España también destroza a Bélgica y pone un pie en cuartos: que pasen las siguientes

Actualizado Lunes, 7 julio 2025 - 20:17

No hay quien frene a España. Lo pueden intentar algunos rivales durante algunos minutos, pero en esta Eurocopa parece imposible que alguiensujete tanto talento. Porque es desde ahí desde donde la selección de Montse Tomé construye su superioridad. Cometen errores, sí, encajan goles, más de los que quisieran, pero suman hambre, esfuerzo innegociable y el talento de jugadoras como Alexia Putellas, capaz de convertirse en invisible para destrozar rivales. Si Portugal se llevó la primera goleada (5-0), Bélgica sumó la segunda (6-2). Italia ya se conjura para no ser la siguiente.

España pone un pie en cuartos con un partido que, de inicio, fue cómodo. Todas las selecciones están ya avisadas de que, si la dejan respirar, España es letal. Por eso las belgas, que soñaban con la utopía de arrebatarle la pelota, se refugiaron en su área tratando de tejer una tela de araña en la que atrapar el talento de la selección en cuanto pisaba el área.

Durante muchos minutos consiguieron incomodar, mordiendo en las bandas y esforzándose porque Alexia y Vicky López nunca anduvieran sueltas en zona de peligro. Fue la joven jugadora del Barça la que avisó en el minuto 2 de que quería ser de nuevo protagonista. Esther González aguantó y le dejó franco un disparo que era el primer aviso. Bélgica también enseñó pronto sus bazas, que se resumían en una: pases largos a la espalda de la defensa, y a correr. Un pase larguísimo de la central Cayman cogió a Olga en desventaja con la veloz Wullaert como Toloba retaba continuamente a Ona Batlle y a Irene Paredes le tocaban andar pendiente de Eurlings. Apenas volvieron a intentarlo en toda la primera parte, porque apenas tuvieron balón. España se lo apropió y empezó a amasar su juego buscando cómo desenmarañar la propuesta del rival.

Sin perder la fe

Instaladas en campo contrario, por momentos a las españolas les faltó claridad. Lo intentó Olga Carmona con dos zurdazos, uno rozando la escuadra, pero el gol llegó 'a la española'. Pisó área Patri Guijarro y se apoyó en Vicky, que vio a Alexia en posición de armar su pierna izquierda y batir a Lischtfus. En apenas dos palmos de césped había fabricado España su ventaja.

No habían acabado de saborear el gol cuando se vieron con el empate. El único córner que sacaron las belgas en los primeros 45 minutos lo envió al fondo de la portería de Nanclares la gigante Vanhaevermaet. Imposible siquiera obstaculizar el 1,85 metros de la delantera del Everton. Tocaba volver a bregar y España se arremangó sin perder ni una pizca de fe en su juego.

Buscó una y otra vez la manera de percutir en el área belga, pero faltaba la última chispa. Intentó Montse Tomé activarla con la movilidad de Claudia Pina y Mariona Caldentey, pero llegó en un córner, cuando voló Paredes para marcar el segundo tanto para la selección. Se desesperaba Wullaert, la capitana belga, porque eran incapaces de mantener la posesión. La ventaja al descanso puedo ser mayor si no hubieran sacado bajo palos un remate de Vicky. Fue la última jugada, porque se quedó en el vestuario para que saliera Aitana Bonmatí en la segunda parte.

El disparo de Claudia Pina que valió el 5-2 en Thun.

El disparo de Claudia Pina que valió el 5-2 en Thun.EFE

Con tantas ganas lo hizo que su primer contacto con pelota fue un zurdazo ajustado al poste. De la ocasión, al golpe. Se escapó Eurlings a la carrera en una posición ajustada que tuvo que validar el VAR y batió sin piedad a Nanclares. De nuevo, poco duró el empate, porque Alexia sacó la varita y dejó sola a Esther ante la guardameta belga. La killer del Gotham no falló y, con su gol, España se desató.

Las belgas ya eran incapaces de contener la revolución que desató España, que logró el cuarto gol en un saque de esquina que peinó Irene al segundo palo, quiso cazar de nuevo Esther y Mariona ratoneó para enviar el balón a la red. Aquello desinfló más a las belgas ante un vendaval. Con virguerías en una baldosa de Aitana, Alexia o Mariona, que no dudaban en armar disparos desde cualquier posición, la selección hilvanó una danza a la que pareció que ponía el colofón Claudia Pina con un cañonazo desde fuera del área, pero faltaba la magia de Alexia, con una maravilla de gol con el exterior.

Bouzas paga la inexperiencia y cae en octavos de Wimbledon

Actualizado Lunes, 7 julio 2025 - 18:26

Será en otro momento cuando Jessica Bouzas alcance los cuartos de final de un Grand Slam, las semifinales o incluso la final. Lo hará, seguro. A sus 22 años tiene la fuerza, tiene las ganas, tiene el empuje, sólo le falta la experiencia. Este lunes en Wimbledon, en su debut en los octavos de final de un grande, perdió ante la rusa Liudmila Samsonova por 7-5 y 7-5 en una hora y 43 minutos de juego, pero no lo hizo por razones tenísticas. Por su velocidad y su derecha merecía otro resultado. Si cayó fue porque le pudieron los nervios.

Durante la mayor parte del encuentro, Bouzas llevó la iniciativa, marcó el ritmo de los intercambios, jugó a lo que quiso, pero en los momentos decisivos falló. Hubo errores de esos que aparecen en los desvelos de madrugada, de los que nunca se olvidan, errores que en el futuro le harán mejor tenista.

En el primer set, con 5-4 y 40-15 a favor, disfrutó de dos oportunidades para llevarse el periodo y las desaprovechó por culpa de la precipitación. En la primera lanzó una derecha con todas sus fuerzas que se fue larga y en la segunda intentó una dejada que se quedó en la red. Esas dos equivocaciones le atormentaron en los minutos siguientes y ahí el partido se le fue de las manos. A partir de ese momento, cedió dos breaks consecutivos, se enredó en dobles faltas... el cielo se oscureció.

Dentro del top-50

Pero fue capaz de levantarse, mérito suyo. En el segundo set, volvió a dominar a su adversaria y tuvo hasta seis opciones de rotura, pero nuevamente le tembló el pulso en esos instantes. Finalmente, Samsonova, la número 19 del mundo, con más experiencia que ella, se hizo con la victoria y el pase a cuartos.

Como consuelo le queda a Bouzas su salto en el ranking WTA, donde aparecerá entre las 50 mejores el próximo lunes, y el aprendizaje al que invita su tropiezo. En los próximos meses debe encontrar la regularidad en torneos menores y al siguiente grande, su terreno, podrá brillar. Será en otro momento cuando alcance los cuartos de final de un Grand Slam, las semifinales o incluso una final. Lo hará, seguro.

Tim Merlier se lleva en la 'photo finish' la etapa más extraña: paseo, espeluznante caída de Philipsen y un maillot pactado para el compañero de Pogacar

Tim Merlier se lleva en la ‘photo finish’ la etapa más extraña: paseo, espeluznante caída de Philipsen y un maillot pactado para el compañero de Pogacar

De repente, Tim Wellens, en cabeza de la marcha cicloturista que fue la tercera etapa del Tour, miró a la derecha, charló con sus rivales del Soudal Quick Step y se marchó en solitario. El escudero de Pogacar pidió permiso y lo obtuvo del perezoso pelotón, amontonó casi dos minutos de ventaja y logró el punto para la Montaña del Mont Cassel, la única tachuela. El martes saldrá con el maillot de puntos rojos y ahorrará a su líder todo el protocolo del podio. [Narración y clasificaciones]

No fue lo único extraño que ocurrió camino de Dunkerque, una jornada teóricamente reservada en rojo para la tensión, para el viento de la costa, para las escapadas y el trabajo vibrante de los equipos de los sprinters. Nada de eso, lo más destacado del día, más allá de la victoria final de Tim Merlier (su segunda en el Tour, tras la de 2021 en Pontivy) de photo finish sobre Jonathan Milan, fue la tremenda caída de Jasper Philipsen, un tipo que sabe lo que es ganar hasta 10 veces en el Tour, por la que tuvo que abandonar.

Por tierras de la París-Roubaix, del ciclismo más salvaje, por lugares mágicos de leyendas de adoquines y barro como Orchies o Mons en Pevele, el pelotón decidió tomarse un mañana tranquila, aunque sólo fuera la tercera etapa del Tour. Tal calma que por momentos bordeó lo sonrojante, con intentos de escapada que eran casi una broma, como el que protagonizaron entre risas dos de los guardaespaldas de Pogacar, Tim Wellens y Politt. La primera hora se cabalgó a un ritmo que cualquier amateur hubiera resistido (36,2) y eso que la tormenta con la que partieron desde Valenciennes pronto quedó en el olvido.

Tim Wellens, en la ascensión en solitario a Mont Cassel.

Tim Wellens, en la ascensión en solitario a Mont Cassel.MARCO BERTORELLOAFP

Y así todavía más, un paseo hacia Dunkerque, el sopor como norma. Tanta falta de tensión que en el único aliciente, el sprint intermedio de Isbergues, todo saltó por los aires de mala manera con una caída espeluznante que se llevó por delante al sprinter más en forma del Tour. En una peligrosísima maniobra, el francés Bryan Coquard chocó con Laurent Rex y el peor parado fue Jasper Philipsen, que avanzaba tras ellos con el maillot verde. El ganador en Lille, el primer líder de este Tour, chocó violentamente con su hombro derecho en el asfalto e inmediatamente abandonó la carrera.

Fue una chispa de nervios que dio paso a otro rato de absoluto paseo. El viento de cara terminó por detener a los valientes. Y, claro, todo se desató de forma violenta a falta de 10 kilómetros. Un acelerón por el triunfo y otros dos accidentes. En el primero se vieron involucrados tanto Remco Evenepoel como Geraint Thomas, aparentemente sin consecuencias serias. A falta de 200 metros, otra tremenda caída, con Cees Bol, Renard y Penhoet implicados.

El campeón de Europa Merlier, que completó su último kilómetro a 57,9 km/h, con un pico a 66,4 km/h para ganar la etapa, levantó el puño ante la potencia de Milan. Van der Poel conserva el amarillo y el martes, camino de Rouen, la tierra de Jacques Anquetil, lo defenderá.

Evidentemente, el jurado decidió que el premio de la combatividad de la etapa quedaba desierto.

Théo Maledon, el 'sucesor' de Tony Parker, primer refuerzo de la era Scariolo en el Real Madrid

Théo Maledon, el ‘sucesor’ de Tony Parker, primer refuerzo de la era Scariolo en el Real Madrid

Apenas unos minutos después de confirmarse oficialmente la salida de Dzanan Musa rumbo al millonario proyecto del Dubai Basketball, el Real Madrid anunció también su primer refuerzo, el primer nombre propio en la cancha para la nueva era que encabeza Sergio Rodríguez en los despachos y Sergio Scariolo en el banquillo. El francés Théo Maledon, una de las grandes sensaciones de la última Euroliga, vestirá de blanco hasta el 2027.

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Un refuerzo que desprende ilusión y que va en la línea de alguno de los movimientos realizados en el Madrid durante las últimas temporadas. Otro francés (Causeur, Yabusele, Poirier...), otro 'renegado' de la NBA, un 'combo' de gran capacidad ofensiva y de apenas 24 años que por primera vez tendrá la responsabilidad de ser referente en un candidato Euroliga.

Maledon fue hace no demasiado uno de los proyectos más esperanzadores de la infinita fábrica gala. Un talento precoz al que desde bien temprano se le comparó con Tony Parker, por sus movimientos, proyección y forma de jugar, a pesar de que es algo más alto que la leyenda (1,93 centímetros). "Soy un base que también puede jugar de dos. Soy muy versátil, capaz de jugar con y sin balón. Capaz de tirar, conducir, sacar faltas y competir tanto en ataque como en defensa", se define a sí mismo en una entrevista en la web del Real Madrid. Nacido en Rouen, sus padres, procedentes de Guadalupe, le inculcaron como a sus hermanos la pasión por el baloncesto que ellos jugaban: su padre, Claude, fue profesional en Francia, y Sylvie, su madre, llegó a la selección nacional juvenil.

Se formó, como Parker y tantos otros, en el afamado INSEP. Y después dio el salto al ASVEL, del que Parker es propietario. Allí debutó en la Euroliga con 17 años, antes de probar en la NBA, con el número 34 del draft de 2020. Pese a un primer año ilusionante con los Thunder, pronto, historia conocida, empezó a entrar en el olvido. Sus dos últimas temporadas apenas jugó 17 partidos entre los Hornets y los Suns. "Ha perdido dos años en la NBA", concluyó el seleccionador Vincent Collet, que no pudo contar con él para el Mundial 2019 ni los Juegos de Tokio, de los que se cayó por una lesión en el hombro (si fue plata del Eurobasket 2022, aunque no participó demasiado en la rotación).

Su explosión ha llegado en la temporada 24/25, de vuelta al ASVEL Villeurbanne, con el que promedió 17 puntos, 4,6 asistencias y 20,6 de valoración para ser elegido en el segundo mejor quinteto (fue MVP de diciembre). Una joya que se han rifado todos los grandes de la competición y cuyo fichaje cerró el Madrid hace algunas semanas, según confirmó el propio Parker. "Quise venir al Real Madrid por muchos motivos. Es un club muy exitoso tanto en Europa como en España. Es un desafío y tener la posibilidad de competir en un equipo así es muy emocionante para mí. Quiero aportar mi personalidad, cómo soy dentro y fuera de la pista. Y ojalá conseguir muchas victorias y títulos", anuncia.

Alcaraz, una reflexión sobre salud mental, su ejemplo en Ibiza y la derrota al golf ante Andy Murray: “¿Te ha dicho él que hicieras esa pregunta?”

Actualizado Lunes, 7 julio 2025 - 09:58

En el precioso teatro de conferencias del All England Club, Cameron Norrie, el próximo rival de Carlos Alcaraz en Wimbledon, reconocía que el español le había servido de "inspiración" para cambiar su preparación. El británico llevaba toda la vida queriendo escaparse "un par de días" a Ibiza después de Roland Garros y nunca se había atrevido, pero cuando vio el documental del español en Netflix no dudó hacerlo. "Le dije a mi equipo: 'Quizá el método de Carlos funciona porque él va a Ibiza y después gana el título'. Fui directo desde París con un amigo y lo pasamos realmente bien. Cuando volví a entrenar me sentía realmente relajado", comentó Norrie y Alcaraz no rechazó el guante.

Para alejarse de las malas interpretaciones que ha habido de su documental, el actual número dos del mundo podría cambiar su discurso y esquivar cualquier pregunta que tenga que ver con Ibiza, pero entonces no sería como es. Diáfano y alegre contestó a su manera. "Muchos tenistas me han dicho que irán a Ibiza, quizá Ibiza me tenga que pagar una parte", bromeó y añadió: "Estoy contento de ayudar a otros jugadores, que todos estén contentos, que todos estén tranquilos".

En pleno debate sobre la salud mental de los deportistas, Alcaraz, que este domingo derrotó a Andrey Rublev en octavos y este martes se enfrentará a Norrie en cuartos, volvió a demostrar que le ha dado muchas vueltas al asunto. Pese a su edad y a la presión, ha alcanzado la madurez necesaria para saber que el éxito de verdad no nace únicamente de las victorias. "Hay veces en las que he dado importancia a cosas que no la tenían: a los resultados, a defender puntos del ranking ATP, a las expectativas de la gente. Ahora sé que para mí eso no es importante, que lo importante es cómo yo me sienta. Me costó darme cuenta de ello. Al final esto el tenis es sólo un juego y lo importante está fuera", valoró Alcaraz seguramente con las recientes palabras de Alexander Zverev en la cabeza.

Desde que llegó al profesionalismo, más en las últimas temporadas, el español siempre ha luchado por mantener su frescura mental y en cada ciudad tiene sus trucos. En París, los paseos por los parques y los restaurantes del centro. En Londres, el golf. Con el espectacular campo de Wimbledon a dos pasos de la casa que tiene alquilada, practica durante la mayoría de sus días de descanso y ya ha encontrado adversarios fijos. Uno de ellos es su entrenador, Juan Carlos Ferrero; otro, Andy Murray. Alcaraz y Murray, ambos doble campeones de Wimbledon, ya se han enfrentado tres veces en un duelo a 18 hoyos y su desempate llegó el sábado. Si en las dos primeras tarjetas hubo igualdad, en la tercera dominó el británico.

Después de su victoria contra Rublev, sobre la misma pista central de Wimbledon, preguntaron a Alcaraz por la derrota y él volvió a tirar de humor. "¿Te ha dicho Andy que hicieras esa pregunta?", cuestionó el español a su entrevistador cuando éste le sacó el tema del golf. "Tengo que admitir que Andy me ganó. Pero bueno quizá me dejé ganar un poco porque estaba en su casa", volvió con la guasa y finalizó con el mismo tono: "Me he enfrentado a él como jugador, como entrenador y ahora como golfista y quizá no lo vuelva a hacer nunca más".

El lamento de Fernando Alonso tras perder "25 segundos" en tres vueltas: "En el otro lado del garaje siempre aciertan"

El lamento de Fernando Alonso tras perder “25 segundos” en tres vueltas: “En el otro lado del garaje siempre aciertan”

La imagen de Adrian Newey en la parrilla, con la mirada fija durante más de un minuto en el McLaren de Oscar Piastri, levantó olas de entusiasmo entre los seguidores de Aston Martin. A sus 66 años, el gurú del diseño ya se había dejado ver en patinete por el paddock de Silverstone, la carrera de casa, cerrada con los dos monoplazas verdes en zona de puntos. Sin embargo, la séptima plaza en la meta de Lance Stroll y la novena de Fernando Alonso no deben interpretarse precisamente como un éxito para la escudería británica.

"Fue una carrera difícil de leer. Para nosotros, una oportunidad perdida", admitió el asturiano, siempre ambicioso, en los micrófonos de DAZN. Sus opciones se evaporaron durante el segundo pit-stop, cuando pasó de las gomas intermedias de lluvia a un compuesto seco. Aun sin subrayarlo explícitamente, Alonso sentía que el podio de Nico Hulkenberg con Sauber podía haber sido suyo.

"Probablemente cambiamos a los slicks demasiado pronto", concedió Andy Cowell, CEO de Aston Martin. Sobre un asfalto a 20ºC, aún con numerosos charcos, Alonso no sólo sufrió para mantener el coche sobre la trazada, sino que tardó en meter los neumáticos en temperatura. Cuando finalmente pudo hacerlo, su AMR25 fue el coche más rápido en pista. De hecho, en cinco vueltas recortó algo más de siete segundos a Stroll. Sin embargo, el rendimiento de las gomas se desplomó a idéntica velocidad por culpa del graining.

Un mensaje para Vizard

De hecho, Alonso perdió la posición frente a Alex Albon durante la última vuelta, cuando rodó 2,3 segundos más lento que el Williams. Curiosamente, en ese último giro, Stroll tuvo también que ceder la sexta plaza ante Pierre Gasly. El AMR25 del canadiense fue 1,4 segundos más lento que el Alpine. La conversación entre Stroll y su ingeniero de pista dejaba un amplio margen para las interpretaciones. "Un coche increíble de conducir y un final espectacular", comentó Gary Gannon. "Sí, eso es quedarse corto. Para ser sincero, es el peor coche que he conducido en mi vida", replicó el piloto.

A juicio de Alonso, el canadiense sí debía sentirse satisfecho por el trato recibido en Aston Martin. "Voy a empezar a parar cuando pare Lance, porque en el otro lado del garaje siempre aciertan", ironizó el doble ganador en Le Mans, en referencia al pit stop inicial que impulsó a su compañero hasta la tecera plaza, sólo por detrás de los McLaren.

Un duro mensaje para Andrew Vizard, su ingeniero de pista, que esta temporada ha tomado el relevo de Chris Cronin. Sin mencionar ningún nombre, Fernando sí quiso reiterar que desde el muro "saben la evolución de los tiempos por vuelta y cuándo es el momento de parar". "Decidieron que ese fuera el momento y perdí 25 segundos en tres vueltas", calculó el bicampeón, séptimo en la parrilla y noveno en la meta. A 31 segundos de la tercera plaza de Hulkenberg.

Alonso, durante uno de sus 'pit-stops' en Silverstone.

Alonso, durante uno de sus 'pit-stops' en Silverstone.ASTON MARTIN

"Desde ese punto de vista, una carrera decepcionante", constató Alonso, antes de advertir que en las próximas horas verá otra vez la carrera, analizando todos los datos a su alcance. Quizá tras esa revisión regresen a su memoria sus cuatro victorias sobre mojado (GP de Europa 2007, GP de Corea 2010, GP de Gran Bretaña 2011 y GP de Malasia 2012).

El margen de mejora de Aston Martin, abierto hace siete semanas en Imola, debería ampliarse el próximo 27 de julio en Spa. "Estas carreras bajo la lluvia, a menudo reflexionas y ves oportunidades en las que podrías haber hecho las cosas de otra manera", reconoció Cowell, con toda la atención centrada ya en el circuito de Las Ardenas. Un templo de la velocidad donde Alonso apenas cuenta con tres podios tras 19 participaciones.

Pogacar y su curiosa y casi inédita imagen con el maillot de la montaña: "Sólo me lo he puesto un día, será una sensación especial"

Pogacar y su curiosa y casi inédita imagen con el maillot de la montaña: “Sólo me lo he puesto un día, será una sensación especial”

El maillot de la montaña en el Tour, los inconfundibles puntos rojos sobre fondo blanco, está de celebración: cumple 50 años. Hasta 1975 el mejor escalador no tenía ningún distintivo, aunque sí mucho más prestigio. Federico Martín Bahamontes primero y Lucien van Impe después lo elevaron con sus seis coronas cada uno a cotas extraordinarias. Sólo el empeño de Richard Virenque entre 1994 y 2004 los superó (7). Aunque ya lo ganó dos veces, curiosamente este lunes, por segunda vez en su carrera, Tadej Pogacar lucirá, entre Valenciennes y Dunkerke, el 'polka dot'. Y para el hambre 'caníbal' del esloveno no ha pasado desapercibida la efeméride.

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"No esperaba vestirme con el maillot de puntos rojos, pero aquí estoy y pienso disfrutar el hecho de llevarlo. He ganado la Montaña del Tour dos veces, pero sólo me he puesto el maillot en carrera un día. Mañana será mi segundo día con él y será una sensación especial", pronunció el esloveno en la meta de Boulougne sur Mer, rendido a la potencia final de Van der Poel, un mano a mano con permiso de Vingegaard con aroma a la mejor de las clásicas.

Pogi pasó en segundo lugar en la primera de las colinas del día, la de Haut Pichot. Lo hizo por pura colocación, a rueda de su pretoriano Tim Wellens. A continuación, en la Côte de Saint-Étienne-au-Mont, lo hizo primero, por delante de Vingegaard. Esos tres puntos sumados le colocan en primera posición en solitario. Evidentemente, no es la primera vez que encabeza la clasificación de la montaña que ya ganó en las ediciones de 2020 y 2021, pero la casualidad hizo que sólo en una etapa luciera el maillot à pois rouges más allá del podio.

Ocurrió hace casi cinco años, en la etapa 18 del Tour de 2020. Aquel día Miguel Ángel López se impuso en el Col de la Loze, pero el jovencísimo Pogacar sumó 32 puntos para adelantar a Roglic como momentáneo rey de la montaña. Así que al día siguiente en Méribel cambió en maillot blanco de mejor joven (que también cumple medio siglo) por el de puntos rojos. No le duró demasiado, pues se lo arrebató Carapaz, segundo aquel día en La Roche-sur-Foron por detrás de Kwiatoswki. La jornada de gloria de Pogacar estaba a la vuelta de la esquina: en la inolvidable cronoescalada de La Planche des Belles Filles, dos días después, asaltaría su primer Tour.

Tampoco es probable que al líder del UAE le duren demasiado esta vez los inconfundibles colores. Y eso que este lunes sólo habrá un punto en juego en la subida a Mont Cassel de cuarta categoría (camino de Dunkerke el viento marcará más diferencias). Visto lo visto, la agresividad del Visma Lease a Bike con Vingegaard, la batalla por la general puede no tardar demasiado en desatarse. "Podíamos esperarnos que Jonas atacara visto lo visto en el Critérium du Dauphiné. Y me gusta verle hacerlo. Nos ha obligado a sufrir", admitió Pogacar.

En 1905, René Pottier fue el mejor grimpeur del Tour en una clasificación extraoficial que otorgaba el diario Le Auto. En 1933, el español Vicente Trueba, que ya se había impuesto el año antes, fue el primer ganador oficial. Y en 1975, Van Impe lució por primera vez el maillot de puntos rojos, escogido por el patrocinador del momento, la marca de chocolate Poulain.

Si Pogacar lo conquistara de nuevo, sumaría tres coronas e igualaría a Julio Jiménez (siempre los españoles en la montaña del Tour). Pero, más importante, superaría a Coppi, a Merckx, a Bartali, a Charly Gaul... A las leyendas, a lo que él aspira.

Nico Williams en la comedia de Judas: el agente y "segundo padre", la cláusula del miedo para Laporta y un pelotazo de 100 millones

Nico Williams en la comedia de Judas: el agente y “segundo padre”, la cláusula del miedo para Laporta y un pelotazo de 100 millones

Pasión rima con traición. Se trata de una rima consonante, también conocida como rima perfecta. La relación musical de las palabras encaja con la necesidad que la pasión tiene de la traición para desarrollar todos sus estados, del amor a la ira. El fútbol, como todas las pasiones, no es ajeno, necesita a sus traidores, a sus Judas, aunque convertidos en personajes de una comedia a la que los aficionados asisten como si se tratara de una tragedia. Ilusos. El último ha sido Nico Williams, como antes lo fueron Figo, Laudrup, Schuster, Hugo Sánchez, Mijatovic, Íñigo Martínez, Mbappé o, recientemente, Joan García. Traición de ida y vuelta, en este caso, primero al Athletic, después al Barça, porque a Nico le advirtieron de los riesgos que no contaron al malogrado Judas, incapaz de soportar la culpa, y porque el fútbol paga mejor que la centuria romana: 100 millones de euros no son 30 monedas de plata.

Es la cifra global que el futbolista, de 22 años, cobrará durante los 10 años de vinculación de su contrato con el Athletic, de forma creciente, no dividida exactamente entre los ejercicios. Cantidad libre de impuestos, ya que el IRPF corre a cargo del club, al negociar las grandes estrellas en neto. Un pelotazo del que el ganador no es únicamente Nico, también el arquitecto de la operación, Félix Tainta, agente y persona de confianza de la familia Williams, hasta el punto de que la madre querría que fuera el albacea de sus hijos de por vida. Como un «segundo padre», lo define Iñaki, cuya carrera tutela Tainta desde que era un juvenil.

"Tensa la cuerda hasta el final"

Para quienes están al otro lado de la mesa, el agente es «alguien que tensa la cuerda hasta el final». A menudo son los directivos del Athletic, puesto que Tainta representa, además de a los hermanos Williams, a Gorosabel, Yeray, Sancet, Boiro, Serrano y Robert Serrano. En ese contexto, parecía difícil que quisiera una ruptura cruenta con el club donde juegan la mayoría de sus clientes.

Tainta llamó a Deco, porque el interés del futbolista era marcharse, pero no dejó de hablar con Jon Uriarte, que utilizó cargas de profundidad al solicitar a la Liga fiscalizar las cuentas del Barcelona. No era un farol. Javier Tebas, además, ya no está en posición de mirar hacia otro lado, como en las primeras palancas de Joan Laporta, y menos después de que el pulso por la inscripción de Dani Olmo dejara en falso a la patronal ante el resto de clubes, con el empujón del Gobierno a los azulgrana. «Hay que ayudar al Barça», se escuchaba tiempo atrás en los pasillos del Consejo Superior de Deportes. La multa de la UEFA, 15 millones que pueden llegar a 60, deja a todos en evidencia, Barça, Liga y Gobierno.

Mural de los hermanos Williams.

Mural de los hermanos Williams.LUIS TEJIDOEFE

Laporta se queda, pues, como se quedó Florentino Pérez con el «no» de Mbappé, aunque el francés acabó por recibir el perdón del faraón para regresar un año después. En las comedias todo se perdona y todo se paga. La diferencia es que Laporta es como el jugador de póker que entra a todas las manos con o sin cartas, y eso lo saben quiénes se sientan a la timba. El primero, Tainta; el segundo, Uriarte. El presidente del Athletic esbozaba una sonrisa en Ibaigane, días antes de que el propio Nico anunciara su renovación, y pedía al pintor del mural de los hermanos Williams, emborronado en Barakaldo, que lo reparara.

Era obligación del agente, pues, pedir al Barcelona una cláusula liberatoria para su representado en caso de no poder ser inscrito por incumplimiento de la normativa de la Liga, la conocida Regla 1:1. Pura seguridad jurídica. El primero en reclamarlo fue Íñigo Martínez, al que, en caso de no ser inscrito, debía el Barça no sólo liberar, sino pagar íntegramente su contrato. Mateu Alemany, entonces director de fútbol, se negó, pero acabó por aceptarlo.

Riesgo penal

La fórmula era esta vez inasumible para Laporta, que ya atravesó una situación de altísimo riesgo con Dani Olmo, salvado en el desfiladero de la política. Íñigo Martínez llegó libre al Camp Nou, sin traspaso, pero perder a Dani Olmo o Nico, por el que debían pagar los 58 millones de su cláusula, podría haber provocado una demanda penal, por administración desleal, contra el presidente y su directiva. «El caso Nico nos ha puesto ante el espejo. Aunque el relato del club es que ya hemos superado el descalabro económico, la realidad es tozuda: no sabemos si podemos inscribir los fichajes que queremos hacer», asegura Víctor Font, cabeza de una oposición de chocolate frente al Laportismo.

El Athletic convierte a Nico en el mejor pagado de su plantilla, después de una cadena de renovaciones que le permite mantener a su núcleo duro en su vuelta a la Champions. Dobla su cláusula, en el umbral de los 100 millones, lo que le mantiene en el mercado si se produce una explosión del jugador. La pasada temporada no fue así. Con la fiscalidad transferida, hay ventajas, pero no ya las de antes, desmesuradas, que podían llegar a un ahorro de hasta el 50% en impuestos a propósito del tratamiento de las rentas irregulares. El ahorro era para el Athletic en las negociaciones en neto. Al menos, como dicen en Ibaigane, se mantiene un «trato amable». Normal si la Hacienda Foral de Vizcaya pertenece a la Diputación Foral, participe, a su vez, de la sociedad San Mamés Barria S. L., dueña del estadio. Todos juntos en armonía.

No gustaban las fotos de Lamine

El Judas al que insultaron o borraron del mural, como si lo tacharan en el cuadro de la Santa Cena, se queda, finalmente, con los apóstoles del Athletic, en lugar de irse en pecado con su amigo Lamine Yamal, cuyo jueguecito de colgar fotografías juntos cada vez que arreciaban los rumores no hacía ninguna gracia en su vestuario.

El Athletic lo compara a Nico con Julen Guerrero, que dijo no por «amor», como si no lo sintieran Alexanko o Zubizarreta, y directivos azulgrana envían mensajes con la frase de Cruyff de que no merece jugar en el Barça quien no lo desee. Dos clubes sin piedad, en cambio, con el amor ajeno, como bien saben en Euskadi y Cataluña, donde les basta con las 30 monedas. Esta vez había que pagar más que a Judas.

Esther, la goleadora que reina en Estados Unidos: “Menos a las del Barça, a todas les digo que no hay mejor lugar para jugar”

Actualizado Domingo, 6 julio 2025 - 23:22

A Esther González (Huéscar, 1992) se le caen los goles. Llega esta Eurocopa con 10 marcados para el Gotham desde el inicio de la National Women's Soccer League (NWSL) en marzo. Serena, madura, pero con una ilusión y ambición que se le ve en los ojos, ha encontrado su lugar perfecto para seguir engordando récords y unos números de asombro.

Vaya comienzo
Es lo que buscamos, ganar cada partido, con los pies en el suelo y sabiendo que ante Bélgica necesitamos la misma intensidad.
Llega a la Euro como máxima goleadora de un campeonato tan exigente como la NWSL
Lo mejor que me pudo pasar fue irme a Estados Unidos. Llego en un nivel todavía más alto al que he tenido antes.
Ubíquenos a su equipo, el Gotham
Gotham es un club de Nueva Jersey que cree en el fútbol femenino, en su crecimiento. Desde que llegué, se han preocupado por todo lo que he necesitado para rendir. Fui con mi pareja y le han dado más importancia casi que a mí. Imagínate lo que llegan a cuidar cómo se siente la futbolista. Es un poco la mentalidad americana, el inconformismo por mejorar en todo lo posible. Buscan cómo llevarte a tu mejor nivel.
¿Cómo han sido estos dos años?
Llegué después del Mundial, al final de temporada, porque la liga empieza en marzo y termina en noviembre con los playoffs. En la élite no hay periodo de adaptación y en mi primer partido en casa, en el Red Bull Arena, hice dos goles. Además, metí el gol que nos dio el título en 2023 en los playoffs. Mi historia con el Gotham es algo idílico, desde el principio algo increíble.
Ha marcado el gol 300 del club y el 3.000 de la NWSL
Sí, la verdad es que he hecho miles de récords [se ríe]. Fui a Estados Unidos con una expectativa de salir de mi zona de confort y creo que lo he superado con creces. He crecido ante la adversidad, porque al final es otra cultura, otro idioma, que yo no sabía inglés, y un fútbol totalmente diferente al de España.
¿En qué?
De mucha intensidad. Recuerdo recibir el balón en la Liga F y poder pensar. Allí, si tienes la capacidad de salir de esa primera presión, te vuelven a llegar. Son muy, muy físicas, aunque, claro, nadie tiene la visión de las españolas. También juegan más directo. A mí, que me gusta mucho ver fútbol y entenderlo, cambié la mentalidad muy rápido.
¿Recomienda jugar allí?
Menos a las jugadoras del Barça, que tienen las mejores condiciones, y eso es una realidad en la Liga F, al resto le digo que no hay mejor sitio para jugar que Estados Unidos. Sé que la gente habla muy bien de Inglaterra, pero en Estados Unidos todas las franquicias tienen muchísimo dinero y compiten por quién hace mejor su trabajo. La apuesta de los 14 equipos, que el año que viene serán 16, es al máximo. Todos quieren ganar y el que un año queda el último, al año siguiente se refuerza, trabaja muchísimo en el mercado para llegar a conseguirlo. Y eso es muy bueno, porque te das cuenta de que todos creen realmente. No hay tres que crean y el resto ahí está.
¿Le ha ocurrido que una tormenta pare un partido?
Sí, es muy típico allí, por tormenta eléctrica. Además, desde el último rayo tienen que pasar 30 minutos y tienes que esperar. A mí me han cancelado entrenamientos y, en Houston, retrasaron un partido un par de horas. Al final es una norma que asumes porque te protege.
El Gotham jugará el próximo Mundial de Clubes femenino, ¿le ilusiona?
Desde que empezamos la Concacaf, ése era el objetivo. Para el club era muy importante y para mí, como jugadora que sale de la Liga F y no del Barça, que es el que tiene más posibilidades de jugarlo, es increíble. Cuando tomas la decisión de fichar por un club, nunca sabes cómo va a ir realmente, pero ha sido la mejor. He jugado finales, he ganado títulos y puedo seguir consiguiendo cosas.
mo conciben que se venga a disputar la Eurocopa?
Son tan patriotas que valoran muchísimo que representes a tu país. Están orgullosos. Ahora somos cuatro en Suiza y el apoyo es increíble.
Fue capitana en el Mundial, ¿cómo asimiló perder esa brazalete?
Nunca me sentí capitana. Sabía que Alexia, Irene o Jenni son referentes, que siempre han estado, desde la época de Vero Boquete, Natalia Pablo o Sonia Bermúdez. Simplemente queríamos que se solucionasen las cosas y que volviese todo a estar en orden, como está ahora.
Hay quien la define como una curranta del fútbol, pero tiene números impresionantes: 35 goles en 51 partidos.
Es difícil tener los números que tengo, cada día me lo repito. A veces he hablado con Jenni de esos números, que también tiene ella, y que, insisto, pueden parecer fáciles desde fuera, pero son fruto de una trayectoria. No son casualidad.
¿Se ha graduado en fisioterapia?
No he terminado, me queda un año y medio. La verdad es que ahora mismo solo pienso en fútbol, en cuidarme 100 %, en recuperar después de cada partido. Cuando este show termine, que espero que quede mucho, veremos cuál será la siguiente etapa de mi vida.
Entre ganar la Eurocopa y ser la máxima goleadora, ¿qué elige?
Siempre el colectivo. Todas pensamos en eso, en llegar al máximo que podamos como equipo.
Los estadios se están llenando con 30.000 personas, un ambiente parecido al que vive cada semana en sus partidos
La verdad es que sí. En Estados Unidos al menos 10 de los 14 equipos tienen una afición que, como mínimo, tiene 10.000 personas en las gradas. Lo que está pasando en Suiza es lo que queremos, que haya este ambiente de fútbol.
¿Y cómo es vivir en Nueva York?
Me encanta. En realidad, vivo en la calma de Nueva Jersey, porque me gusta vivir cerca de donde entreno, pero tengo media a hora a la Gran Manzana para ir a la locura cuando nos apetece. Creo que me he adaptado muy bien, mi pareja también, y eso es fundamental para los futbolistas.

De Güler y Gonzalo a la táctica, cómo Xabi Alonso transformó al Madrid en cuatro semanas: “Es más moderno que Ancelotti”

Actualizado Domingo, 6 julio 2025 - 23:21

El PSG y Luis Enrique serán la próxima piedra en el camino de la construcción del nuevo Madrid de Xabi Alonso. Un camino que ha empezado con cambios dentro y fuera del campo, con nuevo cuerpo técnico, analistas, herramientas tecnológicas y lo que es más importante: nuevas ideas y nueva jerarquía dentro de la plantilla en el Mundial de clubes. Ahí están los galones de Dean Huijsen y Arda Güler, capitanes generales del equipo en el césped, y la explosión de Gonzalo García, máximo goleador del torneo. Todo a partir de un concepto tan cacareado como manido: «El fútbol moderno».

Xabi Alonso realizó su primer entrenamiento como técnico del conjunto blanco el pasado 9 de junio en Valdebebas. La ausencia de los internacionales dejó el campo algo vacío durante los días iniciales, pero esa semana el vasco y su staff pasaron más de 10 horas diarias en la ciudad deportiva sentando las bases de la forma de trabajar, los puntos fuertes y débiles del equipo y las claves para que el viaje a Estados Unidos sirviera de punto de inflexión en esta nueva etapa. Los detalles los tenían muy claros: intensidad en los entrenamientos, con Alonso muy encima de cada ejercicio; trabajo táctico en el césped y con vídeo; y el último, recuperar la ilusión del grupo tras una temporada irregular.

Cuatro semanas después de llegar a Valdebebas y tres desde el aterrizaje en Palm Beach, el Madrid es otro en cuerpo y alma. «Más moderno», admitía el sábado Courtois en los pasillos del MetLife Stadium de Nueva Jersey. «Xabi es más moderno, busca más que cada uno esté en su posición, que busquemos más el equipo y menos el individualismo. La presión, jugar... Cuando el equipo está bien cada individuo va a jugar bien», comentó ante los medios.

El belga tiene, según su técnico, «cabeza de entrenador», de ahí que sea casi siempre el más crítico con el resto de sus compañeros, pero también el más sincero en el elogio y en la reflexión sobre la situación del Madrid. «Carlo nos dio mucho, pero son estilos diferentes, era un fútbol diferente», reconoció. «Xabi es un míster con ganas, joven, atento a todo y con mucha intensidad, nos agarra a todos para eso. Porque el fútbol de hoy en día es presionar arriba, atacar los once, defender los once y que todo el mundo cuente en el sistema».

Los goles de Gonzalo o Fede Valverde y las asistencias de Arda Güler han dejado en un pequeño segundo plano a Vinicius, gran estrella del equipo en la época de Ancelotti. El brasileño apareció contra el Salzburgo en su mejor partido en el torneo, pero de momento el Madrid no ha necesitado de una actuación suya imperial para salvar los muebles. «Si queremos que Vini o Kylian se regateen a cuatro no vamos a ganar, necesitamos que todos estén en la posición correcta y luego ellos se van a salir porque tienen esa calidad», insistió Courtois, certero.

Ese «defender los once» se ha repetido mucho en la concentración del Madrid en Florida después de ser uno de los focos de atención durante el curso. «A Mbappé no le pido presionar, le pido goles», llegó a decir Ancelotti. El francés ha estado enfermo y no ha sido titular, pero en su lugar, Gonzalo sí ha ofrecido un trabajo constante en la presión que ha acompañado el resto. «Necesitamos esa energía, ese ritmo, esa intensidad. Tenemos que sentir esa adrenalina en el juego», explicó Alonso.

El nuevo centro del campo

Una de las claves tácticas de estas primeras semanas de Xabi en el Madrid ha estado en el centro del campo y en tres nombres: Tchouaméni, Valverde y Arda Güler. El francés se ha convertido en eje del equipo, capaz de jugar de central en una jugada y de situarse en el centro del campo en la siguiente y siendo la ampliación del técnico en el césped. A su lado, Güler, mediocentro y no extremo. El turco ha sentado a Rodrygo, suplente desde la segunda jornada, y se ha hecho con el timón del Madrid por orden de Alonso, que el sábado abandonaba el MetLife teniendo una conversación con Arda camino del autobús. «Es un momento de invertir en su desarrollo. Que madure y que pueda cometer errores, que los acepte y que haya un progreso. Tendrá que mejorar, pero jugando se mejora», declaró el técnico.

Una frase que también dista de otra de las famosas de Ancelotti en sus últimos meses, justo cuando más debate había sobre la presencia de los jóvenes en el equipo: «Para ser titular en el Madrid hay que chupar banquillo antes». Güler suma ya dos asistencias y su presencia ha liberado a Valverde del peso de la creación permitiéndole sumarse al ataque, donde ya lleva dos tantos. Con el turco, Huijsen y Trent (dos asistencias), indiscutibles, el Madrid de Alonso ha cambiado por completo.