Verstappen completa su póker de campeón en Las Vegas

Verstappen completa su póker de campeón en Las Vegas

Bajo los neones y la fuente del Hotel Bellagio, con su efigie resplandeciendo en los LED de la colosal The Sphere, Max Verstappen se coronó por cuarta vez campeón del mundo en Las Vegas. Repantingado en un Rolls Royce, ni siquiera hubo de acudir al podio para descorchar el champán. Su quinto puesto en la meta, justo por delante de Lando Norris, resultaba suficiente. En ningún momento de la madrugada, el piloto de McLaren osó entrometerse. El doblete de Mercedes, con George Russell y Lewis Hamilton por delante de Carlos Sainz, tampoco iba a distraerle de lo esencial. Mad Max, gracias a esta cuarta corona, ya se codea en el Olimpo de la F1 con Alain Prost y Sebastian Vettel.

"Ha sido una temporada muy larga, plagada de dificultades, pero nos hemos mantenido como equipo. Ahora me siento aliviado y también orgulloso", admiitó el tetracampeón, recordando las veces que hubo de mantener la calma. Ahora que ha caído el telón llega el momento de subrayar la verdadera grandeza de Verstappen, cuyo genio aventajó a la potencia de su monoplaza. Porque en la antepenúltima cita del Mundial, Red Bull no encontró manera de seguir el ritmo de Mercedes y Ferrari. El trabajo ya estaba hecho.

Los 18ºC sobre el asfalto, la temperatura más elevada desde el jueves, favorecían la candidatura de Ferrari. En la salida, Charles Leclerc activó el pulsador de la detonación para superar a Sainz por el exterior de la primera curva. Un cambio de posición que cambiaba las prioridades en la Scuderia. La superioridad numérica ante Russell debía ser explotada por los ingenieros de Frederic Vasseur.

Sobrevivir al 'graining'

La dicha de Leclerc se perdería pronto por las alcantarillas. En la octava vuelta, tuvo que ceder la posición ante Sainz y Verstappen, porque el rendimiento de sus gomas intermedias habían caído en picado. Dos giros más tarde, Sainz debió pasar también por boxes. Verstappen había devorado al español, abocado desde entonces a lidiar con Franco Colapinto, Valtteri Bottas y Kevin Magnussen para recuperar el segundo puesto frente al holandés.

Un par de vueltas después llegaría el turno en boxes para Mercedes. La confirmación de que el compuesto duro tampoco sobrevivía. Ni a la degradación, ni al graining, esa molesta acumulación de virutas sobre la superficie de rodadura. Tan elevados niveles de desgaste obligaban a un plan de dos paradas. Sainz alertó reiteradamente a sus operarios para volver a entrar, aunque según su propio testimonio, recogido en la radio, tuvo que mantenerse sobre el asfalto un par de giros porque no lo habían preparado todo en el pit.

Cumplido el ecuador de la prueba, Ferrari había perdido cualquier opción de victoria. El ritmo de Mercedes y su comprensión de los neumáticos no sólo hacían volar a Russell, plácidamente instalado en el liderato, sino que facilitaban la remontada de Hamilton, desde la décima plaza de la parrilla hasta la segunda. Cerrado ese doblete, el único aliciente para las 10 últimas vueltas sería la batalla por la tercera plaza del podio.

Russell, Hamilton y Sainz, en el podio del Strip Circuit.

Russell, Hamilton y Sainz, en el podio del Strip Circuit.AFP

"¿Queréis que los mantenga atrás?", preguntó Verstappen al contemplar por sus espejos el alerón delantero de los Ferrai. "Creo que deberías, sí", replicó Giampiero Lambiase. La duda venía al caso porque apenas unos minutos antes habían aleccionado a Max para que no se enredase en nimiedades para focalizarse en lo esencial.

Cerrar el título resultó pan comido ante Norris, que deambuló por las interminables rectas del Strip Circuit como un espectro naranja. "Parece que en cualquier momento me voy a quedar sin la rueda delantera derecha", lamentó el británico, incapaz de mantener una resistencia digna. Mientras en el garaje de Red Bull preparaban las camisetas y gorras para la fiesta, McLaren detenía a su líder para el bonus de la vuelta rápida. Un triste epílogo para este Mundial donde tanto se esperaba de ellos.

Alonso, undécimo

La noche tampoco resultó propicia para Fernando Alonso, relegado de la zona de puntos por Yuki Tsunoda y Sergio Pérez. Pese a su fantástico segundo relevo con los neumáticos duros, el asturiano finalizó undécimo. Demasiados minutos enganchado al tren del DRS del japonés y Nico Hulkenberg.

Decimosexto en la salida, el bicampeón ya había tenido que lidiar con Pérez y Kevin Magnussen para ganar un par de puestos. Sin mayores horizontes, Aston Martin le llamó para un madrugador pit-stop donde colocaría los duros. Al menos, los mecánicos no se demoraron tanto como con Lance Stroll, a quien no prepararon las ruedas con la diligencia necesaria. Ya queda menos para que Mike Krack, team principal del equipo de Silverstone, eche la persiana a este infausto 2024.

Carlos Sainz, segundo en la parrilla y con claras opciones de victoria en Las Vegas

Carlos Sainz, segundo en la parrilla y con claras opciones de victoria en Las Vegas

Un año después de su aciago choque contra una alcantarilla, Carlos Sainz comandó a Ferrari en una madrugada de alto voltaje en Las Vegas. Apenas 98 milésimas separaron al madrileño de la pole de George Russell (1:32.312), inabordable con su Mercedes desde la primera sesión libre del jueves. "Hay que mantener la confianza de que aún tenemos una mejor oportunidad para la victoria", aventura Carlos, con la mirada fija en su tercer triunfo de 2024. En la lucha por el título, Max Verstappen asestó otro golpe en la moral de Lando Norris. El líder del Mundial partirá quinto, justo por delante del británico. Exactamente lo que necesita para proclamarse campeón por cuarta vez.

Sobre las interminables rectas del Strip Circuit, a 345 km/h, Sainz dejó constancia de su gran momento, dominando a Charles Leclerc, su compañero de garaje. El monegasco se vio sorprendido por la irrupción de Pierre Gasly, tercero con el sorprendente Alpine, mientras las aspiraciones de McLaren quedaban devaluadas con la sexta plaza de Norris, a siete décimas de la pole, y la octava de Oscar Piastri. Por no hablar de Lewis Hamilton, incapaz de redondear un intento digno de tal nombre, por lo que partirá décimo.

Sainz se vio superado por el último aliento de Russell, de quien cabe recordar que este año no supo convertir en victorias sus poles en Montreal y Silverstone. Su impecable qualy contrastó con la de su compañero de garaje, autor de un volantazo en la curva 7 durante su primer intento de la Q3. Igual que Hamilton, que tuvo que abortar su intento al pasar de largo por la curva 14. Sin llamar demasiado la atención, Verstappen se conformó con mirar de reojo a Norris.

Alonso, fuera en la Q1

A lo largo de las tres sesiones libres, la falta de adherencia había solviantado a Mad Max, que se quejaba de un coche "inconducible". Con 12ºC en el aire y sólo un par de grados más sobre el asfalto, el Red Bull partía con pocas opciones para seguir la estela de Mercedes, absoluta dominadora desde el jueves.

Esos problemas se trasladarían de inmediato en la Q1, donde Sergio Pérez iba a quedar fuera de combate por cuarta vez en la temporada. Con el agravante de Liam Lawson, el novato de Visa Cash App RB, que volvió a aventajarle, esta vez por un margen de 68 milésimas. Ni siquiera en un trazado urbano, su gran especialidad, supo el mexicano sacar partido a un coche con el que en 2023 pudo subir al tercer escalón del podio.

La falta de agarre, denunciada por los pilotos hace un año, también pasó factura a Fernando Alonso. En las curvas lentas del Strip Circuit, su AMR-24 resultaría presa fácil para el resto de rivales de la zona baja. No sólo frente a Alpine, Haas o Williams, sino también con el Sauber de Guanyu Zhou. Para mayor escarnio de Aston Martin, Lance Stroll apenas pudo completar un giro. De nada había servido el esfuerzo de sus mecánicos, obligados a montar un motor nuevo tras la rotura previa en los minutos finales de la sesión vespertina.

El Mercedes de Russell, durante la 'qualy' en el Strip Circuit.

El Mercedes de Russell, durante la 'qualy' en el Strip Circuit.AFP

Mientras la escudería de Silverstone seguía absolutamente perdida, Alpine lograba colar a Pierre Gasly en el top10. También Visa Cash App RB, con Yuki Tsunoda. Incluso Williams, pese a la decepción de Alex Albon en la Q1, pudo luchar con Franco Colapinto, su intrépido rookie. Cuando el argentino volaba al volante se arrimó demasiado al interior de la curva 16 y su FW46 sufrió un durísimo impacto contra el muro de la 17.

Al frío de la madrugada hubo que añadir, por tanto, la media hora de los trabajos de reparación. Esa espera bien mereció la pena para Gasly, cuyos eufóricos gritos en la radio dieron continuidad al doble podio de Alpine en Interlagos.

Obra maestra de Verstappen en Interlagos y jaque mate al Mundial

Obra maestra de Verstappen en Interlagos y jaque mate al Mundial

Hubo escenas muy similares a las del GP de Brasil 2003, cerrado con aquel brutal accidente de Fernando Alonso, tercero en el podio. Una vorágine de desconcierto, un asfalto deslizante como el cristal y una serie de controvertidas decisiones de la FIA. En el GP de Sao Paulo 2024 se mezclaron de nuevo esos ingredientes para mayor gloria de Max Verstappen, que al fin acabó con su mala racha. 10 carreras sin victoria se antojaban demasiadas para el próximo campeón del mundo, que destrozó la moral de Lando Norris en Interlagos. Con 86 puntos en disputa ahora cuenta con 62 de ventaja.

Desde el GP de Japón 2005, con aquella remontada de Kimi Raikkonen, ningún piloto subía a lo más alto del podio tras partir decimoséptimo. Ese fue el nuevo registro de Verstappen para la historia de la F1. Norris, autor de varios disparates sobre el asfalto empapado, pasó de la pole a la sexta posición en la meta. Tras casi dos horas y media apretando los dientes, el tricampeón enseñó al aspirante cómo se gana un título, vuelta rápida incluida (1:20.472).

McLaren no pudo asomar siquiera a un podio completado por Esteban Ocon y Pierre Gasly. Un éxito sin precedentes para Alpine, que se lleva 33 puntos en una carrera, cuando en las 20 anteriores apenas sumó 16. El riesgo de su estrategia, retrasando al máximo la entrada a boxes, se tradujo en bingo para Oliver Oakes, su flamante team principal. También para Verstappen, beneficiario de esa misma bandera roja. El jaque mate de Mad Max.

"La espalda me duele mucho"

Lástima que a la épica de Interlagos no pudieran sumarse Carlos Sainz y Fernando Alonso. Tras su triunfo del pasado domingo en México, el madrileño se marchó de vacío, tras un accidente en la vuelta 40. Tampoco hubo razones para la sonrisa del asturiano, penúltimo de los 15 supervivientes. "Voy a acabar por nuestros mecánicos, que han hecho un trabajo increíble. Pero la espalda me duele mucho. El rebote del coche no es normal", subrayó el bicampeón por radio.

El desgobierno de la FIA se hizo palpable desde antes incluso de arrancar. Cuando Lance Stroll, camino de Descida do Lago, sufrió un trompo inadmisible para el que encontró un remedio aún más absurdo. Atrapado en la grava, la baja del canadiense se sumaba a la de Alex Albon, para quien Williams no pudo recuperar el coche dañado en la qualy. Los mecánicos de Ferrari también disponían de poco más de dos horas, así que bastante hicieron para que Carlos Sainz saliera desde el pit-lane.

El caos al que nos referíamos se concretó cuando los comisarios mostraron la señal de salida abortada. Norris, desde la pole, se puso en marcha sin la pertinente luz verde, mientras otros, como Valtteri Bottas o Max Verstappen, seguían en sus posiciones. «Aquí se han infringido todo tipo de procedimientos», le dijeron por radio al líder del Mundial. Los pilotos no sabían si iniciar otra vuelta de formación o mantenerse en la salida abortada. Para redondear el delirio, el incidente de Norris iba a resolverse una vez terminada la carrera.

La grúa levanta el Ferrari de Sainz en la curva 8.

La grúa levanta el Ferrari de Sainz en la curva 8.AFP

Tras 17 minutos de espera, dio comienzo una carrera a 69 vueltas, dos menos de las programadas. Nada más apagarse el semáforo, el habitual error de Norris, incapaz de contener a Russell, que un minuto antes se había quejado de la fría temperatura de sus frenos. Por entonces no llovía, pero sólo los elegidos mantenían el rumbo sobre un asfalto tan deslizante. Verstappen, por ejemplo, ganó cinco posiciones en la primera vuelta. Unos metros más adelante, Sergio Pérez hizo un trompo que le dejaba como farolillo rojo.

De esa dualidad palmaria también sabían en Mercedes. El liderato de Russell, a un paso no demasiado rápido, contrastaba con los padecimientos de Lewis Hamilton. "La conducción es realmente mala. El coche rebota mucho", lamentaba el heptacampeón, que en las horas previas había disfrutado al volante del McLaren MP4/5B de Ayrton Senna. Una de las afrentas que hubo de soportar fue verse sin recursos ante un novato como Oliver Bearman, que ha sustituido a Kevin Magnussen.

Los colores de Haas volvieron a hacerse notar en la vuelta 28, cuando Nico Hulkenberg patinó de mala manera en la curva 1, desencadenando el virtual safety car. Un momento de singular importancia, acrecentado además por la lluvia, que multiplicó su intensidad. Norris aprovechó la tesitura para adelantar a Russell bajo una cortina de agua.

En un domingo tan delicado, Liam Lawson era uno de los hombres a seguir. Si el neozelandés había cumplido cediendo el paso ante Verstappen, cuando llovió de verdad volvió a recurrir a sus peculiares astucias frente a Hamilton y Oscar Piastri. Mientras tanto, una bandera negra frustraba cualquier opción de Hulkenberg. Justo castigo al modo en que sacó el coche de la curva 1, gracias al empujón de un par de comisarios.

Aún no se había cumplido el ecuador de la prueba cuando Franco Colapinto chocó violentamente contra las protecciones la última curva. La gota que colmaba el vaso de la FIA, que ordenó de inmediato la bandera roja. Por entonces, Esteban Ocon, Verstappen y Pierre Gasly, los únicos que no habían completado un pit-stop, rodaban en cabeza. Todos se apresuraron a bajar del coche en busca de cobijo, implorando por que amainase la lluvia.

Tras 20 minutos de espera, la salida lanzada iba a dejar impactantes estampas. La visibilidad era muy precaria, claro, pero Norris cometió otro error de cálculo, que le condenó a muchos metros por fuera. Verstappen esperó su momento para devorar a Ocon y Sainz acabó contra las protecciones de la curva 8. Otro safety car para ese último tercio de carrera, convertido en mero trámite para Verstappen.

Norris, 'pole' bajo la lluvia de Interlagos, que provoca los accidentes de Sainz y Alonso

Norris, ‘pole’ bajo la lluvia de Interlagos, que provoca los accidentes de Sainz y Alonso

La lluvia lo descabaló todo en Interlagos, escenario de la sesión clasificatoria más caótica de la temporada. Sin margen para el mínimo descuido, Lando Norris firmó su mejor actuación de las últimas semanas, con una sensacional pole (1:23.405) por delante de George Russell y Yuki Tsunoda. Entre los innumerables trompos y accidentes, Fernando Alonso y Carlos Sainz aún pueden sentirse afortunados por llegar al garaje con todos los huesos en su sitio. El bicampeón partirá noveno y el madrileño, decimotercero.

La lluvia parecía un alivio para Ferrari y Max Verstappen, que el viernes perdieron un promedio de tres décimas por vuelta frente a los McLaren. Esa superioridad papaya, por tanto, quedaría supeditada a un asunto de sensaciones. La confianza que se intuía en George Russell, Tsunoda y Valtteri Bottas, capaces de rodar casi dos segundos más rápido que sus compañeros en Mercedes, Visa Cash APP RB y Sauber.

No se había levantado con buen pie Lewis Hamilton, eliminado en la Q1 cuando Norris, también en problemas, salvó el pellejo durante su último intento. "No tengo ninguna esperanza. Sólo voy a hacer lo que pueda porque este coche es el peor que he conducido nunca. Quizá salga desde el pitlane, no sé, es inconducible", analizó un alicaído heptacampeón.

Trompo de Stroll

El asfalto mejoraba al paso de los coches, cuyo efecto secado se traducía de inmediato en la tabla de tiempos. Se intuía una oportunidad para los outsiders y su momento llegó a seis minutos para el final de la Q2. Sainz se despistó un segundo en la curva 3 y su Ferrari terminó contra las protecciones, sin alerón trasero. En ese momento, Carlos ocupaba la décima posición (1:29.406) por lo que Norris ejercería otra vez como verdugo.

Asomaban en cabeza pilotos como Esteban Ocon, Liam Lawson o Alex Albon, más Alonso, claro, el más astuto de todos. Durante unos minutos, el asturiano trepó hasta la primera posición (1:25.035), mientras Lance Stroll, su compañero, sufría un trompo en la Curva do Sol, destrozando las barreras con su Aston Martin. La bandera roja para retirar el Aston Martin supuso todo un drama para Red Bull. Verstappen, decimosegundo y Pérez, justo por detrás, se quedaban por el camino.

El mexicano pereguntaba a sus ingenieros por qué no habían esperado al final de la Q2 como hizo Ferrari con Charles Leclerc. Mientras, Verstappen empezaba con sus cábalas para la carrera, donde saldrá decimoséptimo, por sus cinco plazas de sanción por los cambios en su motor. En el trasiego de la salida, el líder del Mundial deberá mantener la mente fría porque cualquier leve roce podría resultar fatal.

Sainz, tras su accidente en la 'qualy' de Interlagos.

Sainz, tras su accidente en la 'qualy' de Interlagos.AFP

De confirmarse los pronósticos, que anuncian más lluvia, la carrera podría convertirse en una mera lucha por la supervivencia. Porque cualquier punto del trazado paulista puede convertirse en una tumba. Alonso dio fe de ello a siete minutos para el final de la Q2. Cuando atacaba su segundo intento, el bicampeón perdió el tren trasero de su Aston Martin. Patinando sin control, el golpe del AMR24 contra las protecciones no auguraban nada bueno para los mecánicos de Mike Krack. Deberán trabajar sin descanso durante tres horas para recuperar los dos monoplazas verdes.

Aún peores perspectivas deben de manejar en Williams, a tenor del rostro pétreo de James Vowles cuando Alex Albon se dio un terrible golpe al final de recta. Todo por pisar levemente la pintura de la pista durante una de sus frenadas. Aún restaban 3:31 para el final de la Q3, así que hubo que armarse de paciencia para que retirasen tantos restos de fibra de carbono.

En ese preciso momento, Albon ocupaba la segunda posición, sólo por detrás de Norris. Vistos los accidentes de Aston Martin, la pole se iba a dilucidar entre pilotos poco acostumbrados a esa lucha. Tsunoda y Lawson, el orgullo de Visa Cash APP RB, saldrán tercero y quinto, por delante de Leclerc (sexto) y Oscar Piastri (octavo).

Tiritas de colores

Tiritas de colores

Actualizado Lunes, 28 octubre 2024 - 11:00

Cruzó la línea de meta y apenas le salió la voz. Unos tímidos agradecimientos con el tono encogido por la emoción mientras los fuegos artificiales surcaban el cielo de Ciudad de México. A falta de Checo Pérez, los aficionados locales festejaban la primera victoria en Fórmula 1 de un hispanohablante en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Esta vez sí hubo fiesta. El Foro Sol se inundó de camisetas rojas para celebrar la primera victoria de un Ferrari

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Carlos Sainz, una victoria para su madre tras un gran adelantamiento a Verstappen: "No tenía nada que perder"

Carlos Sainz, una victoria para su madre tras un gran adelantamiento a Verstappen: “No tenía nada que perder”

En la fiesta de Carlos Sainz en México, dos figuras brillaron con luz propia. En el podio, Riccardo Adami, su ingeniero de pista durante estos cuatro años en Ferrari, descorchó el champán mientras los guitarrones y las trompetas mariachis atacaban los acordes de la F1. A unos metros de allí, en el hospitality de la Scuderia, la madre de Carlos celebraba por primera vez una victoria sobre el terreno. Un domingo inolvidable para Reyes y el resto de la familia, que no pudo elegir mejor momento para atravesar el Atlántico.

"Sabía que este fin de semana iba a ser mío. Tengo aquí a toda mi familia y quería hacerlo delante de ellos", aseguró Sainz, elegido Piloto del Día por los aficionados, justo galardón tras su cuarta victoria en el Gran Circo. La quinta para Ferrari en el Mundial 2024, con la que supera su registro de 2022. El clima de euforia en la Scuderia era tal que hasta Zak Brown, CEO de McLaren y viejo amigo de Sainz, se animó a festejar con los ganadores.

Para ese tradicional posado a las puertas del garaje, Frederic Vasseur, también quiso llamar a John Elkann, presidente del Cavallino Rampante, y su hermano Lapo. Tras abrazar, uno a uno, a sus ingenieros y mecánicos, Carlos quiso sumarse a la celebración del tercer puesto de Lando Norris en McLaren. La guinda a un fin de semana perfecto en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde Sainz pudo darse el gusto de adelantar en la pista a Max Verstappen.

"O te lanzas así..."

"Si os digo la verdad, no preparé la maniobra. Estaba muy por detrás, pero pensé que no tenía nada que perder. Ante Max, o te lanzas así o no lo consigues nunca", concedió Sainz, recordando su movimiento por el interior de la curva 1. "Llevo tiempo diciendo que quería otra victoria antes de marcharme de Ferrari. Ahora quedan cuatro carreras. Quiero disfrutar y si viene otra oportunidad iré a por ella", completó.

Este triunfo permite a Sainz igualar los cuatro de John Surtees, Clay Regazzoni y Eddie Irvine con Ferrari y le deja a uno de los cinco conseguidos por Alain Prost, Carlos Reutemann y Gerhard Berger. Precisamente, el 24 de junio de 1990, Le Professeur se convertía en el último piloto de la Scuderia en subir al primer escalón del podio en México, tras completar una fantástica remontada ante Nigel Mansell y el propio Berger. Asimismo, Carlos se convierte en el primer hispanohablante que conquista el triunfo en la capital federal, escenario desde 1963 de 21 carreras de F1.

Tras las actualizaciones aerodinámicas estrenadas durante el GP de Italia, el SF24 se ha impuesto en cuatro de las seis últimas carreras, convirtiéndose en una verdadera amenaza para McLaren y adaptándose a todo tipo de trazados. También en las curvas lentas de México, donde Sainz supo atacar sin miedo los pianos. Su adaptación contrastó con los problemas de Charles Leclerc, a quien se le vio incómodo desde el viernes. El único despiste de Carlos durante la carrera quedó patente en un mensaje de radio. "Estamos empujando demasiado. No hay ninguna necesidad", alertó, sin percatarse de que Norris iba dando alcance al monegasco para negar el 1-2 de la tropa de Maranello.

Sea como fuere, Ferrari consumó en México su sorpasso a Red Bull, por lo que ya ocupa la segunda plaza en el Mundial de Constructores, a 29 puntos de McLaren. Aunque la versión oficial rebaje el optimismo, ese título supondría un éxito indudable para la Scuderia, cuya última corona por equipos data de 2008. Aquel Mundial, pese a la fiesta prematura de Felipe Massa en Interlagos, acabaría en poder de Lewis Hamilton.

Según sus propias estimaciones, de las cuatro citas que restan para el cierre del campeonato, sólo Las Vegas debe considerarse como un entorno particularmente favorable para el SF24. Si el dominio de McLaren en Qatar se confirma, el título tendría que dilucidarse en Interlagos y Abu Dhabi. Muy lejos de esa lucha queda ya Red Bull, cuyo ritmo de carrera en México se cifró en seis décimas más lento que el de Ferrari. Entre 2023 y 2024, Verstappen ha pasado de enlazar 10 victorias consecutivas a una sequía de 10 carreras sin triunfo.

Carlos Sainz domina a placer en México para cerrar su segunda victoria del año

Carlos Sainz domina a placer en México para cerrar su segunda victoria del año

Ni los rebufos en la salida, ni las insensatas artimañas de Max Verstappen, ni el bajón postrero de Charles Leclerc ante Lando Norris importunaron la victoria de Carlos Sainz en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Fiel a su espíritu, como un smooth operator, el madrileño condujo su Ferrari hasta la meta con una eficacia demoledora. Su segundo triunfo del Mundial 2024 resultó tan concluyente como el primero, allá por marzo en el GP de Australia.

Sin embargo, a diferencia de entonces, Ferrari perdió el doblete por culpa de Leclerc, incómodo desde el viernes, errático como en sus peores tardes. Mientras Sainz enarbolaba la bandera roja, el monegasco terminó perdiendo fuelle ante Norris. A su falta de ritmo se sumó un lamentable descuido a falta de ocho giros para la bandera a cuadros. Cuando Lando afilaba el machete, Charles perdía el control en la célebre Peraltada. Bajo un cielo encapotado, sin amenaza de lluvia, Sainz levitaba hacia la meta, sin que nadie le asomara su alerón delantero en las tres zonas de DRS.

El ritmo inabordable de Carlos, rodando con regularidad en 1:20, hizo de la victoria casi un trámite. Sólo se le escapó la vuelta rápida, anhelada por Norris y finalmente en poder de Leclerc (1:18.336). Aún pueden darse por satisfechos en McLaren, porque su jefe de filas descontaba 10 puntos a Verstappen. Un logro para el aspirante, que mantendrá viva la llama durante las cuatro últimas carreras.

Primer abandono de Alonso

Como era previsible, la recta se hizo eterna para Sainz, que tuvo que ceder paso a Verstappen, más ágil a la hora de soltar el embrague cuando se apagó el semáforo. Por la parte sucia, Mad Max llegó con algo de ventaja al vértice y no cedió ni un centímetro ante Carlos, obligado a una excursión por la pradera y a devolver la posición. Por entonces, el choque entre Yuki Tsunoda y Alex Albon hacía obligatorio el safety car.

Otro revés para el nipón tras su percance en la Q2 del sábado que había impedido cualquier mejora a Fernando Alonso. Algún margen, en las tandas largas, pudo intuirse a su Aston Martin durante los últimos libres. Con un Williams y un Visa Cash APP fuera de combate, había que seguir las huellas de los Haas. Sin embargo, en la decimosexta vuelta, los ingenieros de Mike Krack optaron por retirar el coche del asturiano, que venía avisando de los riesgos de sobrecalentamiento. Unas pequeñas impurezas taponaron el conducto de su freno delantero izquierdo. El primer abandono de 2024. Una lastimosa manera de festejar su 400º GP en la F1.

En la décima vuelta se desataron las hostilidades. Verstappen se las veía y deseaba para llegar con un hilillo de batería a final de recta, así que Norris se lanzó por el interior de la curva 4, metiendo el coche con casi un metro de ventaja. Sin miramientos, Max echó el candado como hace siete en Austin. Mucho debía de escocer la inferioridad al tricampeón, que traspasó los límites de la deportividad en la curva 8. Los comisarios penalizaron la primer maniobra con 10 segundos, por empujar a Norris, y la segunda con otros 10 por abandonar la pista y ganar ventaja.

Pérez, tampoco en casa

Un golpe a la línea de flotación de Red Bull. Su jefe de filas debería cumplir el castigo en su pit stop, de donde saldría noveno. Con 44 vueltas por delante, se reincorporaba penúltimo sólo por detrás de su compañero Sergio Pérez. Por entonces, la afición local se tiraba de los pelos ante la ineficacia de su ídolo, penalizado por colocar mal el coche en los tacos de salida y envuelto en un absurdo duelo con Liam Lawson.

Ante esta tesitura, McLaren hizo cábalas para Norris, que podría conformarse con un podio. Verstappen ni siquiera debía acercarse a Lewis Hamilton y George Russell, enzarzados en un pulso de exquisitas maneras. El liderato del Mundial de Constructores quedaba un poco más cerca para la gente de Woking gracias a la remontada de Oscar Piastri, quien tras partir decimoséptimo aún pudo incrustarse octavo entre los Haas.

Con 39 giros por delante, cuando cedía casi nueve segundos ante Sainz, Ferrari paró a Leclerc. Una vuelta más tarde, el líder cumplió en boxes con exquisita puntualidad. No hubo problemas para retirar los neumáticos medios y montar los duros. Desde el Foro Sol, miles de gargantas alentaban al español, que se sentía como en casa. Ese adelantamiento ante Verstappen había coronado un domingo de gloria para Sainz.

Las claves de Carlos Sainz para ganar en México: los 800 metros hasta la curva 1, el aire enrarecido y las opciones de 'safety car'

Las claves de Carlos Sainz para ganar en México: los 800 metros hasta la curva 1, el aire enrarecido y las opciones de ‘safety car’

La velocidad de su SF24 en el Autódromo Hermanos Rodríguez, incontenible para sus rivales, supuso una buena y una mala noticia para Carlos Sainz. La sexta pole de su vida (1:15.946) confirmó las magníficas sensaciones apuntadas por Ferrari desde el viernes en un trazado donde, sin embargo, partir primero en la parrilla supone más un incordio que una ventaja. En cualquier caso, el madrileño rodó 319 milésimas más rápido que Charles Leclerc, mayor diferencia del año en una sesión clasificatoria, un dato que habla de su gran ambición incluso durante sus últimas semanas como piloto de la Scuderia.

"Mis dos vueltas en la Q3 fueron casi idénticas, bastante perfectas", valoró Sainz, el cuarto piloto en la historia de Ferrari en sumar una pole en México, tras Clay Regazzoni (1970), Sebastian Vettel (2017) y el propio Leclerc (2023). "Desde Austin hemos dado un paso adelante, sobre todo por mi parte, en la qualy, intentando encontrar algo en la vuelta de preparación". De momento, esa mejora le permite volver a la primera línea de la parrilla, donde no figuraba desde el GP de Australia, el pasado marzo, donde consiguió la victoria.

De momento, el equipo dirigido por Frédéric Vasseur es el único del Mundial 2024 que ha firmado una pole con cada piloto. "Será una carrera muy larga y lo más importante será tener un buen ritmo en el stint largo, completar una buena estrategia y ejecutar la carrera a la perfección", vaticinó el team principal de Ferrari, consciente de las dificultades de la primera vuelta. "Tras la salida hay un tramo muy largo hasta la curva 1, por lo que no es seguro que mantengas tu posición en la parrilla, así que mantener a los dos coches en cabeza nos va a ofrecer más oportunidades. Es muy importante que estemos en la pelea con ambos coches", añadió el ex jefe de Sauber.

Peligro de sobrecalentamiento

Desde luego, durante las 71 vueltas programadas, Sainz deberá mantener el timón firme ante las acometidas de Max Verstappen y Lando Norris, que volverán a dilucidar su pelea por el Mundial, donde el holandés mantiene 57 puntos de ventaja. Los líderes de Red Bull y McLaren contarán con la ventaja del rebufo en los más de 800 metros que separan la arrancada de la curva 1. Una muestra de que esa primera plaza de la parrilla no ha sido precisamente una prioridad en esa pista es que en las 13 últimas ediciones del GP de México hubo 12 pilotos diferentes con la pole.

"Si después de la primera curva mantengo la cabeza espero que nuestro ritmo de carrera sea lo suficientemente bueno como para ganar", vaticinó Sainz, consciente del fantástico ritmo de su monoplaza durante las simulaciones y las tandas largas del viernes. La última vez que el ex piloto de Renault partió desde la pole, en el GP de Singapur 2023, conquistó una épica victoria por delante de Norris y Lewis Hamilton.

Asimismo, los ingenieros de Maranello deberán gestionar adecuadamente el más que previsible periodo de safety car, que ya apareció en la capital federal mexicana en 2015, 2016, 2021 y 2023 o el virtual safety car, protagonista en 2017, 2018, 2019 y 2022. Estos datos contrastan, sin embargo, con la tendencia del Mundial 2024, que ha registrado nueve carreras consecutivas (entre el GP de Canadá y el GP de Singapur) sin neutralizaciones por el coche de seguridad.

El otro factor que puede decidir al vencedor será la estrategia, dado que en este trazado, situado a 2.240 metros sobre el nivel del mal, conviene rodar el mayor tiempo posible sin que nadie incomode por delante. De hecho, el aire enrarecido conlleva riesgos de sobrecalentamiento del motor como los que obligaron a las retiradas de Fernando Alonso en 2022 con Alpine y 2018 con McLaren.

Tampoco conviene olvidar que este año la FIA ha reducido la zona de DRS en la recta principal, por lo que, esta ayuda para los adelantamientos, en lugar de activarse 165 metros después de la última curva, sólo podrá ser activada por los pilotos 240 metros después. Una mala noticia para Leclerc, el gran damnificado del sábado en Ferrari. "Desde la segunda sesión libre del viernes no estuve en ninguna parte. No tenía las mismas sensaciones en el coche", admitió el monegasco, que arrancará cuarto. Pese a mostrarse "decepcionado" por su ritmo a una vuelta, Leclerc deberá exprimir una curiosa estadística: sus dos últimas (GP de EEUU y GP de Italia) se concretaron cuando partió desde esta misma posición.

Aunque por encima de las refriegas entre sus pilotos, la auténtica prioridad de Ferrari será mantener viva la pelea por el Mundial de Constructores. A falta de cinco carreras, la Scuderia sólo suma 48 puntos menos que McLaren y ocho menos que Red Bull. No obstante, las opciones de ambos se verán perjudicadas por el decepcionante papel de Oscar Piastri (16º en la parrilla) y Sergio Pérez (18º). Si logran progresar en las primeras vueltas, uno de los damnificados será Alonso, que no pudo empujar a su Aston Martin más allá de la decimotercera plaza.

Sainz 'vuela' en México y consigue la sexta pole de su carrera

Sainz ‘vuela’ en México y consigue la sexta pole de su carrera

Actualizado Domingo, 27 octubre 2024 - 00:33

El español Carlos Sainz (Ferrari) 'voló' este sábado sobre el autódromo Hermanos Rodríguez con dos vueltas estratosféricas que le sirvieron para destrozar el tiempo de sus rivales y apuntarse la 'pole position' en el GP de México, la sexta de su carrera.

El piloto madrileño, que estará acompañado por el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) en primera línea, firmó un tiempo de un minuto, quince segundos y 946 milésimas y demostró así la consistencia que exhibida en el GP de los Estados Unidos, donde terminó segundo, y la rapidez de un Ferrari que ha mejorado ostensiblemente sus prestaciones desde la vuelta del parón de octubre.

Por su parte, el español Fernando Alonso (Aston Martin) saldrá décimo tercero en un circuito en el que el mexicano 'Checo' Pérez (Red Bull), ídolo local, no pasó a la segunda ronda y saldrá décimo octavo, dos posiciones por detrás del argentino Franco Colapinto (Williams).

Verstappen acabó segundo, una décima por delante del británico Lando Norris (McLaren), que será tercero en una segunda línea que formará junto al monegasco Charles Leclerc (Ferrari). Por detrás, los pilotos británicos de Mercedes, George Russell y Lewis Hamilton, serán quinto y sexto, respectivamente, tras una clasificación en la que los dos Haas llegaron a Q3.

Se había mostrado prácticamente imbatible en los libres, pero Sainz llevó a la Q3 la perfección hecha vuelta... y lo hizo, además, en dos ocasiones. A falta de siete minutos para el final, firmó un tiempo de un minuto, 16 segundos y 96 milésimas en un primer intento que ya le hubiera bastado para la 'pole', pero mientras los otros nueve pilotos trataban de desbancarle, se inventó un nuevo registro que todavía bajó al minuto y quince segundos.

Sainz sacó más de tres décimas a su compañero de equipo, que acabó cuarto, y más de dos décimas de diferencia respecto a Verstappen, segundo, lo que exhibe la facilidad con la que le salió un giro que supone la primera 'pole' del español esta temporada, en la que se despide de la escudería italiana.

De hecho, Ferrari, con 468 puntos, tiene una grandísima oportunidad este domingo de rebajar la desventaja de cincuenta puntos en el Mundial de constructores. Con el australiano Óscar Piastri (McLaren) saliendo décimo séptimo y Pérez décimo octavo, Ferrari tendrá a dos pilotos entre los cuatros pilotos, mientras que ni Red Bull, ni Ferrari pueden decir lo mismo.

Pese a estar ahora mismo a 54 puntos del liderato de McLaren (522) y a la consistencia de Norris, Sainz y Leclerc pueden acechar, a falta de cinco carreras para que termine el Mundial, tanto a Red Bull (473), al que tienen a cinco puntos, como a la escudería británica.

Pérez fue incapaz de pasar a la segunda ronda en una Q1 que fue una gran sorpresa para los de arriba: ni él, ni Piastri, ni tampoco un dubitativo Franco Colapinto (Williams), que será décimo sexto, le cogieron el pulso al autódromo Hermanos Rodríguez, al que los Ferrari y McLaren tenían cogida la medida.

Tampoco le fue mucho mejor a Fernando Alonso, que no pudo contar con un último intento en la Q2 por el accidente del japonés Yuki Tsunoda (Visa Cash App RB), que, a falta de apenas treinta segundos para que la bandera a cuadros se paseara por la bandera principal del circuito, se estrelló contra el muro, dejando atrás a Alonso.

Demoledor doblete de Ferrari y fatídica sanción para Norris en Austin

Demoledor doblete de Ferrari y fatídica sanción para Norris en Austin

Hubo razones para disfrutar del festival de Ferrari en Austin, donde Charles Leclerc y Carlos Sainz aseguraron el segundo doblete rojo de 2024 tras el GP de Australia. Sin embargo, la emoción genuina, la que ha arrastrado a 430.000 aficionados este fin de semana al Circuito de las Américas, se gestó en el duelo entre Max Verstappen y Lando Norris. Un duelo al sol de Texas, donde el aspirante pretendía arañar tres puntos al tricampeón merced a un ajustadísimo adelantamiento a cuatro vueltas para la meta. En el ápice de la curva 12 se tomaba cumplida revancha tras su drama del pasado 30 de junio en el Red Bull Ring. Sin embargo, los comisarios castigaron su maniobra con cinco segundos. El podio pasaba a Verstappen, cuarto en la meta, por apenas nueve décimas. El golpe de gracia para la moral de McLaren.

A falta de cinco carreras, Norris queda ya a 57 puntos del liderato. Demasiado ante Mad Max, un genio favorecido por los dioses y las leyes. Ni con la superioridad mecánica de su MCL-38, el bisoño Norris se siente capacitado para desafiar al gran tirano. El consuelo del Mundial de Constructores, cada semana más cerca, se quedará algo corto para McLaren. Una oportunidad como puede que sólo se dé una vez en la vida.

Mientras tanto, Ferrari brindará con tequila en Texas, porque Leclerc se pasó 56 vueltas cuidando sus ruedas y conversando afablemente con Bryan Bozzi, su ingeniero de pista. Todo salió rodado desde la salida. Entonces se sentían los 46º C sobre el asfalto, más que suficiente para calentar las gomas medias, pero Norris estuvo frío y timorato. En la primera curva, en lugar de un candidato al título, se vio a un rookie dejar vía libre a Verstappen por el interior. Leclerc, que lo vio venir, aprovechó para tomar la cabeza, mientras Sainz asediaba al líder del Mundial. Ferrari, cuyas buenas perspectivas se vislumbraron desde la única sesión libre del viernes, agradecía los favores.

"Huele a gasolina"

Sin embargo, en la novena vuelta, las luces rojas saltaron en el monoplaza de Sainz. "No tengo potencia a la salida de las curvas. Huele a gasolina", alertó el madrileño, mientras rodaba tercero, con dos segundos sobre Norris. Cuando todo parecía perdido, los ingenieros de Frederic Vasseur mantuvieron la calma hasta ajustar la entrega del motor. El doblete, por tanto, pasaba por desestabilizar Verstappen con la estrategia adecuada.

En la vuelta 22, Sainz se anticipó con un cambio a las gomas duras, pensando quizá en el undercut con el que Kevin Magnussen había destrozado a Pierre Gasly. McLaren seguía a la expectativa, reservando sus bazas. Quizá demasiado. El liderato provisional de Norris suponía un simple espejismo, porque el adelantamiento de Leclerc a Piastri compendiaba el arrebatador brío del SF-24.

Verstappen ya había pasado también a los duros, aunque tampoco podría amenazar ya el doblete rojo. Su única misión, desde la vuelta 32, sería contener a Norris, empeñado en destrozar los cronos con sus gomas nuevas. Tras devorar sus seis segundos de desventaja, el británico enfilaba hacia el podio como un disparo. Calculó con mimo su movimiento, pero los jueces, ante el asombro general, dieron otra vez la razón a Verstappen.

Norris cede el paso a Verstappen en la primera vuelta.

Norris cede el paso a Verstappen en la primera vuelta.AP

Aún peor marchó el domingo para Lewis Hamilton, decimoséptimo en la parrilla, cuyo intento de remontada se perdió en la grava de la curva 19. Un drama para Mercedes, que había llegado a Austin con muchos humos, pero que en la Q3 ya había perdido también a George Russell, por un accidente que le obligaría a partir desde el pit-lane. El rictus de Toto Wolff durante el periodo de safety car se agrió aún más tras una irregularidad de Russell ante Valtteri Bottas en la curva 12, penalizada con cinco segundos por los comisarios.

Alonso, decimotercero

El vacío de las Flechas de Plata, sumado a la habitual incomparecencia de Sergio Pérez, pudo ser aprovechado por dos novatos como Franco Colapinto y Liam Lawson. No por azar, el neozelandés y el argentino saborearon sendos adelantamientos ante Alonso. Síntoma inequívoco de que donde no le alcanza a Aston Martin sí llegan Williams y Visa Cash App.

Alonso había ganado una posición en la parrilla gracias a las reparaciones en el coche de Russell, pero nadie en el box de Mike Krack iba a llevarse a engaño. Las simulaciones de sus ingenieros les retrasaban hasta la decimotercera plaza, por detrás de los Haas y los Williams. Sin puntos al alcance, el único cometido del asturiano sería recopilar datos para el futuro. Para cuando esas actualizaciones aerodinámicas estrenadas en Austin sí le permitan competir con la dignidad debida. Porque las computadoras de Aston Martin dieron en el clavo: Alonso cruzó decimotercero la línea de meta.