LaLiga Santander
Entrevista
El canterano de La Masia visita por primera vez el Camp Nou tras su salida hacia la Roma. “Me borré Instagram en Italia, no quería leer nada”, cuenta a EL MUNDO
A sus 24 años, la carrera deportiva de Carles Pérez (Granollers, 1998) ha sido una montaña rusa. El joven de Vilanova del Vallès fue canterano del Espanyol, se mudó a La Masia, se convirtió en un fijo en las inferiores de la selección, explotó en el primer equipo del Barcelona, fichó y sufrió en un gigante como la Roma y ahora, como si hubieran pasado décadas desde la primera vez, busca resucitar en el Celta. Desde Vigo charla con EL MUNDO antes de visitar el Camp Nou, el césped que un día fue su casa. Mil sensaciones.
- ¿Qué significa volver a la Liga?
- Decidí decantarme por la opción del Celta por el proyecto y porque confiaron en mí. En el Barça estuve bien, pero es cierto que llegar a Roma, a un país nuevo, con nuevo idioma, con otro ritmo de juego… Bueno, son experiencias que me han ayudado en muchas cosas. No fue un desastre y no me arrepiento. Ahora con continuidad y confianza se verá otro Carles.
- ¿Cuando alguien sale de España nos olvidamos un poco de él?
- Sí. Si eres español en España se te da más a conocer, la gente está más pendiente. En Italia puedes hacer un buen partido que la gente hablará de ti, pero no es lo mismo que aquí. Entonces para mí volver era lo mejor por la adaptación. He venido un año cedido, no sé qué pasará luego, pero para un año no me podía ir a Alemania, por ejemplo, a aprender alemán que me costaría mucho más. Vigo era la mejor opción.
- ¿Y qué tal el inicio?
- Muy bien. Es verdad que vengo de un año de jugar un partido sí y dos no, así que estoy cogiendo ritmo y todo lleva su proceso de adaptación. Contra el Betis ya estuve más acertado y me queda ver portería, que estoy seguro de que los goles van a llegar. Es una cuestión de confianza.
- No será un partido normal para usted.
- No… Desde que me fui a Italia no he vuelto a jugar contra el Barça y volver a ese campo donde he vivido tantos buenos momentos me gustará, tengo ganas.
- Aseguraba estos días que volver a la Liga era decir “aquí estoy yo”. En el Camp Nou eso se multiplicará por mil, ¿no?
- Claro, mi motivación para este partido es increíble. Volver a ver a algunos compañeros, el estadio… Todo eso te da una motivación extra.
- ¿Cómo ha vivido todo el proceso que ha sido su carrera? ¿Un poco montaña rusa?
- No se me subió nada a la cabeza porque tengo una familia que si me paso… (risas). Tengo una vida muy normal, de casa al entreno y del entreno a casa. Tengo nutricionista, preparador físico, gente con la que reviso mis partidos… No soy de estos que se van a casa y no hacen nada. Es verdad que en el Barça me afectó un poco hacer ocho meses muy buenos con 20 años. Rechacé ofertas estando en el Barça B para quedarme otro año en Segunda B pudiendo irme a Primera y bueno, después de llegar ahí, hacerlo bien y acabar saliendo… Al final me fui a la Roma, que es un grandísimo club, pero hay algo que se me quedó ahí, ¿sabes? Y es algo que he arrastrado un poco. El primer año en Roma hice buenos partidos, empecé muy bien, pero al año siguiente fue distinto, también por el esquema del equipo.
- ¿Ha trabajado con psicólogos?
- Sí, he pasado por eso. Creo que es lo más importante. Puedes estar bien físicamente, correr mucho, tener confianza, pero si la cabeza no va no sirve de nada el nutricionista ni el preparador físico. Fui a un psicólogo al salir del Barça y durante el primer año en la Roma. Y lo he ido trabajando, aunque ahora no tan habitualmente. Ahora me encuentro bien.
- ¿Le dan ansiedad las estadísticas?
- No le doy mucha importancia. Sé que el gol llegará. Creo que lo importante es jugar bien y generar ocasiones, no hay que obsesionarse. No hago mucho caso a eso ni a las redes, paso mucho de eso porque creo que como jugador no te suma. Como si metes un hat trick o fallas todas, no tienes que creerte más ni creerte menos. Por ejemplo, yo no tengo Instagram en el móvil, no quiero leer nada. Trabajo y ya está, no necesito la opinión externa. Hay jugadores a los que les afecta lo que digan, yo me fío de mi gente y mi familia.
- ¿Lo de Instagram ha sido así siempre?
- Me lo borré hace dos años. Está activo, pero no lo llevo yo. En Roma estuve bien, pero no es un lugar fácil para jugar, los italianos lo viven mucho. Si haces un partidazo, genial, pero si juegas mal te aniquilan. Decidí que era mejor quitármelo y centrarme en lo mío.
- ¿Qué tal con Jose Mourinho en Roma?
- Personalmente muy bien, de verdad. Jugaba poco, pero por el sistema que utilizaba él. Va de frente, si lo haces bien te lo dice y si lo haces mal también. No es como esos que no dicen nada, te sientan y ya está. Es cercano y tiene una mentalidad ganadora. Ninguna palabra mala hacia él, al contrario. Agradecido por la mentalidad que me ha inculcado.
- De niño cambió la cantera del Espanyol por la del Barcelona.
- Cuando me fichó el Espanyol con 10 años dije “hostia, me voy a poner en serio”. Yo siempre había sido del Barça. Estaba en el Espanyol, pero si me llamaba el Barça iba con los ojos cerrados. Y llegó esa oportunidad con 14 años.
- ¿Cómo le afectó estar en una cantera tan importante?
- Fue llegar al Barça y ya no dejar de ir a las inferiores de la española. Es donde me di a conocer. Estaba siempre con mis amigos Cucurella y Aleña y bueno, a ver, eso gusta. Te decantas por el fútbol y dejas un poco los estudios, aunque tengo hasta bachillerato y cuando esté más tranquilo quiero sacarme algo.
- De esos de las inferiores se han quedado muchos sin llegar a la elite. ¿Qué hay que tener?
- Puf, no lo sé, hay muchos factores. Yo sé de amigos míos que han tenido lesiones que no les han dejado avanzar, otros suerte, otros que la cabeza se va a otro sitio… No sé. Yo soy centrado pero también has de tener suerte. Hice buena pretemporada con el Barça el año que subí y venía de hacer un buen año con el B, pero tuve suerte por jugar los cuatro primeros partidos de liga porque Suárez y Messi estaban lesionados. Que luego si tienes la oportunidad depende de ti, pero se te tiene que dar esa oportunidad. Ya tuve suerte y la aproveché, otros no la tuvieron. Pero mira Cucurella, por ejemplo, no tuvo la oportunidad en el Barça y ahora está en el Chelsea.