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Ancelotti admitió en rueda de prensa que “estamos muy tristes. Tres cruzados en cuatro meses”. Además, Mendy se retiró con molestias. El equipo espera a Vinicius, Camavinga y Güler tras el parón.
El Santiago Bernabéu, con la cubierta cerrada por segunda vez esta temporada, se quedó en silencio en el minuto 32 del partido contra el Villarreal. Un silencio instantáneo cuando la afición vio cómo Luka Modric se llevaba las manos a la cabeza tras fijar su mirada en la rodilla de David Alaba. El central intentó presionar a Gerard Moreno ysu pie izquierdo se quedó clavado en el césped mientras la parte superior de su pierna seguía girando. Se fue al suelo y al momento levantó la mano hacia el banquillo.
Sin grandes gritos ni gestos de excesivo dolor, pero con una seriedad que explicaba con claridad la situación. Le dijo algo al centrocampista croata y éste reaccionó como reaccionó todo el estadio. Como también lo hicieron, con las manos en sus cabezas, compañeros como Rodrygo o Rüdiger. Después de las lesiones de cruzado de Militao y Courtois y los problemas musculares de Carvajal, la defensa del Madrid perdía otra pieza clave.
Después del partido, los servicios médicos confirmaron los peores pronósticos: «Rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda». «Es una pena, estamos muy tristes, otro jugador que cae… Nunca me había pasado sufrir tres cruzados (Courtois, Militao y Alaba) en cuatro meses. No tenemos nada que hacer», admitió Carlo Ancelotti. «Lo que tiene que hacer el equipo es lo que ha hecho con las lesiones, aguantar y hacer aún más de lo que todo el mundo pensaba», añadió.
Por si fuera poco, en el descanso Ferland Mendy informó a los médicos que tenía algunas «molestias en la pierna derecha» y se quedó en la caseta en el intermedio. Este lunes pasará pruebas. «Notó cargado el aductor y preferí cambiarle para evitar algo peor», reconoció el técnico, que espera a Carvajal, Vinicius, Camavinga y Güler para después del parón de Navidad: «Carvajal volverá a entrenar este martes, pero no vamos a arriesgar».
El Madrid reflexionará si acude o no al mercado de invierno para fichar un central, algo que lógicamente no entraba en los planes. A Militao, que ha acortado plazos, se le espera, dentro de la calma, para el tramo final de la temporada, y ahora mismo sólo Nacho y Rüdiger, con ayuda de Tchouaméni, que volvió ayer al césped, están disponibles.
Mientras la enfermería blanca se llenaba, Bellingham y Rodrygo seguían marcando. El inglés el primero y el brasileño el 2-0 de un partido condicionado por las lesiones. Como la de Álex Baena, que se fue llorando en la primera parte tras un golpe y fue despedido con pitos y con gritos de «¡Fede Valverde!» por la afición local, que no olvida el encontronazo entre ambos la pasada temporada.
A pesar del tanto de Morales, el Madrid amplió la renta en mitad de una segunda parte un poco bronca. Bellingham y Altimira se enzarzaron en unos agarrones que terminaron en amarilla e Ilias vio la tarjeta tras dejar un recado al inglés mientras el Bernabéu coreaba el «olé, olé» por el 4-1 de su equipo, obra de Brahim y Modric. El Madrid, triste y preocupado por Alaba, duerme líder.