Los 212 millones que enturbian la relación entre Mbappé y el PSG y ponen al Madrid ante un traspaso casi imposible

Los 212 millones que enturbian la relación entre Mbappé y el PSG y ponen al Madrid ante un traspaso casi imposible

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El galo, al que el PSG debe el tercer pago de la prima de renovación (60 millones), todavía puede embolsarse 152 por la prima de fidelidad de este verano (80) y el sueldo de la 23-24 (72). Todo sin contar los pagos del año opcional al que ya ha renunciado: 162 millones.

Mbappé, tras un partido con el PSG.ANNE-CHRISTINE POUJOULATAFP

¿Renunciarían ustedes a 212 millones de euros por trabajar en la empresa de su vida? Para que su cabeza se pueda hacer una idea: son varios Euromillones consecutivos. Mil vidas arregladas. Pues esa cifra es la que dejaría de pagar el París Saint-Germain a Kylian Mbappé si el futbolista es traspasado este verano. Para mantenerle en plantilla en la primavera de 2022 y que fuera la estrella del Mundial de Qatar bajo el manto del PSG, el país árabe, con Nasser Al-Khelaifi al frente, le firmó un contrato delirante, el mayor en la historia del fútbol. Superior, incluso a los 555 millones que el Barcelona le entregó a Leo Messi en 2017. Qatar fue más allá y puso sobre la mesa de la familia Mbappé, con su madre Fayza Lamari como principal asesora y con la abogada Delphine Verheydem controlando los papeles, 636 millones de euros divididos en tres temporadas.

Desde el “sí” de Mbappé a la oferta de Al-Khelaifi, rompiendo en dos las ilusiones del Real Madrid, han pasado poco más de doce meses, y el delantero y el presidente del club vuelven a estar en el ojo del huracán en una telenovela que no parece tener fin. ¿La razón? Lo de siempre, el dinero. Esos 636 millones se dividen en tres temporadas, dos fijas y una opcional, y en tres conceptos que adelantó Le Parisien y que confirman a este periódico fuentes cercanas a la operación:

Sueldo: 216 millones. 72 brutos por cada una de las tres temporadas, por lo que ya ha cobrado 72 y le quedarían por cobrar 144.

Prima de renovación: 180 millones que el PSG debe pagar en tres plazos de 60 cada mes de julio. Ya ha pagado los dos primeros de 2022 y 2023 y le faltan los 60 de 2024.

Prima de fidelidad: 240 millones que también se pagan en tres plazos, en septiembre de cada año. Mbappé cobró 70 en 2022 y debería recibir 80 en 2023 y 90 en 2024.

Los 212 millones, “una locura”

Es decir, de los 636 millones, Mbappé ya ha cobrado 262: el sueldo de la 22-23, dos plazos de la prima de renovación (120) y el primer pago de la prima de fidelidad(70). Le quedarían por recibir 374 millones, de los ya ha renunciado a 162 al no hacer efectiva su opción de ampliar el contrato para la 24-25, algo que ha sentado muy mal en París después de ponerle en la mesa las llaves de la Torre Eiffel. Al renunciar, el delantero no cobrará el tercer plazo de la prima de fidelidad de la 24-25 (90 millones) ni el sueldo de ese curso (72), quedándole todavía 212 millones por recibir. A eso debe decir también “no” si sale este verano. 212 millones que son el gran rompecabezas de la operación entre el PSG, Mbappé y, en segundo plano, un Real Madrid que observa con cierta desidia el culebrón en el que han convertido la situación.

Esos 212 se dividen en los 80 de la prima de fidelidad de la temporada 23-24, que obtendría el próximo 1 de septiembre, los 72 de su sueldo y el tercer plazo de la prima de renovación, otros 60, aunque es posible que si sus caminos se separan el PSG intente por todos los medios no pagarle ese tercer plazo, pero salvo acuerdo con el entorno del jugador, estarían obligados. Es decir, no es que Mbappé deba renunciar a una cantidad para fichar este verano por el Madrid, que también, sino que ya ha renunciado a una cifra millonaria por poder decidir su destino en 2024. Aceptar un traspaso este verano podría elevar su renuncia a 374 millones: los 162 que ya ha perdido al rechazar el año extra y los 212 que le quedan por cobrar hasta el 1 de julio de 2024. Un número y una hipótesis que en el Bernabéu consideran “una locura“.

Una vez puestas sobre la mesa las cantidades que lo explican todo, hay que hablar de los argumentos y, especialmente, del órdago que Al-Khelaifi le envió en rueda de prensa a Mbappé: “No se va a ir gratis. Si quiere seguir, que renueve“. El presidente del PSG evitó poner la palabra “venta” en su boca. Días antes y a través de una carta, Mbappé aseguró que cumpliría su contrato hasta 2024 y no ampliaría el acuerdo una temporada más. No pidió salir traspasado. ¿Por qué son tan ambiguos? Por la prima de fidelidad de 80 millones que debe cobrar el 1 de septiembre y que es la gran pieza del puzle del francés. Si pide salir, podría quedarse sin ella. Si el PSG le pone en venta de manera pública y notoria, también podría romper ese pacto. Según los expertos, “depende de cómo esté redactado el párrafo de esa prima en el contrato”.

Al-Khelaifi le ha dado a Mbappé “una o dos semanas” para decidir su futuro para presionarle y hacer frente a los 212 millones sólo si renueva. Aunque sea el mejor jugador del mundo, como defiende el qatarí, no les salen las cuentas si se va libre. “No es lo que prometió“, aseguró el miércoles Nasser, que si pierde al delantero necesita un traspaso como compensación para cuadrar el Fair Play Financiero tras dejarse más de 100 millones en fichajes este verano. Ahí aparece el Madrid.

No es la “guerra” del Madrid

En Chamartín, según ha podido saber este periódico, admiten que la intención de Mbappé es vestirse de blanco en 2024, no ahora, y que en doce meses compensarán al jugador con una prima de fichaje (otra más para él). Y no descartan del todo, por experiencia previa, que Qatar vuelva a romper la banca para convencerle de renovar una vez más y que todo esto sea de nuevo una estrategia para ampliar el contrato. Después del “no” de mayo del año pasado, se han recuperado las relaciones y se confía en trabajar en su llegada dentro de unos meses, pero este verano la operación, surgieren, es una misión casi imposible. El jugador tiene la sartén en su mano y quiere cobrar lo que firmó en 2022, lo que deja al Madrid casi sin opciones. Los blancos, que jugarán con la desesperación del PSG, tendrían que afrontar un traspaso de 200 millones (eso pide de momento el conjunto galo) por un jugador con un año de contrato, y asumir su sueldo, que sería más bajo en Madrid (25-30 millones netos) que en París.

Todo en un verano en el que ha hecho hueco salarial con las salidas de Benzema, Hazard, Asensio y Mariano pero no ha vendido a nadie, teniendo un balance de 130 millones en negativo tras los fichajes de Bellingham yArda Güler. La única opción sería aguantar hasta finales de agosto y esperar que el PSG se mueva ante los constantes “no” de Mbappé a renovar, baje la cifra de traspaso y negocie con el atacante el pago de las primas pendientes, pero ahí el delantero se quedaría sin sus primas de fidelidad, sin un sueldo superior y sin la prima de fichaje que conseguiría de los blancos en caso de llegar libre. Pero, como dicen en el Bernabéu, “esa guerra no es del Madrid”.

kpd