Un año después de su aciago choque contra una alcantarilla, Carlos Sainz comandó a Ferrari en una madrugada de alto voltaje en Las Vegas. Apenas 98 milésimas separaron al madrileño de la pole de George Russell (1:32.312), inabordable con su Mercedes desde la primera sesión libre del jueves. “Hay que mantener la confianza de que aún tenemos una mejor oportunidad para la victoria”, aventura Carlos, con la mirada fija en su tercer triunfo de 2024. En la lucha por el título, Max Verstappen asestó otro golpe en la moral de Lando Norris. El líder del Mundial partirá quinto, justo por delante del británico. Exactamente lo que necesita para proclamarse campeón por cuarta vez.
Sobre las interminables rectas del Strip Circuit, a 345 km/h, Sainz dejó constancia de su gran momento, dominando a Charles Leclerc, su compañero de garaje. El monegasco se vio sorprendido por la irrupción de Pierre Gasly, tercero con el sorprendente Alpine, mientras las aspiraciones de McLaren quedaban devaluadas con la sexta plaza de Norris, a siete décimas de la pole, y la octava de Oscar Piastri. Por no hablar de Lewis Hamilton, incapaz de redondear un intento digno de tal nombre, por lo que partirá décimo.
Sainz se vio superado por el último aliento de Russell, de quien cabe recordar que este año no supo convertir en victorias sus poles en Montreal y Silverstone. Su impecable qualy contrastó con la de su compañero de garaje, autor de un volantazo en la curva 7 durante su primer intento de la Q3. Igual que Hamilton, que tuvo que abortar su intento al pasar de largo por la curva 14. Sin llamar demasiado la atención, Verstappen se conformó con mirar de reojo a Norris.
Alonso, fuera en la Q1
A lo largo de las tres sesiones libres, la falta de adherencia había solviantado a Mad Max, que se quejaba de un coche “inconducible”. Con 12ºC en el aire y sólo un par de grados más sobre el asfalto, el Red Bull partía con pocas opciones para seguir la estela de Mercedes, absoluta dominadora desde el jueves.
Esos problemas se trasladarían de inmediato en la Q1, donde Sergio Pérez iba a quedar fuera de combate por cuarta vez en la temporada. Con el agravante de Liam Lawson, el novato de Visa Cash App RB, que volvió a aventajarle, esta vez por un margen de 68 milésimas. Ni siquiera en un trazado urbano, su gran especialidad, supo el mexicano sacar partido a un coche con el que en 2023 pudo subir al tercer escalón del podio.
La falta de agarre, denunciada por los pilotos hace un año, también pasó factura a Fernando Alonso. En las curvas lentas del Strip Circuit, su AMR-24 resultaría presa fácil para el resto de rivales de la zona baja. No sólo frente a Alpine, Haas o Williams, sino también con el Sauber de Guanyu Zhou. Para mayor escarnio de Aston Martin, Lance Stroll apenas pudo completar un giro. De nada había servido el esfuerzo de sus mecánicos, obligados a montar un motor nuevo tras la rotura previa en los minutos finales de la sesión vespertina.
Mientras la escudería de Silverstone seguía absolutamente perdida, Alpine lograba colar a Pierre Gasly en el top10. También Visa Cash App RB, con Yuki Tsunoda. Incluso Williams, pese a la decepción de Alex Albon en la Q1, pudo luchar con Franco Colapinto, su intrépido rookie. Cuando el argentino volaba al volante se arrimó demasiado al interior de la curva 16 y su FW46 sufrió un durísimo impacto contra el muro de la 17.
Al frío de la madrugada hubo que añadir, por tanto, la media hora de los trabajos de reparación. Esa espera bien mereció la pena para Gasly, cuyos eufóricos gritos en la radio dieron continuidad al doble podio de Alpine en Interlagos.