El aumento de 32 a 36 equipos en la temporada 24-25 obligará a aumentar el número de partidos y de eliminatorias.
Los jugadores del City celebran la última Champions.AFP
El nuevo formato de la Champions League, que entrará en vigor durante la temporada 2024-2025, ha supuesto un ajuste del calendario tradicional de la competición obligando a programar partidos en jueves y también en el mes de enero.
Esa temporada el número de equipos pasará de 32 a 36, que quedarán divididos en cuatro grupos de nueve, convirtiendo la primera fase en una liguilla en el que cada uno disputará ocho partidos. La competición comenzará el 17 de septiembre, una semana en la que no habrá Europa League ni Conference League, así que se programarán partidos también el jueves.
Las fechas de esas primeras ocho jornadas, según adelanta Mundo Deportivo, serán el 17 de septiembre de 2024, 1-2 de octubre, 22-23 de octubre, 5-6 y 26-27 de noviembre, 10-11 diciembre, 21-22 y 28-29 de enero.
El nuevo formato no solo obliga a alargar la primera fase un mes y medio más de lo que dura en la actualidad. También supondrá la incorporación de una ronda eliminatoria previa a los octavos de final, que se jugará los días 11-12 y 18-19 de febrero.
Y después llegarán los octavos los días 4-5 y 11-12 de marzo, los cuartos se jugarán el 8-9 y el 15-16 de abril. Las semifinales se disputarán los días 29-30 de abril y 6-7 de mayo. Y la gran final será el 31 de mayo de 2025.
La renovada la Champions azota a los grandes y promueve a los modestos. Aleksander Ceferin se congratula por la repercusión de su invento. El paso por el ecuador de los ocho partidos de la nueva liguilla ha provocado crisis imprevistas entre los dos principales favoritos. El Manchester City, humillado el martes por el Sporting de Portugal, es 10º. El Real Madrid, barrido por el Milan en el Bernabéu, es 18º. Ambos se encuentran apeados de la zona alta de la tabla, esa en la que los ocho primeros quedan exentos de disputar los dieciseisavos de final.
Guardiola reconoce que atraviesa por uno de sus momentos más críticos. «Nos cuesta marcar. Creamos ocasiones y concedemos sin que los rivales hagan mucho. Emocionalmente no hemos sido estables y en esta competición tienes que serlo», dijo tras perder en Lisboa. Esa ha sido la tercera derrota consecutiva en la presente temporada, una racha negativa desconocida en los últimos seis años.
Ancelotti también anda preocupado. En los últimos tres partidos, todos en casa, el Real Madrid ha recibido nueve goles. «Ahora tenemos que empezar a recuperar nuestra mejor versión. Es normal que los jugadores estén hundidos, como lo estoy yo», incidió el italiano tras caer con el Milan.
El pleno del Liverpool
También sufre Luis Enrique, incapaz de buscar las causas del decepcionante camino del PSG, que es 24º. «Llevo 30 años en el fútbol y no consigo explicar esto. Es mala suerte. En toda la Champions hemos sido infinitamente superiores a nuestros adversarios», señaló tras perder con el Atlético en el último minuto. Ese triunfo sacó al grupo de Simeone de la zona crítica.
En estas cuatro jornadas de la liguilla, el Liverpool es el único que ha logrado el pleno de victorias, con 10 goles a favor y sólo uno en contra. Hasta el miércoles, el Aston Villa compartía liderato, pero su derrota ante el Brujas le ha descendido a la octava plaza. Esta es la mejor muestra del gran valor que atesoran los triunfos en este nuevo formato. En el anterior modelo, las derrotas podrían se aliviadas con los partidos de vuelta. Ahora, sin el goal average particular, hay que buscar triunfos y cifras elevadas de goles. En este apartado, los más acertados son el Liverpool y el Barcelona (máximo goleador, con 15).
En el selecto grupo de los ocho primeros se han metido tres inesperados visitantes. El Brest, que se presentó en el sorteo de la Champions con el peor coeficiente (13,366) de los 36 clasificados, es cuarto gracias a las victorias ante Sturm Graz (2-1), Salzburgo (0-4) y Sparta de Praga (1-2) y el empate ante el Leverkusen (1-1). Su próximo rival será el Barcelona. Esta modesta formación, en la que comenzó a despuntar Franck Ribéry, ascendió a la Ligue 1 en 2019.
Cautivador Sporting
El tercer puesto es para el Mónaco del austriaco Adi Hütter, que suma los mismos goles que el Liverpool. Cámara, Embolo y el japonés Takumi Minamino son las piezas básicas de un conjunto que marcha segunda en la Ligue 1.
La segunda plaza es para el Sporting de Portugal, que cautiva por su juego, la efectividad goleadora del sueco Viktor Gyökeres (cinco) y la estrategia de Rúben Amorim, un técnico que ya ha sido elegido para resucitar el Manchester United.
El Atalanta también sorprende con su noveno puesto. El equipo de Gian Piero Gasperini no conoce la derrota, permanece imbatido y tiene ocho puntos, uno más que el Leverkusen y dos más que el Bayern. El equipo bávaro (17º) es otro de los grandes que necesita remontar el vuelo en esta liguilla que levanta dolores de cabeza a los grandes.
Se ajustaba el nudo de la negra corbata mientras apretaba el gesto. Cristiano acababa de dar al Real Madrid su undécima Champions League tras el fallo de Juanfran que estrelló su penalti en el poste de Milán. Luego Diego Simeone abrazaba a Gabi, que lloraba desconsolado en su hombro. Su cabeza era un bullir de emociones que salieron en rueda de prensa. "Es un momento para pensar", dijo y provocó un arqueo de cejas en la sala de prensa que obligó a preguntarle si dejaría el Atlético e insistió en lo de pensar.
Era un tiempo de "curarse las heridas en casa", pero también muy complicado para el mejor entrenador de la historia del Atlético de Madrid. Confesó en su reciente renovación hasta 2027, que fue el momento más difícil en el club y que sólo un viaje exprés de Miguel Ángel Gil Marín a Argentina en sus vacaciones consiguió sacarle del bache. Ahora va camino de ser el entrenador más longevo en el banquillo de un equipo español superando al madridista Miguel Muñoz, que hizo 14 años. Pero, aunque menos dramático, estos últimos cinco días no han sido un camino de rosas. El entrenador no estaba tan tranquilo como una semana normal aunque era consciente de que su única influencia está en el fútbol y no en el ruido mediático exterior.
Los incidentes del Metropolitano prendieron una mecha en el técnico que estalló en rueda de prensa. Apareció tras el partido con una vehemencia nada habitual en él e incluso elevó la voz en alguna ocasión. El técnico está más cómodo en el partido a partido, en la pelota y en el césped. Y, tras el domingo, quería que ese fuera el foco del Atlético de Madrid, club del que es principal portavoz.
Sin embargo, las reacciones políticas y la posterior sanción de tres partidos y 45.000 euros al club fueron desviando el foco del fútbol para disgusto del técnico, que tuvo que volver a explicar sus impresiones en la rueda de prensa previa al enfrentamiento con el Benfica. "No soy una heladera", argumentó sobre las sensaciones que vivía y que le obligaban a dar su opinión cuando la situación lo requería.
Su opinión, como repitió, siempre fue la misma: "Tuve tres entrevistas antes de la rueda de prensa y en todas anoté el rechazo a la violencia y a los agresores". Luego él añadió el tema de la provocación de los protagonistas del fútbol. Un tema, por cierto, en el que no entró el Atlético de Madrid en ninguno de sus comunicados. "Nos detenemos en posicionar solo una situación, el club hizo un comunicado perfecto", apuntó el argentino.
Mensajes diferentes
El Atlético de Madrid hizo dos comunicados tras los incidentes del derbi. En el primero, secundaban la primera parte del mensaje del Cholo, el rechazo a los violentos, pero obviaban la segunda y más polémica, la provocación de Courtois. El segundo se produjo para anunciar la identificación de uno de los agresores y para prohibir entrar con cualquier elemento que impida reconocer el rostro y se volvió a expresar su rechazo a la violencia. No obstante, la entidad tanto el del derbi como los posteriores estuvo apoyando al técnico y a Koke, capitán y segunda voz del club.
Con el ambiente enrarecido y con el club asegurando que "el equipo ha estado aislado de cualquier elemento extra deportivo y concentrado en preparar el partido" llega la debacle en Lisboa. El Cholo aseguró que "se jugó mal", pero recalcó que en absoluto se debió a una falta de intensidad. "No hubo falta de tensión ni de actitud. Cuando se juega mal se confunde con falta de actitud", comentó tras el 4-0 que les infligió el Benfica en la segunda jornada de la Champions League.
Los jugadores del Atlético, tras caer derrotados en el derbi.FILIPE AMORIMAFP
En el plano de las ocupaciones del Cholo, la derrota del Benfica supera con creces al ruido mediático que escuchó en torno al derbi. No así la violencia en el fútbol, a la que se opone frontalmente pese a que haya tenido que repetir ese mensaje en varias comparecencias, cinco desde el derbi. El equipo no sólo estuvo mal sino que perdió una seña de identidad que parecía había recuperado esta temporada, la seguridad defensiva.
Además, tras un inicio de temporada que no se recuerda respecto al tono físico, comienzan a aperecer las lesiones. Una, fortuita, pero grave, la contusión craneal de Le Normand y otra en el muslo derecho de Llorente así como la que se produjo Barrios, en su caso con la selección.
Ahora, tras recibir muchas críticas en redes, comienza el debate de Julián Álvarez. Infrautilizado y mareado en el sistema del Cholo entre la punta y la izquierda. Pero el técnico, a lo suyo. Ni las redes, ni la prensa, él está centrado en el fútbol, en las buenas y en las malas.