El gran día de Raphinha desde el escaparate: "Hay algunos que tienen dudas"

El gran día de Raphinha desde el escaparate: “Hay algunos que tienen dudas”

Actualizado Miércoles, 10 abril 2024 - 23:45

Raphinha se convirtió en el gran héroe para el Barça en París. El brasileño no pudo tener un mejor estreno anotador en la Champions. El primer tanto de su carrera en la máxima competición europea, el 0-1, fue en gran parte, liberador para un futbolista que lleva bajo la lupa desde su llegada a la entidad azulgrana. En las últimas semanas, han vuelto a sonar con fuerza los cantos de sirena que lo colocan fuera del Barça con vistas a la temporada que viene.

La necesidad de la entidad de cerrar traspasos importantes para conseguir restablecer de una vez por todas su fair play financiero y el buen cartel que tiene el jugador lo ponen en el escaparate, pero no hay muchos equipos que estén ahora mismo por la labor de poner sobre la mesa los 80 millones de euros que reclamarían por él los barcelonistas.

Y si el 0-1 fue liberador, el momentáneo 2-2, anotado también por Raphinha tras un gran pase de un Pedri felizmente retornado al césped tras su última lesión, acabó por ponerle el broche particular a una noche en la que Christensen dio la de cal y la de arena. El danés marcó el 2-3, pero vio también una amarilla que impedirá que pueda estar sobre el césped la semana que viene en Montjuïc. Algo que, a su vez, le sucedió también al capitán Sergi Roberto.

"Sabíamos lo que teníamos que hacer"

«Para mí es una noche especial, buscaba este primer gol desde hace ya tiempo y en un partido como este conseguí el primero y el segundo», apuntó Raphinha tras el duelo. «El equipo no ha mejorado porque el míster dijera que se va a marchar. Como jugadores, somos conscientes de que teníamos que dar mucho más, tuvimos una conversación interna y sabíamos lo que teníamos que hacer para pelear por la liga y llegar lejos en Europa», insistió el brasileño, quien fue además contundente. «Aún hay algunos que tienen dudas sobre este equipo, pero nosotros damos la respuesta en el campo», sentenció.

El ex jugador del Leeds, conjuró, además, con sus dos tantos la sombra de la maldición del ex que Ousmane Dembélé puso brevemente sobre la mesa. El francés justificó sobradamente los elogios de un Xavi que lo puso por las nubes en la previa haciendo subir un 1-1 a un marcador al que Vitinha, apenas tres minutos después, mandaría por su parte un también momentáneo 2-1.

El técnico barcelonista se la jugó por él en su primera temporada en el banquillo azulgrana, cuando le invitaron a apartarlo del equipo por su negativa a ampliar su contrato y acabó por forzar su refichaje cuando nadie quiso apostar por él hace dos veranos. Y el Mosquito, a buen seguro, también provocó que a su ex entrenador se le hiciera un nudo en la garganta con un remate que a punto estuvo de poner otra vez la igualada en el luminoso.

El Barça minimiza a Mbappé y conquista el Parque de los Príncipes

Actualizado Miércoles, 10 abril 2024 - 23:22

Que París no se acabe nunca, debió de pensar el Barça porque allí, en el Parque de los Príncipes, se agigantó, superó sus demonios ante un PSG tan letal como inconsistente. Fue más resistente y también más valiente para salir vivo de una eliminatoria que se antojaba una trampa mortal y que, sin embargo, le da ligera ventaja en el camino hacia las semifinales. [Narración y estadísticas (2-3)]

Creyó el Barça que se podía vivir cómodamente ante Mbappé y su tropa en unos cuartos de la Champions. Incluso que se le podía hacer daño. Lo sintió después de 20 minutos en los que se hormigonó y fue viendo cómo no tenía enfrente un rival imbatible. Lo detectó Raphinha cuando aprovechó un pase larguísimo de Ter Stegen para provocar el error de un tembloroso Donnarumma y obligar a Lucas Beraldo a rebañar lo que ya parecía el primer gol.

Son mortales y en las transiciones tenían los azulgranas un arma que iban a explorar mientras el PSG probaba con disparos lejanos de Lee o Asensio, dos apuestas de Luis Enrique, y Mbappé no sacaba ventaja de sus endiabladas carreras hacia el área. Le aguantó el primer mano a mano Araújo con la ayuda de Koundé y entre todos consiguieron que la movilidad que generaba en el ataque junto al mallorquín y a Dembélé fuera estéril. No presentó el astro francés sus credenciales a ser decisivo en los próximos Clásicos de LaLiga.

Cubarsí, frente a Mbappé

Desde esa solidez, el Barça creció. No será con el purista ADN culé, pero sí con una eficacia que le hace sostenerse en los partidos. Nuno Mendes salvó bajo palos el remate de Lewandowski en un saque de córner y Raphinha, ante las dudas del guardameta, probó desde la frontal. Le habían cogido la medida a los parisinos con una presión y una aceleración precisa desde los costados que emborronar el plan de Luis Enrique.

El polaco desquiciaba a los centrales y Lamine Yamal encontraba los espacios en la orilla para desequilibrar, lo mismo que Raphinha. Si el peligro del PSG podía llegar casi desde cualquier parte, el del Barça, también. Hasta emergió la figura del púber Pau Cubarsí para graduarse en un gran escenario europeo plagado de estrellas. Primero viendo solo a Lewandowski, que se revolvió en el centro del campo y encontró a Yamal, otro cuyo descaro le llevó a probar con un centro que Donnarumma interpretó como un disparo y su salida en falso dejó a Raphinha la portería vacía para adelantar al Barça. Si en Cubarsí nació ese gol, en el jovencísimo central tuteó a Mbappé primero en estático y después en carrera.

Con ese chute de confianza se fue el Barça al descanso. El marcador era corto y justo, tanto que se nubló en los cinco primeros minutos de la segunda parte. Sin casi colocarse sobre el césped, apareció Dembélé, se apoyó en la carrera hasta línea de fondo de Mbappé y el remate del ídolo francés lo escupió Araújo a los pies de su ex compañero. Recortó a De Jong y cruzó un disparo incontestable.

Los futbolistas del Barça celebran un gol ante Mbappé.

Los futbolistas del Barça celebran un gol ante Mbappé.AFP

No se había recompuesto el Barça y en esa descomposición encontró hueco Vitinha en el área para marcar el segundo tanto y Barcola para estrellar el tercero en palo. Necesitaba el Barça salir de las cuerdas y Xavi no lo dudó. Para sobrevivir en París había que ser valiente y generar en el rival las mismas dudas de por dónde llegaría el peligro que sus jugadores estaban acusando. El mejor para este ejercicio de prestidigitación era Pedri.

Ni las semanas de lesiones hacen que pierda su diálogo con la pelota. La primera que tocó acabó convertida en un globo que sorteó la defensa parisina y Raphinha cazó en un remate acrobático. El Barça se levantaba con la magia del canario y el duelo se enloquecía. Barcola probó con un mano a mano del que salió ganador Araújo y, otra vez Dembélé, rey del caos, se estrelló en el poste. La respuesta la dio Joao Félix con un centro raso que iba a embocar Ferran Torres cuando apareció Nuno Mendes. Nadie tenía miedo, como si no hubiera un partido de vuelta, como si nada pudiera perderse. Entonces Gündogan telegrafió un saque de esquina a la cabeza de Christensen al segundo palo para agigantar al Barça en una eliminatoria muy viva.

El Atlético deja vivo al Dortmund y se la jugará en Alemania

El Atlético deja vivo al Dortmund y se la jugará en Alemania

El público es de finales felices. No les importa el desarrollo de una historia sino si el bien acaba venciendo al mal al acabar el metraje. Normalmente, en las películas de sobremesa suele ocurrir. Los planes de los malos siempre se acaban frustrando porque el bueno siempre tiene un as en la manga, pero el Atlético se quedó sin cartas a 10 minutos de los 90. [Narración y Estadísticas, 2-1]

El fútbol no es de buenos o malos. O sí. El Atlético fue el que hizo todo no solo para ganar, sino para arrasar. Pero la falta de puntería no le ayudó y a punto estuvo de pagarlo caro si la fortuna no le hubiera sonreído al final en forma de larguero. Por dos veces. Y eso que los rojiblancos salieron armados hasta los dientes.

Con una metralleta salió el Atlético en el Metropolitano. Mordiendo, robando y amenazando. Griezmann demostró que su pie ya estaba listo tras un pase maravilloso a Morata en el segundo minuto de partido que, de haber estado más rápido el madrileño, el marcador se habría inaugurado igual de rápido que ayer en el Bernabéu.

El tanto llegaría un minuto después tras un regalo de la defensa alemana (no sería el único). Se vino Maatsen al medio a ayudar a sacar el balón a Kobel e intentó hacer una descarga con el exterior en el balcón del área con tres rojiblancos echándole el aliento. De Paul, el que estaba más cerca, recogió el balón y lo embocó con el portero descolocado.

De Paul festeja su tanto.

De Paul festeja su tanto.JUANJO MARTINEFE

Error infantil que se repetiría unos minutos después. Antes aún tuvo el Atlético un par de ellas más: una chilena floja de Lino y un disparo de Griezmann que se hubiera colado si no hubiera intervenido un defensa. Entonces, llegó el minuto 31 y Hummels y Schlotterbeck se estorbaron tras un saque de banda a favor, aceptó el balón Morata que lo cedió a Griezmann para que el francés, con una picadita, dejara solo a Lino. El brasileño remató con frialdad. Hombres contra niños.

Cómo estaría la situación del equipo alemán para que el entrenador, Edin Terzic, llamara a sus jugadores a la banda, aprovechando que se había parado el juego para una asistencia médica, para intentar corregir el atropello que estaban sufriendo los pupilos. Algo sirvió, al filo del descanso, un disparo lejano de Maatsen obligó a Oblak a realizar una buena parada. Era el primero del partido de los alemanes.

Temía Simeone la intensidad de los germanos, los que más imprimen de los ocho equipos de cuartos, según dijo. Sin embargo, los que no dejaron respirar a los amarillos fueron los soldados del argentino. Quisieron repetir el plan ante Las Palmas en Liga, presión-robo-gol. No funcionó igual el plan que en la competición doméstica.

Griezmann y Lino celebran el tanto del brasileño.

Griezmann y Lino celebran el tanto del brasileño.JUANJO MARTINEFE

Algo tenían que cambiar los alemanes y ese algo se llamaba Julian Brandt, su mejor jugador esta temporada. El mayor asistente de los germanos y el tercer máximo goleador. En solo cinco minutos ya se notó su salida al campo con varios pases y peligrosas diagonales que el Atlético no supo cómo controlar.

Entonces apareció el de siempre, para volver a tomar la manija del partido. Ya sea lanzando a sus compañeros como hizo con Molina o parando el juego para aprovechar la ventaja de la primera parte. Griezmann demostró por qué es el segundo mejor jugador de esta Champions para la UEFA.

Entre el francés y Koke, decidieron que su equipo siguiera soñando y consiguieron que los alemanes se mantuvieran dormidos. No es lo mismo soñar que dormir. Y según el resultado interesaba más lo segundo que lo primero. Mediada la segunda parte llevaban los rojiblancos un 70% de posesión.

Mal final

Por si el dominio no fuera suficiente, nunca lo es en Champions, Griezmann se propuso alargar la ventaja del Atlético, consciente de lo que le cuesta al equipo fuera de casa. Pudo hacerlo si Lino llega a embocar ante Kobel un saque de falta del francés que le plantó solo al segundo palo. El portero se lució. Tuvo otra el brasileño que también marró, pero el balón que le puso Llorente había salido previemente por línea de fondo.

Y no lo fue. Lo que parecía un rodillo rojiblanco, se desinfló con un gol de Haller en una jugada aislada en la que pareció que se ayudaba de la mano. Cuatro minutos después, el susto pudo crecer si dos remates alemanes hubieran caído cinco centímetros. El larguero salvo al Atlético por dos veces. Triste final para un partido en el que se pudo amarrar media eliminatoria.

El Barça, en alerta amarilla para jugar contra el PSG

El Barça, en alerta amarilla para jugar contra el PSG

Actualizado Miércoles, 10 abril 2024 - 12:53

El Barça jugará en París bajo alerta amarilla. Más allá de la imperiosa necesidad de buscar un resultado que pueda permitirles decidir la eliminatoria ante el PSG en Montjuïc, los azulgrana mantienen hasta siete futbolistas en riesgo de perderse la vuelta de los cuartos de final de la Champions, si son amonestados en el Parque de los Príncipes.

La mayoría de ellos, con mucho peso en los esquemas de Xavi: Andreas Christensen, central reconvertido a mediocentro, Ronald Araujo, Frenkie de Jong, Sergi Roberto, Joao Félix, Ferran Torres y Lamine Yamal son los jugadores que tienen ahora esa particular espada de Damocles sobre sus cabezas.

De todos ellos, quien incurriría en un mayor riesgo es Araújo. No en vano, el joven central podría ser el elegido para tratar de contener las incursiones de Kylian Mbappé si, como es habitual, acaba jugando por la banda izquierda del ataque parisino. De hecho, el uruguayo ya ha protagonizado duelos de voltaje parecidos con el madridista Vinícius, en los que nunca ha pisado el freno.

Frenkie de Jong

Al mismo tiempo, Andreas Christensen, también con un rol defensivo pese a situarse en la medular, es otro de los que podría correr un peligro más serio. Una zona en la que, presumiblemente, le acompañará Frenkie de Jong que, tras su última lesión en el tobillo derecho, ya se ha ejercitado con normalidad con el resto de sus compañeros.

Más reducidas parecen las opciones para el capitán, Sergi Roberto, autor del gol que culminó la remontada en el 2017 y que ahora realiza labores más ofensivas que destructivas en el centro del campo. Lo mismo puede decirse de Joao Félix, Ferran Torres y Lamine Yamal, tres argumentos a los que Xavi suele recurrir para tratar de resquebrajar las defensas rivales.

En todo caso, la ausencia que podría resultar más dolorosa en caso de ser amonestado, sería la del canterano. Su aportación en ataque se ha dejado notar muchísimo y no es de extrañar que, pese a su juventud, muchos vean en su forma de jugar una de las grandes esperanzas del conjunto barcelonista para buscar un tremendo golpe de efecto. Una ilusión que, en el otro extremo del campo, encarna también otro joven al que no le faltan ni calidad ni descaro: Pau Cubarsí.

Achraf Hakimi

En el PSG, los futbolistas que también están a una cartulina amarilla de la suspensión son los defensas Lucas Hernández y Milan Skriniar y el centrocampista Manuel Ugarte. Además, Luis Enrique, no podrá contar en el partido de esta noche con el ex madridista Achraf Hakimi, suspendido, precisamente, por acumulación de amonestaciones. El lateral vio dos cartulinas en la fase de liguilla, una ante el Newcastle y una ante el Milan, a las que se les sumó una más frente a la Real Sociedad en la vuelta de los octavos de final jugada en Anoeta.

La táctica de Ancelotti que "sorprendió" a Guardiola y el excesivo descanso del Madrid: "Nos gusta más jugar cada 3 días"

La táctica de Ancelotti que “sorprendió” a Guardiola y el excesivo descanso del Madrid: “Nos gusta más jugar cada 3 días”

Sensaciones extrañas en la zona mixta del Santiago Bernabéu. Real Madrid y Manchester City volvieron a empatar camino de la vuelta en el Etihad Stadium y por los pasillos del estadio nadie parecía del todo contento. b, con la cabeza agachada y el rostro serio, pasó por delante de los periodistas sin mover la vista ni un centímetro del horizonte, lejos de las sonrisas que había dejado el año pasado. El noruego apenas tocó balón, fruto de una presión agobiante de Rüdiger sobre él y del resto de los jugadores del Madrid sobre sus compañeros. Hombre a hombre. "Muy raramente lo habíamos hecho y salió bien. Hemos recuperado muchos balones", admitió Ancelotti sobre una de las claves del 3-3.

El técnico italiano decidió cambiar algunas cosas de su once ideal ante la visita de Guardiola. Intercambió las posiciones de Rodrygo y Vinicius, escoró al '11' a la izquierda y centró al '7', defendió en un 4-2-3-1 y eligió a Tchouaméni para acompañar a Rüdiger en el centro de la zaga. Si analizamos sólo el primer minuto, le salió horrible.

Tchouaméni tardó 40 segundos en ver la amarilla que le deja fuera del partido de vuelta y Bernardo Silva tardó apenas 60 segundos en batir a Lunin para el 0-1. Las caras en el banquillo madridista eran un poema, pero no cambiaron el plan de partido. La idea era clara y funcionó: "Hemos empezado mal, con un gol en contra, pero el equipo lo ha manejado bien, robando y buscando transiciones. Con el cambio de posición entre Rodrygo y Vinicius buscaba mantener la buena racha de Rodrygo, que jugó muy bien contra el Athletic, a Vini realmente no le cambiaba casi nada lo que tenía que hacer", explicó Ancelotti.

Su decisión sorprendió a Guardiola: "Me ha sorprendido ver a Vinicius centrado, sí. Había escuchado a Ancelotti decir que no le había gustado el 4-3-3 contra el Leipzig, y pensé que si lo decía no lo iba a hacer contra nosotros. Han tenido sus momentos. El tema es que no puedes parar siempre sus transiciones, es imposible pensar que el Madrid no te va a correr. La cosa es que te lo haga lo menos posible, hoy nos lo han hecho mucho", admitió el de Santpedor.

Vinicius, Rodrygo y Valverde dispararon tres veces a puerta cada uno y aprovecharon los errores del City en salida de balón, fruto de la presión madridista, hasta que el pulmón del conjunto blanco comenzó a sufrir. "Ellos no se esperaban verme por la izquierda, porque siempre está Vini y hoy lo hicimos diferente, una táctica nueva. Salió bien, pese a que el resultado no fuese el que queríamos", declaró Rodrygo.

"Mientras tuvimos piernas..."

La presión hombre a hombre del Madrid impulsó al equipo pero también le hundió cuando los jugadores empezaron a estar más fatigados. "El partido ha sido bueno hasta que hemos perdido energía. Ahí ya hemos tenido que poner bloquebajo y buscar más las transiciones", explicó Ancelotti. En zona mixta, Fede Valverde se reconocía "muy cansado". "Mucho desgaste después de estar corriendo tantos minutos detrás de la pelota, ya nos costaba salir a la contra. Intentamos robar más arriba, presionarles más porque sabíamos que con nuestra velocidad les podíamos hacer daño. Y mientras tuvimos piernas y oxígeno nos dio para marcar goles", reflexionó.

El uruguayo también se refirió al calendario, que les dio una cierta ventaja a la hora de tener más descanso que el City para el partido, pero según Valverde es un arma de doble filo. "Yo, y hablo por mí, estoy acostumbrado a jugar cada tres días, nos gusta más y nuestro cuerpo se acostumbra a eso. Cuando paras una semana y dices 'voy a descansar' es peor. Parece que te cuesta el doble, te cansas más, te contracturas más durante el partido... Pero es parte de quien hizo el calendario".

El mejor partido del mundo

El mejor partido del mundo

Espectacular, el mayor espectáculo del mundo del fútbol. Un disparate de momentos estelares. Sólo un pero: El Madrid fue mejor, más incisivo, pero sus tres fenómenos de ataque no tenían mucha dinamita. Y pudieron derribar a un City que siempre jugó con el partido de Manchester como un estigma.

Pareció increíble. En dos minutos, el Madrid había dado la vuelta al partido. Lo hizo tras un regalo a Bernardo Silva propiciado por no tapar huecos con una barrera digna y el estúpido movimiento de Lunin, que deja sesgos de panoli.

El Madrid mató el orgullo de Guardiola con un disparo de suerte de Camavinga y un supremo gol de Rodrygo. El Madrid tuvo la oportunidad de derrumbar al campeón de Europa, que lo tuvo ko durante más de quince minutos, pero siempre aparece el fantasma del "bloque bajo" de Ancelotti, cuando hubo hasta tres oportunidades de acabar con el City.

El problema fue que los dos atómicos brasileños no tienen mucha facilidad para el gol. Y Bellingham, ¿dónde estaba el fénomeno del Madrid? Tanta propaganda ha hecho del jugador un despojo. Ni corta, ni crea, ni ya llega al gol como antes. Lo peor es que quizá hizo su peor partido en el momento justo que debía dar algo especial.

El Madrid, en el minuto 60, ni tenía energía ni llegaba a los choques. Kroos y Camavinga no pudieron aguantar al City como en el primer tiempo. No obstante, cabe destacar el supremo marcaje de Rüdiger a Haaland, al que se ve perdido en el City actual.

Entonces ocurrió que Foden se encontró con una balón suelto, sin Mendy a su lado, y la puso en la escuadra. Encima, más increíble fue que el City se puso otra vez por delante con el gol de un defensa que no ha marcado un tanto en su vida. Fue Gvardiol, un croata que ni suena a Pep. El Madrid estaba extenuado y a punto de abdicar.

Y apareció otro gran espíritu del indomable Real Madrid. Vini estaba que no podía correr y dio el pase Valverde, que llevaba una racha omnipresente sin marcar y clavó el gol más bélico y glorioso de esta Champions.

Atreverse a pronosticar el resultado de la eliminatoria puede ser un suicidio. Desde cualquier estimación es lógico pensar que el City tiene el poker en sus manos. Sobre todo, teniendo en cuenta el antecedente del cuatro a cero del año pasado.

Por otra parte, hay que testificar que esta temporada está peor el City y el Madrid puede hacer mucho daño al equipo de Guardiola, que fracasó al intentar anular la velocidad de los brasileños. Lo que no se olvidará es que vimos el mejor partido de Europa, el mejor del mundo.

El "clásico" de Guardiola: "Es el Bernabéu, 'my friend'. No lo conoces como yo"

El “clásico” de Guardiola: “Es el Bernabéu, ‘my friend’. No lo conoces como yo”

La sexta visita de Pep Guardiola al Santiago Bernabéu en Liga de Campeones desplegó tanta tensión como las anteriores. O más. El de Santpedor es uno de los grandes enemigos futbolísticos de la afición de Chamartín, que le dedicó cánticos tanto en la llegada del autobús del Manchester City como durante el encuentro, plagado de intensidad y goles. El mejor partido de la temporada en el fútbol europeo resultó en un empate extraordinario para el espectador neutral y sufrido para el madridista, que remontó y se vio remontado.

El Madrid tenía en su mano infligirle a Guardiola su tercera derrota en el feudo blanco en competición continental, la primera del City desde el 6 de diciembre, pero los goles de Foden y Gvardiol mantuvieron el idilio del de Santpedor con la casa blanca.

"Es el Bernabéu, 'my friend'", le respondió el entrenador a un periodista inglés que le preguntó si se sentía mal con el resultado. "Eres inglés y no lo conoces como yo. Créeme que este estadio es especial, piensas que el partido está terminado y no, nunca está terminado", admitió en sala de prensa.

Un 50% de éxito en la Castellana para Guardiola, que venció con el Barça en las semis de 2011 y con el City en los octavos de 2020. El año pasado, en su última pisada al césped del Bernabéu, se llevó un empate que impulsó la goleada del Etihad. Precisamente el césped fue protagonista de una de las peticiones de Guardiola a Florentino. "Se lo he pedido, sí. Me han dicho mis jugadores que estaba mal, pero que no se lo tomen mal. El campo es espectacular, los vestuarios, todo... Es una obra espectacular. Pero el Madrid siempre ha tenido un césped increíble, hoy no estaba así, pero seguro que lo arreglarán".

El nuevo «clásico» del fútbol europeo, como así lo definió el propio entrenador en la previa, dejó el desenlace de la batalla de esta temporada para la vuelta en Manchester, pero reflejó la igualdad reinante entre ambos equipos y lo mucho que se conocen. «Son cuatro eliminatorias desde 2020. Ya nos conocemos muy bien», admitió Rodri el lunes.

El tempranero gol de Bernardo Silva metió el miedo en el cuerpo al Bernabéu, con casi todos los aficionados de blanco a petición de los jugadores, que enviaron mensajes en sus redes sociales durante los días previos. Pero los tantos de Camavinga y Rodrygo alentaron al público y desquiciaron a Guardiola, enfadado por las pérdidas de balón de su equipo.

El de Santpedor no pudo contar con Walker ni Aké, ambos lesionados, y a última hora vio cómo De Bruyne se encontró indispuesto para disputar el duelo. «Hemos tenido una reunión y no se encontraba bien. Creo que ha vomitado en el vestuario», explicó antes del partido. La baja del belga se unió a la de Ederson, portero titular que estaba listo para el choque pero al que Guardiola decidió dejar en el banquillo por Ortega.

Las bajas le dejaron sin opciones. Escoró al lateral a Akanji y organizó su defensa con Stones, Ruben Dias y Gvardiol. En el medio, sin De Bruyne, apostó por Kovacic para acompañar a Rodri, Grealish, Silva y Foden, con Haaland arriba.

La remontada del Madrid le hizo cambiar de idea y elevó a Stones al centro del campo para ganar superioridad, dejando sólo tres centrales. Tuvo la posesión, y aunque el Madrid le hizo daño a la contra, el talento de los suyos le puso por delante antes de que Valverde igualara el duelo.

La tensión del partido, con el Madrid protestando varias faltas no pitadas, no le encontró como protagonista, aunque en algunas ocasiones levantó las manos en señal de indiferencia. El nuevo «clásico» no es como los que vivía de azulgrana, pero son clásicos.

Real Madrid y City empatan en un trepidante 'thriller' de caos y cañonazos

Real Madrid y City empatan en un trepidante ‘thriller’ de caos y cañonazos

Guardiola sabe que por mucho que quieras encajar el fútbol en el racionalismo, hay variables incontrolables, momentos en que la única explicación a lo que sucede en el campo es la teoría del caos. El aleteo de una mariposa en un hemisferio puede provocar un cataclismo en el contrario. Cuando eso sucede, hay que sobrevivir cómo sea para volver al campo, con el racionalismo o con la artillería, porque todo es juego, todo es fútbol. El lugar más difícil para conseguirlo es el Bernabéu, ya que nadie como el Madrid saca tanto partido al caos, incluso a su propio caos. Guardiola supo cómo regresar al terreno de juego para recomponerse y ponerse por delante a cañonazos, a lo Madrid, del mismo modo que contestó Valverde. Los dos últimos campeones se equivocan, se amenazan y se fusilan, en el Bernabéu como en el Etihad, donde se resolverá un duelo trepidante. Esto es la Champions y esto son, hoy, los mejores. [3-3: Narración y estadísticas]

El entrenador del City discutía con Lillo como si buscara explicaciones en su oráculo. Quería que alguien le dijera qué había pasado para que Rodrygo pudiera escaparse de esa forma camino del segundo gol del Madrid, perseguido por un Akanji que no era abeja ni mariposa. No activaba su vuelo ni su aguijón. El rebote volvió a beneficiar al brasileño como dos minutos antes lo había hecho con Camavinga para empatar. A eso no hay explicaciones posibles. Es el destino, y el destino no quiere a nadie como al Madrid. A la salida de Rodrygo, sí. Como en el inicio a los errores en cadena que permitieron adelantarse al City por medio de Bernardo Silva. Desde la falta de Thouaméni, a la barrera de un hombre mal puesto y la medición infantil de Lunin. El caos, de hecho, se había repartido, pero el Madrid había conseguido ponerse por delante. Le faltó creerse de qué forma realmente lo estaba.

En ninguno de los duelos que han convertido este enfrentamiento ya en un clásico de la Champions pudo verse a un City con tantas dudas. Se tienen cuando no se puede explicar lo que pasa. Adelantaba su defensa con miedo, porque el Madrid corre a la espalda como ninguno. Avanzaba el conjunto inglés sin riesgo, únicamente con Bernardo Silva como agitador, Grealish enfrentado a Carvajal como si escalara un muro y Haaland vencido en todos los duelos por Rüdiger. El cuerpo a cuerpo fue suyo, y vaya dos cuerpos. Es un futbolista inyectado. El alemán asumió, además, los mayores riesgos, después de que Tchouaméni viera una tarjeta amarilla en la primera jugada que dio origen al tanto del City.

Los jugadores del City celebran un gol en el Bernabéu.

Los jugadores del City celebran un gol en el Bernabéu.BallesterosEFE

El temor ajeno era una oportunidad para este Madrid impío cuando huele la sangre. Rodrygo las tuvo en las contras, por dos veces, y también Vinicius, de nuevo en el centro. Vini pierde amenaza si no está en movimiento en la banda, pero realiza un esfuerzo de adaptación que puede ser clave en el futuro, especialmente si llega Mbappé. La asistencia a Rodrygo en el segundo gol del Madrid es un ejemplo de las cosas que añade a su repertorio. Ambos alternaron espacios y roles en las acciones ofensivas, punzantes, frente a un Bellingham voluntarioso pero impotente. Es una evidencia que el inglés no es el del arranque de temporada.

La charla de Guardiola

Guardiola necesitaba el descanso para discutir en grupo, no sólo con su ayudante. Después de lo superado que había estado su equipo, llegó más vivo de lo que habría imaginado al vestuario. La coyuntura no iba a cambiar, con un Madrid en su salsa, agresivo en el centro del campo, donde ninguno de los dos conjuntos había conseguido imponerse, con Rodri sin lograr dar toda la claridad que los suyos necesitaban, y Kroos y Camavinga entregados a la presión.

El City partió con intenciones más punzantes, y eso se reflejó en un primer disparo de Grealish, que ya no se limitaba a merodear el área en horizontal. Había que cargar la pierna ante las dificultades que el equipo inglés había encontrado para penetrar el área, enjaulado Haaland, sin capacidad de filtrar balones en un área local bien cerrada. Rodri se incorporó en el balón parado, pero la vía tenía que ser otra. Foden lo demostró con un disparo seco y colocado, un imposible para Lunin como también lo hubiera sido para Courtois. Gvardiol lo imitó apenas cuatro minutos después para llevar al Madrid a la lona verde, ya con escasas fuerzas debido a su esfuerzo y expuesto a un rival al que había dejado vivir. El Madrid jamás deja de hacerlo, aunque esté muerto, y la prueba de vida es la tremenda volea de Valverde que cerró el primer acto de un thriller que tuvo de todo, errores y juego, caos y cañonazos. En el Etihad continuará un duelo que no debería acabar jamás.

Samu Lino, el soldado 'sin mili' de Simeone: "Primero siempre Dios y después la familia"

Samu Lino, el soldado ‘sin mili’ de Simeone: “Primero siempre Dios y después la familia”

Se suele decir, y más entre las incorporaciones jóvenes del Atlético de Madrid, que no hay continuidad sin hacer la mili con Simeone. Pocos son los futbolistas que han encajado en el once rojiblanco sin pasar un periodo de adaptación saliendo desde el banquillo.

No se libra ni siquiera Griezmann, la gran estrella y leyenda rojiblanca. Cuando fichó procedente de la Real Sociedad en la temporada 2014/15, apenas completó tres partidos en las primeras 30 jornadas, luego ya fue difícil sacarlo del campo.

Hay excepciones, claro, y Samuel Lino (Santo André, 1999) es una de ellas. El brasileño es el décimo jugador más utilizado por el Cholo por delante, por ejemplo de veteranos como Savic, Saúl o Giménez. Aunque el primer año de su fichaje saliera cedido al Valencia, la salida de Carrasco, le abrió las puertas del equipo y sus buenas actuaciones, la de la titularidad. Ahora, ya es un fijo en el once de Diego Simeone.

¿Qué ha hecho para convencer al Cholo?
Trabajar, pelear y buscar mi espacio dentro del grupo y sólo puedo agradecer al míster por la confianza que me ha dado. Toca seguir dando todo de mí para seguir jugando.
A principio de temporada, parecía destinado a turnarse con Riquelme.
El mister nos da confianza. Riquelme también es un gran jugador, de mucha calidad y me gusta coincidir con él dentro del campo. Creo que van a venir más oportunidades de jugar juntos y espero que las cosas salgan bien.
¿Cómo ha sido el camino de la favela de Sao Bernardo a los cuartos de una Champions League?
Es una evolución muy grande en estos últimos años y me hace mucha ilusión estar aquí. Estar en cuartos de Champions es una locura, pero una locura buena entre todo lo que me ha pasado y soy muy afortunado de estar aquí.
Lino dando toques en el Cerro del Espino.

Lino dando toques en el Cerro del Espino.Angel Navarrete

¿Qué opciones ven?
Va a ser muy difícil, pero estamos preparados y confiados de que vamos a hacer un gran partido contra un gran rival.
Volviendo a Sao Bernardo, ¿qué recuerdos tiene de esa época?
Calle, amigos, fútbol... disfrutando sin responsabilidades.
Allí quería ser Ronaldo y hoy se parece más a Roberto Carlos.
No chuto tan fuerte (risas). Pero quizás sea por la posición de carrilero, lateral y extremo... de todo.
A usted le costó empezar y se tuvo que marchar a Portugal, ¿cómo recuerda sus inicios?
Fue todo nuevo pero muy bueno para mí. Salí de mi ciudad, de mi casa, de mi zona de confort para poder evolucionar a nivel personal, para convertirme en hombre y también progresar como jugador. La escuela portuguesa es muy buena y fue muy importante para mí porque ahí el fútbol es muy rico tácticamente, muy fuerte. Me sirvió para aprender. Es un buen país, un buen campeonato, para empezar en Europa.
¿Hubo algún momento en que pensó que no lo conseguiría?
Nunca pensé que estaría aquí un día y tampoco lo contrario. Solo dejé que las cosas fueran pasando. Pensé solo en disfrutar. Si soy bueno y puedo estar en un equipo grande, top, pero si me quedo jugando en mi ciudad, también bien. Y eso es lo mejor que he hecho, porque yo creo que disfrutar del fútbol te acaba trayendo cosas buenas.

Influencias

¿Cuánto ha influido Dios en la suerte que has tenido?
En todo. Si no fuese por Dios, no estaría aquí hoy.
También le han ayudado e influido mucho sus padres.
Primero siempre Dios y después la familia. Mis padres fueron muy importantes para mí en todos los aspectos. Mi madre como apoyo, para hablar, aunque era dura. Mi padre también era duro, pero me llevaba a todas partes a jugar. Mi familia fue fundamental en mi desarrollo. Cuando hablo con mi padre me sigue analizando cada partido que juego.
Lino, posa en la tienda del Atlético en Majadahonda.

Lino, posa en la tienda del Atlético en Majadahonda.Angel Navarrete

Sus padres se separaron cuando era pequeño y otro amigo que se tuvo que separar de usted fue Joao Félix.
Estuvimos mucho juntos en pretemporada, pero a mi el grupo me ha acogido muy bien. Soy amigo de todos, aunque Joao era una gran persona también. No pasa nada porque se fuera. Está en el Barcelona y le deseamos lo mejor. Seguimos siendo amigos. Después del último partido, nos quedamos a charlar un rato.
Y para terminar, ¿qué me dice de Simeone?
Buenas sensaciones con él, siempre intenta ayudar a los jugadores a evolucionar. Está mucho con los futbolistas para hablar de sus defectos, de sus cualidades, de qué hacer y qué no. Es bueno que además de ganar, quiera que sus jugadores evolucionen y den lo mejor de sí tanto en partidos como en entrenamientos.

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Luis Enrique ataca a Xavi sobre el ADN Barça: "Yo lo represento mejor... No es opinable, son los datos "

Luis Enrique ataca a Xavi sobre el ADN Barça: “Yo lo represento mejor… No es opinable, son los datos “

Actualizado Martes, 9 abril 2024 - 16:54

Luis Enrique no es de los que se queda con medias tintas. Por eso, no fue ninguna sorpresa que su respuesta ante la pregunta de quién representa mejor el estilo del Barça, si él o Xavi, fuera tremendamente contundente. "Sin ninguna duda, yo. Mirad los datos y los títulos, la posesión, la presión alta... Sin ninguna duda yo, aunque habrá gente que piense lo contrario. No es opinable, son los datos", aseguró el actual técnico del PSG quien, a lo largo de sus tres temporadas como técnico barcelonista, ganó una Champions, dos Ligas, tres Copas del Rey, una Supercopa de España, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubs.

El ex entrenador azulgrana y ex técnico español, por otro lado, quiso dejar claro que su paso por la entidad barcelonista no significa ventaja o desventaja alguna. "No conozco al Xavi entrenador, conozco al compañero y al jugador, pero como entrenador, tan sólo a nivel de aficionado. Si es cierto que conozco muy bien al club y a sus jugadores, pero esto no tiene que ser una ventaja o un inconveniente", esgrimió un Luis Enrique que, además, trató de esquivar el cartel de favorito, por mucho que el PSG se haya construido en los últimos años poco menos que a golpe de talonario.

"La política del club ha cambiado este año, vamos en una línea diferente. Yo pongo sobre el papel que no es positivo cargar de presión a un equipo que no ha ganado ninguna Champions. ¿Podemos ganarla? Sí, pero primero hay que ganarle al Barça. Como club desconocemos, este trofeo" aseveró el asturiano, quien evitó también personalizar el duelo de este miércoles en Kylian Mbappé. "Aunque me preguntáis por un caso individual, yo prefiero hablar a nivel colectivo: creo que estamos en el mejor momento de la temporada. Estamos en un gran momento físico y mental y la eliminatoria llega en la ocasión más oportuna para nosotros", señaló Luis Enrique.

Para saber más

En su opinión, el hecho de jugar la ida en casa, lejos de perjudicarlo, es un aliciente más para su equipo. "Yo prefiero jugar primero en casa, porque tendremos un ambiente único y una afición que nos apoyará cuando estemos fastidiados. Además, los goles a domicilio ya no valen más que los marcados en casa. Aunque, a decir verdad, si me hubiera tocado el primero fuera te hubiese dicho lo contrario. No hay que quejarse. No sirve de nada", sentenció el técnico del PSG, para quien el choque, sin duda, tendrá será toda una amalgama de emociones. "Es un partido diferente para mí, pero ya me enfrenté al Sporting y le marqué goles. Soy un profesional. Con el Barça tengo una relación de amor total y estoy orgulloso, pero soy un profesional y me debo al club que confió en mí", zanjó.

El entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, aprovechó la comparecencia previa al duelo ante el PSG para responder al asturiano. "Es Luis Enrique, ya lo conocéis. Yo también lo conozco bien, tengo muy buena relación personal con él y para mí se merece todo el respeto. Es uno de los mejores entrenadores del mundo y tiene un equipo hecho para ganar la Champions, que ya sé cómo son los qataríes. Los dos buscamos lo mismo. Podemos presumir de que Luis Enrique, Pep y Arteta también son ADN Barça. Somos cuatro entrenadores con ADN Barça que están en cuartos de Champions. Los dos buscamos lo mismo, este ADN Barça que nos identifica y que nos enorgullece", aseguró por su parte Xavi en su rueda de prensa previa al partido.

"No me lo tomo como un duelo entre Luis Enrique y yo, es un partido entre el Barça y el PSG y siempre he pensado que los futbolistas son los protagonistas de la película. Sin duda", recalcó el técnico azulgrana, quien insistió en quitar hierro a las palabras del asturiano. "Los dos buscamos lo mismo. Eso de las estadísticas... Igual lo superó yo en robos y él a mí en goles... No busquéis polémica, porque no la hay", abundó. Cómo no, sabe muy bien cómo se las gasta el asturiano como entrenador, y de primera mano.

"Fue un año difícil al principio, y acabó de película. Sabía que sería mi último año, y, al final, ganamos un triplete y levanté la Champions como capitán. Tuvimos una muy buena relación de capitán a entrenador y creo que le ayudé muchísimo. Lo recuerdo con orgullo", aseguró un Xavi que descartó aplicarle un marcaje especial a Mbappé.

"Nunca me ha gustado, ni como futbolista ni como entrenador. No lo he usado nunca. Otra cosa es estar más atento, crear superioridades y cosas así", aseguró el técnico, quien, eso sí, no dudó en elogiar una y otra vez la figura de Ousmane Dembélé. "Nos quitaron un gran jugador y se reforzaron. Ellos son los favoritos", sentenció.