Lo “inexplicable” de Rodrygo, el sueño del 10 de Modric y la celebración de la “i”: “No sé dónde está su techo”

Lo "inexplicable" de Rodrygo, el sueño del 10 de Modric y la celebración de la "i": "No sé dónde está su techo"

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El brasileño, que suma más goles en los torneos eliminatorios que en la Liga, ha dejado en calderilla los 45 millones que el Madrid pagó por él en 2018.

Rodrygo hace el gesto de la “i” tras marcar.ANDER GILLENEAAFP

Rodrygo Goes ha sido el principio y el fin de la Copa del Rey del Real Madrid. En enero, el brasileño anotó el primer gol del conjunto blanco en esta edición. Un eslalon que terminó en un disparo milimétrico a la escuadra del Cacereño. Los de Carlo Ancelotti vencieron por la mínima en el Príncipe Felipe de Cáceres y luego sobrevivieron al Villarreal en el Estadio de la Cerámica. En cuartos, Rodrygo volvió a aparecer para empatar el derbi madrileño en el minuto 79 y forzar una prórroga de la que saldría vencedor el Madrid. Fue titular en el 0-4 del Camp Nou y ayer se reenganchó de nuevo al altar del madridismo con un doblete colosal.

Sus dos goles le convierten en el sexto madridista en la historia que anota un doblete en la final de la Copa del Rey (antes Campeonato de España), después de Manuel Prast y Pedro Parages en 1906, Pruden en 1946, Puskas en 1962 y Juanito, contra el Castilla, en 1980

A sus 22 años, el ex del Santos ya ha ganado todos los títulos posibles con el Madrid. Una estadística que comparte con casi todos los miembros de la plantilla porque el cuadro de Chamartín ha levantado Supercopa de España, Liga, Champions, Supercopa de Europa, Mundial de Clubes y Copa del Rey en apenas 475 días. “Vini, Camavinga, Militao y yo hablábamos estos días de que sólo nos quedaba la Copa por ganar”. Sólo Tchouaméni y Rüdiger no lo han logrado, les falta la Liga, la Supercopa de España y la Copa de Europa.

Sobre el césped de La Cartuja, Rodrygo vivió uno de sus mejores partidos con la camiseta del Madrid. “Top-3“, admitió en sala de prensa, después de ser elegido MVP de la final. Cuesta creer que un doblete en una noche así no sea el mejor recuerdo de alguien, pero es que el brasileño no olvida los dos goles que anotó contra el Manchester City en el tiempo añadido de la vuelta de las semifinales de Champions del año pasado. “Nada se compara a eso. Fue la más especial, aunque es verdad que esta noche está entre las tres mejores de mi carrera”, reflexionó.

Míster Champions“, como le llaman a veces en el vestuario, volverá el martes a su competición fetiche. Esa en la que ha marcado 15 goles en cuatro ediciones. En la Liga, sin embargo, sólo suma 13. Un dato “inexplicable” que ni él mismo es capaz de aclarar. “No sé lo que me pasa en estas competiciones de eliminatorias. No sé. De verdad”, confesó. En esta edición de la Copa, el joven delantero ha terminado como el máximo goleador del Madrid, con cuatro goles, empatado con Benzema y a un sólo tanto del pichichi, el rojillo Kike García.

El brasileño llegará a la eliminatoria contra el City “en el mejor momento de mi carrera”. Este año ya ha jugado, y bien, como extremo derecho y como mediapunta, incluso como extremo izquierdo cuando no ha estado Vinicius, como el día del Cádiz. Una polivalencia que Ancelotti agradece. “No sé dónde está su techo“, admitió Carletto sobre él.

Costó 45 millones

Los 45 millones que pagó por él el Madrid en el verano de 2018 parecen ahora calderilla viendo lo que Rodrygo ha regalado al conjunto blanco. Él, “humilde y profesional”, reconocen en Valdebebas, tiene un sueño por delante: heredar el número 10 de Luka Modric. “Cada día los jóvenes aprendemos de Luka, Toni o Karim. Hemos ganado todo pero queremos ganar más. Tenemos que tener esa mentalidad”, dijo.

Padre” e “hijo“, como se llaman el croata y el brasileño, tienen una relación muy estrecha y cuando el balcánico decida abandonar la capital de España, Rodrygo pedirá cambiar su dorsal al 10. “Yo quiero que él siga una temporada más con nosotros. Esperemos que el próximo año Luka sea nuestro 10, y para mí sería un honor ser el 10 cuando él no esté“.

El detalle bonito del partido fue que Rodrygo, que tenía a sus padres y amigos en la grada de La Cartuja, decidió dedicar su primer gol a Ignacio, un niño con cáncer al que conoció esta semana gracias a un acto de ‘Juegaterapia’. El brasileño le prometió que haría una “i” con sus dedos si marcaba, y así lo hizo tras el primer gol. “Fui a hacerle una visita y a regalar algunas cosas, y me pidió hacer la ‘I’ de Ignacio si marcaba”.

kpd