El escenario ideal que, hace prácticamente una semana, preveía Joan Laporta, finalmente no se ha producido. Confirmar las buenas sensaciones cosechadas en París y consumar la eliminación del PSG en los cuartos de la Champions era el primer paso. Ganar al Madrid en el Bernabéu y estrechar la distancia en la Liga, mientras, era el segundo. Ninguno se ha cumplido, pero el presidente insiste en la continuidad de Xavi Hernández, algo que medita el entrenador, al tiempo que utiliza el arbitraje del Bernabéu para plantear otro órdago, como solicitar la repetición del partido por vía judicial por el no gol en la portería de Andriy Lunin.
«Si el club entiende que se produjo un error en la interpretación de la jugada, que es lo que pensamos, pondremos en marcha todas las actuaciones oportunas sin descartar, evidentemente, las acciones judiciales que sean necesarias. En caso de confirmarse que fuera un gol legal, pediremos la repetición del partido», afirma Laporta en una declaración grabada y difundida por el club azulgrana. Solicita el Barça, asimismo, las comunicaciones del colegiado Soto Grado con la sala VOR. Una vez hechos públicos los audios por el Comité Técnico de Árbitros, se escucha lo que le comunica Sánchez Martínez, árbitro de VAR en el clásico: «No tenemos ninguna evidencia de que el balón haya entrado». Ninguna de las imágenes lo demostraba y LaLiga carece del sistema Ojo de Halcón.
Laporta está, pues, en la misma línea de Xavi, que, según llega desde su entorno, podría confirmar al presidente que ha decidido abandonar la idea de dejar el club el próximo 30 de junio, tal y como adelantó en enero, y mantenerse al mando. Aunque, eso sí, no a cualquier precio. Sobre todo, quiere contar con una plantilla realmente competitiva, que le permita plantar cara a cualquier rival tanto en la Liga como en Europa. Incluso ya han empezado a sonar varios nombres que, con un coste acorde al pobre estado de unas arcas barcelonistas que siguen aún en pleno proceso de recuperación, podrían ser muy de su agrado. Siempre, además, respaldados por jóvenes valores hechos en la casa.
Clima propicio
El egarense, a pesar de los dos mazazos consecutivos que ha encajado en los últimos días, sigue siendo la gran preferencia del club para el banquillo azulgrana. Y no únicamente por una mera cuestión de costes. Rafa Márquez, quien ya se postuló como su posible relevo cuando Xavi anunció que iba a dejar el club al término de la presente campaña, no acaba de tener todo el consenso necesario para dar el salto del filial al primer equipo. Porque en la entidad son muy conscientes de que, a pesar de las quejas del ex capitán sobre cómo le han tratado los medios, el mexicano no contaría con tantos apoyos como los que ha tenido el ex centrocampista.
Incluso es muy sintomático que Laporta hable abiertamente en los medios del club de la opción de pedir la repetición del clásico, al sentirse perjudicados por algunas decisiones del VAR, en lugar de, como sería más fácil, vistos precedentes similares y el anuncio del propio Xavi, empezar a hablar abiertamente de su relevo. Un clima propicio para la continuidad al que, en parte, han contribuido también algunas declaraciones, en las que, en lugar de mostrarse contundente sobre su adiós, ha ido dejando abierto algún resquicio, por tímido que fuera, para acabar dando marcha atrás y, por lo menos, cumplir el año que le resta de contrato.
Una continuidad que, de cumplirse, le permitiría reconciliarse con sus mejores momentos al frente del banquillo azulgrana, cuando ganó el título de Liga. Y, sobre todo, hacerlo en un escenario tan de ensueño como se prevé que sea el nuevo Spotify Camp Nou. Un estreno que, de acuerdo con las previsiones del club, debería producirse en noviembre.