El entrenador alemán Jürgen Klopp ha anunciado este viernes que dejará el Liverpool a final de temporada, tras casi nueve años en el cargo.
Klopp, que llegó a Anfield en octubre de 2015, devolvió al Liverpool a la gloria europea, con la conquista de la Champions League en 2019, y al éxito doméstico, con la primera liga en 30 años en 2020, además de conquistar una FA Cup, una Copa de la Liga, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.
“Me estoy quedando sin energía”, dijo Klopp en una entrevista con los medios del club en la que explicó las razones de su marcha. “No tengo ningún problema, obviamente. Sabía que tendría que anunciarlo en algún momento, está todo bien, pero sé que no puedo hacer este trabajo una y otra vez”.
Noviembre
Klopp explicó que le comunicó a la directiva su marcha en noviembre, cuando empezaron a planificar la próxima temporada y se dijo a sí mismo: “No sé si estaré aquí el año que viene”.
“Puedo entender que esto sea un shock para mucha gente, pero lo puedo explicar. Amo todo sobre este club, esta ciudad y nuestros aficionados. Amo el equipo y a mi cuerpo técnico. Todo, pero que tome esta decisión muestra que estoy convencido de que es la que tengo que tomar”.
Junto a Klopp se marchan del equipo sus asistentes Pepijn Lijnders, que comenzará una carrera en solitario como entrenador, y Peter Krawietz, además del entrenador de desarrollo de élite Vitor Matos.
El ex futbolista del FC Barcelona Gerard Piqué acredita ante la juez de a Majadahonda que instruye el denominado 'caso Rubiales' que ha seguido cobrando comisiones millonarias de Arabia Saudí en plena investigación judicial.
Piqué, que comparecerá el viernes como investigado en la causa, ha entregado a la instructora una batería de facturas de su empresa Kosmos, a las que ha tenido acceso en exclusiva EL MUNDO, mediante las que documenta que sigue percibiendo unos cuatro millones de euros de comisión por cada edición de la Supercopa de España en plenas pesquisas judiciales.
Unos pagos que, cabe recordar, están siendo investigados y por los que tendrá que testificar en unas horas.
Las últimas facturas expedidas por Piqué datan del pasado mes de enero y ascienden a 800.000 euros cada una en relación con "servicios de consultoría para buscar oportunidades de negocio" vinculadas con la celebración de la competición deportiva. En lo que llevamos de año, y según la documentación entregada por Piqué, lleva ya cobrados 1,6 millones relacionados con la última edición.
El ex capitán azulgrana ha entregado los recibos que ha emitido desde el uno de septiembre de 2022 a través de Kosmos Team, S.L., a la Federación de fútbol de Arabia Saudí. En cada ejercicio, Piqué emitió un total de cinco facturas por importe de 800.000 euros cada una. Junto a ellas ha aportado los justificantes bancarios de pago "que vienen efectuándose en los últimos años derivados de los servicios prestados por la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí".
Lo que, a juicio de Piqué, "evidencia la normalidad en la relación contractual y la aceptación de los servicios de intermediación efectivamente prestados". No obstante, tanto la Fiscalía Anticorrupción como la Guardia Civil sospechan que de las comisiones millonarias de Piqué, que fueron negociadas por el ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales, se pudo beneficiar este último. Motivo por el cual se han librado comisiones rogatorias al país árabe que, hasta el momento, han resultado infructuosas.
También ha entregado Piqué correos electrónicos con las autoridades saudíes, los hermanos Ahmed y Mohtased, de Sela Sports, mediante los que negoció la prestación de sus servicios de comisionista.
Luis Enrique tenía (tiene) muchos defectos, pero los empleados de la Federación, la inmensa mayoría, siempre tenían buenas palabras para él. También los trabajadores del Departamento de Comunicación, que le pedían innovadoras formas de dar las listas de convocados y siempre encontraban una respuesta afirmativa. En marzo de 2022, el vídeo enseñaba al entonces seleccionador en el estadio de Montjuïc, en Barcelona, porque el equipo nacional regresaba a esa ciudad tras 18 años de ausencia. "Y desde aquí, desde esta línea de meta donde vimos ganar el oro a Fermín Cacho en los 1.500 metros, empezamos con los porteros: Unai Simón, Robert Sánchez y David Raya".
¿David Raya? ¿Quién es David Raya? En ese momento, la inmensa mayoría de los aficionados, y de los periodistas, teclearon en Google el nombre de este chico (Barcelona, 29 años, 27 entonces), que por aquellos días defendía la portería del Brentford, modesto equipo inglés. Era la primera vez que David de Gea se quedaba fuera de una lista, pero el tema era el nuevo. "Seguramente es una sorpresa para mucha gente, pero no para nosotros. Quiero verlo en el contexto de la selección, porque es un portero de futuro para este equipo", explicó Luis Enrique, y ese fue el debut (lo haría el día 26 en ese amistoso jugado en Cornellá ante Albania) de quien hoy es uno de los porteros más cotizados del mundo.
"Básicamente sigo siendo el mismo que cuando tenía 16 años. Lo que mantengo es la ilusión, de hecho creo que tengo más ilusión si cabe para ir a entrenar y a jugar cada partido. Yo estoy aquí y en mi club para ayudar al equipo a ganar partidos", se quita importancia él. Siendo adolescente, en etapa juvenil, se marchó del club donde jugaba, el Cornellá, al Blackburn Rovers, aquel equipo famoso en su día por ganar una Premier a mediados de los 90 con Alan Shearer a la cabeza. Con mucha paciencia, fue trabajando y llegó la cesión a un modestísimo equipo, el Southport, algo así como un Preferente en España, donde hizo un partido memorable contra el Derby County (de Segunda División) en la FA Cup. Volvió al Blackburn, debutó en el primer equipo y en 2020 fichó por el Brentford, con el que logró el ascenso a la Premier (2021). Salvaron la categoría 2022 y quedaron en mitad de la tabla en 2023. El curso pasado, Arteta le reclamó para el Arsenal que, tras un año cedido, pagó 32 millones el pasado verano para hacerse con él.
David Raya, en el entrenamiento de este lunes.EFE
Casi todos los analistas de porteros coinciden en que su juego con los pies es uno de los mejores del mundo. Es tal la técnica, que en los entrenamientos no es infrecuente verle marcar golazos en las pachangas, o en los lanzamientos de falta al final de las sesiones. Amable, cuenta, David proviene de una familia de joyeros y por eso él ha sido el encargado de diseñar, y la empresa familiar de fabricar, unos anillos conmemorativos del título de la Eurocopa, un poco al estilo de los anillos que se ponen los ganadores de la NBA. Más allá de la estética, discutible, del anillo, es un recuerdo para toda la vida que unos cuantos de los que compartieron verano han querido guardar (que no ponerse, de momento). A David quien le llevaba a entrenar era su abuelo, para el que siempre tiene palabras de agradecimiento.
Otro de los rasgos que le definen es su fuerte sentimiento español. De origen catalán, nacido en Barcelona, proclama ese sentimiento sin ningún complejo, igual que enseña las decenas de tatuajes que ocultan un porcentaje alto de su piel. Pokémon, Dragon Ball, varias fechas importantes de su vida y, en los dedos de la mano derecha, la O de Óscar, un puño, una pelota y un corazón. «Son los emoticonos que me manda siempre mi hermano antes de los partidos», explicaba en una entrevista con este periódico durante el Mundial de Qatar. La confianza que depositó en él Luis Enrique la ha renovado Luis de la Fuente, y pensando en el largo plazo, mes de marzo, cuando vuelva Unai Simón, sus actuaciones estos días darán para un debate que, si nada cambia, será puramente periodístico y de aficionados. De la Fuente seguirá confiando en Unai.
Se trata de un futbolista discreto, que asume con naturalidad que casi nadie en España le conociera antes de venir a la selección, pues al fin y al cabo ha hecho toda su carrera en Inglaterra. De hecho, cuentan quienes conviven con él estos días en la selección que él piensa en inglés y que, a veces, le cuesta traducir ese pensamiento inicial a su verbalización en castellano.