La institución asegura que las salas adicionales son conocidas por todos los estamentos y que revisan aspectos de la producción televisiva
Una de las salas de VAR en Las Rozas.RFEF
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha emitido un comunicado en el que niega que exista una sala de VOR ‘oculta’ en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para revisar las decisiones que toma el equipo de VAR en los partidos de LaLiga EA Sports.
La RFEF ha asegurado que, “en un ejercicio de absoluta transparencia”, han mostrado en “multitud de ocasiones”, tanto a los clubes profesionales como a los medios de comunicación, el funcionamiento del videoarbitraje desde su sede. Este consiste en siete salas VAR cerradas, un espacio con cinco estaciones VAR y dos salas adicionales.
Las salas adicionales tienen dos funciones principales. La primera es en la que se sitúan los técnicos del proveedor tecnológico Hawk-Eye para la gestión técnica de los partidos, que consiste en la coordinación con la producción televisiva y otras cuestiones principalmente informáticas. La segunda, denominada VAR reservas, incluye un árbitro VAR extra por cada uno de los partidos para realizar el seguimiento de los encuentros o sustituir al titular en el caso en que se produjera un problema médico.
Este árbitro adicional informa al Comité Técnico de Árbitros de cualquier problema técnico o excepcional que surja en los partidos, pero nunca tienen interacción directa con la sala VAR salvo para hablarles de circunstancias relativas a la producción audiovisual.
La RFEF ha insistido en que esta sala no se trata de un lugar ‘oculto’, como ha afirmado el Diario Ara en una información, ni tampoco se comunica cuando “detecta errores” de los técnicos de la sala VAR principal. La institución ha afirmado que este espacio es conocido por LaLiga desde su creación y que las salas adicionales son una práctica habitual en competiciones internacionales de FIFA y UEFA.
Los servicios jurídicos de la Federación estudian tomar medidas legales contra cualquier acusación que atente contra la integridad de la competición o contra el estamento arbitral.
La vista larga y la palabra corta definen a Andrés Iniesta, un personaje introvertido y observador, siempre en busca de un refugio emocional. Hay algo del niño que abandona la casa demasiado pronto. En el fútbol le sucedió algo parecido. El cuerpo de niño no lo abandonó jamás, por lo que, dada su inferioridad física, los algoritmos del juego que generaba su mente, una mente no siempre en paz, como la de todos los genios, necesitaban soluciones. I
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España y Canadá, tercera y sexta respectivamente en el ranking femenino de la FIFA, empataron 1-1 en un partido amistoso disputado este viernes en Almendralejo, en la región de Extremadura (oeste de España).
Las canadienses se adelantaron en el 48 por medio de Marie-Yasmine Alidou y las españolas, vigentes campeonas mundiales, solo pudieron evitar la derrota en los instantes finales, gracias a un gol de la debutante Cristina Martín-Prieto (88), que había entrado en el partido apenas un cuarto de hora antes.
En el descuento final, España presionó en busca del triunfo y dispuso de buenas ocasiones de Mariona Caldentey (90+1) y Alexia Putellas (90+4), pero el marcador no se movió del 1-1.
Era el primer partido de España desde su decepción olímpica, donde quedó en cuarta posición, a los pies del podio. El equipo de Montse Tomé llegaba a este choque de preparación, eso sí, con ausencias importantes como las de Aitana Bonmatí, Salma Paralluelo o Irene Paredes.
España tiene en el horizonte la Eurocopa de Suiza del próximo año, para la que está clasificada, y el martes visitará a Italia en otro choque preparatorio.
Este viernes se jugaron otros duelos atractivos en el fútbol femenino, aprovechando la ventana internacional FIFA. La selección inglesa, subcampeona del mundo, fue derrotada 4 a 3 en un amistoso en Wembley por Alemania, bronce olímpico este año en París.
Ante casi 50.000 espectadores, Alemania se tomó la revancha de la derrota sufrida ante Inglaterra en ese mismo estadio en la final de la Eurocopa-2022. Entonces las inglesas se impusieron 2-1 y levantaron el trofeo continental.
Melani Bergés, albina y por ello ciega en un 90% de su visión potencial, llegó a París, en julio de 2023, lista para competir en el Mundial paralímpico de atletismo en 100 y 200 metros lisos. En semifinales se topó con una atleta a la que acababa de vencer pocos meses antes en Jesolo (Italia): la transalpina Valentina Petrillo.
Bergés y Petrillo se saludaron calurosamente. «Ella ya me había contado, cuando nos vimos en Italia, lo mal que se lo estaban haciendo pasar en su país, lo mucho que estaba sufriendo». Petrillo, también ciega, había sido hombre, y como tal, con el nombre de Fabrizio, había ganado 11 títulos italianos en categoría paralímpica masculina. En 2019, con 46 años, había iniciado su transición a mujer, compitiendo por primera vez como trans en el campeonato italiano en septiembre de 2020.
En pista, en aquellas semifinales de los 200 metros lisos , Petrillo ganó a Bergés, y luego se hizo con el bronce en la final tras ser descalificada la competidora alemana por problemas con la cuerda que la unía a su guía. La italiana tenía 49 años y Bergés 33, pero «la verdad es que tiene cuerpo de hombre y hace muy buenas marcas para su edad», explica la española ahora, año y medio después, a EL MUNDO, justo cuando Donald Trump acaba de firmar una polémica orden en Estados Unidos para, según él, «proteger al deporte femenino» impidiendo que las personas trans compitan en esa categoría en su país.
"Es una injusticia total"
Así que Bergés, maestra en Toledo, competidora paralímpica desde que ganara su primer Mundial a los 14 años, con 15 mundiales y europeos a sus espaldas, se convirtió en una de las primeras deportistas españolas «perjudicadas», según expresión propia, por la entrada en competición de atletas trans, «que en realidad biológicamente son hombres», dice ella, en la categoría femenina.
Manu ReinoAraba
«Se dijo entonces en todos los medios que Petrillo me quitó la plaza en los Juegos Paralímpicos y no fue así, es totalmente falso: lo que me quitó fue un puesto en la final del Mundial, y la posibilidad de una medalla», cuenta. «Ahora, la realidad es de una injusticia total que las mujeres tengamos que competir ahora con hombres biológicos cuando nos ha costado un siglo tener nuestras categorías, nuestro espacio para hacer deporte. Es injusto y si me ha tocado a mí tener que decirlo, representando al resto de compañeras, pues lo digo».
Bergés, que después de pasar por la residencia Blume se fue al Centro de Alto Rendimiento de Madrid cinco años, y siempre se ha buscado «la vida» con becas «para ir tirando en esto del deporte paralímpico», ahuyenta «muy fácilmente» la acusación, recibida desde diversos ámbitos, de transfobia: «En mi propia familia tengo a una persona trans: un primo hermano. Cada uno que haga con su vida lo que quiera, y menos mal que tenemos esa libertad. Pero no podemos invadir la de los demás, y eso está pasando en mi deporte. Se pretende borrar la categoría femenina. Si no se ponen límites, al final habrá una categoría masculina, y una trans, porque los hombres hormonados para ser mujeres van a tener siempre más capacidad física, musculas y pulmonar que cualquier mujer».
¿Por qué, a su juicio, no ha hecho nada el Comité Paralímpico Internacional? «No lo sé. Imagino que no se quieren mojar, que no es popular hacerlo, o que temen que les llamen tránsfobos. Es lo único que se me ocurre. Sencillamente, no se atreven».
El PP ha registrado en el Congreso de los Diputados una proposición de modificación de la denominada Ley Trans para «garantizar la igualdad en las competiciones deportivas femeninas». Para muchos llega tarde, porque la mayor parte de federaciones deportivas ya ha legislado limitando el acceso de personas transgénero, «pero no todas», matiza Bergés, «por ejemplo la mía no».
Manu ReinoAraba
La Relatora Especial sobre la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, Valentina Petrillo, presentó el 8 de octubre pasado un informe ante la Asamblea General de Naciones Unidas sobre «violencia ejercida contra las mujeres y las niñas en el deporte», en que afirmaba que «hasta el 30 de marzo de 2024 más de 600 deportistas femeninas perdieron más de 890 medallas en más de 400 competiciones de 29 deportes distintos» por la participación de trans en esas pruebas.
La propuesta del PP
«Yo no quiero para nada que las eliminen de nuestras competiciones», dice Melani Bergés, «lo que quiero es que puedan competir, de la manera que sea, pero en igualdad de condiciones. Yo no puedo competir con alguien que no vea absolutamente nada, porque yo tengo un fondo del 10%, y tampoco contra nadie que vea perfecto. Pues esto es igual».
Le preocupa, también, tener que poner voz al problema: «He asumido hasta ahora que yo pongo la cara en este problema, porque es verdad que fui perjudicada por ello, pero quienes deberían solucionarlo, nuestros representantes, son los que deberían hablar, no lo hacen y si esto me empieza a pasar factura psicológica dejaré de hacerlo».
La propuesta del PP llega con la bancada del otro partido mayoritario, el socialista, dividida: en el último congreso del PSOE se impusieron las llamadas feministas clásicas, que propugnan medidas como la ahora impulsada por los populares, a la que por otro lado se opondrán frontalmente Sumar y Podemos, más partidarios de la doctrina queer y de la autodeterminación de género, que tacha de tránsfobo todo lo que se distancie de su postura.