LaLiga Santander
El uruguayo volvió a ver puerta y ya es el máximo goleador del Madrid en Liga esta temporada con seis goles. Abandonó el Bernabéu cojeando tras una dura acción del Papu Gómez.
Cuando el reloj se acercaba a la medianoche, Fede Valverde abandonaba el Santiago Bernabéu con una más que evidente cojera. Tenía moral para hacer un gesto de “ok” con la mano, pero apenas podía andar. La razón: una durísima entrada del Papu Gómez en el tiempo extra del partido ante el Sevilla, ya con todo decidido en el marcador.
El uruguayo, autor del 3-1 del Madrid que sentenciaba el duelo, regateó al centrocampista argentino en la zona central del terreno de juego y alejó el balón, pero el sevillista chocó su rodilla con el muslo derecho de Valverde y acabó la acción pisándole con fuerza el tobillo izquierdo. Un 2×1 “innecesario“, según las voces que salían del vestuario madridista al acabar el choque.
El ‘Pajarito‘ se quejó del dolor, aunque no protestó al colegiado ni al rival, y se mantuvo prácticamente quieto durante el par de minutos más que duró el encuentro, tocándose el muslo, haciendo gestos con la cabeza y metiendo el miedo en el cuerpo a todo Chamartín. Con el pitido final, los servicios médicos del conjunto blanco se acercaron a él para saber sus sensaciones y descartar que fuera algo más que un fuerte y clásico ‘bocadillo‘. A la espera de las pruebas a las que será sometido este domingo, la primera reacción fue colocarle un fuerte vendaje en todo el muslo.
“Tiene un golpe y le molesta. No sé si se va a poder recuperar para el partido del martes“, explicó Carlo Ancelotti en sala de prensa refiriéndose al penúltimo partido de la fase de grupos de la Champions contra el Leipzig en Alemania. Una baja que se uniría a la que de Karim Benzema, que tampoco disputará ese encuentro y que “volverá el domingo”, anunció Carletto.
Siete goles en total
Contra el Sevilla, Valverde volvió a usar el ‘cañón’ que tiene en el pierna derecha y anotó su sexto gol de la temporada en la Liga, el séptimo del curso contando el que anotó contra el Leipzig en Champions y el cuarto del año desde fuera del área, una cifra que le sitúa como el mejor goleador de las grandes ligas desde larga distancia.
El uruguayo ya es el máximo anotador del Madrid en Liga y el cuarto en la clasificación del pichichi, superando las cinco dianas de Benzema, a una de Borja Iglesias y Joselu y a cinco de Lewandowski. Es, lógicamente, el centrocampista de la Liga que más tantos ha marcado, mejorando por uno a Brais Méndez). Además, ha empatado a Vinicius en la tabla de goleadores madridistas juntando todas las competiciones: siete para el brasileño, siete para el charrúa.
Sus siete goles le acercan a los diez de la apuesta con Ancelotti. Si no llega a esa cifra al final de la temporada, el técnico italiano se tendría que retirar. “Era una apuesta arriesgada, eh, el año pasado solamente marcó uno. He arriesgado mucho”, bromeó el transalpino en rueda de prensa. “Pero Federico es una persona responsable, lo está haciendo bien”.
La apuesta, tema de conversación que sale cada vez que el uruguayo anota un gol, es una forma que eligió Carletto para motivar a Valverde, pero el italiano admite que es una técnica que haya usado mucho a lo largo de su carrera. “Raramente apuesto con los jugadores”, aseguró.
En el vestuario, la apuesta ya es vox pópuli y todos los futbolistas de la plantilla están pendientes de los números del uruguayo. “En el entreno lo he sufrido muchas veces“, confesaba Courtois. “Antes de este año muchos le hemos dicho a Fede que tiene que chutar más en los partidos. Le pega muy fuerte y si va un poco a un lado es imposible de parar”, añadió.
