan con la debilidad mental de Norris, que si ya mostró sus debilidades en 2024, este año, con un coche que es el más rápido del momento, puede quedar retratado por su compañero.

Carlos Sainz tuvo que retirarse después de que Yuki Tsunoda le destrozase el coche en un toque que no fue ni siquiera investigado. Sí recibió un duro castigo el madrileño por un incidente con Andrea Kimi Antonelli, al que ni siquiera tocó, pero al que forzó fuera de la pista porque con los daños, su coche era incontrolable. 10 segundos que cumplió antes de retirar su Williams sin que, aparentemente, ni el director de carrera ni los comisarios se enterasen. Después le castigaron con tres posiciones de parrilla para el GP de Arabia Saudí por no haber cumplido la penalización en carrera. Alguien debió de advertirles de su pifia y tuvieron que rectificar. Lamentable.

No voy a hablar de Aston Martin, lo siento, no hay mucho que decir. McLaren, Mercedes, Ferrari, Red Bull, Alpine, Williams, Haas, Racing Bulls, Sauber y Aston Martin. Ese fue el orden de rendimiento en Bahrein. Muy triste.

Pogacar, cautivado por Van der Poel, la pareja del siglo: ''Si fuera niño, sería mi ídolo''

Pogacar, cautivado por Van der Poel, la pareja del siglo: ”Si fuera niño, sería mi ídolo”

Épica y drama en la carrera más tremenda. Otro desafío antológico entre dos rivales que engrandecen el ciclismo: Mathieu van del Poel y Tadej Pogacar. La pareja más soberbia del presente siglo en las carreras de un día, esas en las que un error es irreparable, como sucedió en la vibrante cita de la París-Roubaix, en la que el neerlandés sumó su tercera victoria consecutiva.

Los dos últimos campeones del mundo son también los dos indiscutibles dominadores de los Monumentos, ambos suman ocho, han ganado 12 de los últimos 14 disputados (seis triunfos para cada uno) y son los vigentes campeones de esas cinco emblemáticas carreras. En esta primavera, Van der Poel (VDP) se impuso en la Milán-San Remo ante Pogacar y Filippo Ganna, y dos semanas más tarde el esloveno le batió en Flandes. En carreras de un día se han medido en 21 ocasiones, 11 éxitos para el neerlandés y 10 para el esloveno. Con ellos, el espectáculo está garantizado. El próximo pulso podría producirse en la Lieja-Bastoña-Lieja (27 de abril).

La Bestia logró el domingo la tercera victoria consecutiva en la reina de las clásicas, registro encadenado que sólo habían conseguido el francés Octave Lapize (1909, 1910 y 1911) y el italiano Francesco Moser (1978, 1979 y 1980). Octavo Monumento para el nieto de Raymond Poulidor (tres París-Roubaix, tres Tour de Flandes y dos Milán San Remo).

Pogacar, en un espléndido debut en París-Roubaix, mantuvo la pugna con Van der Poel hasta los últimos 38 kilómetros, cuando una caída le privó de su ansiada victoria. «Estaba concentrado en intentar seguir las motos cuando me caí. No vi venir la curva y no pude frenar a tiempo para evitar el choque. Son cosas que pasan. Creí que podía remontar, pero la diferencia era de unos 15 segundos y mi freno delantero rozaba la rueda. Me fui derrumbando poco a poco. En el momento en el que cambié de bici, ya había explotado y sólo esperaba llegar a la meta lo antes posible», señaló en el último maillot arcoíris.

El esloveno no tuvo reparos en elogiar al triple vencedor del Infierno del norte: «Mathieu fue el más fuerte en los adoquines y ha estado increíblemente bien. Es un gran campeón y uno de los mejores corredores del mundo. Competir contra él es un gran honor y una gran motivación. Si fuera niño, sería mi ídolo».

VDP reconoció que fue complicado superar a Pogacar. «Ha sido una carrera muy dura y estaba sufriendo muchísimo. Lástima que Tadej cometiera un error en una curva. Luego tuve que ir a por todas y aún faltaba bastante para la meta. Fue muy difícil, sobre todo en los dos últimos sectores, con viento en contra. Lo pasé muy mal, pero estoy contento de haber llegado a la meta. Estoy feliz de haber recuperado mi buen estado físico. Pero todos sabemos lo increíble que es Tadej como campeón, lo que hizo aquí, en su primera Roubaix, no me sorprende, pero tampoco es normal», dijo antes de advertir que denunciará a un espectador por lanzarle un bidón en el sector empedrado de Templeuve.

El Masters de Augusta y las restricciones del evento más rígido del mundo

El Masters de Augusta y las restricciones del evento más rígido del mundo

Actualizado Domingo, 13 abril 2025 - 22:26

Cuando hay una delgada línea entre la tradición y lo anacrónico, el Masters de Augusta siempre defiende su política: el que quiera que venga y el que no, que se quede en su casa. Una sentencia tan rotunda como plausible. Dicho en otras palabras, en su torneo y hacen lo que les viene en gana.

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La noticia del alivio fisiológico de Josele Ballester en el Rae Creek corrió como la pólvora y muchos medios americanos titulaban sus informaciones con el orín más famoso en la incipiente carrera del amateur de Castellón. Desde su entorno, no dan crédito al revuelo, pero los más veteranos saben cómo le ha podido sentar a Augusta National la confesión de Ballester.

"No te puedo creer, no te creo", comentaba José María Olazábal, cuando se enteraba del incidente del compatriota. "Si hace falta, te metes en mitad de las azaleas. Anécdota de novato, el próximo año que mire bien dónde están los servicios, si quiere se lo voy diciendo", decía entre risas. "Es solo una anécdota, no creo que le vayan a llamar la atención por eso", concluía Olazábal. "No lo vi y no voy a hablar de eso", zanjaba Sergio García sobre 'el alivio de Ballester'.

Ha sido una semana agitada para Josele. El lunes, su coach de Arizona State, Matt Thurmond, fue animado a abandonar el campo por ir en bermudas y volver cuando se pusiera unos pantalones largos. Es una de las normas que compete a actores del Masters que en algún momento vayan a estar entre cuerdas, no así al público, que, sin embargo, tienen prohibido correr por el campo, gritar, exhibir banderas o pancartas, o recostarse en el suelo.

Las normas de cortesía llegan a tal extremo que es habitual ver a los guardias de seguridad obligando a los patronos que llevan la visera de la gorra al revés a ponérsela en su sentido normal. Por supuesto, los teléfonos móviles son radicalmente prohibidos para todos, al igual que las cámaras o cualquier aparato de reproducción.

Tras la victoria del Masters en 2012 de Bubba Watson, Clayton Baker, un fanático que había vivido la experiencia de su vida acudiendo al torneo, quiso dar un paso más allá y decidió que el mejor recuerdo sería llevarse un poco de la famosa arena de cuarzo de uno de los bunkers. La ocurrencia le salió muy cara, ya que fue esposado y detenido con una multa de 20.000 dólares.

Lenguaje de la prensa

La prensa también tiene que medir sus pasos y palabras, hay un lenguaje específico que debemos utilizar, el público no es público, son patronos, y así un glosario de palabras con las que Augusta quiere referirse a su campo y torneo. A lo largo de la historia, varios periodistas fueron vetados e invitados a devolver su acreditación por comentarios que los rectores de Augusta consideraron inapropiados. Nombres como Frank Beard, Jack Whitaker, Bob Costas o Gary McCord, uno de los últimos que se despidió del Masters al comentar que la dureza y rapidez de los greens era tal que parecían segados con crema depilatoria para las ingles. No captaron su sentido del humor.

Para acceder a trabajar en el campo y torneo más importante, tienes que pasar una serie de test psicológicos interminables y firmarás un contrato de confidencialidad que cubrirá los 10 años posteriores a tu salida del campo. A pesar de tanto control, alguna oveja negra ha salido a la luz este año, como el caso de Richard Globensky trabajaba como ayudante de almacén en Augusta National y durante años estuvo desviando material de merchandising para revenderlo en el mercado negro. La avaricia le llevó a dar un paso más y llegó a colocar a un coleccionista de Chicago las chaquetas verdes de Ben Hogan, Gene Sarazen y Arnold Palmer. Cuando el FBI descubrió el delito, Globensky había ganado más de cinco millones de dólares y creado una estructura con almacenes y camiones de reparto. La sentencia le llevará a pasar un año en prisión y restituir al club casi 3,5 millones de dólares.

Augusta no solo te exige disciplina y orden dentro del campo de golf, también fuera de él. Un comportamiento ejemplar, y si no, siempre quedará la opción de no venir al mejor torneo del mundo.

Los problemas "dentro y fuera de la pista" de Carlos Alcaraz para levantar su primer Masters 1000 de Montecarlo: "No quiero explicarlo en público"

Los problemas “dentro y fuera de la pista” de Carlos Alcaraz para levantar su primer Masters 1000 de Montecarlo: “No quiero explicarlo en público”

Carlos Alcaraz trastea con su Instagram mientras batalla contra el recuerdo de Rafa Nadal, Novak Djokovic y Roger Federer; anhela comer los domingos con su familia y al mismo tiempo soporta la comparación con Jannik Sinner; sueña con vivir tranquilo y sueña con ser una leyenda. Es complicado. A sus 21 años, ha ganado cuatro Grand Slam y ya es uno de los mejores de la historia, pero apenas tiene respiro. En los últimos meses, Alcaraz ha descubierto las exigencias de ser Alcaraz, la presión externa, todo a lo que tiene que renunciar, y eso le está afectando, pero este domingo encontró un brillante consuelo: levantó su primer Masters 1000 de Montecarlo, su segundo título de la temporada.

«Ha sido un mes difícil, he vivido situaciones complicadas y estoy orgulloso de cómo lo he gestionado. Me ha costado tanto dentro como fuera de la pista, pero el trabajo ha valido la pena. No quiero explicarlo en público, pero me ha costado encontrar la forma de jugar al tenis, de centrarme en las cosas importantes», confesó de forma enigmática, aunque ya había insinuado las razones de sus desvelos.

Pese a su juventud, su carrera está en una encrucijada. Es ahora, con números de récord, reconocimiento en todo el planeta y un rival antológico, cuando debe decidir si quiere ir a por todo o si se va a quedar a medias. Para lo primero deberá acostumbrarse a las opiniones ajenas y convertirse en un esclavo del tenis como sus predecesores. Para lo segundo, ya tiene las condiciones necesarias. No hay duda de que ampliará su cuenta de seis títulos de Masters 1000 y 18 en la ATP, pero sí que aguantará el ritmo del Big Three o incluso de Sinner.

La estrategia de Musetti

En Montecarlo, esta semana, Alcaraz demostró que su tenis en tierra batida es incontestable, que no hay nadie que le pueda ganar, que puede ejecutar todos los golpes posibles y también evidenció su falta de estabilidad. Tan pronto acumulaba puntos mágicos, como aquel globo entre las piernas que le clavó a Daniel Altmaier, como un montón de errores no forzados. El año pasado en Roland Garros y en los Juegos Olímpicos de París 2024 su juego era más consistente, pero todavía no había conocido la peor cara de su sueño. Ahora debe rearmarse.

SEBASTIEN NOGIEREFE

En su triunfo en la final ante Lorenzo Musetti por 3-6, 6-1 y 6-0, los vaivenes de Alcaraz fueron notables. En el primer set jugó algunos de sus peores puntos del curso -sumó 12 errores casi consecutivos-, a partir del segundo set, se reencontró y al final la extenuación de su rival negó el espectáculo. En dos de los cuatro partidos previos, Alcaraz había tenido que jugar tres sets, pero Musetti venía de dos palizas consecutivas ante Stefanos Tsitsipas y Álex de Miñaur -llevaba cuatro horas más en pista- y eso marcó el encuentro.

El italiano, un tenista en el mejor momento de su carrera, que este lunes se presentará a las puertas del Top 10 del ranking ATP, planteó el encuentro de la única manera posible, a la defensiva, y casi le funciona. Su intención era devolver las máximas bolas posibles y esperar a ver qué hacía Alcaraz y Alcaraz al principio falló demasiado. Por un exceso de precipitación, el español regaló ese periodo inicial y se complicó la final. Pero después reaccionó. Como le reclamaba su entrenador esta semana, Samuel López, se centró en poner la pelota en la pista y empezó a jugar. Ahí se acabó la competición, más con el cansancio de Musetti.

SEBASTIEN NOGIEREFE

Una fiesta y unas vacaciones

«No es la manera en la que quería ganar. Me siento mal por Lorenzo. Acabar un torneo así no es fácil», comentó, de entrada, Alcaraz, que luego admitió su desgaste psicológico en los últimos tiempos. En la gira americana, con su derrota en semifinales en el Masters 1000 de Indian Wells y en su debut en el Masters 1000 de Miami, el número tres del ranking sintió el peso de la obligación de recortar puntos en el ranking ATP al sancionado Sinner y poco después sintió la incomprensión de sus propios seguidores.

Una fiesta con el jugador de la NBA Jimmy Butler en Miami y unas vacaciones con su familia que ya tenía programadas le llevaron a recibir muchos comentarios negativos en las redes sociales y eso le dolió. En Montecarlo, raro en él, habló sobre los «aficionados que siempre quieren que llegue a la final» en clara referencia a las críticas leídas. Alcaraz ha descubierto las exigencias de ser Alcaraz y es complicado, pero su leyenda depende de que lo acepte.

Los pecados de Luis Pérez y la penitencia de Pucela y su "Mululu, vete ya"

Los pecados de Luis Pérez y la penitencia de Pucela y su “Mululu, vete ya”

"Mululu vete ya, Mululu vete ya". Esos son los cánticos que Luis Pérez (Utrera, 1995) recibe recientemente de su propia afición en los partidos el Valladolid disputa en su estadio. El desencuentro entre el jugador con la grada de Pucela es tan grande que los seguidores blanquivioletas, especialmente los del Fondo Norte (el sector de animación del club), han decidido utilizar la palabra que en Utrera se refiere a los que se consideran "tontos o idiotas" para descalificar al que fuera el tercer capitán del equipo.

Ya no lo es después del desagradable incidente que el defensa protagonizó con Juanmi Latasa en el banquillo durante el encuentro ante el Getafe. El club le abrió un expediente sancionador del que se desconocen aún las consecuencias, salvo la retirada de la capitanía, puesto que el dorsal número 2 del Valladolid ha entrenado con normalidad con sus compañeros. "¿Si Luis Pérez va entrar en la convocatoria? No lo sé", dijo su entrenador el sábado sobre un partido en el que los pucelanos visitan el Metropolitano, un campo aciago para ellos.

PFC, que le gusta decir a Luis Pérez en sus redes sociales: Partido Fuera de Casa. Aunque en el caso del futbolista, éste se refiere con esas siglas a los que juegan en Pucela y lo hace como crítica a su propia afición por el trato que recibe en su estadio. De hecho, fue él el primero en utilizar el término mululu y lo hizo contra los aficionados que le criticaban. Apelativo que, tras los incidentes que este deportista ha protagonizado tanto con la grada como con sus propios compañeros, se le ha vuelto en contra.

El historial de desencuentros comienza en 2023, con el Valladolid en Segunda División. En un partido ante el Cartagena, cuando el equipo había comenzado mal su andadura en la segunda categoría profesional, el futbolista se encaró con un aficionado que le criticó y ambos terminaron insultándose, con el defensa teniendo que ser retirado por sus compañeros al vestuario. Esa misma temporada, en otro duelo ante el Eibar, los aficionados acusaron al jugador de burlarse de ellos después de que, tras remontar un resultado ante el equipo vasco, el defensa se bajara los pantalones, supuestamente para acomodarlos, poniendo el culo en pompa hacia la grada.

Posteriormente, con el equipo peleando por los playoffs, las discrepancias con la afición alcanzaban también al cuerpo técnico y especialmente a su entrenador, Paulo Pezzolano, que en la celebración del ascenso cantaría el famoso "Pezzolano, vete ya". En el duelo ante el Huesca, que los pucelanos terminaron ganando defendiendo de manera agónica, Luis Pérez, en lugar de celebrar con sus compañeros, se dirigió a los guardias de seguridad para señalarse a unos aficionados que, supuestamente, le habían insultado durante el encuentro

El ascenso suavizó la relación entre Pérez y la afición, pero los malos resultados de esta temporada han vuelto a encender los ánimos que estallaron con las declaraciones del futbolista tras la derrota ante el Rayo. "Recibo insultos de mi propia afición, cuando lo único que quiero es lo mismo que ellos: salvarme y trabajar como el que más. Voy a seguir haciéndolo, pero obviamente no es agradable cuando el fondo de animación va en contra de su propio jugador", expuso.

Mala imagen

La situación se enquistó tanto que el entrenador Álvaro Rubio ha decidido no alinearlo en los partidos de casa como titular desde el duelo ante el Sevilla, en el que fue pitado en cada balón que tocaba, como respuesta a sus quejas en Vallecas. Ni un minuto ha jugado ante el Celta y Getafe. Esta semana trascendió su enfrentamiento con Latasa en el banquillo.

Tras cuatro derrotas consecutivas y a 14 puntos de la salvación, la confrontación de Luis Pérez y la afición debería ser el menor de los problemas del Valladolid. En el fondo, es la evidencia de una desafección que existe entre la propiedad y una grada que ha tomado como villano al defensa. Además, el equipo visita hoy al Metropolitano y juega ante el Atlético, al que no ha ganado en los últimos 15 años. Precisamente ante los blanquivioletas, pero en Pucela, celebraron los rojiblancos su último título liguero en el año de la pandemia.

El drama de Fernando Alonso con el AMR25, el peor coche en Sakhir: "Es como si se estuviera muriendo en baja velocidad"

El drama de Fernando Alonso con el AMR25, el peor coche en Sakhir: “Es como si se estuviera muriendo en baja velocidad”

Los malos presagios se cumplieron, uno a uno, para Aston Martin en Sakhir, donde el AMR25 se confirmó como el coche más lento de la parrilla. Tanto en ritmo de carrera, cuando rodó a un promedio de 1:39.04, como en vuelta rápida, con un mejor crono de 1:37.906, el coche de Fernando Alonso y Lance Stroll perdió la batalla incluso ante Sauber, el equipo más débil del Mundial durante las dos últimas temporadas.

"Es como si el coche se estuviera muriendo en baja velocidad. Se trata de un problema conocido que ya sufrimos el año pasado, pero que ahora seguimos teniendo", analizó Alonso, sin recursos para luchar frente a Alpine, Haas y Racing Bulls. En un trazado donde imperan las curvas lentas y la tracción, el monoplaza verde ofreció un paupérrimo rendimiento.

Además, la estrategia de Aston Martin, con dos tandas largas con los neumáticos medios antes de rematar con los blandos, se fue al traste por culpa del safety car ordenado a 12 vueltas para la meta. "No creo que eso hubiese cambiado mucho", admitió Alonso, perdido en el pozo de la clasificación. El remate a un pésimo fin de semana en Sakhir, donde el viernes sufrió un problema con el volante durante la segunda sesión de entrenamientos libres y el sábado tuvo que afrontar su vuelta definitiva de Q2 con neumáticos usados porque los tres juegos de blandos ya los había agotado su equipo en la Q1.

"es un poco todo"

La reflexión resulta pues obligatoria en el equipo capitaneado por Andy Cowell, que también cometió un fallo a la hora de configurar la altura idónea en el coche de Stroll. "Ha sido un fin de semana difícil, esperábamos ser lentos con tantas zonas de baja velocidad, pero necesitamos mejorar el coche. No se trata sólo de la baja velocidad, sino que es un poco todo", analizó Alonso.

Después de cuatro carreras Fernando aún no ha sumado ni un solo punto en el Mundial. Una racha que recuerda sus peores momentos en McLaren. En 2015, tras perderse la cita inaugural en Australia, aún tuvo que esperar otras ocho carreras antes de amarrar el primer punto en Silverstone. Un año más tarde, después de su escalofriante accidente en Melbourne que le apartó del GP de Bahrein, aún pudo firmar una gran remontada en Sochi. Tras partir decimocuarto, cruzó sexto la bandera a cuadros. Aquellos ocho puntos se antojan ahora casi una fantasía.

"Haas, Williams y AlphaTauri [Racing Bulls] siempre están un poco por delante, así que rápidamente pasamos a ser el séptimo u octavo equipo. En esas posiciones no puedes sumar puntos a menos que tengas mucha suerte", reconoció Alonso, sin querer hacer más sangre con su situación actual. Porque en realidad, el AMR25 rodó en Sakhir 22 centésimas más lento que Sauber y 23 peor que Racing Bulls. Y la mejor vuelta del asturiano se quedó a 57 centésimas de Sauber y a 73 del filial de Red Bull.

Mano a mano con Sauber

Ahora sólo queda por ver si la debacle se repite este próximo fin de semana en el GP de Arabia Saudí, colofón al primer triplete del Mundial 2025. El Corniche Circuit, con sus vertiginosas curvas, a más de 300 km/h, debería suponer cierto alivio para Aston Martin. "En cinco días tenemos una nueva oportunidad de mejorar", concluyó el asturiano.

Sin embargo, las buenas intenciones sirven ya de poco en Aston Martin, que deberá batirse para esquivar el farolillo en las próximas citas. Ahora mismo, sólo Sauber parece a la altura de sus desdichas. A última hora del domingo, Nico Hulkenberg fue descalificado por una irregularidad en el fondo plano de su coche.

Marc Márquez tira de cabeza para ganar en Qatar

Marc Márquez tira de cabeza para ganar en Qatar

Actualizado Domingo, 13 abril 2025 - 20:37

Marc Márquez lo avisó: para ganar en Qatar, tenía que saber gestionar sus neumáticos. Y vaya si lo hizo. Tras unas primeras vueltas cautelosas, el seis veces campeón del mundo de MotoGP firmó un tramo final absolutamente espectacular, en el que fue capaz de batir hasta en dos ocasiones el récord de vuelta rápida, para convertirse finalmente en el piloto español con más victorias en Grandes Premios (ya suma 91, una más que todo un mito como Ángel Nieto) e igualar los 152 podios conseguidos por Jorge Lorenzo.

El segundo escalón, en este caso, no lo pisó su hermano Álex, quien cayó hasta la séptima plaza por un pilotaje menos fino que de costumbre, sino un Maverick Viñales sobre quien pendía una posible sanción por la presión de sus neumáticos, mientras que Pecco Bagnaia sí repitió de nuevo como tercer clasificado pese a arrancar desde el undécimo puesto de la parrilla.

Jorge Martín, quien ya advertía el pasado jueves que no sabía si sería capaz de acabar el fin de semana, tuvo que dejar la prueba antes de tiempo a causa de una caída que le tuvo un buen rato sobre el asfalto y que le obligó a ser hospitalizado a causa de una contusión torácica que, afortunadamente, no le provocó problemas a nivel pulmonar, según informó DAZN.

El toque entre los hermanos Márquez, nada más empezar la carrera y en el que el hermano mayor perdió una pieza del colín, y el arranque fulgurante de Franco Morbidelli, capaz de liderar con puño de hierro los primeros compases, pareció que iba a marcar el devenir de la prueba. El italiano, con todo, pecó quizás de un exceso de ímpetu que, al final, acabó de desplazarlo hasta el cuarto puesto de la general.

Maverick Viñales, mientras, supo jugar sus cartas y lideró también durante un buen rato la carrera hasta que Marc, a siete giros de la bandera a cuadros, se hizo con un primer cuarto que defendería con la solvencia a la que nos ha venido acostumbrando en lo que llevamos de campeonato.

"Antes de la carrera ya dije que tenía que gestionar el neumático delantero, por eso estuve más calmado al principio. Sabía que Franco no iba a poder mantener el ritmo, lo he visto muy lanzado, pero cuando Pecco se acercó, pensé: 'uy, aquí empieza la carrera'. Después, me pasó Maverick, que por un momento creí que era Acosta, por su agresividad, pero aproveché las tres décimas que me guardaba. Conseguir aquí la victoria es increíble", señaló el líder del Mundial, quien no dudó en dejar clara su gestión señalándose la cabeza al cruzar la línea de meta para lograr un triunfo en Qatar que se le resistía desde el año 2014 y que le permite llegar al Gran Premio de España, que se disputará el fin de semana del próximo 27 de abril, con unas sensaciones absolutamente inmejorables.

"Este podio significa muchísimo, quiere decir que estamos haciendo un trabajo increíble. Intenté mantenerme delante y quizás está carrera me ha permitido hacer un clic y estamos cerca de lo más alto. Estoy muy contento por cómo ha ido todo el trabajo", resumió, por su parte, Maverick Viñales.

Gestión y cabeza

"Es fantástico estar en el podio, pero estoy muy enfadado por lo que pasó en el sábado. Si lo puedo hacer el domingo, tengo que hacerlo también el sábado. He empujado mucho y en las últimas vueltas me quedé sin neumático trasero, pero estoy muy contento con el trabajo que ha hecho el equipo", aseveró por su parte un Pecco Bagnaia que, otra vez, se subió al tercer escalón del podio.

En cuanto al resto de pilotos españoles, Fermín Aldeguer fue sexto, Pedro Acosta, noveno, Álex Rins, decimotercero, y Raúl Fernández, decimoséptimo, mientras que Augusto Fernández, a causa de una caída, y Joan Mir no pudieron acabar finalmente la prueba.

Vitoria, campus de guerra

Vitoria, campus de guerra

Honrado, presionado y agotador triunfo del Madrid ante un Alavés, que para meter un gol, la portería debería ensancharse hasta los quince metros. El equipo blanco flotó como un corcho, que lo manejaba un Camavinga celestial, impresionante. Quizá en el mejor partido que ha jugado en el Real Madrid desde que llegó. Encima fue el héroe del único tanto del partido.

Ya me entra la risa cuando un prevaricador "negreiro" como Soto Grado ensuciaba la honestidad, la justicia y el fútbol. Dejaba maniobrar a sus anchas patadas constantes de un Alavés super- leñador, como corresponde al estilo de su entrenador argentino Coudet, exageradamente y degradante "canchero", como ellos se manifiestan.

A la cincuentena de faltas, ya dejé de contarlas. Más menos sólo el 25% las pitó a favor de su "enemigo" Real Madrid. Ademas de patética, la corrupción de los árbitros ya huele mal. Infantino, lo sabe, cuidado.

Cansado de recibir patadas, Mbappé perdió los nervios y se auto expulsó ante el jugador que le había molido a palos. La expulsión metió el partido en un engorroso encharcamiento de barro, violencia y falta de ideas y juego. El Madrid salió a flote, porque otro "vengador" se cargó a Vinicius y se igualaron las fuerzas.

En fin, que el Madrid salió con vida de ese campus de guerra que fue Vitoria, incluso con minas, planeado por un sospechoso Coudet, que huele definitivamente a equipo de Segunda. Tiene la opinión ridícula de que si se gana al Madrid la salvación estaba ganada.

Me indigna mucho una Primera División de veinte equipos, de los que sobran, al menos, diez. Cuánto echo de menos aquellas Ligas con sólo 16, que mejoraban el nivel técnico de un campeonato espantoso de Tebas.

Mbappé podrá jugar la Copa, Soto Grado califica su entrada de "fuerza excesiva" y su sanción será de uno a tres partidos

Mbappé podrá jugar la Copa, Soto Grado califica su entrada de “fuerza excesiva” y su sanción será de uno a tres partidos

Kylian Mbappé podrá disputar la final de Copa ante el FC Barcelona el próximo 26 de abril después de que el árbitro Soto Grado calificara de "fuerza excesiva" su dura entrada sobre el mediocentro del Alavés Antonio Blanco en el acta del encuentro y no hablara de agresión.

"Mbappé Lottin, Kylian fue expulsado por el siguiente motivo: Por entrar con el pie en forma de plancha a la altura de la espinilla de un contrario, en la disputa del balón, usando fuerza excesiva", escribe el colegiado. Esa inclusión de la expresión "fuerza excesiva" y también "en la disputa del balón", serán claves a la hora de sancionar al francés.

El Código Disciplinario de la Real Federación Española recoge, en su artículo 130, la sanción por la entrada que realizó el delantero francés del Real Madrid: "Producirse de manera violenta con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas, se sancionará con suspensión de uno a tres partidos o por tiempo de hasta un mes".

Pese a la dureza de la acción, ocurrida en el minuto 38 de partido, Antonio Blanco pudo seguir disputando el encuentro con lo que, sumado a la propia consideración de Soto Grado, es más que probable que la sanción a Mbappé no supere los tres encuentros.

Y es que, si un jugador es condenado a un máximo tres duelos, deberá cumplir esa sanción en la misma competición en la que se produjo la acción por la que fue penado. Mientras que si fueran cuatro encuentros o más derivados de una conducta violenta, el futbolista tendría que hacerlo en todos las torneos nacionales según indique el Comité de Competición.

La acción del francés por la que se ha disculpado tanto ante sus compañeros como ante el propio Antonio Blanco no se considera una conducta violenta del juego, que le supondría una sanción de cuatro a 12 partidos. Esas conductas están recogidas en los artículos 102 y 103 del Código Disciplinario de la RFEF.

Al Real Madrid le quedan sólo dos partidos (sin contar con la vuelta de Champions), ambos de liga, antes del clásico copero, el duelo en casa ante el Athletic y el del Getafe en el Coliseum. En ellos sería en los que cumpliría el galo la sanción impuesta o, si fuera uno más, también ante el Celta en casa, pero quedaría excluida la final de La Cartuja.

Respiran aliviados en el Real Madrid ya que el francés se encontraba en gran forma. Había anotado cinco goles en los últimos cinco duelos ligueros de los blancos y parecía la única pieza afinada del ataque merengue.

Igualdad de fuerzas

Otro alivio es el poder seguir apretando al FC Barcelona en Liga después de conseguir sacar el duelo ante el Alavés con victoria tras el tanto de Camavinga. Los azulgrana habían hecho los deberes el sábado ante el Leganés en Butarque y el Madrid cumplió tras jugar más de media hora con uno menos.

Y es que el duelo se igualó en fuerzas en el minuto 70 después de que Soto Grado expulsara a Manu Sánchez por una entrada muy parecida a la del francés sobre Vinicius. La redacción del acta es similar a la de Mbappé y solo cambia espinilla por gemelo.