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La atleta de 33 años compitió en las finales del Campeonato Asiático de Escalada, disputado en Seúl, con la cabeza descubierta.
Cuando se cumple un mes de las protestas por la muerte de la joven iraní de 22 años Mahsa Amini tras ser detenida días antes por la Policía de la moral por no llevar bien colocado el velo en Teherán, su compatriota la escaladora Elnaz Rekabi se atrevió a desafiar a las leyes de ese país al competir sin velo.
Fue en las finales del Campeonato Asiático de Escalada, disputado en Seúl, cuando Rekabi salió a escena con la cabeza descubierta. Sólo una cinta y una coleta recogían su pelo, saltándose la norma que desde 1983 obliga a las mujeres iraníes a cubrirse con un pañuelo.
Pese a que finalizó en cuarta posición, Rekabi fue la gran protagonista de la competición por su gesto, muy aplaudido en las redes sociales. La valentía de la atleta de 33 años puede acarrearle algún castigo en su país, que lleva inmerso en una oleada de protestas desde la muerte de Amini el pasado 16 de septiembre.
Esas protestas están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de “mujer, vida libertad”, lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho.
Protestas y represión
Las protestas han ido evolucionando conforme las autoridades han reaccionado: comenzaron con medianas movilizaciones en docenas de ciudades para pasar a las universidades, y de ellas a pequeñas concentraciones, esporádicas y dispersas por las calles, para volver a las facultades.
Hasta estudiantes de colegios e instituto se han sumado a las protestas haciendo ondear sus velos y pisoteando retratos del líder supremo de Irán, Ali Jameneí, contra quien también se grita “muerte al dictador”.
A Amini se han sumado otras jóvenes como símbolos de las protestas, como son Nika Shakarami, de 17 años, y Sarina Esmailzadeh, de 16, fallecidas en la represión de las movilizaciones, según denuncias de sus familias, y en accidentes de acuerdo con la versión de las autoridades.
La fuerte represión policial ha despertado las simpatías de personas de todo el mundo, con protestas frente a las embajadas iraníes, y el apoyo de famosos y políticos.