El técnico asturiano llega para reflotar un trasatlántico que ha naufragado en las grandes citas europeas y nunca ha encontrado un juego brillante.
“Un nuevo diamante en París”. Así anunciaba la llegada de Leo Messi el París Saint Germain el pasado 2021. Poco después, el que era el entrenador del conjunto parisino, Mauricio Pochettino, afirmaba que la llegada de Messi “era un privilegio” pero que “si no se comportaban como equipo” iba a ser “difícil”. “Para ganar, hoy en día, no sólo hace falta talento”, decía el hoy mánager del Chelsea.
Para eso, para hacer un equipo, han traído a Luis Enrique. “Creo que han elegido al técnico ideal para este proyecto”, comentó el entrenador asturiano en la rueda de prensa posterior a su presentación. “Es uno de los mejores entrenadores del mundo”, había dicho el presidente del PSG, Nasser Al Kelaifi poco antes. Pero las patas que sustentan el banquillo del equipo parisino no son las más estables.
El equipo ha tenido cinco entrenadores desde 2018. Y, pese a ello, nunca ha dispuesto de una identidad propia en el campo. Su estilo de juego en los últimos tiempos se ha basado más en la inspiración de sus estrellas que en la idea de su técnico. “Como entrenador se trata de adaptarse a los jugadores, pero puedo garantizar que jugaremos con un equipo”, manifestó Luis Enrique.
El primer gran reto del técnico asturiano es imprimir al conjunto parisino la cohesión que le ha faltado con sus predecesores. “Me he comprometido a hacer un equipo”, insistió.
Desde la llegada de Mbappé y Neymar en 2017 y con la suma de Messi en agosto de 2021, el PSG tenía a tres de los mejores nombres del panorama internacional, pero su presencia provocaba una gran descompensación en el once. Un ataque demoledor, pero una defensa bastante pobre. Y un vestuario, si unimos también a otros jugadores con grandes personalidades como Sergio Ramos (ya fuera del equipo) o Thiago Silva, bastante volátil.
Messi, al que el presidente le ha agradecido “lo que hizo en París” ya está fuera del equipo y Mbappé mantiene su futuro en el aire pese a que Luis Enrique manifestó que “contaría con todos los que están hoy en la plantilla”.
La gestión del ‘caso Mbappé’ es otro de los grandes retos al frente del PSG. La situación entre el delantero francés y el club es complicada y el técnico asturiano se encuentra en medio de una negociación con un futuro incierto, pero que podría influir en la configuración de la plantilla para el año que viene. El asturiano manifestó que no había hablado con el francés, pero no es un entrenador que rehúya el enfrentamiento con las estrellas.
Luis Enrique ya tuvo un desencuentro inicial con Messi cuando el asturiano aterrizó en el FC Barcelona. Sin embargo, consiguieron limar asperezas y entre ambos consiguieron forjar otro equipo de época tras el de Guardiola. Cuando se marchó, tres años después de firmar, el futbolista argentino fue uno de los que le pidió que se quedara en el equipo.
Con aquel Barcelona, el asturiano obtuvo el segundo triplete de la historia culé y lo hizo con un estilo de juego con similitudes, pero también con diferencias respecto al de Santpedor. La idea de juego de Luis Enrique, “coincide con la del proyecto del PSG” y, cree el asturiano, “con un estilo de juego que va a gustar mucho a los aficionados”.
Presión alta, posesión y, en ocasiones, juego directo (más en su etapa como entrenador culé), son algunas de las variantes que el entrenador español ha puesto en práctica en su época como entrenador del Barcelona y, más recientemente, en su periodo como seleccionador nacional.
Fichajes
Luis Enrique deberá imprimir ese estilo de juego a una plantilla joven, pero contrastada. Con incorporaciones de jugadores de gran calidad y no de estrellas. Lucas Hernández, Manuel Ugarte, Kang In-Lee, Skriniar y Ndour son ese tipo de jugadores por los que no se pagan entradas, pero forman equipos. Asensio, sin ser una gran estrella y pese a no haber sido aún confirmado oficialmente, también se mueve en ese escalón.
De momento, los fichajes que ha pedido el asturiano, se le han concedido. Y no hablamos de jugadores sino de su staff técnico por el que, en un primer momento, hubo pequeños roces entre él y la secretaría técnica a manos de Luis Campos. Rafael Pol, como segundo, Aitor Unzué y Joaquín Valdés como psicólogo y a falta de un cuarto, que el propio entrenador dijo que llegaría seguramente el próximo lunes.
Champions
Luis Enrique y su equipo tienen como gran reto forjar un PSG fuerte en Europa, el talón de Aquiles de un equipo que tuvo a mano su primera y única Champions League en 2020 pero que luego ha sufrido grandes decepciones y humillaciones históricas.
La más reciente fue la remontada que sufrió por parte del Real Madrid con tres goles en apenas 10 minutos en los octavos de final de la Champions de la temporada 2021/2022. No obstante, la gran herida del conjunto francés se la infligió su entrenador actual. Aquel 6-1 en el Camp Nou en 2017 que el propio Luis Enrique calificó como “el guión de una película de terror”. Esta vez, la pluma está del lado francés.
