«Stop crying your heart out» es una canción de Oasis, grupo idolatrado en Manchester y cuyas letras amenizan las previas y las resacas de los partidos del City. Y con su título, bien grande junto a una foto de Rodrigo Hernández besando el Balón de Oro, la grada del Etihad recibió a Vinicius Júnior. «Deja de llorar tanto» sería la traducción más apropiada para el tema de los hermanos Gallagher, un mensaje directo al brasileño, ausente, junto al Real Madrid, en la última gala que premiaba al centrocampista español. El delantero respondió con una actuación extraordinaria, participando en varios goles y llevándose el MVP del partido.
Antes, acumulando venganzas y provocaciones, la cuenta oficial del City publicó una foto de Vinicius llegando al Etihad. Casualidad o no (voten por el «no»), en la imagen también sale una instantánea de Rodri con el Balón de Oro.
Esa fue la bienvenida del Etihad al brasileño en el primer enfrentamiento entre los actuales dominadores del fútbol europeo desde la gala de París. Una eliminatoria celebrada demasiado pronto para «pesadilla», así lo reconocieron, de Ancelotti y de Guardiola. La mala liga regular realizada por ambos, especialmente por los británicos, dejó un cruce temprano que tuvo sabor a primavera desde el inicio.
Los mensajes de la grada se unieron a los abucheos y al silencio durante una primera parte de mucha tensión. La afición local comenzó abucheando a Vinicius y terminó respirando hondo mientras el brasileño y sus compañeros fallaban ante Ederson.
Vini cuajó un encuentro que recordó a su mejor versión, todo después de unas semanas en las que entre sanciones y baja forma no ha estado a su mejor nivel. Algo hizo ‘clic’ en él en el Etihad y fue el futbolista más peligroso del Madrid.
En el 9, encaró a Ederson y su compatriota le hizo penalti, pero fue anulado por un fuera de juego previo. En el 10 se inventó un caño y un pase con el exterior para que Mbappé errara ante el portero, después casi anota el 0-1 en una clarísima ocasión de Mendy que sacó Aké y unos minutos más tarde arrancó hacia al área y terminó en el suelo, justo antes de rematar, por el forcejeo con Aké. No se quedó ahí, y en el 24 envió un disparo al larguero que casi sorprende a Ederson. Una media hora colosal que no tuvo premio.
Tras el descanso, Guardiola cambió a un tocado Akanji por Rico Lewis para contener al brasileño, pero Vini volvió a producir las mejores ocasiones de su equipo.
Después del 2-1 de Haaland, con el Madrid desesperado ante sus errores, Vinicius volvió a ser protagonista, respondiendo de forma contundente al mensaje de la grada inglesa. Su disparo tras un buen desmarque provocó el rechace que aprovechó Brahim para empatar e inició el 2-3 de Bellingham con un intento de vaselina. Acciones que le hicieron MVP del partido.
“¿Dónde está tu Balón de Oro?”, le cantó la grada. A lo que el brasileño respondió señalándose el parche de la Champions que lleva pegado en su camiseta.
“He visto la pancarta. Pero siempre que los aficionados rivales hacen cosas me dan más fuerza para hacer un gran partido“, dijo el futbolista tras el partido.
“Viendo el partido… Si lo ha visto ha sido una motivación grande para él. Ha sido muy muy peligroso”, declaró Ancelotti.