Nominado para liderar el relevo generacional del Big 3, Alexander Zverev carecía hasta ahora de le estabilidad suficiente para responder a semejante cometido. A los 27 años, se presenta en su primera final de Roland Garros en pleno proceso de maduración, con la cabeza mejor amueblada y fortalecido por las adversidades sufridas en el terreno personal y profesional. El campeón del reciente Masters 1000 de Roma es un jugador más consistente que anta
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