El debutante Olav Kooij se estrena en la electrizante 'volata' de Nápoles

El debutante Olav Kooij se estrena en la electrizante ‘volata’ de Nápoles

En la liga de los segundones, el equipo Polti Kometa de Alberto Contador marca tendencia. Nadie aprovecha mejor el escaparate publicitario que esta modesta formación. En esta primera semana del Giro de Italia ha conquistado unas valiosas cuotas de pantalla para compensar el desembolso presupuestario. Este domingo, dos integrantes de este grupo, Andrea Petrobon y Mirco Maestri, acapararon enorme protagonismo al meterse en la fuga buena del día. Más de 180 kilómetros con las cámaras de televisión mostrando los nombres y anagramas de sus patrocinadores. Cuando la victoria es una utopía, lo mejor es tirar de pragmatismo.

Nueva plataforma de lanzamiento del Polti Kometa, que el pasado miércoles consiguió que una imagen de Contador se hiciera viral al mostrar su incontenible emoción (gritos, saltos, golpes en la mesa) en la cabina de transmisión de Eurosport al narrar el final de etapa, en Lucca, en la que Pietrobon se quedó a un palmo de vencer con un soberbio golpe de osadía.

La repercusión mediática es esencial. Eso lo sabe muy bien el joven velocista neerlandés Olav Kooij (22 años), que este domingo impuso su punta de velocidad en una de las llegadas con más gancho turístico: Nápoles, con su particular ecosistema urbano, y su cercanía al imponente Vesubio.

Contraataque de Narváez

El corredor del Visma se aprovechó del trabajo realizado por el Trek de Jonathan Milan, que en los últimos 20 kilómetros encabezó el pelotón para emprender dos excelente maniobras de caza. La primera, para neutralizar dos acometidas de un hiperactivo Julian Alaphilippe y la segunda para contrarrestar un espectacular contraataque del Jhonatan Narváez. La ofensiva del ecuatoriano ha sido uno de los grandes momentos de este Giro. Aceleró en el último repecho, desarmó al pelotón y voló por las avenidas Dohrn y Caracciolo. Le sobró el último kilómetro, en el que, sorprendentemente, Pogacar ejerció de lanzador de Juan Sebastián Molano. El esloveno está sobradísimo y se arriesga en exceso.

En esa última pelea emergió la figura de Kooij, que, sin la ayuda de Van Aert, se busca la vida como puede en las llegadas masivas. El neerlandés, debutante en la Corsa Rosa, ya se anotó en esta temporada dos etapas en el Tour de UAE, Clásica de Almería y París-Niza (dos).

Este lunes, primera jornada de descanso, previa a nueva jornada de montaña, con salida en Pompeya y final en el alto de Cusano Mutri, con más de 20 kilómetros de ascensión al 4,6% de desnivel.

Pogacar juega con sus enemigos y vence en la primera etapa de montaña de un Giro que gobierna a su antojo

Pogacar juega con sus enemigos y vence en la primera etapa de montaña de un Giro que gobierna a su antojo

Ganar por inercia, sin alardes, midiendo los esfuerzos como un inteligente gestor. Tadej Pogacar no quería guerra después de la tremenda contrarreloj del viernes y en una faena de aliño se anotó la primera etapa de alta montaña de un Giro que gobierna a su capricho.

Tercera victoria del bicampeón del Tour en la Corsa Rosa en un jornada que para él parecía un entrenamiento de calidad. En la subida a Prati di Tivo, Pogacar jugó con sus enemigos. Superó sin problemas a Daniel Felipe Martínez en un sprint en subida. Antes de levantar los brazos en la cima de los Abruzos dejó que Paret-Peintre, Tiberi y Arensman aceleraran la marcha, dejándoles unos metros de margen para que se ilusionaran con un triunfo imposible.

Sin un desgaste excesivo, Majka y Novak, gregarios de Pogy, neutralizaban las acometidas e imponían el ritmo adecuado para su jefe, que remató la jornada con solvencia, pero sin la autoridad de otras ocasiones. Queda mucho Giro y no precisa agotar el depósito con la vista puesta en el Tour. Piano piano.

intento infructuoso

En las praderas y montes de los Apeninos, el equipo de Pogacar controló una jornada endurecida por el Ineos, que peleó por una escapada en la que metió al colombiano Jonathan Narváez y al estadounidense Magnus Sheffield. El equipo de Geraint Thomas pretendía minar los recursos de UAE y pillar en un renuncio a Pogacar.

Un intento infructuoso, porque en las 22 curvas cerradas de la estación de Prati di Tivo, en una subida de 14,5 kilómetros, al 7% del desnivel, Pogacar escaló sin esfuerzos, sin levantarse del sillín, controlando los movimientos con facilidad. Buen intento de la escuadra británica, que se resiste a presentar pleitesía al fenómeno esloveno. Al Giro no le interesa que Pogacar sentencie la carrera en la primera semana.

El precedente de 2021

Pogacar se anotó su décima victoria de la temporada, la 73ª de su trayectoria, en un territorio conocido. En la estación de Prati di Tivo, también había doblegado a sus rivales en la edición de 2021 de la Tirreno Adriático. Entonces, en la cuarta etapa se anotó la victoria tras superar a Simon Yates. Ese triunfo le sirvió para lograr el liderato de la prueba y cimentar su domino en la clasificación general.

Este domingo, nueva oportunidad para los aventureros y velocistas, con una etapa de 214 kilómetros, con salida de Avezzano y meta en Nápoles.

Pelayo Sánchez, la promesa del ciclismo español tutelada por un campeón olímpico: "Es un llorón, siempre está quejándose"

Pelayo Sánchez, la promesa del ciclismo español tutelada por un campeón olímpico: “Es un llorón, siempre está quejándose”

El asturiano que ha terminado con un lustro de sequía española en el Giro de Italia comparte apellido con su maestro. Pelayo Sánchez (Tellego, 2000), ganador de la etapa del sterrato de la Corsa Rosa, se formó en la MMR Academy que dirige Samuel Sánchez en Oviedo desde 2015. El campeón olímpico de Pekín 2008 moldeó a un corredor con gran talento pero bajo de confianza.

«Pelayo es un llorón, siempre está quejándose. Es muy dubitativo. No te puedes imaginar el montón de mensajes que me ha enviado desde que comenzó el Giro, diciéndome que no estaba bien. Yo le decía que estuviera tranquilo, que se reservara para la etapa del sterrato, que se metiera en una fuga y que tirase para adelante. Me alegro de que me hiera caso», recalca Samuel instantes después del que su ex pupilo derrotara a Julian Alaphilippe y terminara con una nefasta racha de triunfos en la prueba italiana. El anterior ganador fue Pello Bilbao, en 2019.

Pelayo Sánchez permaneció en la MMR Academy cuatro años, desde cadete a júnior. Debutó como profesional en 2021 con el Burgos-BH. «Es un quejica, pero también es un killer del área, sabe ganar y lee muy bien las carreras. Tiene instinto y se crece ante la adversidad, como demostró con su pelea con Alaphilippe [el francés le abroncó por demarrar en un repecho] y Plapp. Es rápido y sube bien, es una caza etapas, muy parecido a Ion Izagirre, pero tiene que aprender a no ser tan negativo», añade Samuel Sánchez.

Sus amigos recuerdan que una vez, cuando era juvenil, se negó a correr una contrarreloj en la Vuelta a Valladolid porque estaba desanimado. Se presentó a la etapa en ropa de calle y su director, el ex ciclista Benjamín Noval y técnico de MMR Academy, le obligó a cambiarse de ropa y a montar en la bicicleta. Tomó la salida y ganó. Y es que a pesar de sus 60 kilos también es un aceptable contrarrelojista.

El nuevo talento del equipo Movistar está estudiando Fisioterapia y vive con su padres y hermana en Tellego, un pequeño pueblo a sólo 13 kilómetros de Oviedo. Todas las semanas, cuando no está con el Movistar, sale a entrenarse con Samu Sánchez por las carreteras asturianas. Pelayo siempre apuntó notables condiciones, pero sus problemas con la alergia le frenaron la progresión. Todo mejoró cuando hace un par de años se operó de sinusitis. En su debut en la Vuelta a España, en 2021, con sólo 21 años, destacó en las etapas de montaña asturianas y gallegas, y especialmente en la dura jornada del Gamoniteiru.

En 2023 se estrenó como ganador de etapa en la última jornada de la Vuelta a Asturias, con final en la calle Uría de Oviedo. En la última Vuelta a España acaparó titulares tras quedar tercero en Guadarrama, sólo superado por Poels y Evenepoel. Esta temporada también sumó el Trofeo Pollença-Port d'Andratx.

Para este chaval de 24 años, el sprint de ayer será imborrable y nunca olvidará el consejo de su maestro: «Desde el inicio del Giro intenté ahorrar energía porque sabía que no estaba en forma para estar delante con los primeros días. Así que me reservé para esta etapa con la intención de meterme en una escapada, pero nunca me imaginé ganar la etapa».

«Ha sido una locura, un sueño. Esto es increíble. No tengo palabras. Durante todo el día traté de estar tranquilo y eliminar a algunos corredores. Al final me quedé con Plapp y Alaphilippe, intenté dejarlos atrás, pero me fue imposible», dice el nuevo dominador del sterrato en esas carreteras de tierra que tanto se parecen a las de su pueblo.

Ben Thomas sorprende a los velocistas antes de la criba del 'sterrato'

Ben Thomas sorprende a los velocistas antes de la criba del ‘sterrato’

Un póquer de osados derrota a un pelotón desquiciado por una pelea estéril entre los velocistas. El francés Ben Thomas se anotó la victoria en la amurallada Lucca tras aprovechar una escapada en el tramo final de la etapa en la que también se metieron Michael Valgren (EF Education-EasyPost), Enzo Paleni (Groupama-FDJ) y Andrea Pietrobon (Team Polti Kometa). El pistard olímpico galo otorga el primer triunfo al Cofidis en esta temporada.

En la espléndida primavera de la Toscana. Los equipos de los sprinters quedaron en evidencia. Los cuatros escapados se marcharon cuando sólo quedaban un puñado de kilómetros para la clausura, pronto sumaron 45 segundos de renta y a partir de ese momento apareció en descontrol en el grupo perseguidor. Jonathan Milan y sus lanzadores del Trek reclamaban a los integrantes del Alpecin, Soudal y Visma que les relevaran en la punta de lanza. Unos se hacían los sordos, otros se escondían. Cuando se pusieron de acuerdo ya era muy tarde.

Los fugados se compenetraron espléndidamente. Pietriobon lo intentó con un ataque a falta de 600 metros, pero el empuje de Thomas fue insuperable. Primer triunfo del curso para el corredor de 28 años, que el pasado logró una etapa en los Cuatro días de Dunkerque.

El francés acaparó notoriedad en la monumental Lucca, cuna de los compositores Giacomo Puccini y Luigi Boccherini. También es la patria de Mario Cipollini, uno de los sprinters más formidables de siempre, que atesora el récord de victorias en el Giro, 42, una más de Alfredo Binda. Fue el más astuto de una jornada etapa nerviosa, con varios enganchones que provocaron las caídas, entre otros, de Woods, Valter, Milesi y Foss.

Una etapa que precedió a la estresante cita de este jueves, con la presencia del temido sterrato, esa tierra prensada que acelera el pulso de los corredores. Un escenario incómodo en el que Tadej Pogacar siempre ofrece altísimas prestaciones, como ya demostró esta temporada con el apabullante dominio en la Strade Bianche. Un día para los clasicómanos y los rodadores más potentes.

La cita, que sale de Torre del Lago Puccini y finaliza en Rapolano Terme, consta de 180 kilómetros, con un trazado plano hasta el ecuador del ejercicio. Los tres tramos de pista sin asfaltar, con un total de 11,6 kilómetros, están situados en la última parte de la etapa. 50 kilómetros estresantes. El primer desafío aparece en el kilómetro 130 y tiene una longitud de más de 4.000 metros. Sin apenas descanso irrumpe el segundo segmento, en Grotti, que romperá la carrera debido a sus 4,8 kilómetros de subida. El tercero está situado sólo a 16 kilómetros de la meta y tiene una longitud de 2.400 metros, con subida y bajada. Martirizantes obstáculos del polvo y la grava. Trabajo extra para los mecánicos.

Un territorio comanche en el que Pogacar amenaza con divertirse y martirizar a sus enemigos. Un día divertido en el que algún aspirante al podio podría despedirse de sus opciones. Este Giro no ofrece tregua.

Duelo entre gigantes italianos y triunfo de Jonathan Milan en otro sprint frenético

Duelo entre gigantes italianos y triunfo de Jonathan Milan en otro sprint frenético

Los gigantes locales muestran su jerarquía en la Corsa Rosa. Los rodadores italianos acaparan protagonismo en la segunda y consecutiva jornada resuelta al sprint en el Giro. El italiano Jonathan Milan impuso su punta de velocidad en una frenética clausura de etapa en Andora. El velocista del Trek (23 años y 1,93 metros) asumió la cabeza del pelotón tras neutralizar una fuga del contrarrelojista Filippo Ganna (también 1,93 metros) cuando sólo restaban cuatro kilómetros para la bajada del telón. Otra acometida brillante e inesperada, como la rubricada el lunes por Tadej Pogacar. Un nuevo regalo para los sentidos.

Ganna buscó sorprender a unos velocistas que no estaban dispuestos a desperdiciar un escenario propicio. El rodador del Ineos arrancó con esa potencia descomunal que le caracteriza y provocó el nerviosismo en el gran grupo. En un terreno en ligera subida, el pelotón se estiró en fila india. Los sprinters, protegidos por sus lanzadores, sufrieron para llegar hasta Ganna. El gigante italiano fue cazado cuando sólo faltaban 600 metros. En ese instante, Milan asumió la responsabilidad y no permitió que nadie le sobrepasara. Alegría para el otro gigante italiano, que el lunes quedó frustrado con la victoria de Tim Merlier. La segunda plaza ni siquiera supuso un consuelo. Este temporada también ha conseguido dos victorias de etapa en la Tirreno-Adriático y otra en la Voltaa la Comunitat Valenciana.

Una jornada inolvidable para Fran Muñoz, el chaval del Polti Kometa, el equipo de Alberto Contador, que se metió en la escapada buena del día y que, junto a De Bond, mantuvo un interesante duelo con las locomotoras del pelotón. Un estreno venturoso para el asturiano en carreteras de la Milán-San Remo. Un lugar desgraciado para Biniam Girmay, que abandonó la prueba por una caída. El eritreo se anotó una etapa en la Corsa Rosa de 2022.

Una etapa accidentada por varios percances que salió del Piamonte y llegó a la zona de Liguria, comarca marcada por la expulsión de Eddy Merck en el Giro de Italia de 1969. Entonces, en la jornada que finalizó en Savona, muy cerca de la llegada de este martes a Andora, el belga dio positivo por anfetaminas. El Caníbal aseguró que aquel control fue un fraude y que alguien le dio una bebida adulterada.

El triunfo de Jonathan Milan de produjo horas después de que Jonas Vingegaard reapareciera en las redes sociales. El equipo Visma lanzó un vídeo en el que se veía al danés entrenándose en carretera. Era la primera vez que el escalador se ejercitaba al aire libre tras su caída de hace un mes en la Vuelta al País Vasco. Las imágenes fueron acompañadas con unas breves declaraciones del corredor en las que se mostraba optimista con su futuro cercano. "Es agradable poder salir a entrenar al exterior de nuevo con normalidad. Me siento bien y estoy mejorando día a día. Aún tengo que terminar de recuperarme de algunas cosas, pero voy mejorando", dijo.

El danés no ha perdido la esperanza de estar el próximo 29 de junio en Florencia en la salida del Tour de Francia. "Por supuesto, espero estar en el Tour. Aún no sé con exactitud como irá mi recuperación y cual será mi condición, pero haré todo lo posible para llegar en el mejor estado de forma que pueda", cerró.

Merlier se anota la primera 'volata' tras una nueva exhibición de Pogacar

Merlier se anota la primera ‘volata’ tras una nueva exhibición de Pogacar

Premio para el velocista más perseverante. Tim Merlier se anotó la primera volata de un Giro de Italia gobernado por Tadej Pogacar, que este lunes tuvo la osadía de retar a los velocistas con un soberbio ataque a falta de dos kilómetros. El sprinter del equipo Soudal impuso su potencia en una jornada nerviosa, salpicada con pequeñas subidas, con meta en Fossano. El campeón esloveno continúa comandando la general con 45 segundos de renta sobre Geraint Thomas, que también se dejó ver en el tramo final.

Merlier debutante en el Giro a los 31 años, ya puede presumir de triunfos en las tres grandes rondas por etapas. Esta es la octava vez que sube a lo más alto del podio en la presente temporada. Al inicio del curso, en el Tour de UAE se anotó tres etapas.

El belga acaparó protagonismo en una etapa de tensión, con varios abanicos provocados por el viento, que pillaron distraídos a los rodadores del Movistar. Trabajo extra para los lanzadores de Fernando Gaviria. El Giro no atesora el glamour del Tour, pero le supera en dureza e incertidumbre. Nadie esconde sus ambiciosas intenciones. Todos se rinden a la superioridad de Pogacar, pero hay suculentos trozos de tarta a repartir. Los triunfos parciales suponen muchos puntos UCI y una excelente plataforma publicitaria para equipos y corredores. Eso lo saben bien los responsables del Soudal, que festejaron la conquista de la primera volata. La segunda plaza fue Jonathan Milan y la tercera para Biniam Girmay.

Aprovechando un repecho

Merlier y los integrantes de su escuadra tuvieron que emplearse al máximo para neutralizar una sorprendente escapada de Pogacar a falta de 2.000 metros para la clausura. El esloveno, en una pequeña subida, aprovechó un aceleró del danés Mikkel Honoré para dejar cortados a los sprinters. Su ofensiva fue respondida por Thomas. Inesperada reacción del esloveno que fue cazado a falta de 200 metros y que encandiló al público. Un regalo más de un corredor genial.

Este martes nueva cita para el lucimiento de los velocistas, con un trayecto de 190 kilómetros en dirección a costa de Liguria, con salida de Acqui Terme y cierre en Andora. En el ecuador de la etapa aparece un puerto de tercera categoría que, a priori, no debería evitar una llegada masiva.

Carlos Rodríguez, 'El ingeniero', pega el estirón y se corona en el Tour de Romandía

Carlos Rodríguez, ‘El ingeniero’, pega el estirón y se corona en el Tour de Romandía

El ingeniero pega el estirón. Carlos Rodríguez se estrenó este domingo como ganador de la clasificación general de una ronda de prestigio. A sus 23 años ha inscrito su nombre en el libro de oro del Tour de Romandía.

El granadino supo defender el liderato obtenido el sábado en la etapa reina de la ronda helvética. En la clausura de la prueba supo aguantar las acometidas de los enemigos en una etapa quebrada con cuatro puertos de tercera categoría, azotada por el frío y la lluvia. La jornada estuvo protagonizada por numerosos intentos de fuga. Los más activos fueron Cavagna, Guillaume Martin y Valgren.

El Ineos tuvo que emplearse a fondo para controlar al carrera. El momento más peligroso apareció a falta de 25 kilómetros, con un contragolpe de Juan Ayuso. Pero Carlos Rodríguez, bien protegido por Magnus Sheffield, neutralizó la situación. La jornada, con meta en Vernier, se resolvió con victoria al sprint de Dorian Godon. Segundo triunfo para el francés en esta edición.

En Vernier se coronó Carlos Rodríguez, un notable escalador y contrarrelojista. Alto, fuerte. Es un diésel con potencia. Muy regular en su rendimiento, sin la explosividad de Juan Ayuso, al que le arrebató el liderato de Romandía en la etapa reina del sábado. ''Es tranquilo, hace grupo y es muy maduro para su edad'', aseguran en el Ineos, escuadra que le contrató con sólo 19 años, tras permanecer dos temporadas en el Kometa de Alberto Contador.

El chaval de Almuñécar Rodríguez también es un buen estudiante. Desde niño le inculcaron que el deporte es algo pasajero y que debería formarse profesionalmente. Después de meditarlo durante algún tiempo se decidió por un grado de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, impartida en la Universidad de Málaga.

Carlos Rodríguez cerró en Romandía una brillante primavera, con una segunda plaza en la general y una etapa (memorable fuga con Juan Ayuso) en la Vuelta al País Vasco. La carrera suiza ha sido su último gran test antes de afrontar el Tour de Francia. En la última edición de la Grande Boucle terminó quinto y se impuso en la etapa de Morzine. Esta volverá a ser su gran apuesta para esta temporada. Si todo rueda como debería, será el jefe de filas de Ineos en la carrera que comenzará el próximo 29 de junio. Su objetivo es subir al podio de la cita que concluirá el 21 de julio en Niza.

El estandarte, junto a Juan Ayuso, de la nueva generación del ciclismo español, es una de las piezas más cotizadas del Ineos. El año pasado, el Movistar pujó fuerte por su contratación. A sus 23 años ya suma etapas en la Vuelta a Gran Bretaña (2023), País Vasco (2024 y 2023) y Tour del Porvenir (2021). Fue séptimo en la única Vuelta a España que ha disputado, la de 2002. Ha sido campeón de España en ruta (2022) y tercero en la modalidad de contrarreloj (2021).

Sara Martín, la graduada en Químicas que quiere brillar en la Vuelta a España: "Aún hay mucha diferencia entre salarios y premios''

Sara Martín, la graduada en Químicas que quiere brillar en la Vuelta a España: “Aún hay mucha diferencia entre salarios y premios”

Una profesora de la ESO de Aranda de Duero le inculcó la pasión por los tubos de ensayo, los átomos y las moléculas. Desde la adolescencia, la burgalesa Sara Martín tuvo clara su vocación. Hace tres años, tras compaginar los libros con el ciclismo, se graduó en Químicas. La perseverancia y sacrificio definen a la polivalente corredora del Movistar, que hoy tomará la salida de la Vuelta España femenina, que arranca con una contrarreloj grupal en Valencia (16 kilómetros) y que finalizará el 5 de mayo en la estación madrileña de Valdesquí. Esta edición, con ocho etapas, es la más ambiciosa de la historia. La alemana Liane Lippert, la española Mavi García y las neerlandesas Marianne Vos y Demi Vollering son los principales reclamos.

A sus 25 años se ha convertido en una pieza fundamental del Movistar por su versatilidad. Se desenvuelve con garantías en todos los escenarios. Una polivalencia que es fruto de su formación multidisciplinar. Antes de enfocarse en el ciclismo practicó atletismo, natación, duatlón y triatlón. Ella y Sheyla Gutiérrez son las únicas españolas del Movistar que participan en la Vuelta, pero su asentamiento en el grupo telefónico no ha sido fácil. "En mi primer año con el Movistar, en 2021, me caí en la Vuelta a Burgos, me golpeé en la cara, perdí el conocimiento y me tuvieron que llevar a un hospital. Me volví a caer a principios del pasado año, tuve el Covid, un herpes zóster... Pero todo eso ya pasó y ahora quiero centrarme en la Vuelta, donde buscaré un triunfo de etapa y ayudaré a nuestra líder", relata desde el hotel de concentración del equipo en Lieja, antes de participar, el pasado domingo en la clásica belga.

En el Movistar valoran la experiencia de Martín -ha corrido cinco Vueltas a España, contando 2018, que era formato challenge con sólo dos etapas- y, sobre todo, su variedad de recursos: "Sube y rueda bien. Está puliendo su funcionamiento dentro del pelotón y la resolución de estrategias que plantean las carreras. Entiende el ciclismo al ataque".

"Poca visibilidad en España"

Sara se congratula de que la Vuelta femenina abra huecos en los medios, pero lamenta que aún exista una gran brecha de género. "Todavía hay mucha diferencia entre el ciclismo masculino y femenino respecto a salarios y a los premios. Nosotras, en el Movistar, tenemos la suerte de contar con los mismos medios y material que los chicos. Nos tratan igual que a ellos y compartimos concentraciones y alojamientos, pero en otros equipos no pasa lo mismo. El ciclismo femenino tiene poca visibilidad en España. Lo que se vende es lo que se da a conocer. Hasta hace pocos años apenas se podían ver carreras de chicas por televisión, pero poco a poco se van mostrando más pruebas y se reducen las diferencias. El público debe saber que la cantidad y la calidad del pelotón femenino cada vez es mayor. Nuestras carreras son muy espectaculares y más imprevisibles que las de los chicos".

La burgalesa, que la encanta participar en las clásicas Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja, asegura que comenzó en el ciclismo gracias a su padre. También afirma que carece de ídolos: "Nunca he tenido referencias. Mi padre me hablaba de Joane Somarriba. Compartir equipo con Annemiek van Vleuten fue un plus de motivación, competir junto a ella supuso un gran aprendizaje. Si ella moría en las carreras, nosotras también lo hacíamos. Yo siempre he tratado de fijarme en lo mejor que tenían las compañeras y las rivales".

La importancia de los estudios

Martín es una chica con inquietudes y alta formación académica. Se graduó en Químicas en la Universidad de Valladolid, una meta que exigió un gran esfuerzo: "Compaginar los estudios y el deporte resultó difícil. Estudiar una carrera es muy sacrificado y se necesitan muchas horas de trabajo. Siempre he sabido que lo importante son los estudios, porque eso es lo que me dará de comer en el futuro. Tuve la suerte de que el equipo en el que estaba me facilitaba la posibilidad de estudiar. Me decidí por Químicas porque una profesora llamada Susana Miranda, que me dio clase en la ESO en un instituto de Aranda de Duero, me inculcó el interés por la ciencia. Le estoy muy agradecida y todavía mantengo contacto con ella".

Martín comenzó en el ciclismo con 14 años, pero desde pequeña la apasiona el deporte: "Con 12 años hacía atletismo, pruebas de fondo. Me gustaba competir y conocer a gente nueva. Me encanta el deporte y los valores que transmite: respeto a los compañeros, trabajo, sacrificio, constancia. Esos valores los puedes aplicar a las actividades diarias de la vida. Estoy muy agradecida al ciclismo, porque me permite vivir experiencias positivas, salir afuera y conocer idiomas y diferentes culturas".

El británico Williams vence en la edición más infernal de la Flecha Valona

El británico Williams vence en la edición más infernal de la Flecha Valona

El británico Stephen Williams se coronó en la Flecha Valona, la clásica más previsible, siempre condicionada con el final en el Muro de Huy, emblemático escenario para el sprint en rampas más tremendo. Una colina de 1,3 kilómetros con una pendiente media cercana al 10% y con zonas del 19%. Paredes para reptar sin descanso. Un subida para tipos duros y hábiles en la administración de esfuerzos, como Williams (27 años), que aceleró a falta de 150 metros, dejando clavados a unos rivales muy pendientes de los marcajes.

El corredor del equipo Israel (ganador de sendas etapas en el Tour Down Under y la Vuelta a Suiza) sorprendió a otros como mejor técnica escaladora, como RichardCarapaz o ValentínMadouas, que llegaron muy castigados por un día infernal, con bajas temperaturas, lluvia, granizo y nieve. El mejor español fue Roger Adriá, que entró en el grupo de los mejores.

La de este miércoles fue una edición durísima, las más complicada de las últimas temporadas, debido a la adversa climatología. Más de 60 corredores abandonaron. Los corredores avanzaban incomodísimos, al borde la congelación, y muy castigados por un recorrido plagado de obstáculos. A 60 kilómetros, el grupo principal comenzó a desgajarse por el ritmo impuesto por el EF Educación-Easy Post de Carapaz y el Groupama de Madouas y por un molesto viento racheado que dificultó las cuatro ascensiones al Muro de Huy. El UAE de Juan Ayuso y Marc Hirschi claudicó antes del segundo paso por la montaña de las Siete Capillas, donde el público aplaudía el paso de unos gladiadores protegidos por chalecos, guantes, perneras y chubasqueros.

Pidcock, Vansevenant y Pello Bilbao también se rindieron precipitadamente. La carrera rota, con Kraugh Andersen, Buitrago, Carapaz, Van Gils y Vanquelin y Williams mostrando el camino al pequeño pelotón cabecero, integrado por 35 corredores. El corredor del Israel siempre estuvo muy activo y supo guardar energías para la ascensión definitiva.Todos juntos a falta de 14 kilómetros, con el grupo noruego Uno-X en cabeza, ya desprendiéndose de las prendas de abrigo para afrontar la última subida a la colina de la histórica Flecha Valona. Esta era la 40ª edición en la que la clásica belga terminada en el Muro de Huy.

Stephen Williams, que tomo el relevo de Tadej Pogacar, ganador en 2023, fue el más fuerte en la segunda cita con el tríptico de las Ardenas, esa en la que Alejandro Valverde ostenta el récord de cinco victorias y en la que el ciclismo español escribió páginas gloriosas. En la colina belga también vencieron Igor Astarloa, Purito Rodríguez y Dani Moreno. El próximo desafío en las Ardenas será el domingo, con la Lieja-Bastoña-Lieja, con el pulso entre Pogacar y Van der Poel.

Pidcock aprovecha la apatía de Van der Poel y salda deudas en la Amstel Gold Race

Pidcock aprovecha la apatía de Van der Poel y salda deudas en la Amstel Gold Race

Deuda saldada con la historia, tres años después. El británico Tom Pidcock se proclamó este domingo vencedor de la clásica Amstel Gold Race, una carrera que en 2021 le proporcionó un enorme disgusto, cuando la foto finish le privó del triunfo en favor de Wout van Aert. El polivalente corredor del Ineos se impuso en el sprint al suizo Marc Hirschi y al belga Tiejs Benoot en una cita en la que Van der Poel estuvo por debajo de las expectativas.

El neerlandés, vencedor en París-Roubaix y Tour de Flandes, corrió siempre en cabeza del pelotón, pero nunca amagó con esos ataques que encandilan al público. Todos estaban pendientes de un arreón desde larga distancia del líder del Alpecin, pero al comprobar que prefería reservar fuerzas, sus enemigos le retaron con una ofensiva a falta de 28 kilómetros para la meta. Entre los desafiantes estaban los españoles Pello Bilbao y Roger Adriá (espléndidos ambos), Pidcock, Vansevenant, Honoré y Maduas.

La iniciativa de la docena de corredores fugados apenas tuvo respuesta por un pelotón en el que viajaban, entre otros, Van der Poel y Juan Ayuso. El español, que sufrió una caída, pasó desapercibido en la clásica neerlandesa, patrocinada por una marca de cervezas, que constó de 253,6 kilómetros, con salida en Maastrich y llegada a Valkenburg. Fue la primera participación del chaval del UAE en una prueba de desgaste y eliminación, con el ascenso a 33 cotas y tránsito por estrechas carreteras de la comarca de Limburgo. Extensas praderas y bosques arroparon a un pelotón que apenas atesoró momentos de tregua. Todos avanzaron con la orejas tiesas, con el peligro constante de de rotondas y curvas cerradas.

Muy activo estuvo Pello Bilbao, que venía de firmar una notable participación en la Vuelta al País Vasco. Salió al corte en varias ocasiones, pero al final no pudo meterse en el grupo de Pidcock. Otra misión imposible para los españoles en la comarca de Limburgo. La Amstel Gold Race siempre ha sido adversa. En sus 58 ediciones sólo Alejandro Valverde (segundo en 2015 y 2013 y tercero en 2008) y Purito Rodríguez (segundo en 2011) consiguieron subir al podio. En el Mundial de Valkenburg de 2012 cerró Freire su ciclo mundialista, en esa edición Valverde fue tercero (fue superado por Gilbert y Boasson Hagen) tras un polémico ascenso al Cauberg, en el que Freire se sintió desprotegido.

La Amstel Gold Race fue el inicio de la recta final con las clásicas de primavera y la primera cita con el tríptico de las Ardenas, la siguientes serán este miércoles, con la disputa de la Flecha Valona y su empinado final en el Muro de Huy, y el domingo, con la interminable sucesión de cotas de la Lieja-Bastoña-Lieja.