Los Pacers acaban con los Cavaliers, revelación de la temporada, y se meten en la final del Este de la NBA

Cuando dan comienzo los playoffs se hace borrón y cuenta nueva. Da igual que hayas sido el mejor, el peor o la revelación de la temporada regular, las fuerzas se igualan y todo puede pasar. Esa premisa la ha vivido en sus carnes Cleveland, que ha visto como, pese a su campaña histórica, ha sido eliminado con un contundente 4-1 por Indiana, informa Efe.
Por lo tanto, los Pacers jugarán por segundo año seguido la final de la Conferencia Este de la NBA tras derrotar este martes por 105-114 a los Cavaliers.
Cuartos del Este en la temporada regular, los Pacers de Tyrese Haliburton sentenciaron a unos Cavaliers que habían firmado una campaña histórica (64-18) hasta acabar primeros de conferencia pero que se vieron arrollados por un conjunto de Indiana que les venció en los tres partidos disputados en Cleveland.
Para el recuerdo quedaron el triple ganador de Haliburton con 1.1 segundos en el segundo partido o la paliza del cuarto encuentro, en el que iban ganando de 41 puntos al descanso.
Se esperaba mucho más en el playoff de los Cavaliers, pero los dirigidos por Kenny Atkinson, técnico con doble nacionalidad estadounidense y española, fueron claramente superados por los Pacers y también les afectaron mucho los problemas físicos durante la serie de Donovan Mitchell, Darius Garland, Evan Mobley, etc.
El rival de Indiana será el ganador de la semifinal entre los Celtics y los Knicks, que dominan los neoyorquinos por 3-1.
Todo el quinteto titular de los Pacers acabó en dobles dígitos de anotación. Haliburton estuvo brillante (31 puntos con 10 de 15 en tiros incluyendo 6 de 10 en triples), 6 rebotes y 8 asistencias y tuvo un respaldo inmejorable por parte de Pascal Siakam (21 puntos y 8 rebotes).
Pero también fueron fundamentales Andrew Nembhard (18 puntos y 6 asistencias), Myles Turner (10 puntos, 7 rebotes y 4 tapones) y Aaron Nesmith (13 puntos y 13 rebotes).
Los Pacers solo metieron 1 de 8 en triples en el primer cuarto pero en los tres siguientes lo corrigieron con un 14 de 27 (15 de 35 en total). Por el contrario, los Cavaliers sufrieron con un 9 de 35 desde el perímetro.
En Cleveland, Mitchell era una incógnita para este partido por problemas en el tobillo y, con más orgullo que acierto, acabó con 35 puntos (8 de 25 en tiros de campo con 4 de 13 en triples además de 15 de 21 desde la línea de personal) y 9 rebotes.
Más mermado físicamente estaba un Garland con solo 11 puntos (4 de 16 con 0 de 6 en triples) mientras que Mobley aportó 24 puntos y 11 rebotes.
Quitando algunos nervios y despistes del arranque, el primer cuarto fue prometedor para los Cavaliers con 13 puntos de Mitchell y 10 de Mobley.
En cambio, los Pacers se mostraron torpes y sin chispa en ataque, se atascaron con un 31,8% en tiros de campo y cerraron el primer periodo con malas sensaciones (31-19).
La ventaja local llegó hasta el +19 (44-25 con 8.10 para el descanso) pero la reacción de los Pacers fue impresionante.
Con un 12-28 de ahí al intermedio, Indiana castigó una y otra vez a Cleveland gracias principalmente a un Haliburton que solo había metido 2 puntos en el primer cuarto pero que en el segundo voló con una serie fantástica de 5 de 5 en triples.
El 56-52 al descanso dejó todo abierto. Haliburton fue el mejor de Indiana con 17 puntos (5 de 6 en triples) mientras que Mitchell encabezó a Cleveland con 16 puntos pero con el punto de mira desviado (3 de 11 en tiros de campo disimulado con un 10 de 12 en tiros libres).
Garland estaba aún peor (4 puntos con 2 de 9), pero el desacierto de los exteriores contrastaba con la inspiración de los interiores de Cleveland con Mobley (14 puntos con 4 de 6) y Jarrett Allen (9 puntos con 4 de 5).
Siakam también había sido una pieza importante del despertar de los Pacers en el segundo cuarto y el alero fue el encargado de firmar el triple con el que los Pacers completaron la remontada (64-65 con 7.04 en el tercer periodo).
Los de Rick Carlisle apabullaron a unos Cavaliers desnortados sobre la pista, con la grada entre murmullos y que se pasaron más de siete minutos sin anotar ni un solo tiro de campo.
La diferencia de energía entre los dos equipos era abismal y el parcial fue un gigantesco 5-21. Siakam (8 puntos) y Haliburton (7) seguían marcando el ritmo, pero Indiana presumió de profundidad de plantilla por ejemplo con los 9 puntos de un sorprendente Thomas Bryant.
Con 76-85 para empezar el último cuarto, los Cavaliers hicieron un último intento a la desesperada pese a que tenían las fuerzas justísimas. No se quedaron lejos de la remontada y llegaron a estar a un solo punto con Ty Jerome y De'Andre Hunter apuntalando a un Mitchell entre lo heroico y lo suicida.
Pero los Pacers tenían respuestas para todo y en esta ocasión fue Nembhard, crucial con 9 puntos en el cuarto periodo y con un dos más uno en los últimos compases para enterrar a Cleveland y hacer soñar a Indiana.
Oklahoma sufre a un Jokic magistral pero deja a Denver sin margen de error
En el otro choque de la noche, Nikola Jokic regaló su enésima obra maestra pero los Oklahoma City Thunder sobrevivieron al genio serbio, remontaron por 112-105 a los Denver Nuggets y se sitúan a un solo triunfo de la final del Oeste (3-2).
Tras este fabuloso y apasionante partido en Oklahoma con dos equipos dándolo todo de principio a fin, la serie regresa ahora a Denver para el sexto encuentro, que se jugará este jueves.
Para los estándares de alguien que ya se codea con los mejores jugadores de la historia de la NBA, Jokic no estuvo especialmente efectivo en los últimos tres partidos. Pero esta noche fue muy diferente.
El tres veces ganador del MVP dio un recital con 44 puntos luciendo un impresionante acierto: 17 de 25 en tiros con 5 de 7 en triples además de 5 de 5 desde la línea de personal. Aportó asimismo 15 rebotes y 5 asistencias y jugó 44 minutos incluyendo la segunda parte al completo.
Jamal Murray también destacó con 28 puntos (10 de 27) pero los Nuggets desperdiciaron un +9 a falta de 10 minutos en un terrible último cuarto en el que se les acabó la gasolina con un inapelable 34-19 en contra.
Los de David Adelman firmaron un espantoso 5 de 21 en tiros (1 de 12 en triples) en los últimos doce minutos.
Por su parte, Shai-Gilgeous Alexander, el favorito para ser el heredero de Jokic como MVP, encabezó a los Thunder con 31 puntos (12 de 23), 6 rebotes y 7 asistencias. El base metió 10 puntos fundamentales en el último cuarto.
Otros cinco jugadores locales sumaron 10 o más puntos: Jalen Williams (18 puntos y 9 rebotes), Isaiah Hartenstein (15 puntos y 7 rebotes), Chet Holmgren (14 puntos y 8 rebotes), Lu Dort (12 puntos con 4 triples, 3 de ellos imprescindibles en el cuarto periodo) y Alex Caruso (13 puntos).
Los Thunder perdieron la batalla por el rebote (49 para los Nuggets con 16 ofensivos frente a 43) pero marcaron diferencias desde el triple (12 de 29 frente al 13 de 46 de Denver).
El primer cuarto fue el ejemplo perfecto de lo imprevisible que está siendo esta eliminatoria: los Thunder empezaron pisando fuerte con un 12-2 en los cuatro primeros minutos pero los Nuggets respondieron con un parcial de 2-16 hasta cerrar el periodo por delante por 27-28.
A Shai le costó mucho entrar en calor con solo 11 puntos (4 de 11 en tiros) en una primera mitad en la que Oklahoma no lo pasó nada bien ante la defensa en zona de Denver.
En cambio, Jokic selló una de esas partes fantásticas para muchos pero 'normales' para él y pocos más con 19 puntos (8 de 13 en tiros con 2 de 3 en triples) y 9 rebotes.
Los visitantes llegaron a tener un +11 en el segundo cuarto y parecían controlar el ritmo del encuentro, pero un parcial de 9-0 de los Thunder dejó el duelo prácticamente en tablas al descanso (54-56). Denver dominó el rebote (27 por 17) pero perdió 10 balones en la primera mitad.
Ya habían tenido que lidiar con un Jokic que amenazaba con adueñarse del partido, pero en la reanudación los Thunder se toparon además con un Murray espectacular. 13 puntos en cuatro minutos consiguió el canadiense, bailando una y otra vez a un Dort sobrepasado, para impulsar a los visitantes (68-80 con 5.07 en el reloj).
Otra vez con muchos problemas ante la defensa en zona, los Thunder tampoco pudieron frenar a Jokic (12 puntos) y con esa pareja que conquistó el título hace dos años los Nuggets encararon el último periodo por delante (78-86).
Dort había protagonizado una actuación muy pobre en defensa, pero en el momento clave encendió la mecha de la remontada con tres triples que le dieron la vida a Oklahoma (90-92 con 6.19 para el final).
Shai tomó entonces las riendas por completo. Una canasta suya le dio la primera ventaja a Oklahoma desde el primer cuarto, luego ideó un 'alley-oop' para Hartenstein y después logró un dos más uno.
Los Nuggets, totalmente negados, estuvieron siete minutos sin conseguir un tiro de campo, pero Jokic aún les regaló una bala extra con un triplazo absolutamente circense y alucinante cuando se quedaba sin tiempo (103-103 con 1.40 para el final).
Hasta ahí llegó la odisea del balcánico, que vio a Williams y Shai sumar dos triples seguidos para certificar el triunfo de los Thunder. EFE