Ya no se trata sólo de anotar goles en el campo, sino de hacerlo también desde el despacho: Luis Suárez y Lionel Messi unieron fuerzas para crear un nuevo club en el fútbol uruguayo, el Deportivo LSM.
El club, que nació en 2018 con impronta amateur como Deportivo LS, sumará a partir de ahora un área profesional, el Deportivo LSM, bajo el esquema de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) y con la intención de ir subiendo de categoría en el fútbol uruguayo. El Deportivo LSM comenzará su andadura en la cuarta división del profesionalismo, la “Primera D”.
“Para Suárez y Messi, el nuevo emprendimiento tiene dos objetivos claros”, destacó la edición uruguaya de la revista “Forbes”. “El primero es social y consta de darle a [el suburbio montevideano de] Ciudad de la Costa un club de referencia que genere sentido de pertenencia y forme nuevos talentos para el país. Mientras que el segundo es empresarial y de negocios: proyectar una cantera fuerte que nutra al equipo y, eventualmente, genere ventas al exterior e ingresos al club”.
Messi y Suárez construyeron una amistad en sus años en el Fútbol Club Barcelona, y hoy comparten el tramo final de su carrera en el Inter de Miami.
“Estoy muy entusiasmado, hay mucho potencial en el fútbol uruguayo”, dijo Suárez a “Ovación”. “Queremos darles posibilidades a los que quieran competir y tengan condiciones. Me encantaría que tengan las herramientas que yo no tuve de chico e inculcarles valores. Que la cabeza no tiene que estar solo en hacer dinero, sino en muchos otros factores”, continuó.
Messi expresó la alegría de sumarse a Suárez en este proyecto: “Poder ser parte de esto junto a vos para mí es un orgullo, y es una alegría que me hayas invitado y elegido. Espero aportar todo lo que pueda para seguir creciendo y sobre todo estar en esto también al lado tuyo”.
El fútbol uruguayo, dos veces campeón del mundo a nivel de selecciones, es un creciente objetivo de inversores internacionales, que buscan remozar clubes con historia. Muchos de ellos están en decadencia, pero con gran potencial de reventa, en inversiones que suelen amortizarse ampliamente con la venta al exterior de jugadores de las canteras de esos clubes.
El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, ha asegurado en una entrevista en un medio italiano que el club blanco no acudirá al Mundial de Clubes organizado por la FIFA que se celebrará entre junio y julio de 2025 en Estados Unidos. Y no será el único.
"La FIFA puede olvidarse de eso. Futbolistas y clubes no participarán en aquel torneo. Un solo partido del Madrid vale 20 millones y la FIFA quiere darnos esa cifra para todo el torneo: negativo. Igual que nosotros, varios clubes rechazarán la invitación", expresó el técnico italiano a una pregunta en 'Il Giornale'.
Desde el club blanco mantienen que las frases de Ancelotti son una advertencia a la FIFA para que dé pasos adelante en la organización del torneo, tanto a nivel logístico como económico. Un toque de atención. El mismo aviso que han lanzado las altas esferas del conjunto blanco a la organización de Infantino durante los últimos meses.
En Valdebebas todavía no conocen las sedes ni los millones que se llevarán por derechos de televisión y deslizan que "queda mucho por hacer" y esperan reunirse con la FIFA en próximas fechas para conocer más detalles. A pesar de las palabras de Ancelotti, confían en el "gran interés" de la FIFA en el torneo y en que terminarán ejecutando todo según lo previsto.
En el trasfondo del asunto se encuentra que la ECA, la Asociación de Clubes Europeos, es la responsable de la negociación con FIFA de los derechos televisivos y de los emolumentos que recibirán los participantes en el torneo. Un organismo en el que está Miguel Ángel Gil, CEO del Atlético de Madrid, pero no el Real Madrid. Según estiman en la ECA, el 75% del dinero a repartir en el Mundial de Clubes iría a parar a los suyos.
Desde el club rojiblanco, el otro equipo español clasificado para la competición, hablan de "respeto a las instituciones". Una postura que, recalcan, mantienen "desde siempre". Y aseguran que defenderán al club "desde dentro del sistema y no atacando al sistema". "Creemos que así podemos ser más eficaces en la defensa de nuestros intereses, así como más solidarios con todos los que forman parte de la gran familia del fútbol", explican a EL MUNDO.
"Seremos respetuosos con las decisiones que FIFA, UEFA, Federación y LaLiga puedan tomar con los calendarios, por supuesto defendiendo siempre nuestros intereses", añaden.
El torneo cuatrienal planteado por el máximo organismo del fútbol mundial se encuentra con las palabras del entrenador del máximo exponente actualmente a nivel de clubes, recién conquistada su decimoquinta Champions. A pesar de todo, en el Madrid confían en el "gran interés" que tiene la FIFA en el torneo y en que todo terminará ejecutándose correctamente.
Cambio de formato
El cambio del formato actual, que se realiza entre diciembre y enero, se iba a producir en 2025 tras el intento frustrado en 2021 por la irrupción de la pandemia. Para Gianni Infantino era necesario toda vez que apenas genera interés por la gran superioridad de los clubes europeos. Hablamos de apenas un ganador fuera del viejo continente en los últimos 12 años: el brasileño Corinthians.
El organismo anunció una dotación inicial de 50 millones a cada club por participar así como un incremento de esa cantidad según el rendimiento en la competición. Algo parecido a lo que ocurre en Champions League. A día de hoy hay 29 equipos clasificados para las 32 plazas que se reparten: 12 europeas, entre los que no está el Barcelona, seis de la Concacaf, cuatro sudamericanas, cuatro asiáticas, cuatro africanas, una de Oceanía y una estadounidense (por país anfitrión).
Esta pequeña rebelión madridista también es secundada por los jugadores representados por FIFpro y PFA. Ambos sindicatos anunciaron acciones legales si no se cambiaban las fechas del torneo. Toda vez que es el único verano que los futbolistas iban a poder disfrutar de vacaciones ya que no había ningún torneo de selecciones.
Dani Carvajal ha vuelto a sufrir problemas en su rodilla derecha, de la que fue operado hace ahora un año y que le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante nueve meses. El capitán del Real Madrid, de 33 años, tiene "un cuerpo libre articular" en su articulación dañada, por lo que en los próximos días se someterá a una artroscopia para que los médicos le extraigan ese fragmento.
Según las primeras estimaciones de los servicios médicos del club blanco, Carvajal podría permanecer entre mes y medio y dos meses y medio de baja.
Tras la disputa del clásico ante el Barça en el Bernabéu, el lateral notó unas molestias en su rodilla y el lunes por la mañana fue sometido a varias pruebas radiológicas, donde los doctores detectaron la presencia del fragmento de hueso.
Ocho partidos desde su regreso
Carvajal había disputado ocho partidos desde su regreso a la competición, el pasado 19 de agosto ante Osasuna, aunque se perdió las dos últimas jornadas de Champions tras ser expulsado frente al Olympique y otras dos jornadas de Liga por unas molestias en el sóleo de la pierna derecha.
Su ausencia para estos dos últimos meses de 2025 supone un contratiempo para Xabi Alonso, que tampoco ha podido contar con el lesionado Trent Alexander-Arnold y tuvo que recurrir a Fede Valverde para cubrir el perfil derecho de su defensa.
Es como una ley no escrita. En el Real Madrid, y en la mayoría de clubes de fútbol, la rueda de prensa previa al partido anuncia a uno de los once titulares de dicho equipo en el encuentro. Sucede así en el conjunto blanco desde hace años, tanto en la época de Ancelotti, de Zidane e incluso de Mourinho. Y también en la de Xabi Alonso.
En Liga sólo habla el técnico, pero la primera jornada de la Liga de Campeones, la competición que obliga a un futbolista a acompañar al entrenador en la comparecencia previa, Aurelien Tchouaméni fue el portavoz del vestuario y 24 horas después fue titular. Por esto, y por alguna que otra cosa más sentida en el estadio, es tan extraña la situación vivida con Fede Valverde en Almaty, ciudad de Kazajistán donde los blancos disputaron su segunda cita europea del curso.
El uruguayo, segundo capitán del Madrid por detrás de Carvajal, siempre entregado a la causa y siempre recordando la importancia de su rol en el vestuario y de dar ejemplo, fue el encargado de hablar ante los medios en la previa del duelo contra el Kairat. Centró su mensaje en la "falta de actitud" en el derbi contra el Atlético, en las conversaciones que habían tenido sobre el momento del equipo en el avión entre Madrid y Almaty, una circunstancia que, según él, "había pasado poco desde que estoy aquí", y en la posibilidad de jugar en el lateral derecho, una posición que ya ha dejado claro que no le gusta. "No nací para ser lateral", llegó a mencionar, añadiendo su disponibilidad a hacerlo si el entrenador lo considera y a "morir por la camiseta".
Choques
Todas esas frases llegaron antes de la rueda de prensa de Alonso, que contradijo un poco el mensaje del centrocampista. "Decir que sólo ha sido falta de actitud es simplista", contestó a una pregunta que incluía el recuerdo de uno de los titulares de Valverde. "Hay más razones, también futbolísticas", siguió el vasco.
Llegó después el entrenamiento, donde según diversas fuentes, una de las opciones del cuerpo técnico para el lateral derecho fue Valverde. Al amanecer del día del partido, viendo que Raúl Asencio había sufrido en el carril ante el Atlético, que Dani Carvajal y Trent Alexander-Arnold estaban lesionados, que apostar por el canterano David Jiménez era complicado tras una derrota como la del Metropolitano y que el uruguayo había hablado ante los medios, la mayoría del entorno del Madrid pensaba que Valverde sería titular.
A las cinco de la tarde, la primera sorpresa. El centrocampista era suplente. Ni lateral, donde se situaba Asencio, ni mediocentro, donde apareció Ceballos para acompañar a Tchouaméni y Güler. "Es una decisión que estaba tomada", dijo Alonso tras el duelo. Fuentes del club aseguran que su suplencia fue una decisión técnica y que Valverde quiso dar la cara tras la derrota en la rueda de prensa previa. En el Metropolitano, después del encuentro, habló Carvajal.
El entrenador del Madrid, Xabi Alonso.VYACHESLAV OSELEDKOAFP
La segunda sorpresa llegó en el césped. Los titulares y los suplentes saltaron al campo para realizar ejercicios de calentamiento antes del partido. Los once elegidos en un lado, con una sesión más intensa, y los reservas con diversos pases, toques y un rondo para pasar el rato. Estaban todos, incluidos Bellingham, Rodrygo, Camavinga, Carreras o Brahim, menos Valverde.
El uruguayo apareció por el túnel a los cinco o diez minutos acompañado por uno de los miembros del club. Caminó por la banda en tono serio y se sentó en el banquillo, donde estaban algunos asistentes de Alonso pero no el entrenador, que se queda siempre en el vestuario. Fede no participó del rondo ni de los pases de sus compañeros. No tocó balón.
Más tarde, con 0-2, Xabi le mandó calentar junto a Bellingham, Carreras y compañía. Lo hizo en un ritmo relajado, a veces parado con las manos en la espalda, y cuando Mbappé marcó el 0-3 se dirigió al banquillo para sentarse de nuevo, como si supiera que ya no iba a jugar. Siempre con tono serio.
"Lucharé hasta el final jugando donde sea"
"A todos nos gusta jugar, y a Fede el que más. Es muy competitivo", dijo Fran García en la zona mixta de Almaty. A unos metros, Alonso navegó el temporal aludiendo a las necesarias rotaciones: "Fede siempre está dispuesto donde se le necesite. Hay que dosificar minutos y esfuerzos", declaró.
La duda queda en esa ley no escrita sobre la rueda de prensa previa, en la no participación de Valverde en ningún ejercicio del calentamiento, sin problema físico aparente, y su cara durante los diversos instantes del partido. Contra el Villarreal debería volver a la titularidad, pero tampoco está encontrando con Xabi, de momento, la versión que le convirtió en uno de los mejores centrocampistas del mundo.
Ante la magnitud el revuelo formado, el jugador ha hecho público un comunicado este miércoles: "He leído varios artículos dañando mi persona", avanza el uruguayo, que tras un preámbulo esgrime: "Tengo una buena relación con el entrenador la cual me hace sentir con la confianza de poder decirle cuál es la posición que más me gusta dentro del campo, pero siempre, siempre le hice saber que estoy disponible para cumplir en cualquier lugar, en cualquier viaje y en todos los partidos. Dejé el alma en este club y lo seguiré haciendo, aunque a veces no alcance o no esté jugando como quisiera, lo juro por mi orgullo que jamás me rendiré y lucharé hasta el final jugando donde sea".