El conjunto local vence por 10,5 a 5,5 a Estados Unidos y necesita cuatro puntos en los 12 partidos individuales de este domingo para revalidar el título
Tres puntos y medio necesita sumar Europa en los individuales de este domingo para retener la Ryder Cup. De los 12 partidos en juego precisa cuanto menos ganar tres y empatar uno. Los anfitriones lograron mantener la ventaja de cinco puntos tras el segundo día de competición, que resultó más caldeado de lo que se esperaba.
Las diferencias podrían haber sido definitivas, pero Estados Unidos logró milagrosamente levantar los fourballs de la tarde con un parcial de 3-1 para aportar una minúscula luz que produzca un milagro. Sería una remontada jamás antes producida en la historia de la competición. El día terminó 10,5 puntos frente a los 5,5 a favor del equipo europeo.
La mañana comenzó con un precioso homenaje en el tee del uno a Severiano Ballesteros, desplegándose una tela gigante con la figura de la leyenda española que decía «Siempre en nuestros corazones». Al momento emotivo presidido por Kuke Donald, José María Olazábal y Javier Ballesteros, hijo de Seve, le sucedió la paliza europea, con tres victorias, una de ellas con el histórico resultado de 9 y 7 de Hovland y Aberg a Scheffler y Koepka.
Ya por la tarde, Patrick Cantlay y y Whyndam Clark fueron los artífices de generar ese foco de esperanza. Llegaban perdiendo un hoyo abajo en el hoyo 16 frente a Matt Fitzpatrick y Rory McIlroy y lograban ganar dos hoyos consecutivos para conseguir un último punto final clave que cerraba la jornada de fourballs, un desnlace donde saltaron algo más que chispas.
Al parecer según filtró la prensa norteamericana, está calentito Patrick Cantlay en esta Ryder Cup y decidió exhibir sus protestas por el hecho de que ningún jugador cobra en esta competición. Su rabieta se materializó en que no posó con la gorra del equipo en las fotos oficiales. El público de Roma estuvo todo el día recordando el incidente al norteamericano. En el 18 fue su caddie, Joey Lacava, el que se encaró con el público europeo tras la victoria de su jefe. Shane Lowry salió como un resorte a recriminarle su actitud y tuvieron que separar a Rory Mcilroy para que la cosa no llegara mayores. No sería esta la única polémica del dia.
Luke Donald decidió dar descanso a Jon Rahm en la tarde después de otra espléndida mañana donde de nuevo junto a Tyrrel Hatton ganaron su punto frente Xander Schauffelele y Cantley.
Rahm recibió ayer unas injustificadaas críticas por parte del norteamericano Brooks Koepka que tachó el español de niñato y de «hacer pucheritos» cuando se enfadaba. Rahm respondió en el campo con una nueva victoria y frente a los medios quiso quitarle leña al asunto. Zach Johnson capitán americano, dejaba entrever que su equipo había sufrido un problema de salud.. «Me siento agradecido de tener un doctor en el equipo», dejó caer.