GP de Japón
El asturiano, octavo en Suzuka, lamentó la escasa punta de velocidad del Aston Martin: “Me dejan atrás en las rectas. ¡Pensad algo!”
La víspera había vaticinado que no era el trazado ideal para Aston Martin, pero las actualizaciones de motor, turbo, MGU-K y MGU-H ofrecieron buenos resultados a Fernando Alonso en Suzuka. El octavo puesto en la meta dejó conforme al asturiano, protagonista de una excelsa salida y octavo en la meta tras un domingo donde su AMR23 rindió “mejor de lo esperado”. Sin embargo, el bicampeón mundial se mostró bastante crítico con la estrategia de su ingenieros, más pendientes de Yuki Tsunoda que de los candidatos al podio.
“Creo que me llamaron demasiado pronto, para cubrir a Yuki. Quizá hoy nuestra carrera no era con él, sino con Ferrari y con Mercedes”, analizó el cuarto clasificado del Mundial. De hecho, durante uno de los momentos en que pudo exprimer el undercut, Alonso llegó a rodar un segundo más rápido por vuelta que Lando Norris, segundo en la meta. Y en el tramo final, incluso cuando tras el abandono de Lance Stroll le habían advertido que evitase los pianos, rodó en torno a 1:37, un ritmo sólo al alcance de Max Verstappen.
La estrategia de Aston Martin calcó la primera de las proyecciones adelantadas por Pirelli antes de que se apagase el semáforo: blando – duro – duro. “Creo que tras nuestra primera parada, a diferencia de McLaren y Ferrari, teniendo otros dos stint con los duros, seguramente hubiésemos podido acabar sextos o séptimos”, advirtió Fernando, que también tenía bajo su radar al Mercedes de George Russell.
“Una espiral difícil”
Sin querer entrar en polémicas, Mike Krack alabó el consistente pilotaje de su líder, que había “llevado a casa” cuatro puntos “muy útiles”. “Siendo realistas, teniendo en cuenta nuestro rendimiento global a lo largo del fin de semana, hemos conseguido el mejor resultado con Fernando”, argumentó el team principal de la escudería de Silverstone.
Lo cierto es que el malestar de Alonso con sus ingenieros ya había quedado patente en plena carrera. “Me habéis arrojado a los leones parando tan pronto. Increíble”, lamentó el ovetense por radio. Pocos minutos más tarde, sus quejas se centraron en la velocidad punta de su monoplaza: “Me dejan atrás en las rectas. ¡Pensad algo!” Según las mediciones oficiales de la F1, Alonso fue el decimoquinto en el primer sector (277 km/h), decimosexto en el segundo sector (302 km/h) y decimotercero en la línea de meta (260 km/h).
Ese déficit aún escocía a Alonso cuando atendió a la prensa en la zona mixta de Sukuza. “Nos metimos en una espiral difícil, con mucho tráfico, a lo que hay que sumar nuestra falta de velocidad punta. Incluso cuando abrimos nuestro DRS el coche de delante se nos escapa. Así que cuando encontramos tráfico la carrera se complica bastante”, analizó.
Aún con 24 puntos de margen sobre Carlos Sainz en el Mundial, Alonso deberá mantener el tipo en las seis carreras que restan, donde quizá Alpine también se sume a la pelea. Relegado a la lucha por la zona media, uno de los factores que pueden marcar la diferencia será la habilidad en las salidas. Como la de este domingo en Sukuza, cuando antes de la primera curva aprovechó un toque entre Sergio Pérez y Lewis Hamilton para ganar cuatro puestos con los neumáticos blandos. “No estuvo mal”, bromeó por radio.
“La salida, del décimo al sexto, fue muy buena, obviamente”, reconoció más tarde el asturiano. Hace sólo un mes, durante el GP de Bélgica, Alonso pasó con asombrosa facilidad del quinto al tercer puesto de la parrilla. Y el pasado 9 de julio también ganó dos puestos en la salida del GP de Gran Bretaña.