Katia Ancelotti suele decir que el gesto de elevar la ceja de su padre es la forma que tiene el italiano de licuar su mala leche sin perder el equilibrio ni que afecte a su discurso. En la peor situación, es capaz de responder con humor o utilizar el
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La autolisis es la acción de herirse a uno mismo, con el objetivo de que el dolor físico sustituya al dolor emocional. Las conductas autolíticas expresan rabia, frustración o culpa, en opinión del doctor Jesús Fleta Zaragozano, que ha estudiado su crecimiento, especialmente en la adolescencia. Pep Guardiola está en la madurez, pero su frustración no tiene edad. Si los arañazos que confesó haberse realizado, visibles en su rostro, después de que e
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'Todos los hombres del presidente' es el relato escrito por Bob Woodward y Carl Bernstein, periodistas del 'Washington Post', sobre sus investigaciones en el caso 'Watergate', que acabó con la dimisión de Richard Nixon, en 1974. Llevada al cine y protagonizada por Robert Redford y Dustin Hoffman, es una crónica de las tentaciones y transgresiones del poder, situada en el lugar más poderoso del mundo. Los reporteros persiguen sombras y voces sin descubrir siempre a los hombres hasta encontrar a su «garganta profunda». El fútbol no es la política, aunque pueda tener hasta más visibilidad, y la Ciudad del Fútbol nada tiene que ver con la Casa Blanca, pero la transgresión y la corrupción se aferran al poder como la hiedra, en cualquiera de sus acepciones. Los ejemplos sobran. Es difícil saber si la España de Lamine Yamal podrá ganar otro Mundial, pero la Federación es campeona del mundo en imputados: Ángel Villar, Luis Rubiales, Pedro Rocha... Rafael Louzán estaba ya condenado hasta que el Tribunal Supremo lo habilitó para continuar en el cargo, limpio, como si se tratase del VAR. El presidente que dice a todos que sí y prefiere enviar a otros a decir que no, arranca su mandato de verdad, tras el fallo del alto tribunal, en un complejo escenario, rodeado de ambiciones, traiciones y enfrentamientos, envuelto por las sombras de los hombres que quieren el poder de verdad, no sólo dar la mano, ganar un buen salario y practicar el deporte del 'palquismo' de campo en campo.
Después de las revelaciones de Woodward y Bernstein en el 'Post', lo que acabó por provocar la dimisión de Nixon fue la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, que obligaba al presidente a entregar grabaciones a los investigadores gubernamentales. Para Louzán, en cambio, la decisión del Supremo español ha significado lo contrario, la continuidad, y por unanimidad de los cinco magistrados de la Sala Segunda, al entender que no estaba lo suficientemente sustentado el delito de prevaricación por el pago con dinero público del sobrecoste de unas obras de un campo de fútbol para las que se había destinado ya una subvención pública. Mientras para algunos juristas el fallo es aceptable, la realidad es que había sido condenado en dos instancias judiciales con anterioridad. En la Federación había pesimismo, por lo que se trabajaba en un plan B. En el Gobierno, contrario ya a que Louzán se presentara siquiera a las elecciones, eran taxativos: «Si el Supremo la ratifica, ni un atajo más, nuevas elecciones».
Rafael Louzán.SERGIO PÉREZEFE
Buenas conexiones judiciales
El único realmente optimista era Louzán. Convencido de que saldría adelante su recurso de casación, mantenía una agenda frenética, incluso con una visita a Aleksander Ceferin un día antes de la vista. Estaba bien asesorado y beneficiado por las sombras del contexto. Hablan de la buena sintonía que tiene quien ha dirigido su defensa, Nicolás González-Cuéllar, con Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda y juez del 'procés'. El perfil del panel de los cinco magistrados era claramente conservador ante un recurso que databa de su etapa como presidente de la Diputación de Pontevedra por el PP. Entre ellos, un ex Fiscal General del Estado, Julián Sánchez Melgar, a petición de Mariano Rajoy.
Ahora el presidente de la Federación debe moverse entre otras sombras en la que la mayor es la proyectada por el verdadero presidente in pectore del fútbol español, Javier Tebas. Louzán no estaría en el cargo sin su apoyo. Lo sabe y eso se paga. Tebas es un dirigente hiperactivo, trabajador, inteligente y estratega, pero también frontal. Jamás ha estado en una posición de tanta fortaleza, una vez caído Rubiales, sentado en Las Rozas como vicepresidente y con el sindicato domesticado. La escasa presencia de la AFE en el 'caso Olmo' lo pone de manifiesto, hecho que resultaba chocante en la dialéctica habitual patronal-sindicato. Como si Pepe Ávarez y Antonio Garamendi dijeran lo mismo.
Javier Tebas atiende a los medios.SERGIO PÉREZEFE
El presidente de la LaLiga, sin embargo, nunca ha estado tan enfrentado a Florentino Pérez, como se ha visualizado a raíz de la carta del Madrid contra el arbitraje y su irónica respuesta. Para Louzán no va a ser fácil hacer de poli bueno, porque hay algo que Florentino y Tebas entienden del mismo modo: conmigo o contra mí.
Al Gobierno no le gusta Louzán, pero una vez que se ha pronunciado el Supremo, José Manuel Rodríguez Uribes no tendrá más remedio que recibir al gallego. Hasta ahora, no había contestado a sus peticiones, lo mismo que la ministra Pilar Alegría. Rodríguez Uribes es hombre de pactos, no de confrontación, pero ya ha tirado líneas de las que no piensa retroceder. La cautelar que el CSD concedió al Barcelona en el 'caso Olmo', contra Liga y Federación, es un ejemplo. La resolución final ahondará en los mismos argumentos. Eso no es un problema para Florentino, pese a lo que diga el madridismo de pie, ya que prefiere dar oxígeno a su aliado Joan Laporta por el bien de la Superliga. Lo es para Tebas.
Medina Cantalejo.SERGIO PÉREZEFE
Propuestas de cambio del arbitraje
Louzán conoció el fallo del Supremo mientras estaba reunido con los clubes para hablar del arbitraje, con la ausencia del Madrid. La búsqueda de un nuevo modelo, a lo Premier, que pasaría por externalizar el CTA, es compleja en lo jurídico, puede resultar muy cara y, además, necesita de la complicidad del CSD. Hasta el organismo, incluso al despacho del ministro Miquel Iceta, ya llegaron propuestas de cambio que no prosperaron en la era Rubiales. Se quedaron en el cajón. Veremos si no hay decisiones más cortoplacistas, como cambiar a personas muy desgastadas y relacionadas con el pasado, como Medina Cantalejo. Los colegiados callan porque temen por su promoción profesional, siempre pendientes de evaluaciones poco claras. Algunos querrían parar, utilizar el arma de la huelga y que la Federación los defendiera con mayor aplomo frente a las críticas y los vídeos de RMTV, pero la realidad es que están desunidos. Es un mal de los colectivos del fútbol del que se aprovechan las federaciones territoriales.
La habilitación para la continuidad de Louzán se produce, asimismo, en mitad del juicio por el beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso, donde algunos de los testigos han empeorado un relato de por sí detestable. Es el caso de Luis de la Fuente, al que Louzán acaba de renovar bajo un amplio consenso. Debería preguntarse el presidente porque a otros técnicos de éxito, como el campeón olímpico Santi Denia, sólo se les renueva año a año.
"Es increíble que lo ganen todo"
Si algo demuestran las declaraciones es que el conflicto del fútbol femenino no está cerrado, con Montse Tomé en el punto de mira de varias jugadoras. Louzán ha puesto al frente del fútbol femenino a Reyes Bellver. La abogada fue asesora del sindicato FUTPRO, beligerante con la AFE de David Aganzo, ahora también vicepresidente de la Federación.
A una declaración judicial no se va como De la Fuente, con la chaqueta de seleccionador, aunque sea como testigo. La Eurocopa lo blanquea todo, pero la imagen de la Federación continúa en caída libre. Cuando aún no haya acabado el juicio del beso, empezará el del 'caso Haití', con Ángel Villar como imputado. Con razón en despachos de la FIFA bromean: «Es increíble que España lo gane todo con esta Federación».
Los pasillos han dejado de ser lo que eran en un fútbol que ha perdido la cortesía. Como la política. Hace falta tener una condición inmaculada para convocarlos. Toni Kroos la posee, y es la razón por la que no le hicieron el pasillo únicamente sus compañeros. También sus rivales. Los jugadores del Betis se unieron a los del Madrid, como si lo hiciera todo el fútbol español. Ese pasillo conduce a la gloria, a la eternidad, con parada en el templo de Wembley. Las lágrimas de sus hijos son lágrimas del orgullo. Dios te salve, Kroos. [Narración y estadísticas, 0-0]
El respetable acudió en masa a despedir a una leyenda, como podía leerse en el tifo desplegado en la grada. Muchas son las que lo han hecho en este mismo estadio entre reproches, porque el fútbol español, tan cainita como el país, suele perder las formas cuando dice adiós. Le pasó a Di Stéfano, nada menos. Este adiós es distinto, porque lo ha dicho Kroos. El alemán se ha anticipado a nuestras miserias para dejar un Bernabéu convertido en un te quiero.
Le queda un acto de blanco, un acto supremo. La conquista de la Champions, ante el Borussia Dortmund dentro de una semana, igualaría a Kroos con Gento. También a Modric, aunque en el caso del alemán uno de los trofeos lo levantó como jugador del Bayern. Sería su título número 23 en 10 años pletóricos en el Madrid.
Kroos partió en el once ante el Betis no sólo por la despedida, sino porque Ancelotti decidió alinear al equipo que debería partir en Wembley. Con Courtois, con Nacho junto a Rüdiger y con Camavinga en el lugar del lesionado Tchouaméni. Era la hoja de ruta del italiano y la cumplió.
Nada se jugaba el Madrid, campeón hace semanas, y nada se jugaba el Betis, en el que Pellegrini optó por dar oportunidades a jugadores menos habituales. Johnny es uno de los que está llamado a tener un papel en el futuro de los verdiblancos. Su primer gol lo pudo marcar en el Bernabéu, pero el VAR lo invalidó porque Marc Roca partió en fuera de juego al intentar rematar en primera instancia. Courtois despejó por ello forzado y mal, y Johnny ganó la segunda jugada. En caso de subir al marcador, habría quedado esa pequeña manchita del belga, una vez decidido que sea el portero en la finalísima, en lugar de Lunin. Se resarció con dos paradas soberbias a tiros de Ayoze y Miranda. Ello no le librará de estar bajo la lupa en Wembley. Lo mismo le pasaría a Lunin y a quien ha de tomar la decisión, dadas las circunstancias.
El Madrid se ha tomado con mucha profesionalidad los partidos que siguieron a proclamarse campeón, especialmente por tratarse de una oportunidad para futbolistas que quieren competir internamente, como Brahim, Joselu o Güler. La cercanía de Wembley, sin embargo, ha atemperado el ímpetu, dado el temor a las lesiones, hecho que se acentúa si quienes juegan son los elegidos para el gran día. Era de esperar, pues, un partido abierto y algo hipotenso. Únicamente a Nacho se le fue demasiado un pie en una disputa, lo que le costó una inesperada amarilla. No es la primera vez que le ocurre. El Madrid lo necesita en su mejor versión, dado que Militao está muy lejos de la suya, como quedó de manifiesto frente al Villarreal.
La voluntad bética
El Betis lo quiso aprovechar en el inicio con un Bellerín profundo en el espacio del interior y un Ayoze siempre activado, pero a los verdiblancos les faltó la precisión en el remate. El Madrid lo tiene aunque vaya en tercera, con un Vinicius preciso, Rodrygo y hasta Bellingham, aunque haya llegado al tramo final del curso en reserva. Ante todos respondió Vietes, portero de mano dura, y se fajó Sokratis, un viejo rockero de las defensas.
El Madrid pasó de la búsqueda del gol a la búsqueda de la liturgia, con cambios medidos de Ancelotti en busca de los homenajes. Kepa tuvo sus minutos para despedirse y quién sabe si Nacho, al que el técnico también retiró del campo antes del final. Todos esperaban que el siguiente fuera Kroos, pero Ancelotti esperó. Quiso el técnico que compartiera los últimos minutos con Modric, eje clave de una era en el Madrid. Esa hoja de ruta también fue perfecta, un final medido por todos, el primero por Kroos, derrotado al final por las emociones, por las lágrimas de sus hijos, por este te quiero que se lleva a la eternidad.