Araújo y Ter Stegen salvan al Barça en San Sebastián

Araújo y Ter Stegen salvan al Barça en San Sebastián

Real Sociedad 0 Barcelona 1

Actualizado

El defensa marca en el descuento el gol de la victoria para un equipo azulgrana dominado durante buena parte del encuentro

Araújo celebra su gol, este sábado.ANDER GILLENEAAFP

El fútbol es muy caprichoso: no siempre gana el mejor. El Barça, aunque jugó peor, logró esta vez una sufridísima victoria frente a una Real Sociedad que mereció mucho más gracias a dos nombres propios: Marc André ter Stegen y Ronald Araújo. El portero frustró una y otra vez las llegadas más claras de los donostiarras y el central uruguayo, casi en el último instante y tras pasar por el minucioso análisis del VAR, se encargó de marcar un tanto que valió el triunfo y tres puntos de oro para los barcelonistas.

Esta vez, los de Xavi no brillaron en el juego, pero supieron aprovechar una de sus poquísimas opciones ante la portería rival para recuperar las buenas sensaciones perdidas con la derrota también en el último suspiro frente al Real Madrid en el clásico de la semana pasada en Montjuïc.

Los 45 primeros minutos fueron a la práctica casi un monólogo de una Real Sociedad que, sencillamente, pasó como un rodillo por encima del Barça. El conjunto donostiarra presionó con tino la salida de balón de los barcelonistas, tuvo más control del juego y se las arregló para evitar que su rival contactara con éxito con una vanguardia a la que costaba lo indecible hacerle llegar balones para ponerle el miedo en el cuerpo a Remiro. En el otro extremo del campo, mientras, Ter Stegen tenia que hacer horas extra para evitar que los locales se marcharan al descanso con una ventaja en el marcador que, visto lo visto, habría sido más que merecida.

Las manos de Ter Stegen

El alemán se empleó a fondo para frustrar tres acciones claras de Barrenetxea, Oyarzabal y Kubo y contó con la oportuna ayuda de Kounde para desbaratar un remate que no pudo asir completamente con sus manos. Las llegadas de la Real Sociedad a las inmediaciones del área azulgrana fueron tan constantes como poco afortunadas en su finalización. No en vano, el equipo de Imanol Alguacil incluso superó a los de Xavi en una estadística tan clave para los barcelonistas como la posesión del esférico. Con esos mimbres, los visitantes se agarraron a algún que otro momento de inspiración individual para lanzar alguna leve amenaza que, de hecho, ni siquiera pudo encontrar puerta. Aunque, eso sí, protestaron con ahínco como penalti una acción entre Joao Félix y Zubeldia que ni Alberola Rojas ni el VAR consideraron como punible.

Con una medular formada en teoría por Gündogan, Gavi y Fermín y Cancelo descolgándose tanto en funciones de extremo como colaborando en el centro del campo el Barça no consiguió sentirse cómodo sobre el césped en unos primeros 45 minutos realmente aciagos para los azulgrana. Lo único bueno que lograron llevarse a la caseta tras una primera mitad casi para olvidar fue el hecho de que la Real no había conseguido plasmar su incontestable superioridad en el marcador transformando en gol alguna de sus muchas llegadas al área barcelonista. Quizás precisamente por eso, por saberse afortunados al haberse marchado indemnes al vestuario tras coquetear con el desastre, los de Xavi saltaron al terreno de juego aparentemente más metidos en el partido en el arraque de la segunda mitad del duelo.

La Real, una vez superado el primer arreón barcelonista, se las arregló para retomar el control del juego por mucho que Xavi buscara ese efecto en beneficio propio con el regreso de Pedri. La recuperación de los locales les permitió volver a rondar con peligro el área azulgrana y estos, incluso, pidieron un penalti sobre Oyarzabal que ni el árbitro ni el VAR, de nuevo, consideraron como tal. El paso de los minutos, además, acabó por provocar el regreso de lo peor de un Barça que tuvo que volver a encomendarse a Ter Stegen, sobre todo, y a la solidez de su zaga para evitar que los locales se alzaran con el premio del gol. En el ataque, mientras, con Ferran como relevo de un aún renqueante Lewandowski y la entrada en el terreno de juego tanto de Raphinha como de Lamine Yamal las cosas tampoco parecían mejorar mucho con respecto a los primeros 45 minutos. En los últimos instantes, no obstante, el Barça acosó a Remiro. Hasta que, al final, un tremendamente insistente Araújo, in extremis, y tras consulta con el VAR de por medio, acabó por darle tres puntos vitales al Barça con un gol que, sin duda, valió su peso en oro.

kpd