El Real Madrid se enfrentará al Manchester City en el playoff previo a los octavos de final de la Champions, según el sorteo que tuvo lugar este viernes en la sede de la UEFA de Nyon. Si supera la eliminatoria, el equipo blanco, que podía haberse medido al Celtic, su otro posible rival, sabrá posteriormente en el sorteo del 21 de febrero su rival en octavos, que pueden ser el Atlético de Madrid o el Bayer Leverkusen.
Esa ronda de playoff se celebrará entre el martes 11 y el miércoles 12 de febrero y la vuelta, en el Bernabéu, se disputará justo la semana siguiente, entre el martes 18 y el miércoles 19. Los horarios se conocerán durante esta tarde. Los partidos de ida de octavos de final se juegan el 4 y 5 de marzo y la vuelta será el 11 y 12 de marzo.
El Real Madrid llega a las eliminatorias después de una liga en la que estuvo irregular y sólo pudo acabar en undécima posición, a un punto del Top 8 que se clasificó directamente para octavos. En las tres últimas jornadas ante Brest, Salzburgo y Atalanta sumó tres victorias que le permitieron clasificarse sin apuros, pero anteriormente había caído ante Lille, Milan y Liverpool.
El sorteo también emparejó al PSG con el Brest en un duelo enteramente francés; al Benfica con el Mónaco; a la Juventus con el PSV; al Feyenoord con el Milan; al Atalanta con el Brujas y al Borussia Dortmund con el Sporting de Portugal.
“Tenemos los recursos para superar el playoff”
Antes del sorteo, Carlo Ancelotti salió a rueda de prensa en la previa del duelo liguero contra el Espanyol. Todavía sin saber si el Madrid jugaría ante el City o el Celtic, el italiano insistió en que “tenemos los recursos para superar el playoff”. “En un mundo perfecto, no jugaríamos el playoff, pero fallamos y no pudimos entrar en el Top 8. Será una eliminatoria entretenida”, explicó.
Sobre el calendario, que no se detendrá hasta el parón de selecciones de marzo, Ancelotti admitió que “no hay tiempo de preparación, es recuperación, vídeo y partido para los próximos 40 días. Nuestro trabajo es tener listo y preparado al equipo”.
En una sala de la ciudad deportiva del Paris Saint-Germain, Luis Enrique, de pie, recibe a Kylian Mbappé, que se sienta en la primera de siete filas. Están los dos solos. A los cinco minutos, el entrenador pregunta «¿Te queda claro?», el francés dice «sí» y su míster responde «gracias». No se dan la mano y la gran estrella del equipo se va por la puerta. Esos cinco minutos resumen la relación entre Luis Enrique y Mbappé: la pasión y la intensidad del español y la falta de feeling entre ambos. Hoy se reencuentran, PSG y Real Madrid mediante, en las semifinales del Mundial de clubes.
Aquella reunión entre ambos ha sido una de las más comentadas porque se emitió en el documental Luis Enrique: No tenéis ni puta idea. Una charla de varios minutos en la que el técnico intentaba convencer a Mbappé de la necesidad de involucrarse en la presión y en la parcela defensiva. Una escena elegida a propósito. Se produjo durante los cuartos de final de la Champions 23-24 contra el Barcelona, el PSG ganaría aquella eliminatoria pero unos días más tarde perdería en las semifinales contra el Borussia Dortmund, que sería el rival del Madrid en la final de Wembley.
El discurso de Luis Enrique a Mbappé lo dice todo sobre el tipo de futbolista que el técnico quería en el ataque y explica muy bien porqué Ousmane Dembélé puede alzar su primer Balón de Oro el próximo mes de octubre. «He leído que te gusta Michael Jordan, Jordan cogía de los huevos a todos sus compañeros y se ponía a defender como un hijo de puta. Tú tienes que dar ese ejemplo, primero como persona y luego como jugador», le dice Luis Enrique, de pie y gesticulando, a Mbappé, sentado, impasible, sin hablar.
«eso no me vale»
«Tú piensas que sólo tienes que marcar goles, eres un fenómeno, un top mundial, pero eso no me vale. Un líder de verdad es el que cuando no nos puede ayudar con los goles nos ayuda en todo lo defensivo», insiste. «Si coges a Ousmane, a Barcola, a Ramos o a quien sea y te pones tú como ejemplo a presionar, ¿sabes lo que tenemos? Una puta máquina de equipo», sigue Luis Enrique, picando a Mbappé con el posible final que tendrá en París.
«Quiero que te vayas de aquí por la puerta grande, Kyky, ninguna duda. Pero te lo tienes que ganar. El día que no ataques tienes que ser el mejor jugador de la historia defendiendo. Eso es un líder, ese es Michael Jordan. ¿Te queda claro?», terminó el técnico.
Unas semanas después, Mbappé anunciaría su fichaje por el Madrid y Luis Enrique lo celebraría a su manera con esta frase: «Vamos a mejorar los resultados, sin ninguna duda. El tener a un jugador (Mbappé) que se movía por donde él quería implica que hay situaciones de juego que yo no controlo. El año que viene las voy a controlar todas. Todas».
Mbappé anota el 3-1 al Dortmund ante Yan Couto.AFP
Una premonición de lo que sería la temporada en París, con la conquista de la Champions League, ganando 5-0 al Inter de Milán en la final, como guinda del pastel. Mientras, Mbappé terminó el curso como máximo goleador del continente pero eliminado, junto al Madrid, en cuartos de final de la Copa de Europa por el Arsenal. El francés cuajó algunas buenas eliminatorias, como ante el Manchester City, pero contra el cuadro londinense no estuvo a la altura. Un síntoma general.
Entre medias, Mbappé ha vivido un enfrentamiento en los juzgados con el PSG y con Nasser Al Khelaifi, que siempre que ha podido le ha dejado algún recado en los medios de comunicación. «Ahora la estrella es el equipo», aseguró el qatarí durante el curso, en un mensaje directo al futbolista. En su momento, el presidente del PSG quiso apartar a Mbappé por no renovar su contrato con el equipo y Luis Enrique medió para solucionar el conflicto, pero la pelea ha llegado hasta los tribunales por el pago de la última parte del salario del futbolista.
Una guerra por 55 millones
Mbappé le reclama al PSG 55 millones en sueldos y primas y ha llegado a acusar a Al Khelaifi de «acoso moral» y «extorsión» por las presiones recibidas durante las negociaciones por su renovación en 2023, una demanda que finalmente ha retirado esta semana, justo antes de verse en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, «por una voluntad de calmar la situación sobre el terreno jurídico y el deseo de concentrarse exclusivamente en el terreno deportivo», según L'Equipe.
La intensidad y la presión, eso en lo que insistía Luis Enrique a Mbappé, están siendo dos de las palabras más repetidas por Xabi Alonso en el mes que lleva al mando del Real Madrid. El delantero, que sufrió una fuerte gastroenteritis en los primeros días del Mundial, todavía no ha sido titular en el torneo y espera que ese momento le llegue esta tarde contra el que fuera su equipo.
Luis Enrique, durante una rueda de prensa en Atlanta.FCWC
Sobre la mesa, el gran papel de Gonzalo, tanto en ataque (cuatro goles) como en la parcela defensiva, donde no deja de presionar la salida del rival. Mbappé es indiscutible para Alonso, pero éste le pedirá aquello que le pedía Luis Enrique: ser Michael Jordan en todas sus facetas.
"Ha sido una de las mejores asistencias que he dado". Vinícius Júnior apareció por primera vez por la zona mixta del Mundial de clubes aprovechando su estreno goleador en el torneo y su soberbio pase en el segundo tanto del conjunto blanco: una pisada en carrera para que Fede Valverde definiera con tranquilidad ante el portero rival. En el recuerdo madridista, el tacón de Guti a Benzema en Riazor.
"Ha sido muy buena, pero yo estaba en el campo el día de la de Guti y me dejó loco, me quedo con ella. La de Vini ha sido casi casi igual", bromeó Xabi Alonso, muy contento con el encuentro de su equipo. "Había que tener madurez para encontrar la oportunidad y me quedo contento, ahora empezamos la fase interesante", aseguró. La presión de sus futbolistas en el tramo inicial del partido fue sorprendente: "Tenemos que poder hacerlo, como hoy, hoy hemos recuperado mucho en campo contrario y ha sido un gran trabajo", insistió, reconociendo que "en algunos aspectos Gonzalo me recuerda a Raúl González".
En el centro del gran partido del Madrid estuvo Vinicius, con un gol y una asistencia. Su primer tanto desde el 16 de abril, noche en la que marcó ante el Arsenal en los cuartos de Champions League. Desde entonces, casi dos meses y medio en los que ha mostrado su versión más irregular, tanto a nivel físico como técnico. Hasta la noche de Filadelfia.
"Ha jugado un gran partido, no sólo por los números, sino también con su sacrificio y su trabajo. Nos ayudó a jugar más como equipo", elogió el técnico, volviendo a poner el foco en la colaboración defensiva de todos los futbolistas, algo que el brasileño también recalcó en zona mixta: "En el fútbol de hoy tenemos que atacar con once y defender con once, es normal. Y la verdad que estoy muy contento con el partido del equipo. Hemos podido controlar desde el primer minuto", explicó el delantero.
Alonso sabe que Vinicius es clave en el esquema del equipo, tanto en ataque como en defensa, y ante el Salzburgo el brasileño se ofreció mucho más por el centro del ataque. Así llegaron los dos goles. "Hoy jugué un poco más por dentro pero depende del partido, depende de cómo juguemos y de lo que necesitamos. Hay que hacer muchas cosas dentro del campo para jugar bien y ahora estamos jugando bien", explicó el atacante, que recordó el calor que pasaron en Miami: "Al jugar a las tres nos está matando el calor, pero tenemos que acostumbrarnos porque el próximo partido será a esa hora.
Ahora los blancos se medirán a la Juventus en los octavos de final, momento en el que "empieza el torneo de verdad", dijo Vinicius. "Llegan los mejores equipos y no puedes fallar. Hemos fallado en el primer partido y ya no podemos fallar más. Ojalá podamos seguir evolucionando poco a poco en esta competición donde la confianza se gana dentro del torneo", explicó el brasileño, que habló sobre las negociaciones para su renovación.
El atacante tiene contrato hasta junio de 2027 y podría firmar su ampliación este mismo verano. "Tengo dos años más, pero siempre he dicho que quiero seguir aquí toda mi carrera y hacer historia con este equipo. Ojalá poder seguir aquí muchos años, marcar más goles y ganar más títulos".
Cuestionado sobre la vuelta de Mbappé y su pareja con Vinicius, Xabi Alonso aseguró que "las cosas pueden funcionar". "Vini desde fuera, Kylian por dentro... no es excluyente, hay calidad individual pero necesitamos el funcionamiento colectivo. Todos juntos, no uno, uno, uno... Hay que beneficiarse de lo colectivo".