¿Por qué Alcaraz se adapta tan bien a la hierba? "Él lo hace fácil, para mí era un calvario"

¿Por qué Alcaraz se adapta tan bien a la hierba? “Él lo hace fácil, para mí era un calvario”

«Ganar el Channel Slam es dificilísimo. Lo voy a intentar, me encantaría lograrlo, pero no me voy a presionar porque es realmente complicado. Si sale bien, perfecto. Si no, aprenderé. Supongo que el único tenista que lo puede conseguir muchos años es Carlos, para él parece fácil», proclamaba Coco Gauff horas antes de que se le atragantase el llamado Channel Slam, es decir, ganar Roland Garros y Wimbledon de manera consecutiva. Campeona en París, cayó el martes en primera ronda en Londres: el camino de tantos y tantas. De la tierra batida a la hierba, dos superficies contrarias, dos formas de jugar el tenis y un éxito casi imposible. Tiempo atrás sólo lo lograron cinco hombres -Rod Laver, Bjorn Borg, Rafa Nadal, Roger Federer, Noval Djokovic- y seis mujeres -Margaret Court, Billie Jean King, Chris Evert, Martina Navratilova, Steffi Graf, Serena Williams- pero el año pasado apareció Carlos Alcaraz para unirse a esa lista.

Después del título en Queen's y con su progresión esta semana en el All England Club, con victoria este miércoles ante Oliver Tarvet (6-1, 6-4, 6-4), queda claro que vuelve a ser el favorito, que sabe cómo hacerlo, que tiene el don. A su corta edad, 22 años, ¿por qué se le da tan bien?

La transición y el talento

«Por muchas cosas, pero sobre todo por su talento. En esa transición es donde más se nota que tiene un inmenso talento. Carlos mueve la muñeca muy rápido, controla mucho los tiros y eso le permite acelerar la bola con eficacia pese a que bote más abajo. Además es capaz de cambiar el saque de una superficie a otra con mucha facilidad y, por si fuera poco, tiene mucha fuerza en las piernas para adaptarse a los movimientos. Tiene razón Gauff, él hace fácil lo que es muy difícil», analiza en conversación con EL MUNDO Alex Corretja, comentarista para Movistar Plus+, el canal que emite el Grand Slam en España.

Alastair GrantAP

Su experiencia, como la de tantos tenistas españoles, es olvidable; habla con conocimiento de causa. Dos veces finalista en Roland Garros, en Wimbledon nunca pasó de segunda ronda y, de hecho, durante gran parte de su carrera ni tan siquiera participó en el torneo inglés. En su época, a principios de siglo, todavía salía más a cuenta alargar la temporada de tierra batida en Stuttgart, Gstaad o Kitzbuhel.

«Te diría otra cosa, pero para mí era un calvario, era inhumanamente complicado. Sobre tierra la pelota bota más alta, se frena, te permite jugar. Sobre hierba, imposible. Todo se acelera muchísimo, tienes que jugar mucho más flexionado, dependes mucho de tu saque. Yo nunca conseguí adaptarme», reconoce Corretja, que recuerda que en sus mejores años la ausencia en Wimbledon apenas penalizaba.

Los peligros que vendrán

Antes de la redistribución del ranking ATP en 2000, sólo contaban los 14 mejores resultados de cada tenista -ahora son hasta 20- y eso daba aire a los especialistas. Algunos, como Corretja, Sergi Bruguera, Gustavo Kuerten o Mats Wilander, brillaban sobre arcilla y padecían sobre hierba. Otros como Jimmy Connors, Pete Sampras o Goran Ivanisevic, les ocurría más o menos lo contrario. En la actualidad eso ha desaparecido. «Ahora la mayoría de tenistas juegan a lo mismo: golpean muy plano y muy duro. Si ves jugar a [Jannik] Sinner te costará encontrar muchas diferencias entre su tenis en rápida, en tierra batida o en hierba», cuenta Corretja que, pese a ello, ve peligros en el camino de Alcaraz.

En lo que va de edición ya han caído cuatro Top 10 -Alexander Zverev, Lorenzo Musetti, Holger Rune y Daniil Medvedev- y el debut ante Fabio Fognini demostró que en cualquier esquina aguarda un susto. Aunque el sorteo le alejó de Jack Draper o Novak Djokovic, sobre hierba siempre hay que temer de más. «En Wimbledon es normal que un rival que no te esperas te obligue a jugar incómodo. Pienso en un jugador del estilo de Fabian Marozsan, que sorprendió a Carlos en Roland Garros. Aquí hay menos margen, todo pasa más rápido y hay que extremar el cuidado. En Halle, Sinner perdió ante Aleksandr Bublik y no jugó nada mal», finaliza Corretja.

Alcaraz descubre el engaño del desconocido Tarvet y ya está en tercera ronda de Wimbledon

Alcaraz descubre el engaño del desconocido Tarvet y ya está en tercera ronda de Wimbledon

"¿Y qué pasa si pierdo?". De camino a la pista, en el mismo vestuario o durante el calentamiento, la pregunta puede aparecer en la mente del tenista. "No puedo perder", se responderá alguno, muy confiado. Para otros la duda será fugaz. Unos últimos se agarrotarán hasta descubrir la respuesta. "¿Y qué pasa si pierdo?". Carlos Alcaraz suele bailar ante la posibilidad de la derrota, pero este miércoles tuvo que amargarle la previa.

En segunda ronda de Wimbledon, Oliver Tarvet, el número 733 del ranking mundial, un universitario en su segundo partido profesional y, para colmo, inglés. La posterioridad, ante él: podía protagonizar la derrota más sorprendente de la historia del Grand Slam, quizá de la historia del tenis. El peligro era mayor de lo que parecía y esquivarlo tuvo más mérito del que se le dará: venció por 6-1, 6-4 y 6-4 en dos horas y 17 minutos y ya está en tercera ronda, donde se medirá al vencedor del duelo entre Félix Auger-Aliassime y Jan-Lennard Struff.

Alcaraz pudo caer en dos errores, temer a la derrota e infravalorar al adversario, y no lo hizo. De Tarvet sólo había visto un partido, su victoria en primera ronda ante Leandro Riedi, y apenas sabía que era un buen sacador. Pero ya en la pista central entendió que guardaba otras virtudes. En su último año de carrera en la estadounidense Universidad de San Diego, el tenista local no había jugado antes en ATP, pero había jugado al tenis. Vaya si había jugado al tenis.

Mejor que su ranking

Más allá de su servicio, al debutante le sobraban piernas para defenderse y contaba con recursos que le llevarán tarde o temprano entre los 100 primeros del ranking. De hecho, la mayoría de los ‘highlights’ del partido fueron para él, tan rápido que fue cerca de la red. Por su motivación -no paraba de repetirse el "¡Vamos!" de su ídolo, Rafa Nadal-, Alcaraz requería otras armas: inteligencia, madurez, tranquilidad. Y le sobraron. Desde el primer juego, donde afrontó tres bolas de rotura, el vigente campeón aceptó el sorprendente nivel de su rival y simplemente jugó.

Kirsty WigglesworthAP

No podía ser el tenista más enérgico sobre la pista, tenía que ser el más experimentado. Incluso en el tercer set, cuando ya todo estaba decidido, Tarvet festejaba con fuerza todos sus aciertos y Alcaraz mantenía la calma. Pese a la victoria en tres sets, el español tuvo trabajo. En el primer set, su adversario le propuso intercambios desde el fondo de la pista y desde ahí lo tenía todo bajo control. Pero al principio del segundo set, Tarvet se envalentonó, se metió dentro de la pista y le obligó a ser más creativo.

Con cierta mejoría en el saque que en su debut ante Fabio Fognini, Alcaraz sufrió un ‘break’ en el arranque de ese segundo periodo y aceptó el envite. De inmediato recuperó la desventaja y con mucho tiento se acercó a la victoria poco a poco, no sin algún apuro. Nadie recordará un partido que podría haber sido recordado por los siglos de los siglos. Ahí estaba el peligro para Alcaraz. Y ahí está su valor.

La historia única del 'Torero' Tarvet, el rival de Alcaraz: 733 del mundo, un título en Kenia y 115.000 euros que no podrá gastar

La historia única del ‘Torero’ Tarvet, el rival de Alcaraz: 733 del mundo, un título en Kenia y 115.000 euros que no podrá gastar

Bajo un calor insólito, 34ºC en Londres, la mayor temperatura registrada en la ciudad en un mes de junio, decenas de ingleses se amontonaban en las gradas de la pequeña pista 4 de Wimbledon para observar la hazaña de un compatriota suyo, un vecino, un aficionado como ellos. Oliver Tarvet vencía al suizo Leandro Riedi por un triple 6-4 y se clasificaba para la segunda ronda del Grand Slam, donde este miércoles se enfrentará al vigente campeón, Carlos Alcaraz. Un sueño de infancia, el partido de su vida.

Muchos tenistas locales reciben cada año una invitación para el torneo y algunos avanzan rondas, pero la gesta de Tarvet es única. A sus 21 años, no sólo debuta en Wimbledon, no sólo descubre un grande, no sólo se estrena ante un Top 10 del ranking mundial; es que está jugando su primera competición profesional. Después de ganar el torneo previo, su primer partido ATP fue el lunes ante Riedi y ante Alcaraz este miércoles disputará el segundo. De momento, su casillero marca un 1-0 en el circuito, donde aparece como el número 733 del mundo.

"¡Gareth!", gritaba para celebrar su triunfo, igual que hizo en los tres partidos clasificatorios, en una broma interna con sus amigos de la estadounidense Universidad de San Diego que supuestamente tiene alguna relación con Gareth Bale. "Cuando era niño solía venir aquí todos los años con mis padres y mi hermana. Estos días estoy sintiendo muchas emociones, pero la principal es felicidad. Estoy viviendo un sueño", pronunciaba Tarvet, nacido en Saint Albens, un pueblo a 30 kilómetros de Londres y formado en la Batchwood Tennis Academy.

Un premio que no gastará

De pequeño estuvo entre los mejores de Reino Unido, invitado al circuito Nike Junior International para sub-14, pero su progresión adolescente fue modesta. En 2021 fue invitado al Wimbledon junior y cayó en primera ronda y en esa categoría sólo celebró un título, el remoto J5 de Nairobi, en Kenia. Por eso cuando tuvo la oportunidad de aceptar una beca en Estados Unidos no lo dudó y se marchó a estudiar una carrera científica en San Diego y a competir en la NCAA con los Toreros, el equipo de la universidad.

ADRIAN DENNISAFP

"Estoy muy agradecido a la universidad y quiero acabar mi carrera, me queda todavía un año", comentaba este lunes sobre la posibilidad de convertirse de inmediato en profesional. Porque su gesta estos días en Wimbledon le puede cambiar la vida, pero no le hará rico, ni mucho menos. Aunque los tenistas que alcanzan la segunda ronda reciben unos 115.000 euros, Tarvet no se podrá quedar ni un euro. Las normas de la NCAA estadounidense sólo le permiten utilizar 8.500 euros para gastos y debe presentar los tickets.

"Es un poco raro porque en la mayoría de torneos a los que voy normalmente el premio no me da para cubrir los gastos y ahora me sobra. Quizá le alquile un avión privado a mi entrenador para la vuelta", asumía un tenista que hasta esta semana sólo había ingresado en toda su carrera 13.000 euros en premios. De hecho su experiencia hasta ahora se limitaba a la competición universitaria y a algunos torneos Futures durante el verano, en las vacaciones entre curso y curso. El año pasado llegó a ganar uno en Túnez y eso le elevó hasta el 624 del mundo; este julio cuando acabe Wimbledon entrará como mínimo entre los 400 mejores.

Su virtud, el saque

Por lo visto en primera ronda ante Leandro Riedi, para Alcaraz la principal amenaza de Tarvet será su saque, tan potente como efectivo. En su debut como profesional, el inglés no tuvo que encarar ninguna bola de break y ganó el 91% de los puntos que empezó con su primer saque. Mientras su rival cayó en muchos errores, a Tarvet le valió con mantener su servicio y jugar con consistencia. Ante el español necesitará mucho más si quiere vencer, aunque haga lo que haga saldrá de la pista central de Wimbledon con una ovación.

ADRIAN DENNISAFP

"Me encantaría dejar mi huella aquí, voy a intentar disfrutar del partidos", que comparte con el campeón de cinco Grand Slam un hecho: ambos idolatraron a Rafa Nadal cuando eran niños. Luego los caminos de los dos se separaron hasta encontrarse este miércoles en un partido más para Alcaraz, en el partido de su vida para Tarvet.

Alcaraz sufre un sofoco para ganar a Fognini en su debut en Wimbledon

Alcaraz sufre un sofoco para ganar a Fognini en su debut en Wimbledon

En las horas previas, Fabio Fognini reconocía que le había tocado la lotería. A sus 38 años, en su última temporada como profesional, se despediría de Wimbledon en su pista central y ante el vigente campeón, Carlos Alcaraz. Una suerte para el tenista veterano, siempre tan artista y tan polémico. Un regalo para su hijo, Federico, de ocho años. "No iba a venir a verme aquí a Londres, pero al final ha viajado conmigo porque me tocó debutar contra Carlos. Es su ídolo, pero le he dicho que no se lo diga", admitía un Fognini ya de vuelta de todo.

Noveno del ranking mundial en 2019, campeón en Montecarlo aquel año después de derrotar a Rafa Nadal, el huracán de Jannik Sinner había hecho que su adiós pasase desapercibido incluso en la prensa italiana, pero el azar le dio el gusto. Este lunes lo iba a disfrutar, vaya si lo iba a disfrutar. En uno de sus últimos bailes, le amargó el debut a Alcaraz, que tuvo que sudar para derrotarle en cuatro horas y 37 minutos de juego (7-5, 6-7 [5], 7-5, 2-6, 6-1).

Bajo un calor agobiante, con más de 30 grados en Londres, Fognini sorprendió con su arma de siempre, una muñeca prodigiosa, y la tranquilidad de quien ya ha ganado todo lo que tenía que ganar. Desde el primer punto Alcaraz estuvo incómodo, inexacto con su saque e incluso agobiado, pero finalmente sacó el triunfo. En el quinto y último set, después de un paso por los vestuarios, templó sus ánimos para dominar por fin a su rival.

Un serio aviso

En lo que queda de torneo, que es mucho, el actual número dos del mundo ya no pecará de confianza. De hecho en el próximo escalón, en segunda ronda, se medirá a otro rival extraño, el local Oliver Tarvet, el 733 del mundo, en su debut como profesional, y ya está avisado. Pese a su reciente éxito en Roland Garros, pese a su genial adaptación a la hierba en Queen's, tenga a quien tenga delante esto es un Grand Slam y no hay victoria sencilla.

"Con este nivel que no se retire, que juegue hasta los 50 años", se quejaba Alcaraz a su equipo en pleno partido. Los geniales golpes de Fognini le desesperaron porque no los esperaba. A ratos se entretenía con los intercambios, incluso divirtiéndose. Pero la mayor parte del tiempo lamentaba tener que emplearse al máximo y más allá en una fase tan temprana del Grand Slam. Hasta que en el último set se encontró, se motivó y se concentró, hubo fases extrañas del partido.

TOLGA AKMENEFE

Y eso que hasta la segunda hora, el encuentro transcurría por los raíles habituales Después de resolver el primer set con apuros, en el segundo Alcaraz ya contaba con un break de ventaja y el camino se despejaba. Por físico e incluso motivación, Fognini podría haber desconectado entonces. Ya había ofrecido espectáculo al público y recuerdos de sobras para su hijo. Pero no lo hizo, más bien todo lo contrario.

"no sé por qué se retira"

En lugar de ceder el encuentro, siguió insistiendo con su juego pausado, sacando con maestría, dominando intercambios, luciéndose en la red y remontó. Una y otra vez, Alcaraz recurría a la dejada para agotarle, pero no le dominaba de ninguna otra manera. En el tie-break de ese segundo set, raro en él, el español apareció nervioso y cometió una serie de errores que le costaron el periodo. Iba a ser un triunfo sencillo y ya no lo era. Entonces llegó el agobio.

En el tercer set, Alcaraz portaba otra gestualidad y en el cuarto set, asfixiado por la situación y por la temperatura, se sumergió en un mar de errores. También era mérito de Fognini, que seguía siempre a lo suyo, jugón y fresco. De alguna forma, con las cuatro horas marcadas en las pantallas, se abrió el abismo de la eliminación ante el número dos del mundo. Pero en el quinto set ya no hubo color. Pese a una interminable interrupción porque un aficionado sufrió un golpe de calor, Alcaraz sumó su primera victoria en Wimbledon, un triunfo mucho más sudado de lo esperado. En su gira de despedida, Fognini y su show lo llevaron hasta el límite.

Al acabar, el italiano pidió a Alcaraz la camiseta para su hijo, Federico, y se marchó lanzando besos al público de la pista central. "Para ser sincero, no sé por qué se retira. Podría seguir jugando durante tres o cuatro años. Le tengo que dar todo el mérito de este gran partido. Fabio es un jugador maravilloso, tiene un talento enorme. Estoy triste porque es su último Wimbledon", comentó el español, agotado, de camino a los vestuarios.

Alcaraz, un campeón sobre hierba de un país sin pistas de hierba: "Me reuní con el encargado de Wimbledon y me dijo que aquí era imposible que aguantase nada"

Alcaraz, un campeón sobre hierba de un país sin pistas de hierba: “Me reuní con el encargado de Wimbledon y me dijo que aquí era imposible que aguantase nada”

En el verano de 2023, justo antes de ganar su primer Wimbledon, Carlos Alcaraz se entrenó en las pistas de atletismo Monte Romero, en el campus de la Universidad de Murcia. ¿Quería mejorar sus sprints sobre el tartán? ¿Quería fortalecer sus golpes lanzando jabalinas? Nada de eso. Alcaraz sólo buscaba pisar hierba natural, correr sobre hierba natural, saltar sobre hierba natural y el campo central del recinto era el lugar más cercano a su casa para hacerlo. Su éxito en Roland Garros en los dos últimos años ha reducido su calendario y su preparación sobre el verde se ha centrado en el ATP 500 de Queen’s, pero aquellas sesiones en Murcia subrayan la rareza: en Wimbledon domina un tenista de un país donde apenas hay pistas de hierba natural.

Si avanza a partir de su debut hoy ante Fabio Fognini (14.30 horas, Movistar) y el próximo 13 de julio Alcaraz logra su tercer título consecutivo, se convertirá en el español más laureado en el Grand Slam inglés y creará una tradición prácticamente de la nada. "La hierba es para las vacas", proclamaba Manolo Santana, campeón en 1966. Y empieza a no ser así. Aunque tampoco parece que se vaya a convertir en la superficie favorita para los españoles.

El milagro de Mallorca

"En España el mantenimiento de las pistas de hierba es especialmente difícil. Se necesita más agua, más cuidados, es un proceso costoso. Para nuestras pistas viene un experto de Wimbledon, que lo supervisa todo", cuenta Benito Pérez Barbadillo, responsable de comunicación del ATP 250 de Mallorca finalizado este sábado -con Tallon Griekspoor campeón-, un oasis de hierba en el desierto de tierra batida y cemento que es España. Gracias al torneo, en el Mallorca Country Club sobreviven las únicas seis pistas de hierba natural que hay en todo el país.

Hace una década el circuito ATP decidió separar una semana más Roland Garros de Wimbledon y eso abrió la opción de crear nuevos torneos. El grupo alemán E|motion, que ya había alquilado el antes llamado Tennis Country Club Santa Ponça para una competición WTA, creyó que era una buena oportunidad y de ahí el milagro de que actualmente haya algo de tenis sobre hierba en España. "Muchos jugadores prefieren quedarse entrenando en Wimbledon, pero los que necesitan ritmo de partidos aprecian mucho poder venir a Mallorca. En Inglaterra la lluvia es impredecible y puede afectar a tu preparación; aquí eso no pasa. El problema es que nos cuesta atraer a empresas españolas. Es nuestro reto. Casi todos los patrocinadores son alemanes o del circuito ATP", expresa Pérez Barbadillo, que ha visto en las distintas ediciones del torneo mallorquín a Novak Djokovic -en dobles-, Daniil Medvedev o Stefanos Tsitsipas.

Dos experimentos fallidos

Antes de que se creara el Mallorca Championships, España había estado muchos años sin una sola pista de hierba natural y varios experimentos habían fracasado. En 1994, por ejemplo, el Real Club de Tenis López-Maeso de Madrid inauguró sus pistas verdes con un evento de veteranos donde estuvieron Björn Borg, Ilie Nastase, Guillermo Vilas, José Luis Clerc o el propio Santana. La idea era atractiva: había una pista de DecoTurf, la superficie dura del US Open, y otra de hierba Wimbledon. Pero el coste superó al beneficio. La construcción costó 10 millones de pesetas, se necesitaron tres intentos para que la hierba se asentase y un par de años más tarde se abandonó la apuesta.

Las pistas del Villanueva Golf.

Las pistas del Villanueva Golf.E.M.

En 2014, otro caso, el Villanueva Golf de El Puerto de Santa María inauguró tres pistas de hierba natural y la propuesta duró todavía menos. El ambiente de Wimbledon que se creó alrededor -sólo se podía jugar de blanco, se vendían fresas...- no logró atraer a los clientes necesarios para asumir el mantenimiento.

Antes que Alcaraz

"Fui a Wimbledon, me reuní con Neil Stubley, el head groundskeeper del Grand Slam, el encargado de la hierba del torneo, y me dijo que en Cádiz no aguantaría el césped, que era muy árido, que era imposible. Hicimos una mezcla distinta del raigrás, el césped inglés, y lo teníamos impecable. Necesitaba su agua, su cóctel, su mantenimiento, pero atraía a mucha gente, especialmente turistas. Por desgracia, la dirección de las instalaciones decidió cerrar las pistas", rememora Oliver Günther, impulsor del proyecto gaditano que incluso planeaba la creación de un torneo Challenger en el lugar. Tanto el Real Club de Tenis López-Maeso de Madrid como el Villanueva Golf se ofrecieron a los tenistas españoles para sus entrenamientos, pero pocos se interesaron.

Antes de Alcaraz, sólo Santana, Conchita Martínez (1994), Nadal (2008 y 2010) y Garbiñe Muguruza (2017) habían vencido en Wimbledon y, de hecho, apenas cinco más habían levantado otros trofeos. En Eastbourne vencieron Andrés Gimeno y Feliciano López -también doble campeón en Queen's-, en Newport celebró Arantxa Sánchez Vicario y en Hertogenbosch, David Ferrer y Roberto Bautista. Nada más. En Wimbledon domina un tenista de un país donde apenas hay pistas de hierba natural. Menuda rareza.

Egoitz Bijueska, fenómeno mundial del skate a los 14 años: "Mis amigos del colegio no saben muy bien qué hago"

Egoitz Bijueska, fenómeno mundial del skate a los 14 años: “Mis amigos del colegio no saben muy bien qué hago”

"¿Te digo la verdad? Nosotros no queríamos que hiciera skate. En la familia nadie había patinado, yo no sé ni cómo se hace. En su colegio había una extraescolar de skate y quiso apuntarse. Durante un par de años hizo natación y skate y nosotros intentamos convencerle para que se dedicara a la natación. Pero no hubo manera", relata Ibon Bijueska, padre de Egoitz Bijueska, el adolescente que está revolucionando el skate.

Con tan sólo 14 años hace unos días ganó en la prueba de la Copa del Mundo de Roma con una puntuación, 94.50 puntos, que le habría valido el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. Su receta: trucos complicadísimos y una soltura que no habría tenido en la piscina. "En natación me aburría un poco. Estaba bien, pero no era lo mismo. En el skate es imposible aburrirte. Aprendes un truco y ya quieres probar el siguiente. Siempre hay algo más difícil que hacer, algo diferente", comenta el joven después de un recibimiento con honores en la sede de Bilbao del Basque Team, que le patrocina.

¿Qué dicen los amigos de la escuela?
No mucho. No saben muy bien qué hago, creo que no son conscientes. Quedamos siempre los viernes y los sábados para no perder el contacto y les explico que he ido al Mundial o a la Copa del Mundo, pero piensan que compito en infantiles. Para mí ya está bien, si no estaría todos los días hablando del skate.

La ESO, a distancia

Bijueska queda con sus amigos un par de días porque desde hace meses estudia la ESO online. En el anterior ciclo olímpico todavía era un niño, no se podía plantear la profesionalización, pero en el Mundial del año pasado, cuando sólo tenía 13, acabó quinto y su familia tenía que tomar una decisión. Los viajes se multiplican, también los patrocinadores y las posibilidades de futuro.

"Era muy difícil salir del colegio, hacer los deberes, entrenar, cenar... El 99% de sus rivales son profesionales, pero Egoitz es un niño que tiene que seguir estudiando. En su colegio nos dieron la opción de hacerlo online y es maravilloso. En los exámenes presenciales de diciembre y mayo ha sacado muy buenas notas", celebra su padre, Ibon, que también explica que su madre, Ana, se ha pedido una excedencia para acompañar al portento por el mundo. A su corta edad, ya ha competido en Dubai, Shanghai o Budapest. Sexto en el ranking mundial, es el único menor de edad en el Top 20, aunque más abajo se encuentran otros competidores con 15, 16 o 17 años. "Eso ayuda mucho, ver que no hay niños como tú", admite Egoitz.

¿Por qué empiezan a competir tan pronto con los mayores?
Porque en el skate no hay categorías. No puedes ir al Mundial sub-algo, siempre vas a la categoría absoluta. Al principio cuesta un poco, pero así te acostumbras rápido. Fui a mi primer Mundial con 12 años y quedé el 23 porque pasé muchos nervios. Me acuerdo que mientras desayunaba estaba temblando. Ahora ya voy más tranquilo.

Tan tranquilo que asombra con sus saltos. En la Copa del Mundo de Roma, Bijueska completó un 900, un giro de dos vueltas y media en el aire mientras se patina una rampa, el truco que Tony Hawk inventó en 1999 para cambiar la historia de su deporte. Desde entonces sólo 11 patinadores lo han repetido, entre ellos el español. "Es muy complicado, sobre todo por la parte psicológica. Si te caes te puedes hacer mucho daño así que sólo intentarlo ya da mucho miedo", reconoce el talento que, pese a ello, quiere probar un 1080, el más difícil todavía. El único que lo ha conseguido en una rampa normal ha sido el brasileño Gui Khury, otro adolescente precoz, de 16 años, pero Bijueska ya sabe lo que es superarle. En la Copa del Mundo de Roma, Khury acabó tercero por detrás del español y del japonés Yuro Nagahara.

"A partir de ahora todas las competiciones serán importantes porque serán clasificatorias para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, que son mi objetivo. Quiero ganar el oro allí. Y luego me imagino yendo a la universidad, estudiar algo relacionado con el deporte, no creo que viva del skate toda la vida", apunta Bijueska en el orden contrario a lo normal, algo a lo que está acostumbrado, siempre del revés haciendo piruetas.

Alcaraz se atrinchera para ganar a Munar y llegar a cuartos de final de Queen's

Alcaraz se atrinchera para ganar a Munar y llegar a cuartos de final de Queen’s

La emboscada pilló desprevenido a Carlos Alcaraz, demasiado temprano, ante un rival inesperado: todo fue una sorpresa. En uno de los mejores momentos de su carrera, Jaume Munar le planteó una complicada batalla y casi le cuesta la eliminación del ATP 500 de Queen’s. Al final, Alcaraz venció por 6-4, 6-7 (7) y 7-5 en tres horas y 23 minutos y este viernes se enfrentará en cuartos de final al vencedor del duelo entre Reilly Opelka y Arthur Rinderknech. Después quién sabe, ya cayeron eliminados favoritos como Taylor Fritz, Alex de Miñaur, Ben Shelton, Francis Tiafoe o Jakub Mensik, y parece que lo peor ha pasado.

Fue un partido extraño, de eso no hay duda. Hubo intercambios geniales entre ambos, desde el fondo, como en tierra batida, y hubo errores raros en momentos decisivos. Con las piernas cansadas de su gesta en la final de Roland Garros ante Jannik Sinner, por la noche Alcaraz recordará las bolas de partido que desaprovechó en el tie-break del segundo set, una de ellas por una doble falta.

Cuando lo haga, eso sí, podrá consolarse con los fallos de su adversario. De hecho, el primer set se decantó por un juego en el que Munar encadenó tres dobles faltas consecutivas y ya no pudo remontar. El partido entero parecía desigualado por ese mal rato, pero el que fuera ahijado de Rafa Nadal supo arreglarlo. Con lucha y su derecha, Munar fue envolviendo a Alcaraz en un nube densa y al actual número dos del mundo le faltaron ideas.

Durante muchos minutos intentó dominar los intercambios, pero se le notaba el cansancio de París. Sus errores en el tie-break, precisamente allí donde nunca erra, fueron el mejor ejemplo. Después, en el tercer set, supo imponer su experiencia, más templado, con más variantes en su juego, para levantarle a Munar un 'break' en contra y presionarle en el momento justo para resolver la pelea sin necesitar otra muerte súbita.

Beatriz Gómez, experta en Ciberdelincuencia condecorada por el Servicio Secreto de EEUU y campeona de España de tiro con arco: "Me ayuda en los momentos de tensión"

Beatriz Gómez, experta en Ciberdelincuencia condecorada por el Servicio Secreto de EEUU y campeona de España de tiro con arco: “Me ayuda en los momentos de tensión”

"La investigación se inició porque en Estados Unidos detectaron que una organización criminal se dedicaba a cometer fraudes entre su país y comercios de España, Grecia, Alemania o Austria a través de un cierto tipo de tarjetas bancarias. Realizaban compras por montantes muy altos en establecimientos cómplices en Europa y, cuando el pago ya había sido preaprobado, retiraban los fondos en Estados Unidos. Por un lado compraban, por el otro sacaban el dinero de esa compra y dejaban un vacío. A principios de 2021 se hicieron 88 registros simultáneos en todo el mundo, se detuvieron a 110 personas... la estafa había llegado a más de 20 millones de euros", recuerda Beatriz Gómez, inspectora jefa en la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional, que por aquel trabajo se convirtió en la primera agente española condecorada por el Servicio Secreto de los Estados Unidos (USSS).

En su casa ahora brilla un diploma con la estrella del USSS, y vaya si brilla, aunque de niña Gómez soñó con otro tipo de diploma. O mejor aún, con una medalla. Antes de ser agente de policía, lo suyo era el tiro con arco y ahora, a los 39 años, vuelve a serlo.

"Estuve en el equipo nacional que se preparaba para ir a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y nos quedamos muy cerca: éramos novenas y se clasificaban ocho", cuenta Gómez, con una historia llena de casualidades. De casualidad, por ejemplo, pasaba por las pistas de atletismo de su ciudad, Guadalajara, cuando un tirador practicaba y se ofreció a enseñarle cómo hacerlo. De casualidad, se presentó a un Campeonato de España absoluto a los 16 años para acabar ganando y recibiendo una beca para entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Y de casualidad, después de ser siete veces campeona nacional, acabó en la lucha contra la ciberdelincuencia. Pero antes tuvo que sufrir el varapalo olímpico.

"Estuve cinco años volcada en conseguir el billete para aquellos Juegos de Londres y cuando no lo logré me planteé otras cosas. No podía dejar pasar otro ciclo olímpico, me tenía que poner a estudiar, así que empecé Periodismo. Me gustaba leer y escribir y me pareció buena idea", relata.

¿Y cómo acaba una licenciada en periodismo persiguiendo delitos informáticos?
Nunca había tenido vocación por el periodismo, mi vocación era ser policía y al acabar la carrera decidí opositar. Yo veía un coche de policía y notaba mariposillas en el estómago. Mi abuelo había pertenecido al Cuerpo, también mi tío. Empecé en policía judicial y cuando me destinaron a Torrejón de Ardoz, me ofrecieron entrar en el Grupo de Delitos Tecnológicos. Así empecé mi carrera.

El phishing, el rival a batir

Y así abandonó el tiro con arco. Hasta ahora. Después de muchos años de profesión y, de muchas otras cosas, entre ellas la maternidad, Gómez volvió a tirar a finales de 2024 y no lo hizo sólo por placer. Quiere competir, quiere ganar e incluso si puede volver al equipo nacional. Patrocinada por el Grupo Armora, especializado en ciberseguridad, el pasado fin de semana ganó en el Campeonato de España de Campo disputado en Segovia. "Siempre he sido muy exigente conmigo misma y me gusta ganar. Ahora no tengo el ritmo de entrenamiento de hace 20 años, pero sigo con el gusanillo de la competición y he conseguido acabar segunda en dos Grandes Premios. Los Juegos Olímpicos ya quedan lejos, pero la experiencia no me la quita nadie", asegura.

"Creo que el deporte me ha dado unos valores, una manera de enfocar las cosas, una serenidad, una concentración, un equilibrio. Todo eso me ha ayudado en mi profesión, especialmente en los momentos de tensión", analiza quien, además de perseguir delitos, suele ofrecer charlas en institutos, centros sociales o residencias de la tercera edad para concienciar sobre la seguridad en internet.

"Hay estafas por cuantías muy altas, como los llamados fraudes al CEO, pero lo que más daño está haciendo son los phishing en todas sus vertientes. Las llamadas telefónicas fraudulentas, los mensajes al móvil con enlaces, los correos electrónicos engañosos... Se hacen pasar por tu banco o se hacen pasar por un hijo en apuros. Ese tipo de estafas dirigidas al ciudadano son las más habituales", cuenta Gómez, implacable ante un ordenador o con un arco entre manos.

Alcaraz vence en su debut en Queen's y confirma que llega más fresco que nunca a la hierba

Alcaraz vence en su debut en Queen’s y confirma que llega más fresco que nunca a la hierba

El pasado sábado, a su llegada a Londres, Carlos Alcaraz valoraba su ya tradicional escapada a Ibiza entre Roland Garros y Wimbledon. "Este año me lo he tomado con más tranquilidad. Han sido tres días de descanso, más que suficiente, pero solo salí por la noche uno de ellos. Los otros dos, a medianoche estaba en la cama, me hago mayor, el cuerpo ya no me da", comentaba y pocos le creían. A sus 22 años, después de la remontada de todas las remontadas ante Jannik Sinner en París, en uno de sus escasos momentos de diversión... ¿Pronto a la cama? Sonaba inverosímil. Pero visto lo visto en pista seguramente fue cierto.

Si el año pasado la fiesta le llevó a una eliminación temprana en el ATP 500 de Queen’s, el torneo previo al Grand Slam londinense, esta vez parece fresco, concentrado, preparado. Este martes, en su debut, completó un ejercicio de madurez para vencer al australiano Adam Walton por 6-4 y 7-6(4) en una hora y 42 minutos de juego. Quizá no fue tan brillante, pero fue serio.

Hasta la hipotética final de Wimbledon del próximo 13 de julio queda casi un mes, muchos entrenamientos y hasta 12 partidos, pero las sensaciones son notables. Entre sus deberes, los habituales en estas fechas: adaptarse a la velocidad de la bola sobre la hierba y mejorar su confianza en los movimientos. Sus fortalezas son muchas más. Ante Walton, Alcaraz exhibió solidez en el saque, su derecha funcionó como en Roland Garros y, sobre todo, no hubo ni rastro de cansancio. En los dos sets sólo concedió un par de opciones de rotura, al final, y las salvó para llevarse el periodo en el tie-break.

Pese a ser un ‘lucky loser’, un tenista que venía de perder en el torneo clasificatorio, Walton jugó como debía en hierba y no fue un adversario sencillo. Saque y volea, estilo clásico. El rival de Alcaraz debía ser : vence en su debut en Queen's, el segundo español en el ranking ATP, pero una indisposición de última hora le obligó a ceder su plaza. En la próxima ronda el español se enfrentará al vencedor del duelo entre Jordan Thompson y Jaume Munar.

El mensaje desesperado de Rafa Guijosa, ex jugador del Barça, ahora seleccionador de Irán: "A ver si me sacan de aquí"

El mensaje desesperado de Rafa Guijosa, ex jugador del Barça, ahora seleccionador de Irán: “A ver si me sacan de aquí”

La experiencia estaba siendo positiva. Rafa Guijosa, ex del Barça del Dream Team, mejor jugador del mundo en 1999, mostraba en sus redes sociales cómo disfrutaba del turismo en Irán, el país que el pasado septiembre le contrató como seleccionador. Visitaba Persépolis, por ejemplo, la que fuera capital del imperio Persa. Pero hace unos días todo se torció.

La escalada bélica entre Irán e Israel obligó a cientos de miles de habitantes de Teherán a huir de la ciudad y Guijosa se descubrió encallado en su residencia, detrás los monumentales atascos formados. Este martes lanzó un mensaje de socorro. A través del correo electrónico escribió a sus amigos en busca de ayuda.

"Estoy en una situación muy complicada. No tengo buena comunicación, ni Whatsapp ni redes sociales y la desinformación es total. Nadie sabe qué va a pasar. La única forma de salir es por carretera vía Turquía (1.300 km) pero me dicen que ahora es muy peligroso. Ir a Dubai o Qatar por barco es un suicidio... Necesito que se sepa de mi situación, simplemente que me ayudes comentando a todo el que puedas mi situación, a ver si en cuanto se pueda me sacan de aquí a través de la embajada, la Federación de Irán, Turquía, Española, IHF, Barca... lo que sea", escribió Guijosa desde un punto inconcreto del país asiático. La Embajada de España en Teherán ha contactado con él y también la Agencia EFE.

"Estoy en contacto con la Embajada a diario y también con la Federación Iraní, la Española y la Internacional (IHF). Están en contacto todos conmigo, pero en estos momentos hay que estar tranquilos", comentó por correo electrónico a la agencia y añadió que en Teherán "la gente sale a la loco, es un caos" por lo que prefiere "la prudencia y estar tranquilo en un sitio seguro, ya se calmará todo".

Guijosa ya fue seleccionador de Irán entre 2012 y 2014 y consiguió la única medalla del país, un bronce en el Campeonato Asiático, pero luego un cambio de normativa interna le impidió estar en su debut en un Mundial, en 2015. Después estuvo varias temporadas dirigiendo al Ademar de León en Asobal y volvió a las experiencias exóticas como seleccionador de Ruanda. En Irán contaba con un sólo jugador que competía en el extranjero, el central Pouya Norouzinejad, del VfL Eintracht Hagen alemán y el resto lo hacían en la liga doméstica.

Como jugador, Guijosa fue campeón de Europa con el Barcelona en cinco ocasiones consecutivas (del 1996 al 2000) y formó parte de la primera época dorada de la selección. En dos Juegos Olímpicos consecutivos, Atlanta 1996 y Sidney 2000, se hizo con el bronce. De hecho recientemente fue nominado para entrar al Hall of Fame de la Federación Internacional de Balonmano (IHF).