El Madrid hace caja con la NBA: más de 20 millones en 10 años

El Madrid hace caja con la NBA: más de 20 millones en 10 años

Desde hace algo más de una década, el Real Madrid de baloncesto tiene un plan marcado a fuego en la libreta de la sección. Formar jugadores en su cantera, fichar bien en Europa, triunfar en las competiciones continentales y permitir la salida de sus piezas hacia una NBA que no tiene problemas en pagar las cláusulas que sean. A la vez, el conjunto blanco responde a la tiranía de la mejor liga del mundo aprovechándose de aquellos que vuelven de Estados Unidos con ganas de reivindicarse. Es un ida y vuelta que beneficia al Madrid, que le ha dejado más de 20 millones en sus arcas y que, a la vez, le ha servido para reforzarse y seguir acumulando títulos. Parece fácil, pero no lo es.

El caso de Guerson Yabusele es el último ejemplo. Al francés le quedaba un año de contrato con el Madrid, despuntó en los Juegos Olímpicos con su selección y le surgió la oportunidad de volver a la NBA. No lo ha dudado. A sus 28 años, quiere intentarlo de nuevo. Fue elegido por los Boston Celtics en el número 16 del draft de 2016, estuvo allí dos temporadas, se fue a China, regresó a la liga francesa y en 2021 fichó por el Madrid. Tres años después y cuando parecía que el conjunto blanco no tenía tanto interés en renovarle, ha decidido pagar su cláusula de salida a la NBA para firmar con los Philadelphia 76ers, uno de los mejores equipos de la Conferencia Este.

La situación es idónea para el Madrid, que recibe una cuantiosa cifra (2,5 millones) por un jugador cerca de terminar contrato en el momento perfecto para recuperar a Usman Garuba, que a sus 22 años regresa de la NBA tras su periplo de dos temporadas. No descarten que Garuba siga el camino de Yabusele en un futuro: Europa-NBA-Europa-NBA. Es un 'tira y afloja' constante y como en la NBA no hay problema de dinero, el beneficio es máximo para el club europeo, el Madrid en este caso.

Con su regreso a la NBA, Yabusele conseguirá aspirar a la pensión de por vida de la liga, que se le da a aquellos jugadores que disputan tres o más temporadas allí y que asciende a 36.000 dólares anuales.

El francés es el séptimo jugador en los últimos diez años en pagar su cláusula de salida al Madrid para irse a la NBA. La lista la completan Nikola Mirotic (2,5 millones en 2014), Sergio Rodríguez (tres en 2016), Luka Doncic (dos en 2018), Facundo Campazzo (seis en 2020), GabyDeck (1,3 en 2021) y Usman Garuba (tres en 2021). En total, 20,3 millones en diez años.

Todos los jugadores, salvo Doncic, han vuelto a Europa. Y todos, salvo Mirotic, regresaron al Madrid, que se suele quedar con un derecho preferencial en caso de que decidan volver. Siempre, además, cobrando menos que en Estados Unidos. La cláusula sirve de colchón para rearmar una plantilla que cada temporada es competitiva gracias a los 'arrepentidos' de la NBA. Miren la rotación que manejará Chus Mateo.

Campazzo, Hezonja, Musa, Deck, Garuba, Ibaka y Tavares pasaron por Estados Unidos, Andrés Feliz y Rathan-Mayes son los fichajes 'continentales' de este verano, Llull y Abalde el núcleo nacional y falta el fichaje de otro interior, la guinda al proyecto de esta temporada, que saldrá, no lo duden, de una lista de exNBA con ganas de redimirse en Europa.

Todo esto ha aliviado la caja fuerte de una sección que históricamente ha dado problemas (y pérdidas) a la entidad madridista pero que en los últimos años ha sabido hacerse fuerte deportiva y económicamente, siempre evitando endeudarse con salarios por encima de mercado. Así se explica cómo el Madrid se terminó retirando de la pelea por firmar a los Hernangómez, por ejemplo.

En el fondo del armario, la cantera, con Hugo González como siguiente perla por explotar. El alero de 18 años formará parte del primer equipo esta temporada y aspira a entrar en el draft de la NBA de 2025, aunque en principio no daría el salto en ese mismo momento. El plan con él es el de siempre: minutos, éxitos, NBA y derecho preferencial para su vuelta, si sucediera. Y siempre levantando trofeos en el WiZink.

Vacaciones durante el año, la solución de Ancelotti ante un calendario "bestial": "Ayudará a nivel mental y de estrés"

Vacaciones durante el año, la solución de Ancelotti ante un calendario “bestial”: “Ayudará a nivel mental y de estrés”

El Real Madrid afronta este año siete competiciones y una temporada de casi doce meses en la que sus futbolistas podrían superar los 70 partidos. El equipo de Carlo Ancelotti comenzó la pretemporada veraniega el pasado lunes 15 de julio y podría disputar su último encuentro del curso el próximo 13 de julio de 2025, cuando se celebrará la final del nuevo Mundial de Clubes. Una campaña única e inabarcable. Por eso, el cuerpo técnico del entrenador italiano, liderado por su asistente e hijo Davide y por el sargento de la preparación física Antonio Pintus, ha tomado una decisión que venían maquinando durante las últimas campañas: aprovecharán los parones de selecciones para dar vacaciones a sus jugadores. Un aspecto "clave", detallan en Valdebebas, en el "plano mental" del vestuario ante un calendario tan cargado.

En el staff de Ancelotti han ido tanteando esta posibilidad desde hace tiempo, especialmente desde el año 2022, con la conquista de la Champions y la disputa del Mundial de Qatar en mitad de la temporada, algo que alteró la preparación física y mental del equipo. Al ver el nuevo calendario de la temporada 2024-2025, no han dudado en crear cinco ventanas de descanso que los futbolistas, si quieren, podrán aprovechar para descansar.

En el fondo, explican fuentes internas, es asumir las rotaciones de otras temporadas, aunque alejando al futbolista de Valdebebas y de la convocatoria de los partidos posteriores al viaje internacional para que desconecte mentalmente. Serán un par de días, tampoco mucho más, pero servirán para que los jugadores que lo necesiten hagan 'clic'.

"El calendario es bestial", admiten desde la ciudad deportiva del conjunto blanco. Y lo es. 38 jornadas de Liga, 8 partidos en la primera liguilla de la Champions, las eliminatorias de octavos, cuartos, semifinales y final si el Madrid avanza, la Supercopa de Europa en Polonia, la Supercopa de España durante la segunda semana de enero en Arabia Saudí, la Copa del Rey desde el fin de semana de Reyes... Y dos competiciones que tienen fecha, pero no sede: la Copa Intercontinental, que hay muchas posibilidades de que se dispute en Oriente Medio a mediados de diciembre, y el Super Mundial de Clubes, que se estrena esta temporada y se celebrará durante un mes en Estados Unidos, entre el 14 de junio y el 13 de julio.

"Necesitan descansar"

"Los jugadores necesitan descansar, necesitan vacaciones", admitió Ancelotti el pasado sábado. Los jugadores que disputaron la Eurocopa y la Copa América apenas tuvieron dos semanas de descanso. Dos semanas de 52 que tiene un año. "Es inviable", admiten en el club. "Pensamos en dar vacaciones individuales a los jugadores. Un jugador puede no jugar una semana e irse a descansar con su familia. Lo pensamos sobre todo por los internacionales, que tienen muy poco descanso. Esos no tienen ni un día de vacaciones. Lo estamos valorando con el equipo médico y con los responsables de la preparación física", detalló el italiano en la sala de prensa.

Esta temporada, los futbolistas tendrán seis parones, cinco por encuentros de selecciones y uno por las vacaciones de Navidad. Los parones serán del 2 al 10 de septiembre, del 7 al 15 de octubre, del 11 al 19 de noviembre, del 17 al 25 de marzo y del 2 al 10 de junio. La pausa navideña, por su parte, tendrá lugar del 22 de diciembre al fin de semana del 6 de enero.

"A partir de 5 días, se nota"

"Todo lo que sean descansos o desconexiones de dos a cuatro días favorecerán a nivel mental y de estrés, sin que haya pérdida significativa de la condición física", explica a este periódico David Antona, preparador físico de deportistas de alto nivel, como Paula Badosa o Willy Hernangómez.

"A partir de los cinco o siete días de inactividad, es cuando se empieza a notar la pérdida de la condición física y cuando habría que recuperar entrenando más a la vuelta", añade. Por esto, la idea de Ancelotti y su cuerpo técnico son descansos breves. Si un jugador brasileño, por ejemplo, termina la concentración con su selección un jueves, podría no acudir a la cita liguera de ese fin de semana y sumarse al grupo el domingo o el lunes, a tiempo para un compromiso de Champions o para preparar el siguiente encuentro doméstico.

El aviso de Ancelotti y el problema "mental" del Madrid en Mallorca: "No estoy contento"

El aviso de Ancelotti y el problema “mental” del Madrid en Mallorca: “No estoy contento”

La temporada pasada, allá por el mes de marzo, Carlo Ancelotti dejó una frase con huella: "En el Madrid, el empate es la antesala de la crisis". Una sentencia que sirve para las tablas que el conjunto blanco ha firmado en Son Moix ante el Mallorca. Quizás por eso, porque conoce a su vestuario, al club y a su entorno mejor que nadie, el técnico italiano se mostró muy enfadado en la rueda de prensa. Sorprendentemente enfadado.

"Hoy no estoy contento. Creo que se podía haber hecho mucho mejor y no quiero poner excusas de nada. Teníamos que tener más actitud y este partido nos puede servir para aprender mucho, es un partido bastante claro de dónde podemos tener problemas", reflexionó.

Un mensaje contundente para sus futbolistas, que fueron de más a menos durante el partido y que lo terminaron siendo incapaces de superar el muro defensivo del Mallorca. "El partido lo hemos empezado bien, nos hemos adelantado y hemos podido meter el segundo. Pero en la segunda parte nos ha faltado equilibrio, hemos podido perder por no tener equilibrio. Somos un equipo muy ofensivo y el equilibrio defensivo es una parte fundamental. No ha sido un buen partido", argumentó.

En esa segunda parte, el entrenador transalpino retiró a Tchouaméni para dar entrada a Modric y esperó hasta el minuto 88 para darle la oportunidad a Güler, Ceballos y Brahim. ¿Demasiado tarde?: "Puede ser, cada uno tiene su opinión. Igual era muy tarde, o no".

El Madrid tuvo más posesión que su rival, pero fue estéril. Remató menos a puerta que el Mallorca (4 contra 5) y no creó ocasiones en los últimos minutos, en los que parecía que el físico no le daba para producir jugadas. "No es un problema físico, es mental", advirtió el italiano, muy insistente en el "equilibrio" y en la concentración.

"El equilibrio se encuentra con los jugadores pensando en lo mismo. Cuando hay que recuperar el balón tenemos que pensarlo todos juntos", aseguró, refiriéndose a los desajustes en la presión. "Es un problema de todos, no de los delanteros, de los medios o de los defensas. Es un problema de un equipo que no ha entendido que esto era un aspecto clave en el partido", sentenció, de nuevo siendo muy crítico y muy duro con sus futbolistas.

Cuestionado sobre los cambios, dejó claro que el curso pasado, que el Madrid arrancó con pleno de victorias, no rotó hasta la Champions. "El año pasado tampoco cambiaba mucho al principio de la temporada. Cuando llegue la Champions tendré más opciones de rotar. Nos ha costado robar el balón, hacer presión tras pérdida... Cuando se habla del aspecto defensivo se habla sobre todo del compromiso colectivo", insistió.

El partido dejó otra noticia negativa: la expulsión de Ferland Mendy tras una dura entrada sobre Muriqi en el tiempo extra. El francés se perderá el partido ante el Valladolid y obligará a Ancelotti a apostar por Fran García.

Sobre el césped, noche complicada para Vinicius. Pitado por la afición del Mallorca desde los primeros instantes del juego y sufriendo alguna dura entrada, como una de Maffeo por detrás, discutió con el colegiado porque éste le recriminó que pidiera ánimos a la grada visitante. "Habla con Dani, no puedo hablar contigo, habla con Dani", le dijo el brasileño a Soto Grado, en referencia al capitán del conjunto blanco y la nueva norma que prohíbe a los futbolistas protestar a los colegiados.

La nueva galaxia del Madrid pincha en el embudo de Mallorca

La nueva galaxia del Madrid pincha en el embudo de Mallorca

El estreno de la película liguera del Madrid llegó con pinchazo. No en la taquilla, sí en el césped. Los blancos firmaron tablas en un Son Moix repleto que se convirtió en un embudo para los de Ancelotti, incapaces de doblegar la defensa de Arrasate. Rodrygo anotó el 0-1 de una noche que parecía brillante en la galaxia madridista, pero Muriqi, imponente de cabeza, selló el empate.

Ancelotti sabe que lo más importante de un equipo campeón es la química. Dentro y fuera del vestuario. Sus dos Champions en cuatro años se explican desde el ambiente de grupo que se vive dentro de Valdebebas. Por eso, y porque el verano está para disfrutar, el técnico italiano volvió a apostar en Son Moix por el once de la Supercopa de Europa. Ese que junta en el mismo ataque a Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé.

Cada viaje caluroso de este Madrid recuerda a las giras exóticas de los Galácticos. Es así. Por el '9' de Mbappé que llevaba Ronaldo, porque Bellingham es inglés como Beckham, por la 'samba' de Vinicius y Rodrygo... Es un equipo que apetece ver. Por eso en la grada de Son Moix no cabía un alma y por ahí estaban Rudy, Nadal o Abrines.

Esta alineación del Madrid lleva dos partidos de prueba pero ya ha dejado claro que necesita más físico que adaptación. En la primera parte de Mallorca volvieron a fluir como desea Ancelotti, intercambiando puestos, creando espacios a los compañeros, atrayendo rivales... Pero le faltó gas, necesario para las ideas.

A pesar del clásico arreón inicial del Mallorca, en el que tuvo que intervenir Courtois para despejar un disparo de Samu Costa, el Madrid controló el partido. Bellingham volvió a ser más constructor que ejecutor y Ancelotti siguió probando varias salidas de balón que acababan, según la jugada, con el inglés, Rüdiger, Rodrygo o Vinicius en la que era la posición de Kroos. Unos movimientos que desajustaron a su rival.

En el 12, primera combinación de éxito. Bellingham, Mbappé, Vinicius y Rodrygo se juntaron en la zona izquierda del área balear. Pared entre el inglés y el francés, el balón llegó a Vini, que dejó atrás a Rodrygo y éste, después de varios amagos, encontró la red del Mallorca con una rosca al palo izquierdo de Greif.

El tanto confirmó la superioridad del Madrid ante un Mallorca que intentó hacerse con el balón, pero no pudo. La idea de Arrasate es más proactiva que la de Aguirre, pero la diferencia de talento entre ambos equipos era demasiada como para buscar ese camino. El plan se volvió simple: defensar y aprovechar las opciones que les dejaran.

El Madrid pausó el juego cuando tuvo que hacerlo y aceleró cuando vio los espacios, especialmente en los pies de Vinicius y Mbappé y siempre sostenido por Valverde y Tchouaméni. En el 24, Mbappé remató al lateral un centro de Vinicius, y unos minutos después no llegó por milímetros a terminar una combinación extraordinaria de sus compañeros. Dentro del área, de derecha a izquierda, con pisadas y algún caño, Vinicius terminó poniendo un centro que el galo no alcanzó a rematar.

Muriqi, gigante

Disfrutaban los blancos y sufría el Mallorca, dependiente de las jugadas a balón parado. Por suerte, la noche de Palma le había guardado un premio. Tras el descanso, los baleares vieron la luz como casi siempre en Son Moix, con un centro y un remate de cabeza de Muriqi. Gigante, el kosovar se elevó entre Rüdiger y Bellingham y superó a Courtois para empatar el partido.

Era el minuto 51 y Arrasate tenía al Madrid donde quería. Tablas en el tramo final y el partido convertido en un embudo hacia la portería balear. Al Madrid le costó romper líneas, el ex de Osasuna metió más madera en su centro del campo y Ancelotti apostó por Modric en el timón. Necesitaba ideas y goles.

En la última media hora, el conjunto blanco empezó a atravesar el embudo como pudo. En el 61, Mbappé ganó a la espalda de los centrales, encaró a los últimos defensas y probó a Greif al primer palo, pero el guardameta rechazó el disparo del francés. No sería su último intento.

El físico comenzó a hacer efecto a ambos equipos y el duelo se llenó de imprecisiones, sin romperse porque nadie estaba para carreras extras. En el 69, Bellingham encontró a Mbappé al espacio y el galo, con la zurda, probó en diagonal a Greif, que volvió a acertar para rechazar el tiro.

El embudo mallorquín se convirtió en un imposible para el Madrid, obligando a Ancelotti a realizar tres cambios de emergencia en el 88. No encontraba soluciones a sus problemas y retiró a Bellingham y Vinicius, impotentes ante la defensa rival. Fue el turno de Güler y Brahim, con Mbappé y Rodrygo al lado. Demasiadas urgencias para la primera semana de competición liguera.

El Madrid perdió dos puntos en su estreno y confirmó que no todos los días son fiesta en la galaxia. Le quedan 37 jornadas de sudor.

Abdón Prats, entre la cerámica y la historia del Mallorca: "Hacer cerámica me ayuda a evadirme"

Abdón Prats, entre la cerámica y la historia del Mallorca: “Hacer cerámica me ayuda a evadirme”

Tiene bigote, hace tazas y cuencos de cerámica en su tiempo libre, está empezando a pintar y a la vez marca goles. Muchos. Abdón Prats (Artá, 1992), sobrino del exportero Toni Prats, está a 17 goles de igualar a Samuel Eto'o como máximo goleador en la historia del Mallorca, donde es un icono, por fútbol y por apariencia, con los niños de Palma pintándose un bigote en su honor. Esta noche recibe en su casa al Real Madrid, admitiendo en EL MUNDO que el fútbol «se ha igualado mucho» a pesar de los fichajes de los grandes.

En la última visita del Madrid a Mallorca, los aficionados se pusieron miles de caretas con su cara. Es usted un ídolo.
Es que todo lo que he vivido aquí... Es como una relación de amor. Siendo de aquí, cuando las cosas salen bien es como algo mágico.
¿Se sufre más?
Yo creo que sí. Ahora con 31 años ya intento que no se me note, pero sí que se pasa mal. El club es como un miembro de tu familia, lo cuidas como si fuera tuyo.
Ha pasado de jugar en Segunda B a una final de Copa. Todo con el Mallorca y con su compañero Raíllo.
A veces lo hablamos. Es que es una locura. Al final hay una relación más allá de ser compañeros, por todo lo vivido también fuera del fútbol. Es un gran líder y tiene un gran poso después de tantos años.
Pasar de Segunda B a Primera, ser estrella en su pueblo... ¿Todo eso le ha cambiado como persona?
Creo que sigo siendo el mismo en cuanto a humildad y personalidad. Tengo los pies en el suelo y no me he venido arriba. Futbolísticamente, el Abdón de antes no tiene nada que ver con el de ahora.
¿Ha habido alguna persona que le haya dicho "Abdón, por aquí sí, por aquí no"?
He sido muy intuitivo y he sabido hasta dónde estirar el chicle. A veces he estado a punto de caerme y de irme a otros países, pero me volví a encarrilar. Mi madre siempre me ha apoyado, junto a mis abuelos, que también me avisaban si me confundía y veían que mi carrera podía peligrar.
¿Cómo era un día en su infancia?
Mi madre siempre ha tenido un restaurante en Artá y yo desde bien pequeño ya tiraba muchos vasos con el balón. Hay clientes que 30 años después se lo recuerdan. Pasaba muchas horas ahí y en la plaza. Y luego los fines de semana mi abuelo, que era taxista, me llevaba a los partidos. Me lo han dado prácticamente todo. Pasaba con ellos todo el fin de semana.
He leído que le gusta la cerámica.
Tengo la casa llena de tazas, platos y cuencos. Todos hechos por mí. Hacer cerámica me ayuda a evadirme y a relajarme. Quiero poner un pequeño estudio en mi casa y el día de mañana pues ir haciendo más cosas.
Y pintar.
Algo he pintado, pero cosas sencillas (risas). Cuando monte el estudio de cerámica, empezaré a pintar en serio.
Hablando de la familia y de fútbol. Su tío es Toni Prats, exportero del Betis.
Fue una persona fundamental para mí que también me ha dado todo. Me ha cuidado cuando lo ha tenido que hacer. De pequeño, cuando iba a Sevilla, que él estaba en el Betis, yo remataba los centros de Joaquín y él se ponía de portero. Las faltas con Assunçao, estuve con Denilson tirando a puerta... La recuerdo como una época increíble siendo un niño. Era la hostia. El otro día encontré las botas que me regaló Denilson, unas Nike Mercurial doradas, son una reliquia.
Pero su ídolo era Eto'o.
Sí. A ver, no he tenido un ídolo en concreto. Siempre me han gustado los delanteros goleadores, Ronaldo Nazario, Higuaín cuando estaba en el Madrid... Me he fijado en muchos. Aduriz, por ejemplo, era un monstruo.
Hábleme del Mallorca. Se ha ido Aguirre y ha llegado Arrasate.
Jagoba es una persona súper humilde y trabajadora, así que con ganas de ver cómo crece el Mallorca con él. Tenemos ganas. Estamos a muerte con con él.
Ahora reciben al Madrid, con Mbappé como gran fichaje. ¿La brecha con los grandes ha crecido o la presencia de equipos como Osasuna y Mallorca en las finales de Copa es un ejemplo de mayor igualdad?
El fútbol ha cambiado mucho físicamente, se ha igualado todo mucho. Ya no hay tantas diferencias entre los jugadores. Ya no hay una estrella que despunte con diferencia sobre el segundo y al final eso se nota. Y cuando tu trabajas en equipo pues tienes más opciones de ganar a los grandes que hace 5 o 10 años. De eso se trata, que haya emoción y que el fútbol español se vuelva a colocar como la liga más seguida.
¿El bigote se lo afeitará cuando te retires?
A veces lo pienso... Creo que es una cosa que ya va conmigo y que va a ser difícil quitar, eh. Me costaría verme en el espejo sin él. Es una cosa que me hace gracia, cuando veo a algunos niños con el bigote pintado. Es algo icónico, ¿no? Se nota el cariño que la gente me tiene y eso es algo muy importante para un jugador que es de la casa.
El nuevo Bellingham: descanso, gimnasio, "confianza" en Pintus y adiós a la aparatosa protección del hombro

El nuevo Bellingham: descanso, gimnasio, “confianza” en Pintus y adiós a la aparatosa protección del hombro

Varsovia descubrió a un nuevo Jude Bellingham. Descansado, ágil, organizador de juego, llegador... Inició la jugada del 1-0 de Valverde y asistió a Mbappé en el 2-0 para sentenciar la primera Supercopa de Europa de su carrera. El británico jugó su mejor partido en muchos meses, palabras mayores para alguien que anotó 23 goles la pasada campaña. Dio más pases que nadie en los últimos metros del campo (16), fue el que creó más ocasiones (3) y lanzó dos veces a portería, aunque no tuvo suerte para marcar. Dio igual, se llevó un merecido MVP.

Curiosamente, la gran actuación de Bellingham coincidió con la liberación que sintió por fin en el hombro izquierdo. El inglés ha jugado nueve meses con una aparatosa protección en esa zona que le impedía moverse con total normalidad. Contra el Atalanta, por fin se atrevió a jugar sin ella. Y el resultado no pudo ser mejor.

Para saber más

«He trabajado muchísimo durante las vacaciones y la pretemporada. La protección era una prevención, porque al final de la temporada me sentía un poco mal y eso me ayudaba», explicó en la sala de prensa del Estadio Nacional.

Bellingham jugó con molestias en el hombro desde el 5 de noviembre, cuando sufrió una luxación en el duelo ante el Rayo Vallecano, hasta la final de la Eurocopa contra España, el pasado 14 de julio. Y siempre había llevado la protección, que le aportaba seguridad en los movimientos y en las caídas, pero le quitaba agilidad.

'No' al quirófano

Se rumoreó con la posibilidad de pasar por el quirófano, pero los servicios médicos del club y el propio futbolista lo descartaron en todo momento. El inglés sólo necesitaba descanso. Rechazó parar durante el tramo más importante de la temporada y siguió jugando a pesar de que cansancio del año (y del hombro) le limitaba. Tanto con el Madrid como con Inglaterra se le vio en una versión un tanto inferior a la mostrada en el inicio del curso, pero aún así asistió a Vinicius en la final de Champions y anotó varios goles clave para su selección en la Eurocopa.

En el resumen del final de su primera temporada en el Madrid, Bellingham acabó con 23 goles, 13 asistencias, más de 3.500 minutos y problemas físicos en el hombro y en el tobillo que le lastraron durante parte del curso.

Gimnasio y Pintus

Llegaron entonces las tres semanas de vacaciones entre el torneo y el inicio de la pretemporada con el Madrid, y Bellingham ha mezclado el descanso que necesitaba con largas horas de gimnasio para fortalecer la zona. Adiós a la protección. «Confío en el trabajo que estoy haciendo con Pintus en el gimnasio y ya me quiero centrar en el fútbol lo máximo posible», admitió tras el duelo en Varsovia.

Y el fútbol le tiene preparado un nuevo desafío para esta temporada. La llegada de Mbappé y la confianza de Ancelotti en Rodrygo hacen entrever un 4-3-3 de manera regular en el conjunto blanco. Eso quiere decir que Bellingham abandonará ese pico del rombo que le hizo pichichi madridista el año pasado y será parte del trío del centro del campo junto a Tchouaméni y Valverde. Así fue en Varsovia.

Sin Kroos, el Madrid necesita que el uruguayo y el inglés asuman más responsabilidad en la salida de balón, y Bellingham se echó a los hombros la Supercopa en la segunda parte. Bajó a recibir, fue capaz de controlar de espaldas y de romper líneas con balón, filtró a los tres atacantes y llegó al área. Lo que había hecho la temporada pasada unido a una mayor presencia en la construcción. Todo en uno. Y Ancelotti, que se acercó a él al final del duelo para elogiarle, se mostró feliz por resolver con acierto, al menos en esta ocasión, uno de los grandes interrogantes de la temporada: ¿Cómo jugará el Madrid sin Kroos? «Me he acercado a él porque ha hecho una gran segunda parte», dijo el técnico italiano.

«Haré lo que quiera Ancelotti. Jugaré en cualquier sitio, no hay problema. Cuando hace falta puedo ir más arriba, y cuando se necesite, puedo ayudar en la elaboración. Siempre estaré involucrado y eso es lo importante para mí, el intentar ayudar al equipo. No me importa la posición», reflexionó el británico ante los medios, donde elogió a Mbappé, su socio en el 2-0. «Kylian es increíble. Tenemos un equipo renovado este año y esta noche pareció funcionar, pero lleva tiempo», avisó. De momento, otro título.

La “Revolución Mbappé” para que LaLiga se acerque a la Premier: patrocinios, redes sociales, derechos televisivos…

Actualizado Jueves, 15 agosto 2024 - 02:13

Quizás le suene extraño, pero sí: hoy, un jueves de agosto y un mes después de la final de la Eurocopa, empieza la Liga española. Lo hace con un Athletic-Getafe y un Betis-Girona, alargando esta primera jornada hasta el próximo martes y dejando para el domingo el debut de su nueva gran estrella: Kylian Mbappé, que viajará a Mallorca para el estreno doméstico de un Madrid que ayer disputó la Supercopa. Así es el fútbol, no para. El aterrizaje del

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El debut soñado de Mbappé, ‘MVP’ Bellingham y la comparación con el ataque de 2014: “No tenemos límite”

Actualizado Jueves, 15 agosto 2024 - 01:39

Kylian Mbappé era un hombre feliz ayer sobre el césped del Estadio Nacional de Varsovia. El francés fue titular con el Real Madrid en su primer partido oficial y vio portería para sentenciar al Atalanta. "Es una gran noche. Esperaba este momento desde hace mucho tiempo. Jugar con este escudo, con este equipo, ganar un título... Aquí hay que ganar siempre", analizó después del duelo.

Y es que se trata del primer título europeo para Mbappé, que en todas sus temporadas en Francia no había conseguido levantar ninguno. Quizás por eso, Carvajal, segundo capitán por detrás de Modric, se apresuró a darle la copa después de levantarla junto al croata al cielo de Polonia.

Para saber más

Para el delantero galo, este Madrid "no tiene límite". "Es un placer jugar aquí. Tenemos a los mejores jugadores en todas las posiciones. Somos el Real Madrid y no tenemos límite", dijo, y tampoco se quiso poner un techo de goles. "¿50? Si puedo marcar 50, pues 50. Lo importante es ganar".

A unos metros, Florentino Pérez, arquitecto de este SuperMadrid, no podía ocultar su alegría. "Es una victoria y un título que nos dará mucha energía para una temporada larga y complicada", aseguró, antes de alabar la "universalidad" de su equipo. "Tenemos una gran plantilla y así nos lo reconocen los aficionados de todo el mundo, desde la gira por Estados Unidos a esta Supercopa en Polonia".

"He visto a Mbappé muy feliz, no es fácil estrenarse así", le elogió el presidente. El galo marcó el 2-0 a pase de Jude Bellingham, elegido MVP del encuentro. El británico, que jugó por primera vez sin la protección en el hombro que sí usó en el final de la temporada y en la Eurocopa, estuvo sensacional. "La protección era por prevención. Ahora me encuentro bien. He trabajado muchísimo en las vacaciones, en el gimnasio y ahora con Pintus. Al final de la temporada me sentía un poco mal y la protección me ayudaba, pero ahora me quiero centrar en el fútbol lo máximo posible", reflexionó el inglés en la sala de prensa.

El de Birmingham fue cuestionado por su posición, algo más retrasada que el curso pasado: "No me importa la posición. Antes tampoco es que fuera delantero. Me siento cómodo en cualquier sitio porque yo lo que quiero es ayudar a mi equipo", declaró.

"Es increíble jugar con Kylian"

La conexión entre Vinicius, Mbappé y Bellingham es clave y entre todos se elogiaron. "Es increíble jugar con Kylian. Ves los detalles, la velocidad, el talento, es un líder, se comunica... La gente llevaba hablando mucho tiempo de él y es genial verle aquí por fin. Seguro que consigue más goles", comentó Bellingham sobre el galo, que ya había dicho que "tenemos a los mejores en todas las posiciones".

Bellingham y Mbappé, junto a Vinicius, Rodrygo y Valverde, forman un ataque demoledor que ha obligado al cuerpo técnico de Ancelotti a buscarle competidores en la historia reciente del Madrid. "En la previa hablábamos con el staff intentando comparar el equipo de 2014 con este y es complicado. En 2014, la plantilla era fantástica y el ataque con Bale, Benzema y Cristiano era excepcional. Lo que no cambia en este club es la calidad del equipo", admitió el italiano, que con el triunfo en Polonia iguala los 14 títulos de Miguel Muñoz, el que más en la historia del conjunto blanco.

La única preocupación del duelo para Ancelotti fue la primera parte, en la que al equipo le costó salir jugando desde atrás y buscó balones en largo a la espalda de la defensa italiana. No salió demasiado bien y hasta que el Atalanta se quedó sin aire, los blancos no pudieron romper el duelo. "Había muchos duelos uno contra uno y era difícil encontrar superioridad con posesión, así hemos pensado en buscar balones a la espalda y no ha salido bien en la primera parte. Pero luego ellos acusaron el cansancio y con espacios lo hicimos muy bien. Con espacios, Rodrygo, Vinicius y Mbappé son muy peligrosos", valoró el entrenador.

El SuperMadrid vive su Big Bang en Varsovia: Bellingham, Vinicius y Mbappé pasan por encima del Atalanta

Actualizado Miércoles, 14 agosto 2024 - 23:05

El SuperMadrid de Florentino Pérez ya tiene su primer título. Una Supercopa de Europa nacida de los pies de sus grandes estrellas. Bellingham se echó el equipo a la espalda, Vinicius asistió en el 1-0 de Valverde y Mbappé sentenció al Atalanta con un tanto tras asistencia del británico. Un triunfo perfecto para confirmar el Big Bang de la nueva galaxia madridista.

Carlo Ancelotti entregó a la afición del conjunto blanco su alineación deseada. Courtois, Carvajal, Militao, Rüdiger, Mendy, Tchouaméni, Valverde, Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. Los 'Galácticos 2.0', a falta del lesionado Camavinga. Como si Varsovia fuera Tokio en el verano de 2003, una ciudad entregada a la galaxia blanca para una amistoso contra el Dragon Team nipón, con Mbappé en el papel del debutante David Beckham.

Pero el calendario futbolístico exprime tanto a jugadores y clubes que el debut de la nueva estrella del conjunto blanco llegó en la Supercopa de Europa ante el guerrero Atalanta de Gasperini. El italiano no entiende de agostos ni de pretemporadas, y en el Estadio Nacional de Polonia obligó a los suyos a marcar al hombre a sus rivales. Así le ganó una Europa League al invicto Leverkusen de Alonso. Mordiendo sin respiro.

Sufrió ahí el Madrid en la primera parte, en el debut veraniego de Carvajal, Mendy, Tchouaméni, Bellingham, Valverde y Mbappé y en el primer día en la vida sin Toni Kroos. Cómo responderá el conjunto blanco a la ausencia del alemán es una de las grandes preguntas de la temporada. En Varsovia, la plantilla contestó con contundencia.

Y eso que el inicio fue difícil. La presión al hombre del Atalanta y la falta de frescura en las piernas madridistas dejaron un duelo de balones largos, de imprecisiones y de pocas ocasiones. Todo lo que el espectador no quería. Ante la presión rival, Courtois buscó mucho los pases largos a sus delanteros. Sólo por acercar la jugada a la meta rival. Así pudo respirar el Madrid, incómodo.

El Atalanta encontró sus opciones en los despistes madridistas. Un centro de De Roon dio en Militao y terminó impactando en el larguero para susto de los de Ancelotti, que buscaban soluciones en salida de balón. Rüdiger avanzando hasta el mediocentro, Militao en banda para buscar el balón largo, Vinicius bajando a recibir...

Antes del descanso, Rodrygo pudo poner el 1-0 tras un gran pase de su compatriota con el exterior, pero remató al larguero.

Tras el intermedio, Courtois, como en los viejos tiempos, salvó a su equipo con un vuelo extraordinario a un cabezazo de Pasalic. Fue la gran opción del Atalanta, que hincó la rodilla cuando sus pulmones no le permitieron llegar a marcar al hombre, generando espacios entre su centro del campo y su defensa. Un defecto que nadie castiga como el Madrid.

Bellingham, MVP

Creció Bellingham en ese momento, asumiendo en sus hombros la responsabilidad en la construcción. Recibió, filtró, llegó al área... Lo hizo todo, en un partido más de marzo europeo que de agosto polaco.

En el 59, el británico encontró a Vinicius en la izquierda y el brasileño se inventó un recorte para sentar a su defensa y ceder atrás a Valverde, que aterrizó en el área pequeña para empujar el balón a gol. Fue un suspiro, pero el Atalanta murió.

Los italianos, sin oxígeno, crearon un huracán madridista. Un minuto después Vinicius se quedó mano a mano con Musso tras un pase al hueco de Bellingham, pero erró al definir al centro.

Cinco minutos después, el éxtasis. Bellingham esperó el desmarque de Mbappé y el francés se estrenó como goleador en su primera aparición. La guinda del pastel para el primer título de una temporada en la que la galaxia del Madrid aspira a siete en total.

Camavinga podría estar dos meses fuera de los terrenos de juego tras confirmarse su lesión de rodilla

Actualizado Miércoles, 14 agosto 2024 - 13:46

Con la resaca de la Eurocopa y de los Juegos Olímpicos todavía en la cabeza, el fútbol vuelve este miércoles en Varsovia, donde el Real Madrid y el Atalanta disputan la Supercopa de Europa. El viaje empezó con alarma para el conjunto blanco. Camavinga se hizo daño durante el entrenamiento previo en un choque con Tchouameni y abandonó la sesión.

El francés parecía haber sufrido un golpe, pero fue algo más. Ha sufrido un esguince del ligamento colateral interno en la rodilla izquierda y estará entre seis y ocho semanas de baja.

Con los fichajes de Kylian Mbappé y Endrick y la mejoría de jóvenes como Güler, Carlo Ancelotti tendrá que hacer un puzle con cada alineación, algo que no le preocupa: "Tengo un problema muy gordo, me he arruinado las vacaciones pensando en quién voy a poner y quién no", bromeó ayer. "No... Es muy sencillo, este problema aquí no existe. Tenemos muchos partidos y una plantilla de mucha calidad".

Todo antes de la disputa del primer título de la temporada: "Estamos con mucha ilusión. No hemos tenido mucho tiempo, pero ganar el primer título siempre ilusiona", admitieron el martes Carvajal y Valverde. "Será una temporada muy exigente, pero puede ser muy exitosa. Queremos empezar bien, no hemos tenido mucho tiempo para entrenar pero creo que el equipo está bien y motivado", reflexionó Ancelotti.

"Kylian ha llegado bien, como todos. No hemos tenido mucho tiempo, pero estamos bien y Kylian también. Ha llegado en buena forma y se está adaptando muy bien", explicó Ancelotti sobre su nueva gran estrella. "Me ha tocado sufrirle y es un grandísimo jugador, nos va a ayudar mucho", manifestó Carvajal. "Me tocó compartir un par de entrenamientos con él. Sabemos la clase de jugador que es y se le ve muy motivado, va a dejar una huella en este club", avisó Valverde.