Tras firmar dos quintos puestos en dos temporadas, el piloto español arranca su tercer año en la escudería italiana, que no gana un campeonato de Fórmula 1 desde Kimi Raikkonen en 2007
Ferrari eligió el día de los enamorados para sacar del garaje el SF-23, la herramienta con la que el español Carlos Sainz tendrá la oportunidad de convertirse en campeón de F1. “Es único estar aquí. Es increíble tener este escenario en Maranello con toda la historia que tiene, Ferrari es el único equipo con este ambiente”, dijo el piloto español, que volverá a tener de compañero a Charles Leclerc, con el que confirmó tener una gran relación fuera de pista.
El número 55 de la parrilla no lo tendrá nada fácil para destronar a Red Bull, ya que Ferrari no gana un mundial de pilotos desde 2007, con Kimi Raikkonen, y de escuderías desde 2008. Y eso a pesar de militar en la escudería más laureada, y la única que ha participado en todos los campeonatos.
En sus dos años en Ferrari, Sainz ha sido quinto las dos veces. A su favor que el año pasado ganó su primera carrera, subió tres veces al podio y consiguió nueve poles. A pesar de su velocidad a una vuelta, ya que Ferrari fue el que más poles logró el año pasado, el objetivo de los ingenieros era hacer el SF-23 fiable, es decir, que no se rompa ni funda los neumáticos.
“Llevamos dos años difíciles, pero somos segundos en pilotos y constructores, y el objetivo es ganar, es lo que nos motiva”, dijo Leclerc en la presentación.
El pasado 20 de noviembre tuvo lugar la última carrera de la temporada. “Ha sido un parón de invierno largo. He estado de vacaciones en diciembre pero en enero mi cuerpo me pedía acción y ya estamos preparados para todo lo que viene”, afirmó Sainz en la presentación.
El español también tuvo algún giño con los italianos con los que ahora trabaja: “Españoles e italianos estamos muy cerca, vivo aquí perfectamente, pero evito el antipasti si no quiero coger kilos extra, es lo único que evito, solo como un plato como pero luego me traen más y lo paso fatal”.
Con violines y los tifosi arropando a los pilotos mientras cantaban el Fratelli d’Italia, la escudería no se limitó a sacar una maqueta o a hacer posar a los pilotos junto al coche, sino que lo pusieron ante las cámaras a dar vueltas por el circuito de Fiorano.
Sobre el coche, Sainz afirmó: “Es muy bonito, más que el del año pasado. Y ya pensé que era imposible ser más bonito. Ahora vamos a empezar con las pequeñas cosas: los frenos, las longitudes… Las primeras impresiones”.
Durante este periodo de sequía ha contado con jefes de escudería italianos, de ahí que ahora vaya a intentarlo con un francés Fred Vasseur, quien lleva semanas contestando a la misma pregunta, quién es su primer y segundo piloto, o si influye quién gane la primera: “Sainz y Leclerc tendrán lo mismo (…) No me importa quien gane la primera carrera, les vamos a dar el mismo material a los dos y lo importante es que alguno de ellos llegue primero a meta”.
“Por el momento, desde que he llegado todo es intenso, se puede sentir la presión”, dijo Vasseur, que se incorporó a Ferrari a principios de enero tras la renuncia de su predecesor, el italiano Mattia Binotto.
“Mi contribución en este coche es muy pequeña porque acabo de llegar, pero hay un gran presentimiento. Esa sensación es importante para la motivación de cara a la temporada (…) No es ningún secreto que el año pasado la fiabilidad del motor no fue la mejor, hemos trabajado bien en este invierno para mejorar este aspecto”, sentenció Vasseur.
También los pilotos tuvieron que responder en la presentación sobre esa rivalidad. “Normalmente estamos muy empatados (en tiempos), pero intentaré siempre ser el más rápido. Siempre que estamos en pista competimos, es lo bueno de tener una buena relación fuera y dentro de la pista, siempre con respeto”, dijo Sainz. “Nos haremos mejores el uno al otro hasta el final, eso seguro”, respondió Leclerc.
El piloto monegasco, que el pasado año finalizó segundo en el campeonato de pilotos, solo por detrás del neerlandés Max Verstappen (RedBull), dejó claro cuál era su objetivo, sus expectativas y aspiraciones.
“No puedo esperar a comenzar el Mundial. El 2022 fue un paso adelante comparado con 2021 y 2020, por lo que estoy deseando empezar este año. El objetivo es ganar. La sensación de ganar es lo que me motiva. Estoy deseando volverme a subir al coche y ojalá poder ganar”, dijo Leclerc
El de Montecarlo fue el encargado de dar las dos primeras vueltas al circuito en la presentación, donde lo primero que llama la atención del coche es que es más oscuro, y mantiene su estética tradicional.
“Me he sentido bien, todo ha ido perfecto”, dijo nada más bajarse del coche. “Con dos vueltas es complicado pero he dado el ‘feedback’ ya a los mecánicos”, puntualizó.
Los test arrancan la semana que viene en Bahréin y la primera carrera de la temporada será también en el circuito de Sakhir, justo una semana después.
